
"No se ve bien. La habitación es oscura, el plano fijo está pobremente iluminado y las hermanas Müller se mueven a base de espasmos para intentar liberarse de las cuerdas. Están atadas a sendas sillas de tijera. Trozos de cinta americana hacen de mordaza y ahogan los gritos. El vídeo solo dura cinco segundos y está dirigido a dieciocho millones de personas, la cifra de suscriptores del canal que las dos jóvenes, bajo el nombre de Pleamar, tienen abierto en YouTube..
Desde hace tres años, cuando empezaron a grabar vídeos caseros sin demasiadas pretensiones, simplemente para divertirse, no han faltado ni un solo jueves a la promesa de subir un vídeo nuevo. Pero nunca han urdido un reclamo como este: las dos atadas a una silla y tratando de liberarse. ¿Qué contenido están anticipando en este caso? Como broma resulta un tanto macabra, por mucho que hayan demostrado varias veces que son capaces de cualquier payasada. En los comentarios de la gente surgen dudas".
Desde hace tres años, cuando empezaron a grabar vídeos caseros sin demasiadas pretensiones, simplemente para divertirse, no han faltado ni un solo jueves a la promesa de subir un vídeo nuevo. Pero nunca han urdido un reclamo como este: las dos atadas a una silla y tratando de liberarse. ¿Qué contenido están anticipando en este caso? Como broma resulta un tanto macabra, por mucho que hayan demostrado varias veces que son capaces de cualquier payasada. En los comentarios de la gente surgen dudas".