Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


3 de agosto de 2025

“BETTY” de Tiffany McDaniel


   Pasaje destacado
Portada de la novela Betty de Tiffany McDaniel, Editorial Hoja de Lata"Antes de la llegada del cristianismo, los cheroquis se preciaban de ser una sociedad matriarcal y matrilineal. Las mujeres eran las cabezas de familia, pero el cristianismo situó a los hombres en lo alto. Debido a esa conversión, las mujeres cheroquis fueron desplazadas de la tierra que una vez había sido suya y que habían trabajado. Les dieron delantales y las metieron en la cocina, donde supuestamente estaba su sitio. A los hombres cheroquis, que siempre habían sido cazadores, les dijeron que cultivasen la tierra.

Mi padre tenía alma de otra época. Una época en que la tierra estaba habitada por tribus que la escuchaban y la respetaban. Ese respeto creció dentro de él hasta que se convirtió en el hombre más maravilloso que he conocido en mi vida. Yo lo quería. Mi padre estaba destinado a ser padre. Y a pesar de los problemas que hubo entre él y mi madre, también estaba destinado a ser marido."

Tercera novela que leo de Tiffany McDaniel (Ohio, 1985) y las tres las tengo reseñadas en el blog. Si tuviera que decidirme entre cual fue la que más me gustó, pues de verdad que no sabría qué decir porque he disfrutado mucho con todas. Lo que sí tengo claro es que esta es la más realista, de hecho está inspirada en la vida real de Betty, la madre de la propia autora.

“Betty” ha recibido varios Premios entre 2020 y 2021, como el Nautilus Gold Book, el Premio FNAC de Novela, el América a la Mejor Novela, el Premio de los Libreros de Quebec, el Society for Midland Authors, el Friends of American Writers de Chicago y el Ohioana Library Readers’ Choice.
 
Los puntos fuertes de la novela

 El comienzo: el primer párrafo de la novela impacta, nos permite intuir que vamos a encontrar algún tipo de violencia entre sus páginas. Mirad. . .
Una niña se hace mujer a punta de cuchillo. Debe aprender a soportar su filo. A que le corten. A sangrar. A cicatrizar y al mismo tiempo, de alguna forma, estar guapa y tener buenas rodillas para fregar el suelo de la cocina con la esponja cada sábado. O te pierdes o te encuentran. Estas verdades pueden discutirse hasta el infinito. ¿Y qué es el infinito sino un juramento confuso? Un círculo agrietado. Un espacio de cielo fucsia. Si lo bajamos a la tierra, el infinito es una serie de colinas onduladas. Una campiña de Ohio donde todas las serpientes que reptan entre la hierba alta saben que los ángeles pierden sus alas.

Recuerdo el profundo amor y la devoción tanto como la violencia. Cuando cierro los ojos, veo el trébol color lima que crecía alrededor de nuestro granero en primavera mientras los perros salvajes nos hacían perder la paciencia y la ternura. Los tiempos cambian, de modo que le ponemos al tiempo otro nombre bonito hasta que sea más fácil de llevar mientras seguimos recordando de dónde venimos. En mi caso, vengo de una familia de ocho hijos. Más de uno de nosotros moriría en los laureados años de juventud. Había personas que culpaban a Dios por haberles quitado muy pocos. Otros acusaban al diablo de haberles dejado muchos. Entre Dios y el diablo, nuestro árbol familiar creció con raíces podridas, ramas quebradas y hongos en las hojas.

 La trama a grandes rasgos sin spoilers: la historia comienza en 1909 cuando los padres de Betty se conocieron y acaba en 1973, cuando esta ya tiene 19 años. 
Cuando pienso ahora en mi familia, pienso en un gran campo de sorgo como en el que creció mi padre. Tierra marrón seca, hojas verdes húmedas. Un dulzor increíble en las cañas duras. Esa es mi familia. Miel y leche y todas esas tonterías de antaño.

