
“Algunas especies de termitas son capaces de mutar su aspecto temporalmente y adquirir el de otras especies para adentrarse en un entorno que no es el suyo y mostrar su verdadero aspecto solo cuando están asentadas. Tal vez también aquellos niños adoptaron –con la misma inteligencia preverbal de los insectos– esa estrategia e hicieron todo lo posible por parecerse a los niños Ñeê que nos resultaban familiares. Pero aunque así hubiera sido, la pregunta seguiría sin respuesta: ¿de dónde salieron? Y, sobre todo, ¿por qué tenían todos entre nueve y trece años?"
¿Qué tiene que suceder para que nos veamos obligados a redefinir nuestra idea de la infancia? La aparición de treinta y dos niños violentos de procedencia desconocida trastoca por completo la vida de San Cristóbal, una pequeña ciudad tropical encajonada entre la selva y el río. Veinte años después, uno de sus protagonistas redacta esta República luminosa,una crónica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre cómo la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilización durante aquel año y medio en que, hasta su muerte, los niños tomaron la ciudad.