—Pero no hay otra librería tan bien surtida como esta… Son raras las que pueden jactarse de tener la colección completa de las obras de Proust en tapa dura. Y fue aquí donde encontré El alma encantada, de Romain Rolland, después de buscarlo durante mucho tiempo.
—Al abuelo le habría hecho muy feliz oír esto.
—Si siguiera vivo, haría que se sintiera todavía más feliz. Decía que era mi amigo y siempre me conseguía todos los libros que quería. Era una persona importante para mí. Y ahora me sueltas de sopetón que vas a mudarte…
Allí dentro había una cantidad impresionante de libros. A pesar de ser una librería de segunda mano, contaba con un fondo ajeno por completo a las modas y con no pocos libros descatalogados; era admirable, pero también sorprendente, que fuera un negocio rentable.
—Al abuelo le habría hecho muy feliz oír esto.
—Si siguiera vivo, haría que se sintiera todavía más feliz. Decía que era mi amigo y siempre me conseguía todos los libros que quería. Era una persona importante para mí. Y ahora me sueltas de sopetón que vas a mudarte…
Allí dentro había una cantidad impresionante de libros. A pesar de ser una librería de segunda mano, contaba con un fondo ajeno por completo a las modas y con no pocos libros descatalogados; era admirable, pero también sorprendente, que fuera un negocio rentable.
¿Otro libro similar al que dio nombre a mi blog, a Deweyleemáslibros, el gato ese que existió y vivió en una biblioteca de Iowa cuidado amorosamente por los bibliotecarios? (si no lo habéis leído, aunque ya lo he hecho mil veces, aprovecho para recomendároslo).
Pues os adelanto que no, que no tiene nada que ver, pero que sí, que también hay un gato, muchos libros, literatura a raudales y gente que adora los libros. Y soy consciente, desde el principio, que voy a leer lo que ha sido un best seller (suelo huir de ellos) en Japón y en Reino Unido, pero esta vez no me importa. Me apetece mucho descubrir a este autor japonés que además es médico y que ha sido galardonado con el Premio de los Libreros de Japón y el Premio Shogakukan de Ficción.
El libro empieza así:
Mientras intentan liberar libros esos tres (yo en mi cabeza los llamaba “los tres mosqueteros”) a Rintaro le vienen continuamente a la cabeza las enseñanzas de su abuelo, todas las charlas compartidas por ambos sobre libros y autores mientras bebían té, todas esas magnificas enseñanzas de vida que a él le gustaría recordar siempre y que nosotros, los lectores, disfrutamos anotando para poder leerlas cuando queramos.
La trama de fondo de la novela son los libros y los lectores en general, en todos sus aspectos y te invita a múltiples reflexiones, además de las que sacan de su propia experiencia Rintaro y el gato, Tora. ¿Consideran las editoriales y el mundo editorial sus publicaciones únicamente como objetos de consumo y fines estrictamente lucrativos?.
En su peculiar viaje existencial, nuestro joven protagonista intenta averiguar porqué ¿Dónde radica exactamente el poder y el alma de los libros? ¿tienen los libros el poder de cambiar el mundo, de cambiar a las personas, de salvar a las personas? Solo os puedo decir que al final del trayecto, el chico llega, acunado por las palabras de su abuelo, a su propia conclusión, una conclusión que yo comparto totalmente. No os la cuento, porque creo que deberíais leerlo para saber si estáis de acuerdo o no con ella y porque descubrirlo, forma parte inherente de la belleza de este libro.
Los que me conocéis un poquito sabéis que soy gatuna, perruna, animaluna (igual me acabo de inventar una palabreja) y que para mí los libros son imprescindibles en mi vida, no la concibo sin ellos. Necesito estar permanentemente enganchada a alguno, los necesito para evadirme, para salir cada día un poquito de mi mundo y poder sumergirme en otros mundos ficticios.
