Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


18 de agosto de 2025

“LA PRÓXIMA VEZ QUE TE VEA TE MATO” de Paulina Flores


   Pasaje destacado
Portada de la novela La próxima vez que te vea te mato de Paulina Flores, Editorial Anagrama"Pensé que eso era lo más satisfactorio; creer que traspasamos los límites del lenguaje más allá de lo posible, que inventábamos un código nuevo y obsceno a base de «me gustas mucho». Sabía que eran las mismas palabras acarameladas que todas las parejas se dicen, pero al estar culiando con Manuel, tomaban un cariz original y arriesgado.

El juego de mentiras solo ocurría durante el sexo. El santo y seña para volver a la realidad, y ser los dos descreídos del amor romántico de siempre, sucedía cuando Manuel me tomaba del cuello. Mirándome fijo, y haciendo presión para asfixiarme, amenazaba: «La próxima vez que te vea, te mato»."

Primer acercamiento a la joven escritora chilena Paulina Flores (Santiago de Chile, 1988), y sin duda, no será el último. Paulina es licenciada en Literatura por la Universidad de Chile y también estudió un máster de Escritura Creativa en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Debutó en el panorama literario con una recopilación de cuentos, “Qué vergüenza”, con la que obtuvo varios premios. En 2021 se publicó su primera novela, “Isla Decepción” y, ese mismo año, la revista Granta la reconoció como uno de los 25 mejores escritores jóvenes en español. “La próxima vez que te vea te mato” es su segunda novela.

Los puntos fuertes de la novela

 Un comienzo espectacular, ¿cómo no seguir leyendo?
Laura se suicida en unas horas y voy atrasada a nuestra última cita. Soy lo peor. Pésima de verdad. ¿Tendría que enviarle un mensaje? No, eso sonaría demasiado grosero. Banal, considerando lo harta que está como para matarse. ¿Quizás es mi inconsciente el que busca una excusa tonta para que lo retrase? La pantalla anuncia un minuto para el siguiente metro. Niego con la cabeza.

Soy malvada, me digo. Soy perversa. No tengo vergüenza por nada: voy a llegar tarde al suicidio de Laura y eso añadirá catorce minutos de dolor a su dolor. Lo hago a propósito. Quiero que sienta que no le importa a nadie, ni siquiera en el día de su muerte. Se lo voy a restregar en la cara para que no dude. Para terminar de convencerla de que acabe con su vida: el mundo no se detiene por ti.

 La trama a grandes rasgos sin spoilers: tras ese comienzo en el que sabemos que una tal Laura pretende suicidarse ayudada por la que narra la historia, esta, la narradora, echa la vista atrás para contar al lector como llegó a España y a la situación en la que se encuentra. Ambientada en Barcelona, la ciudad del poliamor en época de postconfinamiento pandémico, iremos conociendo los antecedentes: Javiera, es chilena aspirante a escritora, y hace algo menos de dos años que llegó a la ciudad con una visa de estudiante de postgrado por diez meses ¿quizás un pretexto para poder huir de su país?. Buscando un piso para compartir encuentra el de Manuel, en el Raval, donde vive también Tortuga, como Javiera la llama. Javiera se enamora perdidamente de Manuel, o quizás se obsesiona sexualmente con él, pero este practica el poliamor y mantiene una relación abierta con Armonía, ambos peruanos que de hecho, también conforman un trío amoroso y sexual con la tal Laura. Y cuando Armonía muere (no es spoiler, sabremos de su muerte desde el principio ya en el segundo capítulo), ve el cielo abierto creyendo que ahora él va a ser solo para ella, que no lo va a tener que compartir con nadie. 
Sin ánimo de culpar a nadie, diría que me convertí en una persona malvada por Armonía. Todo empezó con su muerte y el alivio que sentí. Murió cuando yo todavía estaba en Ciudad de México, perdida en el aeropuerto. ¿Me entristeció la noticia? Sí. Me sentí aturdida, pero no experimenté miedo. Supongo que en parte tomé conciencia, por contraste una vertiginosa conciencia, de que yo no estaba muerta. Pero también hubo otra cosa que me tranquilizó. Pensé: «Armonía murió y yo tengo una coartada inapelable porque estaba en México». Cosa extraña, pues yo no maté a Armonía, ni tenía ganas de hacerlo. Incluso podría decir que le tenía cariño, o me caía muchísimo mejor que Laura, el tercer elemento de la trieja de Manuel.

Pero no. . ., porque Laura y su conejo Jaime, se mudan al piso y ella entra inevitablemente a formar parte del trío poliamoroso, algo que es incapaz de gestionar por más que finge hacerlo, muriendo de celos exagerados y quizás algo enfermizos, comenzando a desear la muerte de todas las que se cruzan en el camino que le lleva directa a Manuel. 
Con estupor, me pregunté: ¿y si solo me hago la poliamorosa porque es mi forma de quitarle jurisdicción a la infidelidad? Es decir, nadie puede abandonarte si la puerta está abierta y el paso es libre.

