Pasaje destacado

Alisó los papeles que había traído, los dejó encima de la mesa y dijo, tratando de sonar optimista, que el opositor que gana su plaza es quien está verdaderamente convencido de su lucha y que esa elección no es un reto para pusilánimes. ¿Y era yo, Sada, acaso pusilánime? ¡Bien sabía ella que no!"
Los puntos fuertes de la novela
La mesa la pusieron en mitad de la nada, en un lugar de paso, sin ventanas. Sonaba un ronroneo constante, quién sabe de qué aparato o cosa. Dejé el bolso y la carpeta encima de la mesa, el chaquetón en el respaldo de la silla y me senté a esperar tal como me había indicado el ordenanza. Allí en medio, entre sombras, solo se oía el ronroneo, nada más, y sus mínimas variaciones cada pocos segundos, como un cuerpo asfixiado cogiendo a duras penas bocanadas de aire. Frente a mí, la pared color crema; a la izquierda, el recodo que llevaba a los despachos; a la derecha, la puerta doble con ojos de buey por la que yo acababa de entrar. Era una mañana fría de invierno, apenas había amanecido, la luz me hizo pensar en la textura porosa de la cera. Tuve la sensación de haberme colado en un edificio vacío. De estar ocupando ese sitio por error.
✔ La trama a grandes rasgos sin spoilers: está ambientada en Madrid, aunque casi todo discurre dentro del edificio de trabajo y arranca en el primer día de una funcionaria que bien podría ser cualquier funcionaria ocupando un puesto de interinidad por vacante, una plaza de interina en la Administración Pública. Se trata de Sara, que como se ve en el párrafo del comienzo, dispone de una mesa grande en una zona en mitad de un pasillo con un ordenador y un teléfono, también una cajonera, una silla de oficina y un enchufe con regleta.
Dos de las mesas estaban libres, tanto de funcionarios como de papeles. ¿No me podían haber colocado en alguna, en vez de enviarme a la otra punta? ¿O eran mesas con dueños cuyos dueños, por la razón que fuera, habían tenido que ausentarse?
Curiosamente los funcionarios que pasan por delante de ella los primeros días no le hacen ningún caso, nadie le pregunta ni se presenta, la ignoran como si fuera invisible, haciéndola sentir muy poca cosa y tampoco nadie le explica su cometido. Como a Sara le avergüenza que la vean de brazos cruzados, finge trabajar. Su jefa inmediata y asesora jurídica sabe que ya se incorporó a su puesto, pero tarda diez eternos días en llamarla a su despacho, tiempo que Sara dedica a curiosear en sus alrededores e ir conociendo desde la distancia a sus peculiares compañeros de trabajo. Por fin, tras cinco horas de espera, Teresa la recibe y le explica que va a ayudarla con la puesta en marcha de una OMPA (Oficina de Mediación y Protección Administrativa), algo que la mayoría de los organismos públicos ya tienen. También se hará cargo del nuevo RPlic@, el complejo programa informático para la tramitación de las Reclamaciones en cuyo desarrollo habían estado trabajando durante meses tres funcionarios del área de informática. Pero tampoco le da demasiadas explicaciones acerca de su cometido exacto, ni le cuenta de qué manera puede ayudarla.
Yo debía probar el RPlic@ para asegurarnos de que marchaba como la seda. Mi primera tarea, según Teresa, era leerme el manual de usuario de pe a pa y, luego, cuando me lo supiera de memoria, ponerme a incluir expedientes que ya habían caducado, peticiones y quejas que llegaron años atrás a nuestro departamento y a las que se había contestado de aquella manera, o de ninguna manera, porque en aquel momento no existía una OMPA como la que inauguraríamos muy pronto.
