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22 de abril de 2024

“LA MALA COSTUMBRE” de Alana S. Portero


   Pasaje destacado
Portada de la novela La mala costumbre de Alana S. Portero, Editorial Seix Barral"Junto a las mujeres de mi familia o de mi bloque, también con las compañeras de la escuela, el tiempo se dilataba como si lo bañase en agua caliente. No podía ser una de ellas, no podía tocar esa vida, pero sí atesorar lo que sin pretenderlo me enseñaban. Un traje de feminidad hecho a escondidas y a mi medida.

Absorbía la energía que creía percibir cuando las mujeres estaban reunidas, sin hombres. Me quedaba a soñar en ella, me producía cosquilleos y una sensación de paz que no encontraba en ningún otro sitio. El tiempo con los hombres de la familia me enfriaba por dentro y me mantenía en tensión".

Alana S. Portero (Madrid, 1978) es poeta, dramaturga y directora escénica, Licenciada en Historia y especializada en Historia Medieval, ha escrito diversos libros de poemas, así como una obra de teatro, “Música silenciosa” (2008), además de haber colaborado en numerosas antologías. Portero también escribe sobre cultura, feminismo y activismo LGTB enfocándose concretamente en la realidad de las mujeres trans y por ello ha recibido el "Reconocimiento Arcoíris" (2023) del Ministerio de Igualdad por "dar visibilidad a las mujeres trans en todo su trabajo” y muy específicamente en esta, su primera y única novela, publicada en mayo de 2023, "La mala costumbre". 

"La mala costumbre" ha cosechado diversos Premios literarios: Premio TTL 'Javier Morote' como autora revelación (Seix Barral, 2024), el Premio Cálamo 2023 (mejor libro del año) y el Premio Openbank de Literatura by Vanity Fair como mejor obra de ficción en lengua española de 2023. Y también fue nominada al "Premio Les Inrockuptibles" (publicación extranjera, 2023) 

Los puntos fuertes de la novela

✔ La trama: la historia nos cuenta las andanzas de una niña metida en un cuerpo extraño que no siente como suyo, el de un niño, “Alejandro que no quiere ser Alejandro”, el cual ya desde muy pequeño con tan solo cuatro o cinco años, empezó a intuir que algo era diferente en él, a ser consciente de esa desconexión entre su cuerpo y su mente. La niña crece sola “Todas las niñas trans crecemos solas”, escuchando todo tipo de barbaridades en bocas adultas, de padres, de vecinos, todo tipo de sentencias sobre las personas con orientaciones sexuales y personalidades distintas, frases que quedan ancladas de forma permanente en su cabeza. 
Los adultos discutían con toda normalidad si era peor tener un hijo drogadicto o maricón. Del sida también se hablaba aquí y allá, continuamente, transitando entre el asco, la crueldad, la vergüenza y la pena en cada conversación, vaticinando sentencias de muerte y soledades a quien lo padeciese.

Un largo y tortuoso camino que la niña/adolescente/joven mujer deberá emprender, una senda de infinitas dudas, inoportunos baches, unos cuantos tropezones y caídas, un recorrido que la conduce hacia una serie de mujeres iguales que ella con las que se sentirá identificada, mujeres valientes, con las ideas claras que la ayudan a abrir los ojos, la acompañan y orientan en su trayecto. Una piña de amigas que la arropan con su sabiduría, su comprensión, amigas-hermanas-madre con las que “Alejandro que no quiere ser Alejandro”, se desprende de su máscara, se sincera y se abre en canal.

✔ La ambientación: ambientada en Madrid, años 80-90, con la Ley de peligrosidad social promulgada durante el franquismo aún en vigor, a flor de piel y campando totalmente a sus anchas. Madrid y sus bajos fondos, los pocos barrios donde ya se husmeaba la libertad, las calles donde nuestra protagonista podía sacar la cabeza, coger aire y respirar, ser y sentirse ella misma, son también protagonistas. Chueca, Malasaña, Villaverde, y sobre todo el Barrio de San Blas donde vive, crece y sufre "Alejandro que no quiere ser Alejandro", la calle Ballesta, Hortaleza, Desengaño, Montera, Pelayo, la Plaza de la Luna, los madrileños las conocemos bien, todas. La autora consigue colarse de forma magistral en las grietas, en los entresijos de la ciudad y además sabe retratar muy bien el ruidoso barrio obrero de San Blas, su sonido tal cual lo imaginamos en aquella época, con las voces de los vecinos saludando gritando desde las ventanas y la radio a un volumen perpetuamente alto, voces humanas como sonido de fondo.

