Si había tenido una niña fue por el asedio de Nico, al que acabó rindiéndose con una condición tajante: tú eres el responsable principal, yo le daré el amor que me sea posible, pero sin coartar mi libertad; saldré por las noches si lo deseo, tendré una vida independiente de la maternidad, no permaneceré esclava al lado de la cuna y a la puerta de la guardería. Seré la tía más cariñosa del mundo, pero sólo eso: tía, no madre.
A Carmela le aterraba que el resto de su vida quedara definido por el mero hecho de parir. ¿No había manera de «tener hijos» sin «ser madre», de convertir la maternidad en algo pasajero, susceptible de ser interrumpido o abandonado? Al contrario que otros padres, Carmela estaba deseando que la niña creciera. Su infancia se le hacía innecesariamente prolongada; su extrema dependencia, una carga excesiva.
A Carmela le aterraba que el resto de su vida quedara definido por el mero hecho de parir. ¿No había manera de «tener hijos» sin «ser madre», de convertir la maternidad en algo pasajero, susceptible de ser interrumpido o abandonado? Al contrario que otros padres, Carmela estaba deseando que la niña creciera. Su infancia se le hacía innecesariamente prolongada; su extrema dependencia, una carga excesiva.