Pareciera que Sara tiene por fin una tarea a la que dedicarse en sus horas de trabajo, pero solo será algo ilusorio ya que las reclamaciones que entran y que tiene que tramitar, son muy escasas, no le dan para matar el tedio
¿De qué se quejaba ese señor? De tonterías. Aunque, por mí, como si se quejaba de su suegra, yo estaba feliz porque aquella reclamación, por irrelevante que fuera, justificaba al fin mi presencia en esa mesa. ¡Y qué agradable y novedoso volumen de trabajo generó un solo escrito! Había que registrarlo, asignarle un número, catalogarlo en la base de datos, redactar un acuse de recibo, informar oficialmente a Teresa por nota interior de la recepción del expediente, preparar otra notificación aún más ceremoniosa para dar traslado a los miembros del comité de sabios...
Impulsada y animada por su madre y también por Beni, una compañera de trabajo, decide empezar a estudiar sus oposiciones para conseguir una plaza fija, para toda la vida. Pero el aburrimiento y la ausencia de tareas durante sus largas jornadas laborales, va haciendo mella poco a poco en su estado de ánimo, y en su paciencia llevándola a cometer errores y locuras quizás imperdonables para lo que viene siendo la ética del funcionariado público.
✔ Los personajes: la protagonista absoluta es Sara María Villalba Villalba (aunque ella se llama a sí misma Sada, debido a su problema de frenillo e incapacidad de pronunciar su nombre correctamente). Es hija única, vive con su madre que trabaja de recepcionista en una clínica dental, su padre murió siendo ella muy pequeña y tampoco tiene novio. Una amiga de la familia ha movido los hilos para conseguirle el puesto de interina.
La expresión que yo había utilizado, mover los hilos, era sumamente desafortunada, porque predispone a la gente a denunciar amiguismo donde no lo hay. La función pública no es permeable al enchufe, sentenció, dado que se asienta en una línea recta, la de la transparencia, y ¿sabía yo cómo era esa línea? Se respondió ella misma contando con los dedos: primero, convocatoria; segundo, requisitos; tercero, adjudicación. Por no hablar de que lo mío era una interinidad por vacante, es decir, un puesto transitorio. Al verdadero funcionariado solo se accede por oposición, cosa que, ya que estábamos, quizá debería ir considerando.
▶︎ Hay dos personajes más bastante destacables: el de Beni, Benita, la señora del despacho contiguo y su corsé ortopédico, antigua maestra de escuela que lleva casi dos décadas en la administración, compañera de trabajo con la que más contacto tiene porque ambas disfrutan leyendo poesía. Es una relación curiosa, aunque igual lo de ellas no llega a ser ni relación, ya que todo transcurre en una sola dirección, Beni se interesa por ella, le ofrece sus libros e intercambiar pareceres sobre ellos, pero a Sara le aburre la mujer, siempre intenta quitársela de encima. Beni está empeñada en que Sara oposite, la incita a estudiar y le regala el calendario del opositor con una frase de motivación escrita en mayúsculas en cada hoja
Sonrió como si ya me hubiera ganado para la causa. Ya no hay marcha atrás, bromeó, ¡ahora solo te tienes que inscribir! Empecé a sentirme acorralada, empujada para entrar en el redil, pero no era una posibilidad que pudiera desechar a la ligera. Le prometí a Beni que me lo pensaría
Como a mitad de la novela aparece alguien que aporta mucha luminosidad a la trama, de hecho diría que literariamente ha sido mi personaje favorito. Se trata de Sabina, del departamento de informática, a la que conoce el día que sube por primera vez a la terraza del edificio, una mujer cautivadora, hechizante, pragmática, solo dos años mayor que Sara, que consigue envolverla y arrastrarla con su arrolladora personalidad. Ambas conectan desde el principio, están felices de haberse encontrado, ríen juntas, desayunan juntas y suben a la terraza cada día a fumar, se cuentan anécdotas divertidas sobre sus compañeros de oficina y se burlan con maldad de todo y de todos, de esas formas de ser tan cómicas de algunos. La relación que surge entre ambas y lo que sucede entre ellas, da que pensar.
