
Por la noche vuelve a despertarme el gallo de Marja, Konstantin. Para Marja es una especie de marido sustituto. Ella lo crio y ya de pollito lo mimaba y consentía; ahora es adulto y no sirve para nada.
Se pavonea autoritario por el patio y me mira de reojo. Su reloj interno está desordenado, siempre lo estuvo, pero no creo que tenga que ver con la radiación. No se puede responsabilizar a la radiación de todo lo que llega estúpido al mundo.
Se pavonea autoritario por el patio y me mira de reojo. Su reloj interno está desordenado, siempre lo estuvo, pero no creo que tenga que ver con la radiación. No se puede responsabilizar a la radiación de todo lo que llega estúpido al mundo.