Está dividida en cinco partes narradas por la propia Betty (nacida en 1954) que nos lo cuenta todo en pasado: la primera es la que más periodo de tiempo abarca (de 1909-1961) y el resto de las partes tan solo cubren dos o tres años cada una. La segunda, comienza con el regreso de toda la familia a Breathed, que además coincide con el permiso de vuelta a casa del mayor de los hijos, Leland, que está en el ejército y por aquel entonces destinado en Japón. Breathed es una pequeña población al sur de Ohio con pocos habitantes y un Periódico local, “The Brethanian”, que cubre los sucesos de actualidad. Desde que ellos empiezan a vivir en la antigua propiedad de los Peacock, según los vecinos una casa maldita, se publican artículos casi a diario sobre unos disparos misteriosos que tienen lugar algunas noches, disparos que que nadie sabe quién los realiza ni por qué razón y que no tienen el propósito de herir ni hacer daño.
                                 THE BREATHANIAN
             Un veterano de guerra afectado por los disparos

La nieta de un veterano de la Primera Guerra Mundial —que durante los últimos años ha padecido problemas de memoria— ha reconocido que su abuelo está sufriendo las consecuencias de los disparos que no dejan de aumentar por todo el pueblo.«Oye tiros y piensa que está otra vez en la guerra», ha declarado la nieta. La nieta dedica un sincero ruego al responsable de los tiros para que cese tan «absurda» actividad. «Por favor, pare. Los disparos se pueden apreciar en el pelo de mi abuelo, en sus ojos, en su mente atormentada. ¿Por qué su sufrimiento tiene que ser el nuestro?».

Y allí, en Breathed es donde tienen lugar las agitadas y a veces tumultuosas vivencias del matrimonio, Landon y Alka, y los 6 hijos (Yarrow y Waconda mueren pronto por diversas causas y solo quedan los seis), 3 chicas (Fraya, Flossie, Betty) y 3 chicos (Leland, Trustin y Lint
Breathed era un pedazo de tierra en medio de un dolor palpitante, donde las lagartijas morían aplastadas bajo las ruedas y la gente parecía hablar como un trueno que choca con otro. Allí, en el sur de Ohio. Breathed era una madre y esposa que no se olvidaba de colgar las banderas de la barandilla del porche cada Cuatro de Julio. Bajo su forma más siniestra, era el sitio en el que podías morir desangrado sin una sola herida abierta. Sin embargo, en Breathed había algo distinto. Ese sitio parecía inspirar y espirar como si no fuese un pueblo creado por el hombre, sino un lugar nacido de él.

 Los personajes: son los miembros de la familia Carpenter al completo y como es habitual en las novelas de esta autora, todos están muy bien construidos y bien perfilados. Todos son importantes, pero para mí los dos protagonistas de la historia son con diferencia, el padre, Landon Carpenter, y Betty, su hija predilecta. Os cuento un poco de ellos y del resto:

▶︎ Landon es un hombre magnífico, con un corazón enorme y un padre maravilloso. Experto en todo lo referente al reino vegetal sobre todo en lo que respecta a sus propiedades medicinales, siempre encuentra gente dispuesta a comprar sus infusiones, tónicos y otros brebajes que prepara para combatir enfermedades. Indígena descendiente de los cheroquis, considera importante transmitirles a sus hijos las peculiaridades de sus orígenes, de su cultura, el valor de la naturaleza y enseñarles a trabajar la tierra. Una cultura que considera a la mujer como pilar de sabiduría y guía fundamental de la familia.
Papá nos explicaba lo que suponía ser mujer cheroqui en el pasado. Nos contaba esas cosas a mis hermanas y a mí porque decía que era importante que supiésemos cómo era todo antes. Las mujeres cheroquis eran las que trabajaban en el huerto porque tenían la sangre de Selu en su interior. La sangre es muy poderosa. Después de la lluvia, después del polvo, lo que queda es la sangre. Los hombres cheroquis no tenían la sangre de Selu, así que la tierra y la cosecha no les correspondían a ellos. Solo les correspondían a las mujeres.

Además, Landon es aficionado a contarles mitos y leyendas cheroquis, historias de sus antepasados, esas que se transmiten de generación en generación, con el objeto de ayudarlos a superar la crudeza y los obstáculos del día a día, que no son pocos, sobre todo para las chicas y más en esos tiempos que corren.
Entonces comprendí que no solo papá necesitaba que nosotras creyésemos sus historias, sino que nosotras también necesitábamos creerle a él. Creer en estrellas sin madurar y en águilas capaces de hacer cosas extraordinarias. En resumidas cuentas, deseábamos que la vida no se redujese a la realidad que nos rodeaba. Solo entonces podríamos cumplir un destino al que no nos sintiésemos condenadas.