Un libro entrañable que os recomiendo a gatunos y a lectores, a todos, porque todos los que pasáis por aquí sois más que nada buenos lectores. Mi nota esta vez es la máxima:
Pues os adelanto que no, que no tiene nada que ver, pero que sí, que también hay un gato, muchos libros, literatura a raudales y gente que adora los libros. Y soy consciente, desde el principio, que voy a leer lo que ha sido un best seller (suelo huir de ellos) en Japón y en Reino Unido, pero esta vez no me importa. Me apetece mucho descubrir a este autor japonés que además es médico y que ha sido galardonado con el Premio de los Libreros de Japón y el Premio Shogakukan de Ficción.
La trama sin spoiler
Para empezar, el abuelo ya no estaba. Es una manera un tanto brusca de iniciar una historia, pero esa era la cruda realidad. Un hecho tan indefectible como que el sol sale por la mañana y que a mediodía sientes hambre. Por mucho que fingiera que eso no estaba pasando, aunque cerrara los ojos y se tapara las orejas, el abuelo no iba a volver. Ante esa certeza incontestable, Rintaro Natsuki se había quedado petrificado y sin palabras.
Un narrador en tercera persona nos presenta a Rintaro Natsuki y como es su vida en esos momentos: Rintaro es un estudiante de secundaria, bajito, un adolescente con unas gafas gruesas, de tez clara que no hablaba demasiado, un auténtico “hikikomori” (literalmente, un apartado de la vida social en aislamiento voluntario). Sus padres se divorciaron cuando era muy pequeño y después, tras la muerte de su madre, su abuelo se hizo cargo de él. Desde entonces, siempre habían vivido juntos, los dos solos. Pero ahora, su abuelo acaba de morir y se ha quedado solo, con su herencia, con su librería de viejo llamada Natsuki, que está en un rincón apartado de la ciudad. Y no es que el negocio acarree deudas, pero tampoco pudiera decirse que sea bollante en beneficios.
Y, acabado el funeral, lo único que tenía delante, aparte de esa tía que lo miraba con cara de preocupación, era una tienda. Esa dura certeza iba enraizando poco a poco en el corazón de Rintaro.
—Menuda faena me has hecho, abuelito.
Rintaro es, desde que tiene uso de razón, un gran lector, un lector que ama los libros y si ya antes disfrutaba perdiéndose entre las librerías abarrotadas de todos esos clásicos que ya ha leído y releído varias veces, ahora es el único lugar donde encuentra consuelo. Ha dejado de ir al instituto y piensa que no tiene amigos, que nadie le echará en falta, pero pronto recibe la visita de la delegada de su clase, Sayo Yuzuki, instándole a que regrese cuanto antes. Él solo quiere que lo dejen en paz con su pena y sus libros, para poder seguir adelante con su plan de cerrar y liquidar la librería.
Un día, mientras degustaba una taza de té, apareció en la tienda como salido de la nada, un inteligente minino que dijo llamarse Tora y que le pide ayuda para salvar libros que por una u otra razón están en peligro, libros que son encerrados, recortados, destruidos.
Un día, mientras degustaba una taza de té, apareció en la tienda como salido de la nada, un inteligente minino que dijo llamarse Tora y que le pide ayuda para salvar libros que por una u otra razón están en peligro, libros que son encerrados, recortados, destruidos.
Rintaro miró alrededor, confundido, y no vio a una persona. Vio un gato atigrado. Era un gato de buen tamaño con rayas amarillas y marrones. Un fabuloso pelaje jaspeado recubría la parte superior del corpulento animal, la cabeza y el lomo, pero tenía el tupido pelo del vientre y las patas de un blanco inmaculado. Sus ojos, de color jade intenso, observaban fijamente a Rintaro desde la penumbra. Empezó a mover la cola con elegancia.
—¿Un gato? —murmuró Rintaro.
—¿Qué hay de malo en ser gato? —replicó el animal. No había la menor duda: el gato le había contestado.
