Pasaje destacado
"Me hechizó nada más verla en el bar X., igual que me atrajo hace veinticuatro años. Probablemente estamos unidos por seudoquímicas que solo vinculan temporalmente, como ella dijo. Sin embargo, es la única mujer con la que he hecho el amor apasionadamente. La echaré terriblemente de menos. Caen las cenizas de mi cigarrillo. Mis ojos se empañan de lágrimas y oigo la nana de mi abuela:
«De nuevo esta noche tu almohada está bañada en lágrimas. ¿Con quién sueñas? Ven, ven a mí. Me llamo Azami y soy la flor que mece la noche. Llora, llora en mis brazos. Aún queda lejos el alba»."
Es una autora muy reconocida y conocida sobre todo por sus quintetos de novelas cortas (¿o relatos largos?, según como se las quiera considerar) vinculadas entre sí: los dos primeros (“El quinteto de Nagasaki”, Lumen, 2018, y “El corazón de Yamato”, Lumen, 2019) se han editado en España en únicos volúmenes recopilatorios. Pero este tercero “La sombra del cardo” ya finalizado, de momento se viene publicando de uno en uno, y curiosamente no en su orden correcto, esperemos que la editorial por fin decida reunirlos todos como viene haciendo de forma habitual. El primero que vio la luz en España fue “Hōzuki, la librería de Mitsuko” (Nórdica Libros, 2017) que es en realidad el segundo de la pentalogía, después “Azami, el club de Mitsuko” (febrero de 2023) que es el primero y ya después, en el orden correcto el resto, “Suisen, el gato de Gôro” (octubre de 2023) “Fuki-no-tô, la granja de Atsuko” (marzo de 2024) y “Maïmaï, el caracol de Tarô” (septiembre de 2024).
Los puntos fuertes del Quinteto
✔ La trama y los personajes: está ambientado básicamente en la cuarta ciudad más grande de Japón, Nagoya, aunque salen reflejadas también a lo largo de la lectura algunas otras poblaciones de la región (como Kanazawa y Kioto entre otras).
✺En las tres primeras novelas se narran (todas en presente y primera persona) las vidas de Mitsuo K, de Mitsuko Tsuji y de Gôro el gentil (como le llamaban en el colegio), los tres personajes que conforman el eje principal de toda la historia, aunque hay más, otros que irán apareciendo y que están relacionados directamente con ellos. Se conocieron de pequeños en el último curso del colegio T (a treinta kilómetros al oeste de Nagoya) y tenían en común haber sufrido infancias complicadas con ausencias de la figura materna aunque por distintos motivos (muertes y abandonos del hogar), y un padre que se volvió a casar en los tres casos. Ahora, veinticuatro años después y por casualidades de la vida que a veces es caprichosa, se reencuentran y comienzan a relacionarse nuevamente, entre los recuerdos del pasado y sus vidas tal cual son en ese momento presente.
✺ Las otras dos entregas, las protagonizan Atsuko, la esposa de Mitsuo y Tarô, el hijo de Mitsuko.
▶︎ En “Azami, el club de Mitsuko”, el que cuenta y protagoniza la historia es Mitsuo, 36 años, no sabemos si felizmente casado pero que se lleva genial con su mujer, Atsuko, son buenos amigos, tienen gustos comunes, comparten charlas interesantes, aunque hace tres años que la pareja no tiene relaciones sexuales. Por ello, después de tener a su segundo hijo, él comienza a frecuentar los “salones rosas” y las cabinas de vídeo para “aliviarse”. Trabaja como redactor en una revista de información general y su sueño es poder fundar algún día la suya propia dedicada a la historia regional y a las noticias locales.
Mi mujer y yo nos entendemos muy bien. Salimos juntos a pasear, al cine, a restaurantes o de viaje. Hablamos de forma amistosa sobre la educación de nuestros hijos. No hay desacuerdos ni conflictos entre nosotros. Todo parece ir bien en nuestro matrimonio.
Ahora que se ha reencontrado con Mitsuko, es incapaz de evitar serle infiel a su esposa, no puede evitar tener un apasionado romance con la que fue su primer amor del pasado y que ahora es una misteriosa y fascinante mujer que, si bien ya le gustaba cuando eran chiquillos, ahora vuelve a embelesarlo. Mitsuo se hallará por ello ante una encrucijada, un gran dilema existencial: dejarlo todo por ese apasionado amor, o renunciar a él para seguir manteniendo unida a su familia.