Me volví maliciosa, aunque no todo el tiempo. Eran más bien ramalazos de malicia, ocurrencias que de pronto me asaltaban y que eran más grandes que yo. Sabía, por ejemplo, que era mezquino criticar a Beni por su corsé, y sin embargo lo hice, le dije a Sabina que se movía como Robocop y las dos nos reímos un buen rato imitándola. Después me sentí oscuramente culpable, temí que se enterara no sé cómo. Aunque en realidad, mi miedo iba más lejos que eso. Era un miedo a mí misma.
▶︎ La autora nos muestra además un elenco de personajes/funcionarios variopintos, todos le sacan a Sara como mínimo veinte años y resulta fácil imaginarlos dentro de cualquier edificio administrativo: desde el socarrón e impertinente ordenanza, José Joaquín, pasando por el jefe superior máximo de todos ellos, Echevarría, toda una entidad allí, y gran promotor de la tan esperada modernización administrativa y la otra jefa, Teresa, enamorada, fascinada con Echevarría y a la que Sara debe rendirle cuentas directas respecto a su trabajo.
Desde que llegué había esperado que algún superior me guiara como un pastor a su oveja, primero Teresa y luego Echevarría y mañana Dios sabía quién, pero los superiores no se mostraban dispuestos a guiarme; enfrascados en sus propios asuntos, yo les estorbaba
Salu, la secretaria de Echevarría, una mujer que a pesar de ser la que más curra, todos la llaman la Poquita, sosa e insulsa, toma notas a toda velocidad, redacta actas y trascribe las reuniones y sesiones del Comité de Sabios. El raro Jefe de negociado número dos, de dudoso estado mental, que pasa horas y horas en su despacho sin salir ni siquiera al servicio ¿trabajando?, un ser espectral que siempre llega y se marcha a la misma hora, que pasa cada día por delante de la mesa de Sara sin pararse a hablar con ella y que siempre deja un peculiar tufillo porque incluso en pleno agosto viste la misma ropa de siempre.
Me llegó un olorcillo rancio que achaqué a su costumbre de ponerse el abrigo de paño aunque ya no hiciera tiempo de llevarlo. Qué maniático era. Yo no sabía si lo suyo se debía a la timidez o a otra cosa peor. Quizá padecía una especie de incapacidad, un trastorno social, algo ante lo que no cabía reprocharle nada. Al no tener trabajo, pensé, al estar tan aislado y ninguneado por el resto del departamento, había ido reduciendo sus habilidades hasta el punto de que ya apenas sabía articular palabra.
Y el Monago, un tipo con bigote que rara vez interviene en las conversaciones ni expresa sus opiniones, que siempre anda mascando pictolines oliendo a tabaco de pipa y que al parecer es quien redacta los discursos que luego pronunciarán los políticos. Siempre con la frase en la boca, su famosa frase que siempre repite cuando quiere despachar todo aquello que no le interesa, "difícil de explicar, pero sobre todo aburrido de escuchar"
✔ La historia y el título:
● La historia me ha resultado muy innovadora, no había leído nunca algo así, sobre un tema así. Lo cierto es que no es de esas tramas que te enganchan desde el principio, de hecho, me costó un poco entrar en ella, pero una vez que entré ya no salí para nada de la lectura, quedé completamente atrapada, fascinada y mantuvo en todo momento mi curiosidad de saber hasta dónde iba a llegar la protagonista. Porque la protagonista se mete en líos, ella misma se lo guisa y se lo come, ella solita, sin ayuda de nadie.
Es una especie de sátira muy crítica, bastante ácida, sobre todos los aspectos de la Administración Pública: el exceso de burocracia y multitud de pasos para cualquier trámite, las fastidiosas notas interiores, los sistemas de citas previas con teléfonos que siempre comunican y nunca se atienden, o webs que se cuelgan.
La cita previa era el mirlo blanco, el trébol de cuatro hojas. Más difícil de conseguir que el Euromillón. Más que correr siete maratones
Las inhumanas colas para todo, los eternos plazos requeridos para cualquier tipo de procedimiento, los tediosos papeleos, y cargas de trabajo tan mal repartidas, con gente que trabaja mucho y otros que no hacen más que mirarse el ombligo hora tras hora, día tras día.
