Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


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23 de marzo de 2020

“TIERRA” de Eloy Moreno y la Tierra dijo ¡basta!

Cubierta de la novela de Eloy Moreno

“Y todo es silencio: el aire que no se llega a respirar es silencio; las miradas que se quedan varadas son silencio; las lágrimas que aún no han salido son silencio; y el miedo, la sorpresa y la alegría, en un principio también son silencio.

Silencio en la sala de control, silencio en cada uno de los hogares del mundo; silencio en las calles, en los hospitales, en las cárceles, en las empresas, en los aviones, en las televisiones, incluso, y eso es algo inaudito, silencio en las redes sociales.”




Eloy Moreno nació en Castellón en 1976. Su gran pasión por la escritura le llevó a lanzarse a la aventura de auto publicar su primera novela, "El bolígrafo de gel verde", de la que ha vendido más de 200.000 ejemplares. Su segunda obra, "Lo que encontré bajo el sofá"(2013), volvió a conectar con decenas de miles de lectores, muchos de los cuales le acompañan en las rutas que realiza por Toledo reviviendo el argumento del libro.

Su tercera novela, "El Regalo", que recibió de nuevo un gran reconocimiento tanto en ventas como en crítica. "Invisible", su última novela hasta la publicación de "Tierra", lleva ya quince ediciones y ha sido traducida a varios idiomas. También ha publicado la colección de tres volúmenes "Cuentos para entender el mundo", una obra dirigida tanto para adultos como para niños que ha sido incluida como lectura en centenares de centros educativos.

31 de agosto de 2018

"INVISIBLE" de Eloy Moreno, una historia triste, dura, pero muy reveladora sobre el acoso escolar.



“Soy capaz de respirar debajo del agua todo el tiempo que quiera, de hecho creo que sería capaz de vivir bajo el agua si me apeteciera. 

Bueno, también tengo otros poderes, puedo oír cualquier conversación desde muy lejos, puedo ver perfectamente en la oscuridad; soy capaz de ir mucho más rápido que el resto de las personas. 

Pero a pesar de todos esos poderes los monstruos seguían allí, se iban pero volvían de nuevo, así que decidí buscar un nuevo poder, uno tan grande que no pudieran hacerme nada. Y finalmente lo encontré. 

—¿Cuál es ese poder? —Soy capaz de hacerme "invisible"
Érase una vez un muchacho "exinvisible" ingresado en un hospital por algo muy gordo que le ha pasado (exinvisible porque desde que ha despertado parece que ya es visible para todo el mundo).

Todavía no le ha contado a nadie que le ha ocurrido exactamente y tampoco todo lo que sufrió antes del accidente. Por eso, los padres deciden que una psicóloga le visite cada día para intentar averiguarlo.
Creo que lo mejor que puedo hacer es simular que soy alguien normal, muy normal. Porque a veces decir la verdad no es la mejor opción. Sobre todo si esa verdad es tan increíble que puede parecer mentira. Así que voy a mentir, bueno, no voy a mentir, pero no voy a contarle nada de lo que me ha pasado.
Ella le va tirando de la lengua y él niño va soltando y va soltando. Poco a poco la psicóloga se va enterando del horror, con horror de cuándo empezó a ser acosado por el chico de los nueve dedos y medio, porque la envidia es muy mala y el acosador, a pesar de ser el más mayor de la clase, el más alto, guapo y rico, en realidad lo único que desea es ser como el empollón exinvisible. También le cuenta que casi todos los compañeros le reían las gracias cuando le tiraba cosas a la espalda, le empujaba, se burlaba de él delante de todos, le cogía el bocadillo y se lo pisoteaba.
Cada día sabe que, al llegar al instituto, comenzarán los insultos, los empujones, las risas… actos que casi siempre ocurrirán con gente delante. Sabe también que, en cuanto se siente en clase, empezarán a tirarle objetos a la espalda. Hace tiempo que ya ni siquiera intenta esquivarlos, pues tiene la espalda tan llena de costras que apenas siente nada. 
Los que no se las reían, se convirtieron también en monstruos porque no le seguían el juego pero tampoco hacían nada por ayudarle, por defenderle, miraban hacia otro lado por miedo a represalias, a que el matón de turno cambiara de objetivo.
Es curioso y triste que haya tantos monstruos en esta sociedad, los que hacen y los que miran, los que ríen y los que graban el vídeo… 
Y como a fuerza de practicar y practicar consigue desarrollar sus superpoderes parecidos a los de los  superhéroes de los cómics que lee, incluso llegó a hacerse invisible a los ojos de todos, o más bien de casi todos, ya que a veces sus poderes no le funcionaban y él no entendía qué podía estar fallando.
¿Cómo te hiciste invisible? —Bueno, fue por casualidad, un día en el que había monstruos por todas partes, comencé a desear poder desaparecer de allí, me concentré, me acurruqué… y de pronto, cuando abrí los ojos me di cuenta de que los monstruos habían dejado de verme. Miraban a todos lados menos a donde yo estaba. Los tenía delante de mí, pero no me veían… Y se fueron sin saber que yo seguía allí. A partir de aquel día me he dedicado a mejorar mi técnica para poder desaparecer siempre que quiera.
Excepto la profesora de literatura que sí se da cuenta de todo e intenta de alguna forma ayudarle, ninguno de los mayores parecía enterarse de nada, ni sus padres, ni  los padres de sus amigos, ni los profesores, ni la directora del instituto que, aún siendo advertida de que algo puede estar pasando, se tapa los ojos, porque tan solo le importa el prestigio del centro.
Bueno —contesta aliviada la directora—, quizá no hay que darle más importancia, quizá solo son cosas de críos…, seguro que solo son tonterías.

