
El desarrollo de nuestra personalidad no tiene lugar de forma aislada, sino en relación con otras personas; somos formados y completados por fuerzas que ni se ven ni se recuerdan. En concreto, nuestros padres.
La furia asesina, la furia homicida, no nace en el presente. Se origina en ese territorio anterior a la memoria, en el mundo de la primera infancia, a causa de abusos o malos tratos a una edad temprana, y con el paso de los años va acumulando carga hasta que estalla; a menudo contra un blanco equivocado.
La furia asesina, la furia homicida, no nace en el presente. Se origina en ese territorio anterior a la memoria, en el mundo de la primera infancia, a causa de abusos o malos tratos a una edad temprana, y con el paso de los años va acumulando carga hasta que estalla; a menudo contra un blanco equivocado.