Rintaro acepta e incluso Yuzuki también se ve involucrada en algunas de las misiones que Tora se trae entre manos, misiones que al final resultan ser auténticas aventuras de las que incluso podrían no regresar nunca.
Y empiezan las andanzas a través de largas galerías, laberintos interminables con interminables estanterías en medio de luces cegadoras, pasadizos abarrotados de libros que llevan hasta lugares donde se maltrata a los libros, en algunos casos incluso se acaba con ellos. Hasta aquí puedo contar.
Y empiezan las andanzas a través de largas galerías, laberintos interminables con interminables estanterías en medio de luces cegadoras, pasadizos abarrotados de libros que llevan hasta lugares donde se maltrata a los libros, en algunos casos incluso se acaba con ellos. Hasta aquí puedo contar.
Los puntos fuertes de la novela
Perderse muchas cosas de la vida por ir demasiado deprisa es propio del ser humano. Si coges un tren llegarás más lejos, pero te equivocas si crees que así aumentará tu conocimiento. Quien camina con pasos despreocupados por su propio pie ve las flores que bordean el camino y los pájaros posados en las copas de los árboles.
La trama de fondo de la novela son los libros y los lectores en general, en todos sus aspectos y te invita a múltiples reflexiones, además de las que sacan de su propia experiencia Rintaro y el gato, Tora. ¿Consideran las editoriales y el mundo editorial sus publicaciones únicamente como objetos de consumo y fines estrictamente lucrativos?.
Si no hay ventas, no tiene sentido mantener abierto un negocio. Las librerías no son organizaciones benéficas.
¿Qué importancia tienen las relecturas? ¿de qué manera leemos, despacio saboreando la lectura, o damos más valor a leer mucho de forma rápida, a la cantidad más que a la calidad? ¿Porqué leemos?
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—Leer un libro se parece a subir una montaña
—¿Un libro y una montaña? Rintaro levantó la cabeza, extrañado por el comentario de su abuelo. El anciano alzó la taza y, despacio, se la pasó por delante de los ojos como si estuviera disfrutando del aroma del té.
—Leer no es tan solo disfrutar y emocionarse. En ocasiones hay que ir línea a línea, releer repetidas veces las mismas frases, y avanzar despacio y con esfuerzo para comprender lo escrito. Llega un momento en el que ese arduo trabajo de pronto nos abre las miras. Del mismo modo que, tras un larguísimo sendero, las vistas se abren al llegar a la cima.
Todos los que adoramos la lectura sabemos y sentimos el poder que tienen los libros, sus múltiples poderes, ¿tienen alma los libros como asegura Tora?
También las grandes obras que narran historias maravillosas, son meros papeles unidos si no se abren. Pero si las personas les prodigan atención y los tratan con respeto, acaban teniendo alma
—Los libros tienen alma —repitió pausadamente el gato—. Brota en ellos cuando se los trata con respeto. Y esos libros con alma no dudan en brindar ayuda a su propietario cuando este se encuentra en dificultades.
En su peculiar viaje existencial, nuestro joven protagonista intenta averiguar porqué ¿Dónde radica exactamente el poder y el alma de los libros? ¿tienen los libros el poder de cambiar el mundo, de cambiar a las personas, de salvar a las personas? Solo os puedo decir que al final del trayecto, el chico llega, acunado por las palabras de su abuelo, a su propia conclusión, una conclusión que yo comparto totalmente. No os la cuento, porque creo que deberíais leerlo para saber si estáis de acuerdo o no con ella y porque descubrirlo, forma parte inherente de la belleza de este libro.
—Mostrarse considerado con los demás no es dedicar al que sufre unas palabritas compasivas con voz melosa. Es compartir la preocupación de quien está preocupado, sufrir con él y, en ocasiones, caminar a su lado. El gato reanudó la marcha, y Rintaro se apresuró a seguirlo.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Los que me conocéis un poquito sabéis que soy gatuna, perruna, animaluna (igual me acabo de inventar una palabreja) y que para mí los libros son imprescindibles en mi vida, no la concibo sin ellos. Necesito estar permanentemente enganchada a alguno, los necesito para evadirme, para salir cada día un poquito de mi mundo y poder sumergirme en otros mundos ficticios.
