
"No hay nada más siniestro que la sonrisa de una calavera. Es un rictus petrificado, frío, inexpresivo e inmutable. Dientes apretados en un mordisco feroz. Es un cepo que se cerró de golpe, clap, y nunca jamás soltará a su presa. Es una carcajada contenida y sin alegría, sonrisa de compromiso, sonrisa de dolor, amenaza de crueldad. Mueca forzada de verdugo que finge ser tu amigo antes de hacerte daño, mucho daño.
La sonrisa de una calavera sugiere cuencas vacías, que son ojos que miran hacia el interior del cráneo y se regodean en la visión de pensamientos putrefactos. Sugiere corrupción, y gusanos, y huesos que se oxidan lentamente mientras esperan la hora de la revancha.”
La sonrisa de una calavera sugiere cuencas vacías, que son ojos que miran hacia el interior del cráneo y se regodean en la visión de pensamientos putrefactos. Sugiere corrupción, y gusanos, y huesos que se oxidan lentamente mientras esperan la hora de la revancha.”
En "Prótesis" todo comienza una noche en un desvío de la carretera de Vallvidrera, lugar al que una pandilla ha llevado a una pareja para abusar de ellos. Allí son atacados por la policía, el líder muere y Miguel, "el Migue", después llamado "el Dientes", se enfrenta a la brutalidad del Gallego, el policía que le machaca la boca a golpes para que no cuente el secreto que puede hundirle. Desde ese momento el Dientes vive con un solo propósito que los llevará a ambos a forzar todos los límites humanos: venganza. Novela de total virtuosismo en que no sobra ni una palabra, "Prótesis" sostiene una tensión a lo largo de sus páginas que mantienen al lector sin aliento y que le hacen asistir con fascinación a una espiral de violencia degradante que culmina en un final apoteósico.