Y da comienzo a su particular cruzada hacia el sadismo para lograr sentirse y convertirse en una despiadada asesina de manual, leyendo todo lo que puede sobre escritoras asesinas y asesinatos, mentes psicópatas y maestros del crimen, ejercitando la crueldad. Y es que para ella y desde su punto de vista, matar por amor es algo lícito.
Sentí curiosidad por conversar con alguien cualificado. Idealmente, un sicario –una búsqueda rápida en Google confirmó que se registraban profesionales de ese tipo en Barcelona– que dijese frases oscuras e insondables. Un maestro en la aceptación saludable del horror. Ojalá de esos psicópatas que hablan como filósofos, aunque incluso me servía uno con estilo de entrenador financiero. Lo importante es que señalara el umbral hacia un estado de consternación definitivo, estable, y tan real como la rutina.

¿Conseguirá llevar a buen puerto sus proyectos y planes macabros? ¿O será tan solo que está fantaseando con esa idea por culpa de los celos? Porque igual no resulta tan fácil ser mala. . . 
Matar a Laura. Obviamente, no iba a matar a Laura. Jugaba con la idea, me alimentaba de ella, y a veces su sabor era tan intenso que se me hacía agua la boca y quería más. Entonces, sobrevenía el fantasma de mi lista de fracasos. ¿Que los accesos de ira no operan con autonomía arrasadora? Si el delirio no funciona, ¿por qué tampoco se cansa esta rabia? ¿O era que otra vez mis sentimientos, la única fuente de autoridad que tenía en el mundo, me jugaban una mala pasada?

 Los personajes: los principales, los que llevan la batuta de la historia, son tres (también tenemos un trío de protagonistas), os hablo un poquito de cada uno. . .

▶︎ Javiera, 31 años (ya os he contado algo de ella arriba en la trama), escribe o más bien desea escribir, pero acaba impartiendo talleres online de escritura creativa. La atracción física y sexual que comienza a sentir por Manuel es tóxicamente incontrolable, también su auténtica perdición emocional. 
Nunca deseé con tanta fuerza ser una suplicante. Esperar a Manuel de rodillas y desnuda, practicar maullidos lastimeros. ¡Ten misericordia y déjame cosificarte! Rogaría, aunque solo sirviera para desarrollar su sentido de la compasión. Si lograba que empatizara con mi sufrimiento, el mundo sería un lugar mejor. ¿No es eso lo que todas las personas buscan al enamorarse?

Su mente está siempre imaginando, ideando, fantaseando, de hecho, durante la lectura me he preguntado varias veces cuanta parte de lo que nos cuenta que sucede es solo producto de su imaginación calenturienta y no una realidad. Además, sus continuas contradicciones, pasando de un pensamiento a otro, de un tema a otro cada dos por tres, a veces nos descoloca un poco, y no tendremos claro si la mujer padece algún tipo de problema mental, algo muy probable ya que nos da la sensación de que muy bien de la cabeza igual no está. Mirad lo que dice la autora en una entrevista suya que leí, "Javiera trata de otorgarle fantasía a todo lo que le sucede, intenta otorgarle dignidad a su vida a pesar de todo. Es optimista y al mismo tiempo es muy melancólica".
El resto de la ceremonia seguí fantaseando sin parar. Pensando: Esto debe ser lo que sintió Medea cuando dijo, «aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido». Entonces apareció la cabeza de Laura, junto a Manuel y para apoyarla en su hombro. Fijé la vista en la inclinación de su cuello, delicado e indefenso. Ojalá estuviera muerta, deseé codiciosa. Así fue como empezó el sueño de la maldad: en mi mente.

▶︎ Manuel, es un hombre muy cariñoso, tímido, trabaja de moderador de contenido en Facebook, y toca el bajo en dos bandas punk. Su madre ha muerto hace varios meses y el tipo es bastante mujeriego, practica las relaciones abiertas porque es incapaz de estar únicamente con una mujer, no siendo consciente de lo que esa manera de impartir su amor genera en la cabeza de Javiera.

▶︎ Laura, tiene un cuerpo atlético y practica deportes extremos. Es la tercera en discordia y el tercer elemento de la “trieja” de Manuel, pero de ella no es que lleguemos a saber demasiado. Javiera le coge cariño (también a Jaime, el conejo), le cae bien y ambas pasan y comparten tiempo juntas en la casa. Tras la muerte de Armonía, se siente deprimida y desea suicidarse, deseo que Javiera aprovecha para fomentar y ayudarla a conseguir sus pretensiones. 
No sé si de broma o en serio, pero recuerdo que fue la primera vez que me habló de Laura. Laura y Armonía juntas. Lo que no mencionó fue que ya no podríamos ser una trieja hermosa porque el cupo estaba tomado por ella. Quizás ni Manuel lo imaginaba aún. Tal como tampoco pudo anticipar su viudez. La de él y la de Laura. Mis queridos viudos y víctimas.