✔ Los personajes: "Alejandro que no quiere ser Alejandro, es el principal y todo gira en torno a él, mejor dicho, a ella, a esa chiquilla que creció pegadita a las mujeres de su entorno porque entre ellas era donde se encontraba cómoda, porque sentía/presentía que ese era su mundo. Somos testigos de su doble vida, la del día, con su máscara puesta fingiendo ilusión y hombría para poder sobrevivir a la hostilidad, haciendo cosas que no quiere hacer, sintiéndose como no se quiere sentir, desdichada, incomprendida, sin un futuro halagüeño ni prometedor, con la culpa, el auto desprecio y el miedo al rechazo a cuestas por no ser capaz de aceptar su verdadera identidad. La vida de la niña/adolescente/joven mujer ocultando su ser “torcido” para evadirse de los prejuicios sociales.
Una parte fundamental de la estrategia de construcción de mi armario consistía en aparentar desgana ante cosas que estaba loca por hacer pero que, de hacerlas con entusiasmo, desvelarían una naturaleza no especialmente masculina. Lo primero que una niña trans aprende cuando el entorno es hostil a su causa, antes incluso de saber que lo es, cuando todo son intuiciones, es a controlar la ilusión, o a fingirla hasta que casi ni ella misma sabe cuándo es cierta y cuándo no. La construcción del binarismo era feroz en ese inicio de década. La pompa andrógina de los ochenta solo fue un espejismo para activar nuestros deseos y hacer nuestros anhelos más dolorosos por tenerlos tan presentes y tan lejanos.

Y la de la chica maquillada que sale por las noches con sus botas o tacones haciendo lo que de verdad le gusta, siendo y sintiéndose mujer, completa, feliz, una joven mujer cuyo único fin en la vida es ser ella misma y mostrarse al mundo como a ella le gustaría mostrarse.

Los secundarios son también magníficos e imprescindibles para la evolución personal de la protagonista: desde Jay, su primer amor, sus padres bastante abiertos para la época que intentan entenderla apoyarla y protegerla como saben y como pueden, así como su hermano Darío. 
Mi padre había sido siempre un protector nato, mi madre también, solo que ella lo hacía de forma más aparatosa, como una felina grande y ruidosa capaz de morder al cielo para aislarnos de todo lo malo. Mi padre, aunque pequeño de tamaño, siempre tuvo el aplomo de un gran paquidermo, era un muro entre nosotros y lo que nos amenazase.

Y por supuesto esas mujeres tan influyentes, vecinas y amigas, algunas verdaderos oráculos que entran en su vida intentando reconducirla por el buen camino, su camino, y le abren las ventanas, las puertas de sus vidas permitiéndole la entrada sin reservas ni condiciones: 
Margarita, la vecina trans a la que en un principio odió por ser la primera toma de contacto con su realidad, la proyección de su yo adulta en el futuro, pero que después admiró y a la larga adquirió un papel muy importante en su proceso. Y es que Margarita fue desde que ella tuvo uso de razón, como una punzada de realidad llamando a su puerta, la confirmación de lo que por aquel entonces no quería ver ni saber.
Que Margarita era trans, claro, lo supe muy pronto, me lo explicó mi padre con palabras amables pero bruscas, sin pretender hacer daño o insultar, cosa que me reconfortó en algún rincón sensible del corazón y que supe apreciar mucho más tarde. Mi padre era así. Sin muchos rodeos siempre nos decía la verdad y consideraba que teníamos derecho a que se nos respondiesen las preguntas. Para ser un hombre nacido en los años del silencio era desprejuiciado y, a su manera limitada por el entorno, la época y su propia educación, bastante abierto de mente. Menos cerril de lo que se esperaría de un hombre en sus circunstancias.

● La bruja del final de la calle, María La Peluca, una mujer diminuta pero supuestamente temible que se tildaba de hechicera, y que hasta los hombres la temían porque se hacía respetar. La mujer que inspiró sus primeros pasos de niña-travesti.
Me enloquecía cruzarme con ella y respirar hondísimo su olor, era como esnifar polillas. Se suponía que debía darme miedo, pero me enternecía su aspecto, el trazo irregular y temblón de su línea de ojos y sus labios mal pintados, me recordaban a mis maquillajes clandestinos de por entonces, los que me hacía a toda prisa en el baño de mi abuela con la habilidad de una criatura de cinco años no especialmente dotada para la pincelada limpia.