¿Conseguirá la maestra protegerle de los monstruos? ¿Qué le ocurrió realmente al chico exinvisible, porqué está en el hospital?

23 de agosto de 2014

"LO QUE ENCONTRÉ BAJO EL SOFÁ" de Eloy Moreno



"Qué ocurre al mover un sofá? ¿Y al mover una vida? Quizás encuentres objetos de personas que ya habías olvidado, un calcetín que se quedó sin pareja o una pareja a la espera, esquirlas de otra vida o uno de esos secretos que te obliga a pronunciar la frase que lo cambia todo: <<tenemos que hablar>>

Todo empezó como un juego y al final se convirtió en una realidad que aún no sé donde esconder. Comencé perdiéndome en las calles de una ciudad y acabé haciéndolo en las líneas de mi vida.

Podría decirle que cambié todo porque en mi mundo hacía tiempo que no cambiaba nada; podría decirle que la fuerza de los sentimientos fue más intensa que la de los remordimientos; podría decirle que en aquella ciudad me enamoré de nuevo, que durante aquellos días volvía a sentir mariposas en el estómago. Podría decirle tantas cosas como ahora me callo..., tantas verdades como ahora me trago...""
Alicia, una maestra felizmente casada (o quizás no?), pasa unas semanas en Toledo por motivos de trabajo. Junto a su hija, se hospeda en casa de su tía Laura (y su marido Pablo), uno de esos familiares con los que tan sólo coincide en bautizos, comuniones y demás eventos ineludibles.

Allí conoce a Marcos, un policía que vive muy por encima de sus posibilidades y que se dedica a guardar secretos, esos secretos que uno esconde bajo el sofá. Él conseguirá hacerla reír de nuevo, algo tan importante en una relación…
“Con el tiempo me he dado cuenta de que, más que el amor, es la risa lo que une a dos personas. Normalmente las parejas ya consolidadas no se ríen. Cuando dos personas juegan con la risa no existe ningún problema entre ellas”.

Revivirá la emoción de los comienzos, la pasión, las mariposillas en el estómago. Todo aquello que hace tiempo no siente con su marido.
"Aquella noche se nos hizo larga, mucho más larga que cualquiera de las noches que había vivido en los ˙últimos años y al mismo tiempo fue muy corta. Me sorprendí a mí misma, pues todo el desinterés que tenía con mi marido se convertía en pasión cuando estaba junto a Él. Ahí descubrí que no hay nada comparable a hacerlo todo como la primera vez"

Y así, entre miles de vidas e historias toledanas, entre verdades, secretos, rutinas y sorpresas, Alicia se encontrará sumergida en una vorágine de sentimientos, fascinación, confusión y culpa que no podrá controlar aunque lo intente. Se sentirá cómplice de su propia conciencia, pero ¿acaso se puede culpar a alguien por sentir?
"Salimos para disfrutar de uno de los espectáculos más bonitos que he visto en mi vida: el brillar de Toledo en la noche.  Hacía frío pero no me importó, fue la excusa perfecta para que me abrazara y para dejarme abrazar de nuevo. Y allí, apoyados sobre un muro, con nuestras miradas dirigidas hacia la ciudad, no me di cuenta de que estaba en la antesala de un cambio. No fui consciente de que, a partir de ese momento, me iba a pasar los días colocando barreras en mi corazón, de que era el placer el que comenzaba a ganar a la razón..."

Los abrazos de Marcos, el influjo de una atracción fatal, una ciudad enigmática que esconde un secreto en cada rincón, en cada esquina...

"A veces me sentía como una veleta que seguía la dirección de un viento disfrazado de ilusión. No me importaba el rumbo, ni el destino, ni el sentido. Era feliz paseando por aquella ciudad sin aditivos, sin colorantes. Me encantaba perderme en ella y rozar mis manos en sus muros, mis ojos en sus luces y mis labios en cualquiera de sus secretos"
 
     ¿Será esto suficiente para que Alicia decida romper con todo?