Pero ¿y los plazos?, insistí. Sabiendo como sabía todo lo que se tardaba en recorrer el procedimiento completo, carta va y carta viene, reunión y debate y luego otra ronda de cartas, lo íbamos a resolver fuera de plazo. Ayayayayay, canturreó ella, cuánto tienes todavía que aprender. Arqueó los labios, recitó: artículo 23 de la ley de procedimientos administrativos, alma de cántaro, ¿aún no te lo sabes? La relatividad de los plazos, Sada querida. Eso me dejó más tranquila
Además, está contada y abordada de una forma irónica, con mucho humor. en muchos momentos de la lectura me he sonreído, casi hasta he soltado una carcajada, como cuando la gente llama por error al teléfono gratuito de la OMPA que solo se diferencia en un dígito con el de Nespresso:
El primer día no llamó nadie, el segundo tampoco, el tercero llamó una mujer que quería encargar cápsulas de café. ¿Cápsulas de café?, repetí. Como ella insistía, llegué a pensar que era un término administrativo para designar algo que yo desconocía, tipo pliego de condiciones o apud acta. Pero no, quería café de verdad, un pedido de cápsulas, por favor, seis cajas, mitad ristretto y mitad cappuccino. Cuando le dije que se había confundido de número se quedó muy sorprendida. ¿No es ahí Nespresso?, preguntó. No, no. ¿Seguro?, insistió desconfiada, pero ¡si llamé la semana pasada y era!
La autora habla con mucha guasa y desde su propia experiencia como trabajadora en la administración que en algún momento fue, se nota que conoce bien el tema y no parece haber elegido el nombre de la protagonista que es su propio nombre, de forma casual, así como tampoco parece ser casual el haber utilizado la primera persona para narrar, algo bastante raro en sus anteriores obras.
● Respecto al título destacaría que está muy bien elegido, no solo porque se refiera a la maldita “oposición” que hay que superar para sacar una plaza de funcionario, al proceso de selección en sí mismo, sino porque Sara se “opone”, se rebela contra las absurdeces de la burocracia, contra los rígidos procedimientos y terribles protocolos.
✔ El final me ha parecido genial: al principio no entendí los motivos de Sara, me costó entender porqué hizo lo que hizo, pero pensándolo bien, dándole una vuelta sí llegué a comprenderlo y me pareció una idea buenísima y original. Otra auténtica y genuina. . . “oposición”
Resumiendo: “Oposición” es una precisa radiografía sobre el funcionamiento de la Administración Pública, una obra que trata sobre la monotonía en esos trabajos administrativos que si bien no están mal pagados y son cómodos, resultan absurdos y mal organizados en muchos aspectos. Una obra con una protagonista aspirante a funcionaria que no entiende nada, y que se aburre soberanamente en el trabajo, una protagonista inexperta que se atreve a cuestionar el entramado y que, para paliar ese aburrimiento actúa de forma inconsciente e irresponsable sin pensar en las consecuencias que su comportamiento le pueda ocasionar
Ahora entendía por qué quienes se presentaban a una oposición no hablaban de aprobar, sino de alcanzar una cima y ganar. Una oposición es una competición donde hay vencedores y vencidos, como una carrera de obstáculos, como una guerra. Solo ganan los más rápidos, los más listos, los más eficientes, los más disciplinados, los más obedientes, los que no se distraen, ni dudan, ni se entretienen ni se equivocan, los que nunca dan rodeos ni jamás se entregan a ninguna flaqueza. Dudé de mi capacidad para escalar esa montaña.
He leído y comentado "Oposición" junto a mi gran amiga Mariana, del blog Los libros de Mava, así que otra lectura más que va directa a la saca de nuestro Club de lectura MavaMar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella ha disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis.
Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente:
Hola, Marian.
ResponderEliminarSiempre que voy a alguna de las oficinas de la Administración pienso en eso, si hay gente rascándose a dos manos es porque tiene que haber alguien trabajando el doble que no da abasto. Pero también a veces tengo tentaciones porque están ahí sentados tan tranquilos con un ordenador, y aquí paz y después gloria. Me parece curioso elegir ese ambiente para una novela y ambientada en ese lugar, es muy difícil hacerla entretenida.
