Pasaje destacado
"Durante muchos años, muchos, ella se esforzó en hacerme sentir culpable, instigadora y parte de todo. Era su manera de retenerme a su lado. A veces lo hacía sutilmente, con un mínimo comentario dicho de pasada, pero siempre oportuno y certero, calando la culpa en mí despacio como las olas erosionan la piedra y consiguen destruirla, lenta pero eficazmente. Otras veces vomitándome la culpa a la cara, como ácido que quema, destroza, retuerce y deja para siempre cicatriz. Lo negué y lo acepté al mismo tiempo.
Nunca quise reconocer que era tan monstruo como ella. Yo no. Yo tenía las manos limpias. Yo era víctima. Mártir sufridora. Carne de mala suerte y de miseria. Yo no era monstruo. Negaba, pero también aceptaba que todo sucedía por mí. Yo era la fuerza maligna por la que pasaban las cosas. Sin mí nada de eso habría sucedido. Y así pasaron los años, ocultando la realidad hasta casi creer que nunca había ocurrido."