
“Puesto que los demás no tardaron en llamarnos «los tres parásitos», en segundo a Pim se le ocurrió ponernos «los tres mosqueteros». No sabíamos exactamente qué era eso, pero el lema «uno para todos y todos para uno» que exclamaba Pim a voz en cuello cuando salíamos al patio de recreo compensaba muchas cosas.
Empezamos a utilizarlo tanto si venía a cuento como si no, cuando nos abalanzábamos sobre la portería contraria, cuando recibíamos buenas o malas notas, cuando abríamos una botella de refresco, hasta que acabamos creyendo que nunca habría nada más importante que nuestra amistad y dimos por supuesto que los libros de historia se habían basado en nosotros y no al revés"
Empezamos a utilizarlo tanto si venía a cuento como si no, cuando nos abalanzábamos sobre la portería contraria, cuando recibíamos buenas o malas notas, cuando abríamos una botella de refresco, hasta que acabamos creyendo que nunca habría nada más importante que nuestra amistad y dimos por supuesto que los libros de historia se habían basado en nosotros y no al revés"