Yo me agobio con este tipo de novelas en las que me encierran en un sitio, lo que más me ha llamado la atención es lo del final, con eso sí que me ha picado pero no tanto como para meterme en la oficina. Y la amiga de la terraza.
De Sara Mesa solo he leído Una amor, y leería más pero creo que no va a ser esta.
Voy a ver qué dice Mava.
Besines
¡Hola Norah!
Eliminarpues yo te la recomiendo, no sabes la risa que provoca la hilaridad como está escrita. La autora lo hace tan bien, que ese ambiente se hace muy ameno y esos personajes tan peculiares no tienen desperdicio. En serio, sí te gustó lo que has leído de Sara Mesa, yo de ti no desecharía esta. Pero bueno..., sí no te apetece pues a otra cosa.
Sí vieras lo que ha dado de sí comentarla entre Mariana y yo, el tema tiene mucho jugo y nos hemos reído mucho juntas hablando de la novela
Besines!!
Un libro de Sara Mesa donde la prota se llama Sara y comienza sentándose a una mesa. "¿Casualidad?, no lo creo", como diría uno que yo me sé. Sin duda una afilada crítica al mundo de la burocracia, ese mundo que tanto nos cabrea y acaba con nuestra paciencia, sacando lo peor de nosotros.
ResponderEliminarCon esta autora tengo sentimientos encontrados. Mi puerta de entrada a ella fue "La familia", novela que me encantó, me resultó muy original y sobre todo con personalidades bien reconocibles (hasta le pregunté a la autora en persona por alguna cuestión del libro). Pero luego leí "Un amor", que me dejó muy frío (casi detesté la insulsa personalidad de su protagonista, que en vez de rebelarse ante las cosas que le pasaban, hacía justo lo contrario al sentido común. Recuerdo que el desenlace del perro me molestó mucho). De momento tendrá que pasar tiempo hasta que le dé otra oportunidad. Y de hacerlo, será con "Cara de pan", el que más me atrae hasta el momento.
Un beso ;)
¡Hola Ray!
Eliminarsí, es una crítica muy buena y con mucha chicha sobre el funcionariado y la burocracia que tenemos que soportar los ciudadanos.
Respecto a Sara Mesa, pues a mí la verdad que Un amor me gustó mucho, de hecho creo que es mi preferida, pero entiendo que te pudiera dejar frío. La personalidad de la chica pues algo insulsa si que era, pero a mi me pareció un personaje peculiar literariamente hablando, y es que a veces los personajes más antipáticos o insulsos son los que más me atraen y me enganchan.
Pues Cara de pan me encantó también, me encantaría conocer tu opinión si la lees, aunque también he leído de todo sobre esa novela, y es que Sara Mesa creo que no gusta a todos. Yo tengo claro que la voy a seguir leyendo, porque me flipa como escribe y como se saca de la manga esos temas tan diversos
Un beso!!
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarUna lectura genial, la verdad es que nos hemos reído bastante con este libro 😂 La narración de Sara Mesa es brillante, mordaz y de ritmo implacable, observar la rutina diaria, las jerarquías incomprensibles del sistema funcionarial y las situaciones a las que la protagonista debe enfrentarse por primera vez, te remueve por dentro y te lleva a cuestionar un montón de verdades. Ha sido una bonita experiencia poder leerlo contigo y así tener tu valiosa opinión acerca del funcionariado. Me gustó el personaje de Sabina, no hay duda de que su presencia aporta un soplo de aire fresco a la historia, aunque debo reconocer que mi personaje favorito ha sido Sara, su ingenuidad conquistó mi corazón.
