“LOS IMPOTENTES” de Nicolás Giacobone

   Pasaje destacado

"Su intención no es ser vagabundo. Su intención es vivir sin ser nada en particular. No ser más hijo o novio o concubino o lo que sea que era. No tener nombre. Y si le preguntan cómo se llama, decir lo que le surja en el momento. No, no tiene que decidir con tanta anticipación. Solo decisiones inmediatas.

Si se gasta toda la plata y no consigue un trabajo en negro, tal vez se vea forzado a robar comida, y si lo agarran robando es probable que lo persigan. No, no va a robar. Que haya abandonado su vida anterior no quiere decir que exista fuera de las reglas de la sociedad. No empezó esta nueva vida para terminar convirtiéndose en criminal. Empezó esta nueva vida para deshacerse de la anterior. Lo importante no es lo que tenga de nuevo, sino lo que carezca de la anterior"

Primera novela que leo de Nicolás Giacobone (Buenos Aires; 1975), un escritor y guionista argentino que seguro sonará a los lectores por haber ganado el Óscar al mejor guion original (junto con Iñárritu, su primo Armando Bó y Alexander Dinelaris) por la película Birdman en 2014. Además escribió el libro de relatos “Algún Cristo” (2001) y la novela “El Cuaderno Tachado” (2018) y “Bum bum bum” en 2022. "Los impotentes" es su última publicación (2024)

Los puntos fuertes de la novela

✔ El comienzo: un comienzo interesante, con una huida, una ausencia: 

No sabe adónde ir. No saber adónde ir es importante. Cada paso, un paso hijo del azar. Falso. Cada paso es una decisión. Aunque no sepa dónde va, tiene que decidir hacia dónde apuntar el pie. Hay una táctica detrás de cada paso. Una táctica inmediata y no demasiado analizada, pero táctica al fin. Cada decisión es una decisión táctica. Su plan no es perfecto. Emilia decía que aspirar a la perfección es inhumano pero que al mismo tiempo no nos queda otra. Alguien le pregunta a alguien la hora y Pan apura el paso. No le importa la hora. No tiene que importarle. Solo sabe que es de día y no debe faltar mucho. Cuando Emilia entienda que desapareció, va a salir a buscarlo. Va a sufrir su ausencia. Va a padecerla. La cara de Pan va a viajar por el país y en algún momento lo van a encontrar. Una cámara pública lo va a grabar caminando o alguien le va a sacar una foto.

✔ La trama a grandes rasgos sin spoilers:

Como hemos visto la historia comienza con la huida de Pan Mayer no sabemos de quién huye ni porqué motivo. Pero poco a poco un narrador omnisciente nos irá contando, abriendo los ojos y sabremos que Pan sale del hogar donde ha crecido y vivido durante sus treinta años, la casa de la escritora Emilia Mayer, su “no madre adoptiva”, ya que cuando era un bebé Emilia lo compró, sí. . ., lo compró, no lo adoptó ni lo consideró su hijo, de hecho, cuando él cumplió quince, ella se metió en su cama por vez primera y de ahí se convirtieron en una especie de amantes y compañeros de vida. 

Pan no es su hijo. El único delito que cometió fue haberlo comprado. Luego no hizo más que cuidarlo, educarlo, ofrecerle una vida que probablemente no hubiese soñado en tener. Nunca pensó en Pan como hijo. Era el hombre de su vida. Un hombre criado en su casa, educado según sus más detallados designios, pero sin dejar de ser libre. Ese detalle es esencial: la libertad. ¿Por qué en las entrevistas no habló de la libertad?

Ella nunca lo mantuvo encerrado ni le prohibió salir, eso sí, desde muy pequeño le ofreció cursar sus estudios con una tutora en la propia casa y él eligió esa opción. Pero ahora Pan tiene treinta y cinco años, lleva tiempo pensando que algo entre ellos ya se ha roto y se cansó de tener sexo con Emilia. Ha decidido salir al mundo real y denunciar la situación vivida, contar su enfermiza relación ante los medios de comunicación argentinos, lo que provoca un escándalo y el rechazo de lectores y editoriales a la candidata al Nobel. Su faceta de novelista parece estar totalmente acabada, cancelada. . .

La editorial argentina anunció que cortaba todo tipo de arreglo comercial con Emilia y en las semanas siguientes las más de cuarenta editoriales extranjeras se fueron haciendo eco. Nadie va a reimprimir sus libros. La obra de Emilia Mayer empezó oficialmente a chamuscarse. Algunas librerías seguían vendiendo sus libros, pero que otras los habían devuelto a la editorial.

Emilia no sabe que ha podido hacer mal para que Pan la traicione de esa manera, pero a pesar de todo, le hace un último regalo: envía el manuscrito de su novela recién acabada “El fin de lo que viene”, con el nombre de Pan Mayer en la firma, a la editorial Pasillos de Carolina Kluger, dando a entender que él es su autor. La obra resulta ser un éxito de ventas, pero un éxito rodeado de falsedad, e impostura y poco a poco se fragua el follón. . .