▶︎ Betty: la llamaron así por Bette Davis. Nació en una bañera y tiene cinco hermanos. Es una niña mestiza, mitad blanca como la madre, mitad cheroqui como el padre, muy inteligente y con muchísima imaginación. De este ha heredado su tez oscura, los rasgos indios y por ello recibe constantes burlas y rechazo de los otros niños del colegio y del vecindario.
El sol del verano había oscurecido mi piel y le había dado un color intenso que recordaba el de nuestro jardín cuando llovía. Siempre me había parecido un color bonito. Y, sin embargo, quería ser una niña de ojos brillantes y piel demasiado blanca para vivir en un páramo. Al menos eso parecía lo que todos, menos papá, decían que debía desear.

Betty crece muy unida a Landon, de hecho, es su ojito derecho, su “pequeña india”. Él siempre intenta hacerla sentir orgullosa de sus raíces, la ayuda a aceptarse a sí misma tal y como es, tanto por dentro como por fuera, y en el correr de las páginas, el lector es testigo en primera persona de su evolución y crecimiento personal. No nos cuesta nada empatizar con ella, es magnífica, un personaje que destila mucha fuerza y valentía.
—¿Quién te gustaría ser? —me consultó.
—Cualquiera menos yo, aunque me gustaría mucho ser una princesa de Breathed, con un vestido hecho de carcasas de cigarras. Pero sobre todo me gustaría tener unas alas hechas de violetas.
—Ah, la flor más roja de todas.
—Son moradas, papá. Nunca te acuerdas de que las violetas son moradas.
Él rio antes de decir:—Los cheroquis no tenían princesas, ¿sabes?
—Eso no significa que yo no pueda querer ser una —repuse.
Él asintió con la cabeza.—Cuando tenía tu edad, yo también quería ser otra persona.

▶︎ La madre, Alka Lark, también tiene su importancia en el peso de la trama: desde que la conocemos, pensamos que tiene problemas psicológicos o incluso que pueda estar algo mal de la cabeza, pero sobre todo intuimos que vive atormentada y que no es feliz. Poco a poco iremos comprendiendo su tormento, su pasado difícil y traumático, su dramática infancia. Pero a pesar de ello, nos cuesta entenderla, nos cuesta entender por qué, y a pesar de haber sufrido mucho, es capaz de sacar incluso un cierto punto violento y de maldad para con los hijos, a pesar de quererlos. Se supone que una madre debería ser ante todo y siempre eso, una madre ¿no? 
Me obligó a lanzar el saco hacia delante con ella, y nuestros brazos se movieron como uno solo en el aire y estamparon a los cachorros contra el suelo. Me estremecí al oír el sonido de sus cuerpos. No se te ocurra llorar por ellos —me ordenó—. Yo no tuve a nadie que llorara por mí.

▶︎ Los hermanos de Betty:
Leland es el mayor y como ya os he comentado está enrolado en el ejército. No he podido soportarlo en ningún momento, también se me ha atragantado el abuelo Lark, del que Leland ha heredado sus rasgos físicos y en gran parte su alma oscura, su crueldad y misoginia, ambos son dos tipos deleznables, si la habéis leído sabréis exactamente a lo que me refiero.

● Después van sus dos hermanas, siempre juntas las tres, inseparables dejando volar la imaginación en “el quinto pino” su lugar de reunión especial.
Mis hermanas y yo bautizamos ese tablado el Quinto Pino, porque pese a estar en nuestro jardín, parecía que se encontrase en un lugar tan apartado que allí no estuviésemos atadas a nada ni a nadie. Era nuestro mundo, y aunque el idioma en el que hablábamos te habría sonado a inglés, nosotras habríamos asegurado que no tenía ni punto de comparación. En nuestro idioma, contábamos historias que no acababan, y las canciones siempre tenían coros infinitos. Nos convertíamos unas en otras, y cada una era una narradora, una actriz, una cantautora que medía las cosas de nuestro entorno hasta que sentíamos que habíamos trazado la geometría que separaba la vida que llevábamos de la vida a la que sabíamos que estábamos destinadas. En muchos sentidos, el Quinto Pino representaba nuestras esperanzas y deseos manifestados en cuatro esquinas de madera.

La mayor, es Fraya, la más interesada por los cuidados del jardín y la tierra. Es sobre todo una de las grandes víctimas de la trama, ya que parece cargar con todas las maldiciones, lo peor de la familia. Sufrí mucho con ella, por ella. Después va Flossie, tres años mayor que Betty, a la que le encantan las películas y el cine. Es la más presumida y sueña con ser actriz. 