Tal como hemos comentado, los personajes de esta novela son fantásticos, basta pensar en el fantasmagórico jefe de negociado número dos o en el tipo jubilado que regresa diariamente al edificio a pasar las horas, pues no sabe conducir sus pasos hacia otro lugar, o en la misma Salu, nadando en un mar de papeles... creo que la autora ha hecho un trabajo extraordinario, todos están muy bien logrados, cada uno tiene su vida propia, sus manías, su forma de expresarse, sus frustraciones y sus anhelos.
En fin, otro libro estupendo que hemos puesto en la saca de nuestro club, pues a seguir sumando 😉
¡Una reseña de diez! 👏🏻 Me ha encantado leerte 😊
Un beso fuerte.
¡Mi querida Mariana!!
Eliminarha sido divertido comentar esta lectura, lo que nos habremos reído con todos esos personajes tan variopintos y la mayoría probablemente tan típicos dentro del funcionariado.
Sabina ha sido mi personaje preferido, pero ya sabes, no porque me haya gustado su forma de ser como persona, sino porque cuando su hilo argumental aparece, es increíble la luz y dinamismo que aporta a la trama. Por supuesto la ingenuidad y falta de experiencia de la joven Sara tanto en el mundo laboral como en. lo achacable quizás a su juventud, y todas las malas decisiones que toma, pues ha conseguido ganarse nuestro corazón
¡Gracias por tus palabras, amiga!!
Mil besos!!
Me gustan las novelas de Sara Mesa. Todas las que leído me han sorprendido porque es una autora que hablando sobre temas cotidianos introduce siempre un puntito de crítica, de ironía, incluso de denuncia, respecto la sociedad en la que se sitúa la acción. Entiendo que en "Oposición" hace otro tanto. La verdad es que el asunto no me atrae demasiado, pero la manera de escribir de la novelista sí que me agrada y puede que en algún momento dé oportunidad a esta novela sobre el funcionariado y la burocracia.
ResponderEliminarTu reseña muy interesante y las citas muy aclaradoras del asunto.
Un beso
¡Hola Juan Carlos!
Eliminarentiendo que el tema no te atraiga, a mí tampoco me atraía cuando empece a leerla, pero te la recomiendo sin dudar, creo que te encantaría, porque esta mujer sabe como atraparte sin remedio y sacarte sonrisas y carcajadas con lo que nos cuenta y cómo nos lo cuenta. Merece mucho la pena, por más que el tema en principio resulte algo árido, una vez que la empiezas no puedes parar de leer
Un beso
Seis novelas ya de Sara Mesa. Yo solo he leído dos y espero ponerme no tardando mucho con ésta, aunque no prometo nada porque tengo muchísimo pendiente.
ResponderEliminarYo no la veo parecido con Delphine de Vigan que, dicho sea de paso, me gusta más. De hecho he leído todas sus novelas. Únicamente por esa versatilidad que hace que jamás se repitan.
Como le comentaba a Marianna, no todos los funcionarios somos iguales. Profesores o policías no nos podemos permitir el lujo de aburrirnos y estoy segura de que en la Administración Pública la mayor parte de la gente trabaja para sacar adelante lo que sea preciso. Cierto que algunos harán más el vago cargando a otros con más trabajo, o habrá temporadas más tranquilas y otras que serán una locura.
Me habéis dejado intrigada con ese final que las dos comentáis.
Un beso.
¡Hola!
Eliminaryo no sabría decirte cual de las dos autoras me gusta más, cada una con su estilo me fascinan. Y sí, solo me refería a que me la recuerda porque ambas son genios a la hora de idear tramas poco convencionales y muy distintas unas de otras que siempre sorprenden.
Claro, los funcionarios los hay de todos los tipos, no todos somos iguales, y no todos los lugares de trabajo son iguales. En el mío, una biblioteca, pues sí que es verdad que las tareas están muy mal repartidas, con gente que tiene mucho curro y otros que hacen poco, y hay burocracia, como en todas partes, pero al menos no hay tanto papeleo ni tanto trámite absurdo
La novela te va a encantar, estoy segura de ello conociendo lo que conozco de ti, que ya es algo tras varios Debates, así que te la recomiendo sin dudar.