✔ Los personajes: son bastante especialitos, peculiares, pero literariamente muy potentes, personajes cada uno con sus rarezas que actúan de forma incomprensible, para nada normal y que asumen algunas situaciones cuanto menos rocambolescas, la verdad es que no se salva ni uno. Hay varios, pero los más importantes e influyentes en la trama, cuyos nombres titulan los capítulos que se van alternando durante la lectura son cuatro, Pan Mayer, Emilia Mayer, Carolina Klug y Alfonso Miranda y sus caminos se entrecruzan, convergen, en mayor o menor medida todos resultan cómplices del engaño editorial.

▶︎ Pan Mayer: 35 años, no le gusta leer, por más que se le haya intentado inculcar desde chico el vicio de la lectura. Casi no ha salido de la casa de Emilia, se podría decir que no ha vivido, sin amigos, sin novias, pero ahora que se ha decidido a dejar todo atrás, a dar el paso, a salir del cascarón, su idea es vivir de las rentas a costa de ese regalo ¿envenenado?, esa falsa autoría de la novela que pretende rentabilizar al máximo para no dar un palo al agua.

La novela es mía. No la escribí, pero es mía. Me pertenece. Yo soy el autor de ese libro. Todos los años que aguanté en tu casa, en tu cama, en tu cocina, justifican ese libro. Me pertenece. Lo escribí sin escribirlo. No sé de qué se trata, ni me importa saberlo, pero es mío. Completamente mío

▶︎ Emilia Mayer: Sesenta años, escritora exitosa obsesionada, fascinada con la poesía de la argentina Pizarnik. Se cae del pedestal cuando Pan, el bebé que ella compró hace treinta y cinco años y que ha sido su pareja, la abandona y la traiciona, destruyendo en un día todo lo que ella ha ido construyendo, tanto su vida como su obra. 

En mi relación con Pan nunca hubo lugar para el abuso, dice Emilia. Siempre fuimos dos personas libres que nos elegíamos. Una convivencia con consentimiento de ambas partes.

La primera novela que le dio fama internacional y que le dedicó también a Pan fue “Columpios”, el libro que la prensa llamó su “Lolita invertida”. “Columpios” ya trataba la historia de amor entre una mujer de cuarenta y un niño de siete. Ahora ha terminado “El fin de lo que viene” y como acto de amor se la ofrece en bandeja de plata a Pan, que sin dudarlo ni un segundo la acepta, la agarra y no pretende soltarla, ni desvelar la verdadera autoría. 

El mayor logro de Columpios, según Michiko Kakutani del New York Times, es la carencia de perversidad. El amor entre la mujer y el nene es absolutamente puro. No es el amor entre una madre y su hijo, ni entre novios o amantes, ni entre marido o mujer, ni entre tía y sobrino. El amor que se narra no surge de la necesidad, ni de la atracción sexual, ni de la búsqueda de escapar de un estado denso de soledad.

▶︎ Carolina Klug: propietaria de la Editorial Pasillos, se ve envuelta en la farsa al ser la receptora del manuscrito de la novela firmada supuestamente por Pan. Tiene una hija, Camila ya adulta que la trata fatal por algo grave sucedido en su infancia y que no es capaz de perdonarle a su madre. En un momento de la lectura entra en su vida Alfonso, el impotente de la historia. La relación que se forja entre ambos es curiosa y sorprendente.

▶︎ Alfonso Miranda: cincuenta años, impotente solitario desde que tiene uso de razón. Trabaja en una empresa de logística y acepta su impotencia ya que lo ha intentado todo, ha visitado decenas de médicos, especialistas, se ha hecho pruebas y más pruebas y el resultado es siempre el mismo, la flacidez absoluta. Lo que más desea en el mundo es encontrar una mujer que le acepte, tener pareja e hijos y formar una familia, algo del todo improbable hasta que se cruza con Carolina, y él idea un apaño para sobrellevar su “problemilla”. Es un hombre de costumbres y rutinas, su vida es tranquila, predecible, ordenada, una máquina casi perfecta en la que cada día le sucede prácticamente lo mismo. En definitiva, Alfonso es un hombre aburrido y sin amigos.

No es fácil vivir sabiendo que cada vez que conozca a una mujer su historia con ella no va a durar más de unas pocas salidas. En estos tiempos se suele llegar rápido a la intimidad. Demasiado rápido. Mucho más fácil sería su vida amorosa si viviese en el Renacimiento, donde las relaciones se armaban por conveniencia y el sexo solo entraba en juego ante la necesidad de tener hijos. Había pasión, claro que la había. Desde que el humano es humano existe la pasión. Pero también se podía vivir en pareja sin pasión, como simples compañeros. Hoy no imagina concebible que una mujer acepte convivir con un hombre flácido

Hay algunos personajes secundarios que también juegan su papel, como Imelda Ortiz, la que fue niñera y tutora de Pan dándole clases en la casa desde los tres años hasta poco después de que cumpliera los dieciséis. Ella y su marido, Carlos cobijan durante un tiempo a Pan cuando él escapa y no tiene donde vivir. O como Gloria, una indigente que planta su chiringuito al lado de la casa de Emilia y a la que esta le ofrece su ayuda porque le da lástima y también supongo que porque se siente muy sola. Pero ya se sabe. . ., a veces ofrecer una mano puede suponer que se cojan todo el brazo e incluso el cuerpo entero.

