"CONFESIONES" de Kanae Minato

   Pasaje destacado

"Nuestro sentido del valor de lo existente se determina por el entorno en el que crecemos. Y creo que aprendemos a juzgar a los demás basándonos en un estándar que nos impone la primera persona con la que entramos en contacto, que en la mayoría de los casos es nuestra madre.

Por lo menos, yo me baso en los valores que me transmitió mi madre para juzgar a otras personas, y nunca he conocido a nadie tan extraordinario como ella. Lo que significa que no lamentaría la muerte de ninguno de los que me rodean…, incluido mi padre, por desgracia. Es agradable y alegre, está bien para ser dueño de una tienda de electrodomésticos en una ciudad de provincias, pero eso es todo. Pese a que no lo odio, no encuentro ningún valor en él para que merezca seguir vivo."

Kanae Minato (1973) nació en Hiroshima. En 2007 debutó como escritora al ganar la vigésima novena edición del Premio que concede la revista Shosetsu Suiri, dedicada a las novelas de misterio, por el relato “La santa”. En 2008 publicó su primera novela, “Confesiones” (Nocturna, 2021), que vendió́ más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó galardones como el Premio de los libreros o el Premio Alex de la Asociación de Bibliotecas en Estados Unidos y tuvo una exitosa adaptación cinematográfica (dirigida por Tetsuya Nakashima) que representó a Japón en los Oscar. Un año después publicó “Penitencia” (Nocturna, 2022), adaptada a una miniserie televisiva a cargo de Kiyoshi Kurosawa, en la que nuevamente profundiza en el tema de la venganza y en los sucesos trágicos que desencadena. En la actualidad, Kanae Minato se dedica íntegramente a la escritura y forma parte de la Asociación de Escritores de Misterio de Japón.

Sinopsis oficial de la novela

El último día de clase, la profesora Yuko Moriguchi anuncia a sus alumnos que deja la escuela. Todos saben el motivo: no han pasado más que unos días desde que su hija de cuatro años apareció ahogada en la piscina del colegio, en apariencia por accidente. Sin embargo, Yuko sabe que la verdad es muy distinta: la mataron dos alumnos de esa misma clase. Y a ella no le interesa buscar justicia. En realidad, prefiere venganza. De esta última lección de Yuko nadie saldrá sin cicatrices; al fin y al cabo, todo el mundo tiene algo que confesar.

Los puntos fuertes de la novela

✔ Lo primero que llama la atención es la forma-estructura de la novela, con una narración peculiar. Ya en la primera página, te encuentras con una especie de monólogo que después resulta ser a cinco bandas, con seis capítulos de confesiones cada uno de un personaje distinto, salvo el primero y último que son de la misma persona, cinco en total: cuentan su versión la profe Moriguchi, los dos chicos presuntamente implicados en la muerte de su pequeña Minami (Shuya Watanabe, el instigador y planificador del asesinato y su ayudante Naoki Shimomura) y la madre y la hermana de Naoki. Cada cual narra la parte que tiene que ver con él y confiesa su parte de culpa en todo lo acaecido, por lo que hay muchas cosas que se cuentan varias veces de la misma forma. Ese aspecto, en este caso concreto, no me ha terminado de convencer y eso que otras veces sí que me parecen interesantes y disfruto de las historias contadas desde variados puntos de vista, aunque se repitan un poco.

✔ Hay muchos temas interesantes implicados en la trama: el bullying, la maternidad, la pérdida y el duelo, la necesidad de reconocimiento que sienten los adolescentes tan inseguros de sí mismos y que les lleva a hacer cualquier cosa con tal de destacar, de llamar la atención, la falta de amor durante la infancia, el maltrato a los menores, la crueldad, violencia y falta de empatía de algunos niños-adolescentes hacia otros niños-adolescentes.

 

Pero la base de la trama, lo que subyace y arrasa con todo, son dos asuntos: la venganza, el querer tomarse la justicia por la mano, y la ausencia absoluta de valores morales en la niñez y juventud. La pregunta que me ha dejado la lectura sobrevolando la mente: ¿realmente es tan decisiva la influencia, el ejemplo y la educación de los padres, para que los hijos aprendan y sepan apreciar el verdadero valor de la vida y de la muerte? 

✔ La novela es corta y se lee rápido. Son solo 248 páginas que albergan un auténtico cóctel de maldad en su interior, un argumento bastante retorcido y varios giros, alguno esperado, otros inesperados y un final impactante que me gustó, por mucho que también me resultara algo extravagante y bizarro (como alguien que vio la película me comentó, porque sí, hay peli basada en la novela, un film de 2010 escrito y dirigido por Tetsuya Nakashima y que no tengo claro si llegaré a ver) 

✔ Curiosamente, no he conseguido meterme de lleno en la historia en ningún momento y por más vueltas que le doy, no sé cuáles son las razones, ¿quizás por esa forma de estar narrada? Puede ser, el caso es que se me ha hecho algo lenta la lectura, y no ha terminado de engancharme del todo. Pero también es cierto que en ningún momento he sentido la tentación de abandonar, tenía claro que quería conocer el final, saber hacia dónde me llevaban esas confesiones.  

✔ Alguna que otra reflexión obligada que te pone los pelos de punta: ¿en serio los chavales de trece años como los de esta historia, pueden albergar tanta maldad como para ser capaces de planificar y asesinar a sangre fría? Pues tristemente yo estoy convencida de que sí, y cada vez más. ¿Están realmente las Leyes de Menores correctamente formuladas en los distintos países para que estos pequeños delincuentes y asesinos paguen de forma justa por sus atrocidades cometidas?

¿Sabéis algo sobre la Ley de Menores? Es la que establece que a los menores aún se los considera inmaduros por hallarse en pleno proceso de desarrollo físico y mental, por lo que el Estado (en lugar de los padres) es el tutor más capacitado para reformar a los que hayan cometido delitos. Cuando yo era adolescente, gracias a esta ley, un menor de dieciséis años ni siquiera tenía que ingresar en un reformatorio, pese a que fuera un asesino, si el tribunal de familia lo aprobaba. Pero esa visión de los niños como seres inocentes ya se ha quedado anticuada. Y en abril de 2001 se aprobó una nueva versión que reducía la edad de responsabilidad penal de dieciséis a catorce años.

Resumiendo: "Confesiones" en general no me ha parecido un mal thriller, yo diría que es más bien un thriller psicológico porque tampoco es que haya una tensión desbordante. Tenemos un asesinato y dos asesinos con su parte de culpa en ello, cuyos nombres son desvelados al comienzo de la lectura, hecho que no le resta interés a la historia. Una historia de niños-psicópatas y adultos, directa o indirectamente implicados en sus fechorías, donde cada uno tiene mucho que confesar.

Me aburría seguir vivo, pero matarme me parecía igual de aburrido.

¿Os recomiendo leer esta novela? Pues sí y no. Sí porque no me ha parecido una mala novela y tiene su lado de denuncia social y no, porque realmente no me ha entusiasmado, está bien, se lee bien, pero no es una lectura que yo recomendaría con fuerza. Pero he leído por ahí algunas críticas muy buenas sobre ella, ya sabéis que para gustos. . . . 

Mi nota esta vez no es la máxima, para variar: