Están ahí, en alguna parte, por encima de nuestras cabezas; nos ven, nos escuchan, vigilan todos nuestros movimientos, nos prohíben esto, no permiten lo de más allá, como a ellos les parezca bien. No podemos ya mover un dedo sin su aprobación.
Y nosotros no sabemos nada de ellos, ni quiénes son, ni de dónde vienen, ni cómo operan, ni cuáles son sus verdaderas intenciones.
Y nosotros no sabemos nada de ellos, ni quiénes son, ni de dónde vienen, ni cómo operan, ni cuáles son sus verdaderas intenciones.
Alec, dibujante de mediana edad, y Eve, novelista de un mítico éxito editorial, son los únicos habitantes de un islote diminuto de la costa atlántica. Se evitan, hasta el día en que una inexplicable avería de todos los medios de comunicación les fuerza a salir de su celosa soledad. ¿Qué está pasando? ¿Ha sufrido un cataclismo el planeta tras las amenazas continuas de un conflicto nuclear y de atentados terroristas a gran escala? ¿Qué ha ocurrido en las islas cercanas, en la costa, en el resto del país, en el resto del planeta?