Pasaje destacado

Me dieron patadas en las rodillas y los muslos, fueron desplazando poco a poco los pies, pisándome la barriga como si quisieran comprobar su blandura con las suelas de sus zapatillas, y al final me patearon todo el cuerpo. Me arrojaron contra la pared, me hicieron caer dando tumbos sobre las mesas. Cada golpe iba acompañado de un ruido infernal. Dentro de mi cabeza me repetía que era lo de siempre, que no era para tanto, mientras esperaba que todo aquello pasase lo antes posible "