▶︎ En “Hōzuki, la librería de Mitsuko”, quien narra años después es la propia Mitsuko, de siempre lectora infatigable que con casi cuarenta años, regenta su propia librería especializada muy apreciada entre los intelectuales, la Librería Kitô cuyo nombre tiene más de un significado según se interprete por los Kanji (ideogramas chinos) o por la escritura silábica japonesa Hiragana. Para ella, Kitô es hôzuki, una planta con un valor sentimental muy especial (aunque también es un término religioso que significa “oración”).
La gente se imagina que la palabra Kitô es el apellido del dueño de la tienda, y que éste ha elegido la escritura hiragana para el rótulo. De hecho, los clientes y vecinos que no saben mi apellido me llaman señora Kitô, y yo no les corrijo. Pero mi «Kitô» no tiene nada que ver con esos ideogramas. Nadie lleva ese apellido en mi casa, ni yo, ni mi madre, ni mi hijo. «Kitô» en kanji, sería luz de oni, que significa hôzuki. No reacciono ante ese malentendido. Para mí, no se trata de «oración» sino de hôzuki.
Vive con su madre, su hijo Tarô que es sordomudo y mestizo, y Sócrates, el gato. Sabremos de su propia voz cómo fue concebido su pequeño, cuyo padre español, Felipe Santos, falleció en un accidente de tráfico, o al menos eso le cuenta la madre al niño. Aquí, además aparecen otros personajes interesantes con gran relevancia en la historia global: la señora Sato, que frecuenta la librería comprando libros caros de filosofía para su marido diplomático al que acaban de destinar a Fráncfort por motivos de trabajo, y su hija, Hanako, que hace muy buenas migas con Tarô a pesar de la dificultad del niño para hacerse entender, de hecho, juegan, dibujan juntos y se hacen amigos inseparables. Mitsuko sigue necesitando para poder mantener a su familia, sus dos trabajos de los que ya éramos partícipes en la anterior entrega: chica de alterne en el bar/club X y camarera en el café M de la calle comercial. En el club también la llaman Azami, (curiosamente como la llamaba Mitsuko en su diario íntimo durante la época escolar) y la consideran una chica especial, culta, es bilingüe ademas de conocer el lenguaje de los signos.
Como todos los viernes por la noche, trabajo en el bar X desde las ocho hasta las doce. X es un bar de primera categoría. Gano más de cien mil yenes por noche, más de cuatrocientos mil yenes al mes. Estos ingresos son muy importantes para pagar el préstamo hipotecario y el colegio de mi hijo. Trabajo como chica de alterne desde hace más de cuatro años. Este bar es conocido por su clientela selecta, compuesta de escritores, historiadores, científicos y artistas. Aquí aprovecho para hablar con clientes interesantes porque necesito estímulos intelectuales.
▶︎ “Suisen, el gato de Gôro” está centrada en el personaje de Gorô, que también era un cliente habitual del bar X. Si ya le conocimos y detestamos en la primera de las entregas, ahora le conocemos y detestamos más aún, porque sabremos mucho más de él y de cómo es su vida actual como presidente del sakaya Kida, una empresa de importación de alcohol de primera calidad que destila un whisky muy reputado. Descubriremos que su “medio hermana”, Aï, es quien de verdad dirige el sakaya Kida a voluntad de su octogenaria madrastra administradora de la empresa. Casado y con dos hijos, dedica la mayor parte de su tiempo a divertirse con sus tres amantes, Yuri K (su favorita, una bella y fascinante actriz de renombre), O. y Sayoko.
Yuri es una mujer en la cúspide de su belleza. Estoy orgulloso de tenerla como amante, pero también celoso de los actores que trabajan con ella, en particular los jóvenes. Tras años de carrera, por fin ha conseguido este premio. Convencido de que algún día se convertiría en una estrella, la ayudé económicamente, sobre todo al comienzo de nuestra relación. Fui yo quien la presentó al presidente de la productora H., uno de mis clientes más importantes. Yuri me lo debe todo. Espero que siga soltera el mayor tiempo posible, pero aun si se casa, continuaremos nuestra relación amorosa.
Gorô, es un personaje absolutamente indeseable, cuya única pasión es seducir mujeres. Egoísta, ruin, un niño herido y malcriado, machista, racista, con el ego muy subido y una evidente carencia de amor propio debido quizás a su traumática infancia. Un hombre que necesita para sentirse importante tener a su lado a mujeres sumisas, siempre a sus pies que no le eclipsen y que se dejen tratar de forma despreciable.