Trustin es el artista, prefiere dibujar el huerto que trabajar en él y Lint, el pequeño de la familia con problemas mentales y de dicción, que pasa la vida inventándose dolencias y coleccionando piedras 
Cada vez que Lint decía que padecía síntomas imaginarios como dolor de pestañas o arañas en los oídos, papá lo curaba con remedios como si las dolencias fuesen reales.
—Prométeme que n-n-no dejarás que los demonios me cojan, papá.
Las noches se volvieron cada vez más difíciles para Lint. Tenía miedo de que en un momento dado le acechasen espíritus malvados a menos de dos metros de distancia. Trustin dormía a menudo en el sofá de abajo debido a la cháchara de Lint. Las infusiones ya no le calmaban los nervios, de modo que papá pasó al café.
—No puedo d-d-dormir —decía Lint—. Los d-d-demonios.
—No puedes dormir —le explicaba papá— porque cuando naciste te lavé los ojos con un agua en la que había puesto una pluma de petirrojo en remojo tres días. Quería que fueses madrugador, pero dejé la pluma remojándose demasiado tiempo. Ahora quieres madrugar tanto que ni te acuestas. No hay demonios, hijo.

 Los temas que se abordan son variados y algunos de mucha dureza: el abuso infantil, la violencia sexual, los problemas mentales, el suicidio, el consumo de drogas, el incesto, el racismo. Además, se expone la triste situación de los indios cuya cultura cheroqui ha sido fulminada e invisibilizada en un país, EEUU, y en unas tierras que les pertenecían, que les fueron arrebatadas, y de las que prácticamente los echaron, muy triste. . .

 Varias curiosidades: 
"Betty" es la madre de Tiffany McDaniel y su segunda novela publicada fuera de España (2020, Knopf; Hoja de Lata, 2022), aunque curiosamente aquí sí se publicó en el orden correcto (antes de “El verano que lo derritió todo”, 2016, St Martin’s Press; 2023, Hoja de Lata), ya que verdaderamente Betty fue su primera obra escrita. 
"Betty" tambien es la historia novelada inspirada en la vida real de los Carpenter, de su familia. McDaniel la escribió con dieciocho años, aunque no consiguió publicarla entonces, todas las editoriales no hacían más que ponerle trabas y más trabas y ninguna se interesaba por el manuscrito ya que lo consideraban demasiado arriesgado, demasiado brutal y feminista. Hasta que una editorial independiente (Hoja de Lata) decidió muchos años después rescatarla y apostar por ella. Increíble ¿verdad?
Conviene estar atentos al final de la novela, porque hay un cameo interesante y peculiar que, si habéis leído más libros de la autora, no os pasará desapercibido, seguro que os llama la atención. A mí, particularmente ¡me ha encantado!

Resumiendo: “Betty”es una novela potente con un personaje inolvidable, de esos que perduran y recordamos con cariño, una novela fascinante que duele y emociona a la vez, oscura y luminosa a partes iguales, que puede incomodar por su dureza, aunque no haya sido mi caso.


La vida sería mucho más fácil si las cosas malas se quedasen en una piel de la que pudiésemos desprendernos como una serpiente. Así podríamos dejar todas las experiencias horribles en el suelo y seguir adelante, libres de ellas.


¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba, pero también porque Betty es una oda mágica a la tierra, a la naturaleza, a la familia, a la paternidad y a la feminidad, además, el personaje de la niña/adolescente Betty es fantástico, su fuerte carácter y valentía le ayuda a encarar el sexismo de la época y los prejuicios raciales ¡No os la perdáis! 

He leído y comentado "Betty" junto a mi gran amiga Mariana, del blog Los libros de Mava, así que otra lectura más que va directa a la saca de nuestro Club de lectura MavaMar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella ha disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis. 

Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: 


1 comments:

  1. Madre mía, Marian, menuda novela que traes hoy a tu blog. Menudos temas, potentes todos ellos, que plantea: abuso infantil, la violencia sexual, los problemas mentales, el suicidio, el consumo de drogas, el incesto, el racismo... Además del de la aniquilación del pueblo cheroqui. Y los personajes parecen todos ellos de lo más interesantes.
    Veo que la novelista te encanta, ¡ya llevas tres títulos suyos leído! Yo, sin embargo sólo la conozco a tu través. Tengo que leer algo suyo.
    Escapa del calor terrible que nos acosa esta semana
    Un beso

    ResponderEliminar