Pero sí sé una cosa: los libros me han ayudado en un sinfín de ocasiones. Si alguien como yo, que soy un pesimista y me rindo con facilidad, ha llegado hasta aquí ha sido gracias a los libros, que han estado siempre cerca de mí.
Por eso me ha gustado tanto “El gato que amaba los libros”, porque es una novela especialmente dirigida a los que amamos los libros, a los que no podemos vivir sin leer.
Y que unos de los protagonistas sea un misterioso e inteligente gato que aparece y desaparece cuando menos te lo esperas. . ., pues eso le da un punto extra para que la lectura me resulte totalmente disfrutable.
—Me das un buen susto cuando apareces por sorpresa, ¿y también desaparecerás sin dar explicaciones? —Es inevitable. Por naturaleza, los gatos actuamos sin tener en cuenta las necesidades de los humanos. —Los gatos que yo conozco, por lo menos, no se dedican a lanzar dardos envenenados. —Qué corto de miras eres. ¡El mundo está lleno de gatos como yo! —dijo Tora sin siquiera volver la cabeza.
La prosa de Natsukawa, pues típica japonesa, preciosa, muy cuidada, que sabe transmitir, con mensajes valiosos y especiales. Una historia y una prosa que invita a leerla degustando una taza humeante de té, hundida en sillón tapada con mantita.
Resumiendo: “El gato que amaba los libros” es una lectura deliciosa y mágica narrada a modo de fábula que resulta ser un auténtico homenaje al mundo que rodea los libros, a las librerías pequeñas y de viejo y a los clásicos en particular, a esos libros tan valiosos que ya nadie o muy pocos leen. ¿Son perdurables sus mensajes en el tiempo? ¿Porqué consigue emocionarnos lo que leemos?.
Los libros describen muchos pensamientos y sentimientos humanos. Hablan de personas que sufren, que están tristes, que están alegres, que se ríen... Al entrar en contacto con sus historias y sus palabras, nos identificamos con esas personas y podemos comprender sus sentimientos y conocerlas mejor. Y no solo hablo de las cercanas, sino también de las que viven en mundos distintos de los nuestros. Gracias a los libros, podemos sentir todo eso.
¡Hola, Marian! La literatura japonesa, poco a poco, se ha ido convirtiendo en una de mis favoritas, no solo por la melancolía y nostalgia de su prosa, sino tambien por la originalidad. Y qué mejor que disfrutar de una lectura que nos hable de nuestros amigos, los libros. Otro punto importante, es que yo también soy "animaluna" je je! Así que estoy más que segura, que amaré este libro. Muchas gracias por la reseña y espero tengas un lindo día. ¡Besitos!
ResponderEliminar¡Hola Marita!
Eliminarla literatura japonesa es muy peculiar y especial, yo creo que una vez que la pruebas, te engancha. Si también eres animaluna, jeje, seguro que también la disfrutas
¡Besitos!!
Animaluna existe, dícese de las amantes lunáticas de los animales y de aquellas que se vuelven auténticas animales bajo la luz de la luna ¿Ves? 🤗🤗🤗
ResponderEliminarEste es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos al menos de septiembre y hace unos años. No solamente soy una gran amante de los gatos (y otros animales) sino de la literatura asiática, japonesa sobretodo, y cuando juntas ambas cosas, ¡flipo en colores!
Te ha quedado la reseña estupenda, de las mejores que he leído de este libro, en serio.
Mil besitos Lady Marian 💋💋💋
Pues eso, jeje, animaluna máxima, animalunas máximas que somos. Sé que eres gatuna y animaluna hasta la médula y que disfrutas de la literatura japo, por eso no me extraña en absoluto que lo hayas leido y que lo hayas flipado en colores.