A diferencia de Yuri, tan sensual, esta mujer no me excita demasiado. Sin embargo, está bien mantenerla para tener un lugar donde pasar el rato, como esta noche. Ella acepta recibirme en cualquier momento, aunque deba anular una cita programada con otra persona.
En general, me canso de una aventura al cabo de dos o tres años a lo sumo. No sé lo que siento realmente por esta viuda, pero lo que está claro es que me resulta cómodo.Después de todo, ¿qué es el amor? Me gustan todas las mujeres que se acuestan conmigo, y punto. A las mujeres les gusta amar y a los hombres ser amados. Eso es lo que yo creo, y hay que aprovecharse.
▶︎ En “Fuki-no-tô, la granja de Atsuko” conocemos en profundidad a Atsuko, sabremos que al acabar los estudios estuvo un tiempo empleada en la revista N. de Nagoya y que fue allí donde se enamoró del que ahora es su esposo, Mitsuo y nos contará como le va con la granja ecológica que ha fundado en su finca campestre heredada. También si Mitsuo consiguió o no el sueño de crear su propio negocio, su propia revista en M., la ciudad natal de Atsuko.
Soy hija única. Mi padre me trataba como a un chico y me enseñaba cómo usar las herramientas mecánicas y máquinas robustas como el arado de vertedera y el cultivador. La granja Tomo marchaba bien. Evidentemente, mi padre quería que yo lo sucediese. Dado que mi madre no quería seguir siendo granjera, decidí hacerme cargo de la granja Tomo, pero a mi manera. Pretendía dedicarme a la agricultura ecológica.
Agotada por el duro trabajo de campo, Atsuko decide contratar a una ayudante, y así sucede otro inesperado reencuentro cuando entra en juego Fukiko Yada, una antigua amiga muy especial del instituto a la que hace veinte años que no ve y que ahora está en pleno proceso de divorcio. Ambas retomarán la relación donde la dejaron y volverán a sentir esas químicas que a veces unen de forma perdurable a algunas personas en el trascurso de sus destinos.
▶︎ Por último, en “Maïmaï, el caracol de Tarô” el protagonista absoluto de la historia es Tarô, el hijo de Mitsuko, que con veintiséis años vive con su abuela con más de ochenta a la que llama Bâchan. A Tarô le viene a la cabeza y repite constantemente el poema que su madre compuso y que le recitó por vez primera cuando él era muy pequeño mientras ambos observaban un caracol en el jardín. Por aquel entonces no comprendía bien el significado de las palabras “pesar” y “carga”. Puede que ahora sí las entienda. . .
“«Maïmaï, maïmaï,
¿A dónde vas tan trabajosamente?
¿Qué acarreas en tu casa, tan grande?
¿Un pesar o una carga, o bien ambos?
Ah, no te queda otra que avanzar, como la vida.
Ánimo, maïmaï. ¡Adiós!” »
Aquí tiene lugar otro reencuentro precioso que nos alegrará el corazón.
✔ Los temas que se tocan en el conjunto de la obra: la maternidad y el deseo o la ausencia de deseo de ser madres por parte de las mujeres, la mentalidad conservadora que imagino aún predomina en Japón respecto a la mujer en todos los ámbitos pero sobre todo en el del trabajo y los matrimonios concertados (los miaï, encuentros acordados con vistas a un matrimonio), el amor, la infidelidad, la homosexualidad, las químicas y las seudoquímicas entre los amantes.
Es evidente: el hombre y la mujer se atraen porque son opuestos como amantes.—Opuestos, sí, pero no siempre —dice—. En cualquier caso, no nos enamoramos por convención o con condiciones. Son las químicas las que concuerdan.—Espero que nuestras químicas combinen bien —murmuro mientras acaricio su larga cabellera negra.—También hay seudoquímicas que solo unen temporalmente.—¡Eres mala, Mitsuko! Yo ya estoy loco por ti.—Es la pura realidad. Creemos que estamos enamorados, pero a menudo el amor no dura mucho por esa causa.Un pensamiento triste me oprime el corazón: « ¿Nuestro amor es solo temporal?».