✔ Los temas de la novela: el mundo de la lectura, los libros y las editoriales, la honestidad, la soledad (todos son personajes solitarios) y lo que se puede ser capaz de hacer para huir de ella, el amor, el sexo como algo imprescindible en la pareja, la impotencia sexual y los trastornos psicológicos que puede ocasionar. Además la cultura de la cancelación figura como base de la historia, como tema central de la novela, con un personaje principal que resulta condenado sin juicio, cancelado. 

En los medios de comunicación la llamaron «monstruo». Un periodista la comparó con Josef Fritzl, un viejo austríaco de Amstetten acusado de haber tenido encerrada a su hija en un sótano y haberla violado sistemáticamente. Emilia no entiende de dónde se agarra semejante comparación. Pan no es su hijo. El único delito que cometió fue haberlo comprado. Luego no hizo más que cuidarlo, educarlo, ofrecerle una vida que probablemente no hubiese soñado en tener.

Te surgen preguntas, reflexiones. . . ¿es posible comprar un bebé y criarlo sin considerarlo un hijo? ¿Tiene un chico de quince años las herramientas necesarias, la capacidad de poder elegir libremente en su despertar sexual? ¿Lo que hace Emilia con Pan es abuso, manipulación, aun habiendo sido todo consentido? ¿Puede una pareja no tener sexo y estar juntos mucho tiempo? Y desde el punto de vista literario ¿es posible o debería de ser posible para el lector separar al autor, su ética, comportamiento e ideales, de su obra? Reconozco que a mí me cuesta, si un autor me cae mal o no lo soporto por alguna razón, me cuesta leerle ¿os pasa igual?

Siempre fui honesta, Pan. Siempre. Cuando tenías cinco años te dije que no era tu madre, que no sabía quiénes eran tus padres. Cuando cumpliste diez te conté que te había comprado. Quería que lo supieras lo antes posible. Y no dijiste ni mu. Me miraste con una calma que me dejó aún más preocupada. Te di varios días. Me ofrecí a hablar del tema cuando quisieras. Y cuando me metí en tu cama por primera vez, dice, todas las veces, no hice nada que no quisieras hacer.
-Tenía quince años. No sabía lo que quería. No podía saberlo

✔ Una prosa destacable: el autor escribe muy bien, escribe bonito aunque se nota que es guionista de cine, de hecho no me cuesta imaginar la trama llevada a la gran pantalla.

Algunos se acostumbran a ver el pasado como un libro que no supieron escribir del todo. Un libro lleno de frases vergonzosas que nunca podrán reescribir y que por eso mismo los atormentan. Pero el pasado no es un libro, es una lluvia que no amaina. No, es una isla devastada por un huracán. Está hecho de destrozos, desparrames, cimientos arrancados de la tierra. Un desorden estático que nunca nadie va a tener permitido ordenar”

✔ Una curiosidad sobre el título: después de darle mucha vuelta y no encontrarme más que un impotente sexual en la novela (aunque algún amago de impotente por ahí también hay), he llegado a la conclusión de que la impotencia a la que se refiere el título no solo es a la física, la sexual de Alfonso, que quizás sea la impotencia más fácil de aceptar. “Los impotentes” puede que se refiera también a la impotencia psicológica, la que surge a veces ante las distintas situaciones en la vida, ante la imposibilidad de ver realizados sueños y metas. Y es que todos los protagonistas andan desorientados sin saber cómo afrontar lo que la vida les depara, cada uno con sus carencias determinadas.

Resumiendo: “Los impotentes” es la historia de un niño que fue criado de una forma atípica, sin colegio, sin amigos, sin más compañía que la de su “no madre adoptiva” y la de su educadora particular. Un niño, que cuando se hace grande decide contar su experiencia al mundo destruyendo sin pretenderlo la vida y obra de la que fue su “no madre adoptiva” y pareja, una aspirante al Nobel de literatura, que al ser vetada por todas las editoriales pretende publicar su última novela adjudicándole al “no hijo” su falsa autoría. Y también es la historia de una pretendida farsa editorial.

Escribir importa por el simple hecho de escribir. Es patético pregonar una escritura que esconda un fin: escribir con una meta, con el deseo de conseguir algo, de llegar a algún lado.

¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba, pero también porque esta lectura ofrece una historia interesante, distinta, y muy original, que provoca de todo menos indiferencia, con personajes no demasiado “normales” que también os sorprenderán ¡No os la perdáis! 

He leído y comentado "Los impotentes" junto a mi gran amiga Mariana, del blog Los libros de Mava, así que otra lectura más que va directa a la saca de nuestro Club de lectura MavaMar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella ha disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis. 

Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: