Un invierno, tiene lugar un suceso que marca sus vidas, la muerte en el bosque por accidente de un niño con una boina roja. Fred intenta propasarse con Edmeé, y el niño espiándoles, lo ve todo. Fred, enojado le empuja y cae golpeándose la cabeza con el tronco de un árbol. Jef llega en ese momento, no se sabe si por casualidad, y deciden entre los tres ocultar el cuerpo enterrándolo en el canal y no decir nada a nadie.
Este trágico acontecimiento hace enfermar a Edmeé, quien insólitamente no desea curarse.
Una mañana, Mía (la mayor de sus primas) le cuenta un comentario que Jef le hizo, si Edmeé se casaba con Fred, la mataría. No sé si por morbo, o porque realmente estaba enamorada, ella misma le incita a pedirle matrimonio y le sorprende con su respuesta (muy segura de sí, consiente el mismo).
El último capítulo narra como encuentran su cadáver en la cama, medio desnuda y con signos de violación. Los vecinos han visto subir previamente a Jef, con lo que la policía no tiene dudas sobre la autoría del asesinato.
Yo no he llegado a comprender del todo la naturaleza de este personaje, que disfruta enfrentando a los dos hermanos, e instigando sobre todo a Jef a cometer locuras por ella.
Es curioso, durante gran parte de la lectura estuve convencida de que ella estaba enamorada de Jef y al final realmente no he llegado a saber si quería de verdad a Fred, ni los motivos por los que se casó con él. Es muy posible que no quisiera a ninguno de los dos y que desde la muerte de su padre, anduviera en busca de la suya propia, con ese terco deseo de querer estar enferma y dirigiendo los acontecimientos hacia su seguro suicidio.
En resumen, puedo decir que me mantuvo intrigada y que me ha parecido ameno.