EliminarFíjate querida Yoli, que tenía en mente que este libro se había publicado en 2022, pero debe ser que hay ediciones anteriores.
Muchas gracias por tus palabras, me he puesto roja y todo
Mil besitos, preciosa!!!
No no, es el mismo. No sé de dónde salen las palabras septiembre, años...sabes que uso el dictado por voz (ahora no para que no haya errores) lo que yo he dictado era: Es ya uno de mis libros favoritos de todos los del autor, y llevo años leyéndolo...
EliminarLo demás no sé de dónde ha salido...
🙄🙄🙄
Jaja, vale, me queda claro. Sin dictado por voz, a veces también pasan estas cosas, yo suelo revisarlos, pero a veces no lo hago y me pasa eso también, que se saca palabras de la manga
EliminarLo tuve hace poquito en mis manos, pero al final lo dejé, que ya me había dado mi capricho y no podía venirse conmigo. Pero después de leerte, sé que terminará viniéndose.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Que bien, Margari! es un libro muy disfrutable y especial. Espero que te guste
EliminarBesotes!!
Ha sido leer el título y pensar: qué bien le viene este libro al blog de Marian.
ResponderEliminarGatos y animales aparte, parece una novela especialmente dirigida a todos aquellos que amamos los libros.
Me gusta la comparación entre leer un libro y subir una montaña.
Besos
Pues sí, Lorena, si es que ya nos vamos conociendo...
EliminarTotalmente dirigida a los que amamos los libros, sí. Bonita comparación, párrafos de esos hay muchos en esta lectura
Besos
Hola Marian, qué buena pinta tiene la historia de Rintaro Natsuki. Ya sabes que soy fan de las novelas que tienen como protagonistas libros, librerías, lectores..., y esta no la conocía. Me apetece mucho leerla, así que la apunto en mi lista. Además me atrae mucho la literatura japonesa, y hace tiempo que no la visito.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Juan Carlos!
Eliminarte pasa como a mi, que te atrae la literatura japonesa, la oriental en general. Este es un libro cuyos protagonistas son los libros, y la librería, también lo que nos transmiten
Lo disfrutarás
Un abrazo
Bueno, Marian...desde luego denotas en tu reseña un profundo amor por los libros y por su significado emocional. La lectura es desde luego una manera estupenda de evadirse y de aprender cosas de otras culturas tan distintas a las nuestras. Y qué decir de los gatos...fíjate que ayer anduve de rescate por un tejado buscando a una minina traviesa que no era capaz de bajarse por sí misma adonde ella misma se había encaramado je, je.
ResponderEliminarBesos y felices próximas lecturas.
¡Hola Miguel!
Eliminaryo creo que todos los lectores asiduos amamos los libros, sobre todo por lo que logran transmitirnos y ayudarnos. Yo no sé que haría sin ellos.
Me encanta la gente que no duda en ayudar a un minino en apuros, no te creas que todo el mundo lo hace
Besos para ti y buena semana
Hola, Marian.
ResponderEliminarQué bien que haya cumplido las expectativas porque no siempre acaban siendo algo especial estos títulos que usan estos ases, libros, librerías, lectores y además gatitos. Fíjate que en general los animales no me gustan pero los gatitos son mi debilidad y la pena que tengo por no poder tener uno, aunque no pierdo la esperanza.
Este título ya lo había apuntado, afortunadamente no sumo uno nuevo.
Muchas ganas de esa librería.
Besines
¡Hola Norah!
Eliminarla figura de los gatos es algo muy habitual en la literatura japonesa, oriental en general, eso es algo que me gusta, que gusta, pero como dices, no siempre esos reclamos dan en el clavo. En este caso sí he disfrutado mucho con la lectura, espero que cuando lo leas lo disfrutes también.