Y ese final..., pues te deja noqueada, muy sorprendente aunque entendible en cierta forma. Mariana y yo le hemos dado mucha vuelta a ese final, ha dado para mucho debate y nos hemos reído bastante también
Un beso.
Ese doble significado de 'Oposición' está muy logrado. Por lo general me gustan las historias que se desarrollan en el mundo laboral y más si tienen ciertos toques de humor. Es curioso como los ganadores de una guerra -o sea aprobar la oposición- luego no encuentran su sitio e incluso tienen tiempo para aburrirse como la prota de la novela. Personalmente con esta temática me lo he pasado muy bien con ciertas pelis italianas o sudamericanas que le ponen un punto tragicómico muy especial. Besos, Marian.
ResponderEliminar¡Hola Miguel!
Eliminaresta autora elige unos títulos y unas cubiertas muy sobrias, que van al grano, es algo que llama la atención
desde que la conoces y empiezas a leerla, y en este caso pues refleja además una dualidad de significados que va mucho con la trama de la novela
Bueno, no todos los ganadores de esa "guerra" (yo misma por ejemplo) no encuentran su sitio, ni se aburren en el trabajo, es algo que igual sí sucede más en la Administración central, a la que a Dios gracias no pertenezco.
Pues sí te atraen esas historias que se desarrollan el el mundo laboral, creo que Oposición te va a encantar, ademas por ese humor tan ácido y esa manera de escribir que tiene Sara Mesa
Besos!!
Solo he leído dos novelas de Sara Mesa, la muy celebrada "Un amor" y "Cuatro por cuatro". Esta última no me gustó mucho, no entraba en la trama, sentía que no era para mí, que no me la creía. Sin embargo, con la otra disfruté, padecí, me enfadé y comprendí a partes iguales.
ResponderEliminarSeguramente leeré "Oposición". Por tus comentarios he recordado algo de Kafka y también esa maravilla que es "Bartleby el escribiente", de Melville. Veremos. Besos y gracias siempre por las completísimas reseñas y los análisis personales.
¡Hola Atticus!
Eliminarsí, tienes que leerla. Te cuento que también leí "Cuatro por cuatro" y tampoco es de mis preferidas de la autora, creo que influye el hecho de que esta es de las primeras obras (creo que es la segunda o tercera), y se le nota mucho la evolución a mejor
De Kafka solo he leído "La metamorfosis" y no me la recuerda nada, pero claro, supongo que te refieres a otras novelas y "Bartleby el escribiente" no la he leído, así que no te puedo decir
Me encantaría conocer tu opinión sobre "Oposición" si al final te decides a leerla, espero que te guste tanto como a mi
Besos y gracias a ti por pasarte!
La crítica al sistema burocrático tiene que ser brutal. Ya la tenía en el punto de mira, así que tu reseña me deja incluso con más ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí Margari, la crítica es muy irónica y afilada, contada con mucho humor de forma que te ríes mientras la lees. Me alegra haberte dejado con las ganas
EliminarBesotes!!!
¡Hola! Trabajo en administración pública y estoy muy lejos de rascarme a cuatro manos. Si bien el trabajo nos insume muchas horas (9 en mi caso) y no es para nada monótono (al menos en mi oficina), la burocracia siempre gana y no hay manera de hacer las cosas más rápido. Siempre falta una firma, un sello, respetar los tiempos de las otras áreas y demás. En nuestro caso, estoy hablando de la administración pública en Argentina, sí estamos mal pagos pero te puedo asegurar que la gran mayoría estamos comprometidos con lo que hacemos y damos lo mejor de nosotros.
ResponderEliminarPor todo esto, me genera mucha curiosidad esta novela, así que ya me la anoto.
Saludos :)
¡Hola Romina!
Eliminarclaro, no sé sí también en Argentina, pero aquí en España pues la visión que se tiene de los funcionarios es en general de tocarse las narices y no currar nada. Eso es algo muy injusto, porque no en la mayoría de los casos es así, la mayoría de los funcionarios no paran de currar y como tú están comprometidos con la labor que se desempeña y la atención al ciudadano. Yo trabajo en una biblioteca pública y mi trabajo me gusta (es cierto que tengo asignadas muchas tareas, igual demasiadas) además de variado es entretenido y generalmente se me pasan las horas volando.