Eugenia la Moraíta, la primera persona con la que se topó en sus andanzas nocturnas que supo comprenderla, a la que le contaba todo porque sabía escucharla y aconsejarla. La Moraíta a su vez la adoptó y desempeñó el papel de madre trans, superiora travesti, surgiendo entre ellas un vínculo de complicidad entrañable y especial.
Con esa mirada esquinada suya, detectaba almas en pena, tristezas y melancolías como una zahorí de la soledad. Una de esas figuras maternales sabias, una madrina de las que transmiten aprendizajes importantes que se recuerdan toda la vida. Una mujer de la que aprender sin tener que hacerlo a escondidas.

Además la introdujo en el grupo de Las Moiras, su círculo de amigas íntimas: a través de interminables charlas, risas y vivencias compartidas con Eugenia, Raquel “La Cartier” y Paula "La chinchilla", sintió que igual podría desprenderse de la máscara, encontrar las fuerzas para mostrarse al mundo y salir de su armario 

✔ La historia y la prosa: la historia es dura a la vez que tierna y entrañable, el lector la vive junto a esa niña/adolescente/joven mujer, “Alejandro que no quiere ser Alejandro”, y asiste de primera mano a su evolución, se impregna de su sufrimiento, de su angustia y siente con ella la injusticia de las agresiones sufridas, las violencias físicas y psicológicas padecidas. A través de una historia muy bien contada, la autora nos retrata el Madrid del momento en cuanto al mundo de la homosexualidad y de la transexualidad se refiere, el ambiente que se respiraba, con su droga, su delincuencia y prostitución incluidas. Escrita en primera persona del singular y con unos diálogos brillantes y muy interesantes, se nos dibuja el contexto de la historia, entendemos y empatizamos perfectamente con el personaje y con sus grandes amigas. Ayuda mucho el toque humorístico que lo impregna todo, y que hace más liviana la dureza, tanto la flotante superficial que se lee en forma de palabras, frases, párrafos, como la sumergida en las emociones, sentimientos, vivencias de la protagonista y que puedes fácilmente imaginar e idear en tu cabeza. La forma como está narrada te envuelve, emociona, seduce, así como ese toque poético de su prosa, mirad:
Me miró desde esa quietud de tejido muerto que la acompañaba. Presente y ausente a la vez. Como miraría la cabeza de un animal asesinado desde la pared del cazador. Con el rencor y la paciencia vítrea de quien espera paciente al otro lado del velo de la vida y que, aunque en este plano se debilita, se hace fuerte en el más allá y casi domina su existencia espectral.

✔ Respecto al título: en el libro aparece solo dos veces la frase "la mala costumbre": la mala costumbre de "llorar por todo", y la de "llorar a solas", pero entiendo dándole alguna que otra vuelta, que hay mas “malas costumbres” encubiertas en el texto y en los comportamientos de los personajes que le han valido para el título a la autora: se me ocurren, la mala costumbre de “no aceptarnos como somos”, de “no aceptar a los demás como son y quieren ser” de “tener prejuicios contra las personas que son distintas a nosotros en cualquier aspecto”, de “discriminar a las personas LGTBI ”, etc

La música y los artistas de la época adquiere un papel destacado en la novela, en la vida de la niña con un parche en el ojo que a los nueve años ya sabía cantar boleros y bailaba a todas horas las canciones de Raffaella Carrà, Irene Cara y Bonnie Tyler. También andan por ahí la Pantoja, la Jurado, los Panchos, Camilo Sesto, etc. 
En casa sonaba la radio a buen volumen, ese año ponían a Rick Astley, a Whitney, a Radio Futura y reinaban los U2.

La música también es y fue muy importante para Alana Portero, podemos intuirlo en el texto y la historia, en esas pinceladas que nos muestra de la cultura pop asociada a lo LGTBI de aquellos años con Madonna, David Bowie, Boy George. Como ella misma nos dice “Para mí la cultura pop fue un santoral, figuras a las que me encomendaba de alguna manera, y eso azuzaba mis ganas de crear”

✔ Curiosidades varias:
¿Cuánto hay de la autora en la historia que se nos cuenta? Parece que bastante porque, aunque no es autobiográfica, muchas similitudes y experiencias vividas sí quedan reflejadas en la novela: Alana Portero también es una mujer trans que creció en el barrio de San Blas y empezó a salir por Chueca a los 15 años (a principio de los noventa): "Yo sabía que había por aquí mariconeo y salí a buscarlo. Estaba muy asustada pero era muy valiente. Yo conocí esa Chueca que a la gente le daba miedo, la Chueca de los yonkis, de las putas, de que te roban."