Es curioso eso que me cuentas de que no te gustan engendra los animales pero sí los gatos, que son tu debilidad, me gusta que al menos seas gatuna.
Yo, he tenido de todo, perro, gato (tuve un gato que me duró 18 años), y demás bicheros, pero te confieso que ahora no tengo, y ganas de tenerlo tampoco. Desde que se murió mi perro, hace ya unos años, lo pasé tan mal que se me quitaron las ganas y no me han vuelto. Aún así, sigo siendo animaluna, jeje
Pues ya me contarás si al final lo lees
Besines
Lo leí hace algunas semanas y me gustó por la metaliteratura. Me sorprendió lo mucho que tenemos en común los lectores de todo el mundo, sin importar nuestra cultural occidental u oriental. Me apunto el de Dewey lee más libros, que no lo conocía, y si tiene gato y libros es doblemente bien. Besos.
ResponderEliminar¡Hola Mónica!
Eliminaryo creo que es lo mejor de este libro, la metaliteratura, eso a los lectores nos gusta mucho.
El de Dewey es un libro muy bonito, lo mejor que tiene es que es real, lo que cuenta sucedió en la realidad, hay muchos videos pululando del gato en la biblioteca
Me alegra que te lo lleves anotado
Besos
Pues el comienzo ya es totalmente metaliterario porque lleva directamente a Dickens y su Canción de Navidad. "Marley había muerto, eso para empezar" o algo así y sigue...
ResponderEliminarHabía visto alguna otra reseña, pero entre la pereza que me da lo japonés y el carácter de best seller, no me apetecía mucho. Tras leerte, creo que me lo replantearé. Yo también adoro a los gatos y de los libros, qué te voy a contar que tú no sepas.
Un beso.
¡Hola Rosa! no había caído en lo metaliterario del comienzo, pero tienes razón. A mi, hubo un tiempo en el que me daba también algo de pereza lo tapo, aun sabiendo que después siempre lo disfruto, pero hoy en día siento hasta la necesidad de esa prosa tan especial y de vez en cuando me gusta mucho inmiscuirme en una de ellas. De hecho ahora he empalmado con una de Murakami, que hacía mucho no lo leía y ya estaba tardando. No sabía que adoras los gatos, y me encanta descubrirlo,, yo te diría que te animes con esta novela, creo que podrías disfrutarla, más por lo metaliterario que por lo gatuno
EliminarUn beso
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarSi supieras que justo ayer, ojeando la web, me topé con este libro y la asociación contigo fue inmediata, ¡libros, gatos, Marian! 😍
Pero mi mayor sorpresa ha sido darme una vuelta por tu blog, antes de irme a dormir (son las 1am) y encontrarme con tu hermosa reseña, la primera que leo sobre este título, y que me ha encantado.
Me alegra muchísimo que hayas disfrutado tanto de "El gato que amaba los libros", la verdad es que hasta ahora no he leído ningún libro que tenga entre sus personajes un gato, así que este me lo llevo apuntado.
No tengo experiencia con gatos, pero sí con perros, pero ahora "Otoño" me espera, así que ya te contaré 😀
Y en cuanto a los libros, pues sin duda que yo tampoco sabría que hacer sin ellos 😉
Un fuerte abrazo.
¡Hola!!!
Eliminarsí que eres trasnochadora..., cuando te pasaste por aquí, yo ya llevaba más de dos horas en brazos de Morfeo, jeje 😊. Yo creo que este libro puede ser disfrutable por todo lector viviente, independientemente de que se tenga o no gustos felinos o animalunos en general, eso no importa, porque entre lo metaliterario y la prosa japonesa tan bonita, se encuentra lo necesario para que guste.
Los libros nos salvan con su poder, estoy convencida.
A ver si cuando lo leas lo disfrutas como yo 😍.