Respecto al tema del salario, pues por aquí depende mucho de la Administración a la que se oposite, la Central es la que menos paga a sus funcionarios, una miseria (de hecho tengo una plaza en excedencia porque me fui a por la que ahora ocupo en un Ayuntamiento que paga bastante mejor no me puedo quejar)
Agradezco mucho tu comentario, siempre es bueno conocer la situación en otros países, en este caso de la Administración Pública de Argentina
Saludos!!
¡Hola, Marian! Me parece bastante original la trama que trae este libro, ya que habla sobre una funcionaria pública y todo lo que rodea y envuelve su trabajo. Y aunque me da algo de curiosidad, no sé si la disfrutaría, estoy en duda. Gracias por tu reseña y espero tengas un excelente fin de semana. ¡Besos!
ResponderEliminar¡Hola Marita!
Eliminarpues yo no puedo hacer más que recomendártela. Sé que el tema en principio puede parecer aburrido pero en este caso no es lo que se cuenta, lo importante y lo mejor son esos personajes y es como lo cuenta la autora lo que hace de ella una novela muy buena. Pero claro, si no apetece... hay mucho qué leer. Espero que tú también tengas un excelente finde
¡Besos!
Tengo muchas ganas de leer esta novela, aunque, dado que he leído recientemente un libro de la autora (casualmente me enteré de que tenía nueva novela el mismo día que lo empecé), voy a postegar un poco mis ganas. Me interesa porque es Sara Mesa y porque por tanto me da igual lo que escriba y sobre lo que escriba, pero también por el tema de esta novela. Puede que a priori no parezca un tema atractivo, pero dadas mis contradictorias relaciones con el mundo opositor, a mí me lo parece. Y por cierto, mi jefa se llama Teresa, jaja.
ResponderEliminarBesos
Hola Lorena!
EliminarNo me extraña que te de igual sobre lo que escriba esta autora porque lo hace muy bien y escribe de una forma que aunque el tema parezca árido en principio, pues se hace muy ameno y divertido. Me ha sorprendido mucho ese humor que se gasta en esta novela.
Estoy convencida de que te gustará, de que la vas a disfrutar mucho cuando te pongas con ella. No he visto tu reseña de esa última novela que has leído de Sara Mesa, tengo curiosidad de saber cuál es
Espero que te animes en algún momento a leerla, me encantaría conocer tu opinión
Besos!!!
No será una de mis próximas lecturas, pero puedes contar con que me voy a animar con Oposición.
EliminarEn cuanto al libro de Sara Mesa que comento he leído recientemente, no es una novela, sino un libro de relatos publicado antes de que fuera conocida. Se titula No es fácil ser verde. Y no has visto reseña en el blog porque aún no la he publicado. Si no hay novedad verá la luz a la vuelta de Semana Santa.
Besos
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarSara Mesa es una de mis eternas pendientes, recuerdo tus reseñas sobre ella, y aunque es una autora que me llama mucho la atención, nunca encuentro el momento adecuado para ella. La novela que nos traes me interesa por su trama, también me parece original, así que espero que llegue ese momento en el que pueda a sentarme a leer a la autora.
¡Un beso!
¡Un beso!
¡Hola Laura!!
Eliminarpues lo primero que se me ocurre decirte sabiendo que te llama la atención la autora es que ya estás tardando en leerla, jeje, pero entiendo que se cuelen otras cosas, me pasa igual con muchos autores que tengo en la cabeza leer, que al final, nunca encuentro el momento
A mí me fascina la autora, pero también es cierto que no es para todo el mundo, así que no tengo muy claro sí sería o no de las tuyas, aunque presiento que sí
¡Un beso!
He leido a Sara Mesa y me ha gustado, pero este no lo conocia.
ResponderEliminarMe alegra, este seguro que entonces te gusta también, te animo a leerla
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