
Pasaje destacado
"Resulta que la cosa es porque para las moscas el tiempo pasa más lento que para nosotras. Y ahí está la clave de por qué resulta imposible atrapar una mosca. Cuando avanzamos sigilosas (si hay un sigiloso, que se dé por incluido) con nuestra mano en forma de garra, dispuestas a tomar por asalto una mosca que se posó sobre la mesa, sobre nuestra comida o sobre el borde de una copa de vino, el insecto levanta vuelo, raudo (rauda) y, antes de que terminemos el movimiento, la mosca ya se posó en otro sitio. ¿Por qué?
La respuesta correcta es que para una mosca la vida pasa en slow motion. Si la aguja de nuestro segundero tarda determinada cantidad de tiempo en cambiar de posición, para una mosca tarda cuatro veces más. Ella tiene más posibilidades que nosotras para evaluar cualquier movimiento de alguien que aceche. El mundo sería otro si todas tuviéramos el tiempo de las moscas."
La respuesta correcta es que para una mosca la vida pasa en slow motion. Si la aguja de nuestro segundero tarda determinada cantidad de tiempo en cambiar de posición, para una mosca tarda cuatro veces más. Ella tiene más posibilidades que nosotras para evaluar cualquier movimiento de alguien que aceche. El mundo sería otro si todas tuviéramos el tiempo de las moscas."