▶︎ Hay otros personajes bastante secundarios en la historia, como 
● Scarlett, la madre, que nunca quiso contarle porqué su padre estuvo en la cárcel y las abandonó cuando Javiera tenía quince años y ella recién había sido diagnosticada de cáncer. La relación entre madre e hija es un tanto inusual, así como la forma que ambas tienen de comunicarse. 
Scarlett rompe una placa de bruxismo por año y se le caen todas las pestañas cada vez que está triste. No quiere volver a enamorarse. En cuanto a su primer nombre y puesto de trabajo, ya lo tiene más asumido. Si por asumida se entiende expresar lo amargada que la hace sentir. «Eso soy –dice cada tanto y sin mucho contexto–, una simple cajera de supermercado.»

● E Il Bello, un delincuente y ratero de poca monta al que Javiera recurre con el pretexto de buscar temas para su novela ya que es el único a mano que le puede ayudar con sus ansias asesinas. 
Le dije que las preguntas que quería hacerle eran para escribir una novela. La historia ficticia de una asesina. El ardid me había parecido brillante. Prácticamente me creía la Mata Hari, y también me alegraba que ser escritora por fin tuviera utilidad. Pero él comenzó con los cuestionamientos incluso antes de detallar la trama del supuesto libro.

● Armonía es realmente un personaje fantasma, sabremos muy poco de ella salvo algunos pequeños detalles como que era bisexual, tenía unos padres hippies y que murió en un accidente de coche al comienzo de la trama.
Me cayó bien enseguida. De cara, tenía todos los colores y elementos para ser hegemónicamente linda, pero no terminaban por encajar bien (algo que siempre es placentero de comprobar en una europea). Sus observaciones inteligentes también ayudaron. Entendí por qué le gustaba a Manuel, aunque eso no impidió que le mintiera. Que omitiera cualquier frase de la que pudiera desprenderse que mi relación con él iba más allá que la de dos compañeros de piso cruzando cordiales saludos de buenos días.

 Los temas que se tocan: la carestía de la vida y del alquiler en Cataluña, las dificultades con las que encuentran los inmigrantes cuando llegan a nuestro país, la xenofobia, la infidelidad, el poliamor, los celos incontrolables y demoledores ante relaciones obsesivas y destructivas, la muerte, matar y morir por amor. 
En cualquier caso, no era infidelidad. Con Armonía tenían una relación abierta. Magnífico, concluí entonces. Justo que con el cambio de país necesitaba reinventarme. Las clases del máster habían terminado, pero en lugar de escribir el TFM, dediqué todo mi tiempo a leer bibliografía sobre relaciones no monógamas. Aprender una nueva forma de amar, ¿qué podía ser más estimulante que eso?.

 Una prosa magnifica que encandila desde el principio:
En la sala de espera de mis tribulaciones mentales –hecha de paredes falsas, mitad pintadas de blanco, mitad de un lima deprimente–, me senté entre el encarecimiento del costo de la vida y mi descuidado compromiso de cambiar el sistema. Frente a nosotros, el deseo de cometer asesinato esperaba cruzado de brazos y con semblante abúlico.

 Una curiosidad: indagando un poco, vemos que la autora también es chilena y reside en Barcelona, por lo que la irremediable duda que nos surge es cuánto hay de autobiográfico en la novela y si Javiera podría ser el alter ego de la escritora. Según ella misma nos cuenta en esta entrevista, la novela  “bebe mucho de la experiencia migratoria que yo viví, que por otra parte fue muy privilegiada comparada con otras, pero al mismo tiempo me encanta la ficción y tengo gran vocación por la inventiva. Al igual que la protagonista, Javiera, yo llegué a Barcelona con una beca de estudios, como muy protegida. Eso me permitió prestar atención. Sentirse extranjera para una escritora es estupendo, es como estar enamorada, ser un extraterrestre o ser un niño que mira las cosas por primera vez. Todo brilla como algo nuevo, pero a partir de ahí el personaje de la novela empieza a andar solo, como si una le enseñara a ir en bicicleta hasta que se suelta y ya no te necesita”.


Resumiendo: “La próxima vez que te vea te mato” es una magnífica novela, peculiar, bien escrita, con un toque de erotismo y una protagonista que, aunque le cuesta, intenta odiar a las mujeres que le quitan o le pueden quitar a su Manuel, una mujer cuya aspiración es ser una femme fatale, convertirse en una villana a tiempo completo, en alguien que asesina a sangre fría.

Sangre, amor, destrucción. Decreto que el asesinato es vida y la vida es asesinato. Visualizo la masacre. Soy celos, soy deseo y. . . 


¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba, pero también porque encierra una trama de amor y celos muy distinta e interesante, peculiar, y, aunque creo que igual no es una lectura para todo el mundo, no puedo hacer mas que recomendárosla¡No os la perdáis! 

Esta novela ha sido un "Debate a tres", la hemos leído y debatido a tres bandas en nuestro club de lectura particularSi tenéis curiosidad por ver otros enfoques, otras perspectivas distintas, u os apetece saber si Mariana y Rosa han disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerles una visita y leer sus reseñas AQUÍ y AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis

Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: 


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