
“Tal vez no existían soluciones. La sociedad humana, aseguraban, era una especie de monstruo, y sus principales subproductos eran los cadáveres y los escombros. Nunca aprendía, siempre repetía los mismos errores estúpidos, siempre escogía los beneficios inmediatos a costa de un sufrimiento a largo plazo.
Era como una babosa gigante que se abriera paso, incansable, engullendo todas las demás bioformas del planeta, devorando toda la vida en la tierra y cagándola luego convertida en desperdicios de plástico manufacturados y pronto obsoletos."
Era como una babosa gigante que se abriera paso, incansable, engullendo todas las demás bioformas del planeta, devorando toda la vida en la tierra y cagándola luego convertida en desperdicios de plástico manufacturados y pronto obsoletos."

“Cinco niñas, como las puntas de una estrella. La primera la tomó de un pie, la segunda del otro, la tercera sujetó su brazo derecho y, la cuarta, el izquierdo. Presionaron en conjunto con todas sus fuerzas para que Irlanda no pudiera moverse. La quinta se puso a horcajadas sobre su pecho y le apretó la quijada: no la dejaba respirar.
¿Era el miedo o la presión sobre su cara? Los dedos huesudos de la otra niña clavándose en sus músculos. Levantó su cráneo unos centímetros y luego lo dejó caer contra el suelo, pero sin soltarlo, apretujando los labios de Irlanda, deformándolos aún más.”
¿Era el miedo o la presión sobre su cara? Los dedos huesudos de la otra niña clavándose en sus músculos. Levantó su cráneo unos centímetros y luego lo dejó caer contra el suelo, pero sin soltarlo, apretujando los labios de Irlanda, deformándolos aún más.”