Un beso grande!! 💋
Que bello😀 no me costaría nada leerlo así que ya lo anoto!📚💕💕💕
ResponderEliminar¡Que bien! me alegra que te guste el libro
EliminarBesos
La primera vez que leí esa palabra (“hikikomori”) fue en el manga que estoy siguiendo desde no hace mucho ("Under ninja"), pues el prota es un solitario de mucho cuidado. Y siendo así, me encantó todo lo que contaste, pues los personajes solitarios son muy míos, y ya si encima combina los libros y el mundo gatuno... qué más se puede pedir. Teniendo en cuenta que el animal habla, ¿dirías que es una especie de cuento fantástico, de realismo mágico o algo por el estilo?
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola Ray!
Eliminares curioso el significado de esa palabra, sí..., a mi también me gustan los personajes asociales y solitarios, le dan un toque chulo a la trama.
El gato habla sí y los personajes se introducen, guiados por el gato a través de la pared del fondo de la librería en mundos irreales, y pasadizos que les llevan hasta sus objetivos, para poder cumplir sus misiones de salvar libros. La historia es una especie de fábula, como un cuento para adultos con toques de irrealidad o realismo mágico, sí, y personajes que aman los libros, empezando por el gato y mucha metaliteratura. Por lo que te conozco, estoy convencida de que es una historia que disfrutarías mucho. Te animo a leerlo
Un beso
Pues sí hay gatos, a la saca que va.
ResponderEliminarUn beso grande y feliz día.
¡Genial!
EliminarUn beso grande
Había visto este libro en algún sitio y, al igual que a ti, esa combinación de libros + gato (yo también soy muy gatuna jeje) me había llamado la atención. Y después de leer tu reseña y saber un poco más de que va el libro y que te ha gustado, aún me llama más, así que espero poder leerlo en algún momento.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Lorena!
Eliminarno sabía que eras gatuna. Siéndolo y encima si el libro ya te había llamado la atención, te gustará. Espero que puedas leerlo
Un abrazo
Ayy, me cautivan las librerías de viejo, para mí son como un cofre del tesoro. Y qué buenos comentarios del abuelo sobre el acto de leer, o incluso un gato parlanchín. En algún momento nosotros mismos (los lectores) hemos sido un poco Rintaro.
ResponderEliminarBeso, Marian!
Sí, ¿verdad?, los comentarios del abuelo son una maravilla, son esa clase de enseñanzas que apetece apuntar y recordar y sí, todos hemos sido Rintaro en algún momento y nos hemos sentido como él
EliminarBesos!!
¡Hola, Marian! ¡Ay, qué libro más bonito que has traído! Me he quedado embobada leyendo tu reseña y la sinopsis de la historia ya me ha dado todo lo que necesitaba. Me encanta que un libro hable de libros y de todo lo que a estos les rodea y, por otro lado, su protagonista me ha cautivado. Esta es una de esas lecturas que sé que tengo que tener en cuenta porque sé que me va a encantar.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por este descubrimiento!
¡Un beso!
¡Hola Laura!
Eliminarme alegra que te guste la propuesta de lectura, seque lo disfrutarías. Me encantará conocer tu opinión si la lees
Besos
Hola, Marian.
ResponderEliminarLo tengo más que anotado, me ha gustado leerte y afianzar la idea que ya tengo de leerlo en algún momento. Todo lo que leo sobre él me indica que me va a merecer la pena, sí o sí. Me encantan los libros sobre libros... jeje y este se me hace muy atrayente especialmente. Gracias por hablarnos de él con tanto gusto, lo transmites muy bien. Un abrazo.
¡Hola!
Eliminarmuchas gracias por tus palabras. Si te gustan los libros
te gustará este. Me encantará saber tu opinión
Besos
Hum...me dejas indecisa. Por una parte me han gustado los fragmentos que nos pones, así como las reflexiones sobre literatura que podemos encontrar en la obra, pero por otra las obras asiáticas suelen aburrirme y el realismo mágico, que parece que hay, no me convence. Lo pensaré.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.