✔ La prosa: desde el principio y en diversas ocasiones, he pensado mientras leía que no estaba ante una literatura típicamente oriental, por más que sí se traten diversos aspectos sobre la cultura japonesa y en la obra por supuesto se perciba un cierto estilo típicamente japonés (tiene que ver, seguro, con el hecho de que la autora además de ser japonesa también tiene la nacionalidad canadiense, país donde hace tiempo reside, y que escribe sus novelas en francés, Aun así, la historia está muy bien escrita, con una prosa hermosa y cierto toque poético que engancha y encandila.
✔ Curiosidades:
▶︎ Sobre las preciosas cubiertas de cada novela (Editorial Nórdica Libros):
● Llama la atención en primer lugar y como podéis ver en la composición de la imagen que construí y podéis ver en el pasaje de arriba, que las cinco se pueden unir de forma horizontal y cuadran perfectamente una tras otra (qué chulo, ¿verdad?), igual sucede con el entramado de las cinco historias que al final son como las piezas de un puzzle que van encajando según leemos.
● En los cuatro primeros títulos, aparecen nombres de flores que por distintas circunstancias son importantes para los personajes que las protagonizan (en el quinto, "Maïmaï", hace referencia al nombre de un animal, el caracol): “Azami” es en japonés la flor del cardo, “Suisen”, una flor amarilla, es el narciso, “Hôzuki” es una flor con frutos de color anaranjado que contienen una sustancia que estimula las contracciones del útero y el “Fuki” es una planta similar al ruibarbo (de hecho lo llaman “ruibarbo de ciénaga”) cuyos brotes primaverales se consumen como una verdura.
Azami. Esa flor me parece única, con su forma peculiar y su color violeta. No se suele regalar a causa de las espinas puntiagudas que cubren sus hojas. Una flor bastante inabordable. Azami, el mismo nombre que yo le había puesto en mi diario de aquella época. Se sorprendería si se enterara. Era mi invención, mi secreto. Pero ¿cómo es que ella también ha elegido ese apodo? Me gustaría saberlo.
▶︎ Sobre cómo leer la pentalogía: cada una de las cinco novelas cortas que componen el relato en su conjunto se pueden leer de forma totalmente independiente porque siempre se cuenta detalladamente lo ocurrido en cualquiera de las otras entregas para que todo se comprenda bien. Al fin y al cabo la suma de las historias son como piezas de vida de unos pocos personajes comunes que hay que ir uniendo para conformar el puzzle, pero que no importa por cuál de ellas comenzar a ensamblar.
Aún así, yo os recomiendo encarecidamente leerlas en orden, la experiencia será mucho más placentera, cobrará más sentido y en caso de querer leer solo uno de ellos, os recomendaría elegir el primero, Azami (aunque seguro que después tenéis ganas de proseguir leyendo el quinteto).
La vida perfecta no existe en ninguna parte. Confórmate con lo que tienes.
Esta novela ha sido un "Debate a tres", la hemos disfrutado, leído y debatido a tres bandas en nuestro club de lectura particular y es que el final del quinteto, aunque considero que suficientemente finiquitado, da para interpretar y comentar mucho. Si tenéis curiosidad por ver otros enfoques, otras perspectivas distintas del quinteto, u os apetece saber si Mariana y Rosa han disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerles una visita y leer sus reseñas AQUÍ, y AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis.
Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente:
Qué experiencia más positiva ha sido leer y comentar este quinteto a tres bandas ¿verdad?
ResponderEliminarLas cinco historias son fantásticas y cada personaje mueve distintos sentimientos y reacciones por parte del lector. Gorô, sin lugar a duda si provoca repulsión. El resto pueden dar lugar a distintos sentimientos, pero todos positivos porque todos son buenas personas con sus grandezas y sus miserias como somos todos.
Una gran experiencia lectora es siempre Aki Shimazaki.
Un beso.
Sí, Rosa, todo un acierto por tu parte la propuesta que nos hiciste. Si bien al principio, al saber que eran cinco pues tuve algún que otro reparo mío, la experiencia me ha encantado y además con el plus de leerlas y comentarlas juntas. Fíjate que la pentalogía no habría sido de mi elección para leer sola, creo, me habría costado decidirme y ha sido genial
Eliminar¡¡A por más Debates a tres!!!
Un beso.
Este lo veo muy para Moniki. Hace poco se leyó una trilogía japonesa, de esas que tanto están de moda ahora con bibliotecas, caferías y algún que otro gato en la portada, y le gustó mucho. Me lo llevo apuntadísimo. Lo que no tengo muy claro es si se pueden leer en el orden de publicación que ha ido saliendo aquí en España, como dices que los desordenaron...
