Pasaje destacado

Luego vi la cara del amable viejecito. El sifón se le había metido dentro, como un coche que se empotra en la fachada de una casa. Le faltaba la mitad. Su cráneo calvo estaba intacto, pero su cara era una mezcla de carne y huesos con un solo ojo dentro de su órbita. Lo vi perfectamente. Me dio tiempo. El ojo pareció sorprendido. El viejo siguió en pie dos segundos, como si su cuerpo hubiera necesitado un momento para darse cuenta de que ahora estaba coronado por una cara en carne viva. Luego se desplomó."