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola Ray!
Eliminarpues en teoría se pueden leer en el orden que se quiera, pero la verdad que después de haber leído las cinco, creo y recomiendo como digo en la reseña que se lean en el orden real, no en el orden de publicación. El orden real es el que viene tanto en la imagen de arriba como el orden en el que hablo un poco de cada libro. Seguro que a Moniki le encantan, se leen rápido y enganchan desde el primero, es acabar uno y querer seguir con el siguiente
Ya me contarás que tal
Besos
Vengo del blog de Rosa ya plenamente decidido a leer más pronto que tarde este quinteto de novelas. Pero es que, querida, Marian, tu reseña me ha convencido aún más porque aportas detalles muy curiosos e interesantes, el que más ha llamado mi atención es ese puzle que conforman las cinco portadas de las cinco novelas independientes.
ResponderEliminarComo le digo a Rosa yo he leído no hace mucho "El corazón de Yamato" y desde ese momento Aki Shimazaki me robó el mío (ja, ja, ja).
Magnífica reseña, amiga mía
Un beso grande
¡Muchas gracias Juan Carlos!
Eliminarla verdad que el detalle de las cubiertas es como para recalcarlo ¿verdad? es una chulada. Ahora me voy a pasar por tu blog a leer tu reseña de Aki Shimazaki, de ese quinteto que ya leíste. Merece la pena, sin duda, la autora escribe muy bien y ese puzzle invita a ir reconstruyendo, además si ya Aki Shimazaki te robó el corazón...
Espero que lo disfrutes como nosotras
¡Un beso enorme!!
Hola, Marian.
ResponderEliminarSupongo que la vida en Canadá la ha occidentalizado un poco o simplemente que le gusta a ella darle ese toque.
Como te decía por Insta, lo de tener que juntar cinco libros me da pereza pero para eso están los que tienen los cinco ya juntitos, qué buena idea. No entiendo que los publiquen saltándose el orden aunque se puedan leer de forma independiente, son ganas de marear.
El Goro ese, menuda joyita, madre mía. Pero los demás sí apetece conocerlos. Lo cierto es que había escuchado decir en algún video de YouTube de gente que vive en Japón que los japoneses cuando se casa, lo del sexo solo para tener un hijo y luego ya viven en compañía sin más. Pero claro, no sé si será cierto o no.
Besines
¡Hola Norah!
Eliminarclaro, lo de vivir tanto fuera del país y lo de que escribe en francés, pues supongo que tiene que ver en que la cosa no suene muy oriental. Lo de publicar por aquí en desorden, pues sí, ganas de marear, ni idea de porqué se hacen así las cosas, a ver cuando publican los cinco en un solo tomo, esperemos que no tarden mucho.
Yo te diría que incluso la novela que tiene que ver con Goro te va a encantar, por todo lo que sucede, el tipo es detestable pero la autora consigue que aplaudas con todo lo que le pasa, digamos que obtiene su merecido y es genial
Lo de Japón..., pues no me extrañaría que solo tuvieran sexo con el objeto de procrear, por su mentalidad, eso sí, con unas cuantas amantes para el tema
Solo he leído esta pentalogía de la autora, pero creo que La sombra del cardo te gustaría
Besines
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarUna lectura maravillosa y totalmente inesperada, nosotras dos probablemente nunca hubiéramos seleccionado una saga de cinco libros para leer juntas, ja, ja, ja.
Excelente la propuesta de Rosa, otra autora que nos ha fascinado a pesar de que, como bien dices, su estilo no sea típicamente japonés.
Al igual que tú, quiero repetir con Aki Shimazaki, pues queda apuntada para el próximo año.
¡Qué placer leer las tres juntas! Compartir impresiones y pensamientos, un cotilleo sano que aporta y enriquece 😊
Y luego leernos con emoción, tres reseñas que se complementan a la perfección.
Me ha encantado leerte, siempre disfruto de tus reseñas, son geniales.
Pues, a seguir con nuestros debates 😉
Un beso fuerte.
¡Hola Mariana! ¡muchas gracias!
Eliminarcomo dices es enriquecedor y chulo eso de leer a tres, poder comentar detalles que igual a una se le hayan podido pasar desapercibidos y a otra no, o cosas que a lo mejor una no comprende y otra sí, mola charlar sobre libros
Pues eso, a seguir con nuestros Debates
¡Mil besos!!