En sus primeras andanzas conoció a unas cuantas travestis que trabajaban en la noche madrileña con las que hizo muy buenas migas. Por primera vez, ambas, autora y personaje, se sintieron queridas, acogidas, entendidas y arropadas por esas mujeres que la ayudaron a convertirse en quien ella ya era aún sin saberlo: “Hay muchas cosas de mi propio relato, mi propia vida, pero también otras que tienen que ver con otras mujeres trans que he conocido e incorporé sus vivencias, me ayudaron a construir ese laberinto de posibilidades que es la novela”.

La cubierta de la novela ha sido diseñada por Roberta Marrero, uno de los referentes culturales de nuestro país, artista poeta y mujer trans canaria a la que Alana admira mucho. La imagen representa la estampita de Santo Domingo Savio alumno de San Juan Bosco, el niño que quería ser santo y que murió muy joven sin haber cumplido los quince años.

La escritora afirma con su novela querer rendir homenaje “a una generación de mujeres que es, con diferencia, la más maltratada de la historia reciente de este país”, porque “conocer la historia de estas mujeres es probablemente lo más enriquecedor que le puede pasar a una vida, seas quien seas, vengas de donde vengas. La historia de este país no está completa sin ellas, la historia del feminismo no está completa sin ellas”

✔ Temas que se tocan: la transexualidad en el Madrid de los ochenta, la transfobia y la violencia machista y transgénero, física y psicológica, en una sociedad que no acepta a los que son diferentes, las cargas y miedos que se van acumulando durante el crecimiento de un niño a través de lo que oye, vive y ve, la búsqueda de identidad propia, la sororidad femenina en este caso entre mujeres trans.


Resumiendo: “La mala costumbre” es una novela fascinante de crecimiento y aprendizaje que nos narra de primera mano el sufrimiento que produce nacer en un cuerpo equivocado, lo que supone vivir en un caer y levantarse constante, entre preguntas sin respuestas y miedo perpetuo a mostrarse diferente, al rechazo. Una historia profunda que se tambalea entre la dureza y la ternura, pero que sobre todo transmite mucha emoción

Antes de definirte tú misma, los demás te dibujaban los contornos con sus prejuicios y sus violencias.

¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba, pero también porque considero que es una historia universal que tendría que leer todo el mundo, sin prejuicios, con la mente abierta, aunque si no se tiene pues también, porque seguro que ayuda a abrirla. Y porque es bueno dar visibilidad a estos temas ya que, aunque se podría pensar que en la lucha del colectivo LGTBI ya está todo conseguido, pues nada más lejos de la realidad, en estos tiempos que corren de retrocesos, de pasos atrás agigantados debido sobre todo al auge de la extrema derecha en nuestro país y en muchos países del mundo. 

Ya tenía esta novela entre ceja y ceja desde hacía tiempo, pero la reseña de Rosa en su blog fue lo que nos animó definitivamente a Mariana, del blog Los libros de Mava y a mí a leerla de forma conjunta para nuestro Club de Lectura Mavamar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella ha disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis. 

Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: 




22 comments:

  1. ¡Hola, Marian!
    Una primera novela muy exitosa que esperemos sea el inicio de otras muchas. Me gustaría leerla y seguro que encuentro referencias muy cercanas tanto por Madrid, como por ese San Blas que conozco y que es como un submundo dentro de la propia ciudad. Si en los ochenta ya era la "bomba" aún quedan resquicios para actualizar cualquier novela o película. La trama en sí es muy interesante y la podemos relacionar con 20.000 especies de abejas. Hoy en día se comienza a entender el fenómeno trans, pero años atrás era totalmente un infierno para los niños que no se encontraban en su cuerpo.
    Estupenda tu reseña.
    Besos y buen comienzo de semana.

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    1. ¡Gracias Miguel!
      me alegra que te apetezca leerla, es una novela muy interesante que refleja a la perfección como habría podido ser la experiencia de cualquier niño o niña trans que naciera en esa época y sí, tiene cosas en común con la peli de 20.000 especies...
      Madrid es el telón de fondo del libro y esos barrios donde el colectivo LGTBI podía mostrarse con mas libertad
      Besos y buena semana para ti también

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  2. ¡Hola, querida Marian!
    Sin duda una novela que nos ha emocionado un montón, la prosa de la autora es exquisita, pura poesía, de las que siempre solemos disfrutar a plenitud.
    Es fascinante como Alana logra mezclar la dureza con la ternura y así obsequiarnos una historia que conmueve y que te lleva a empatizar con la protagonista hasta sentir todas sus alegrías, sus miedos y sus luchas internas.
    Pues sí, otra magnífica ópera prima y otra autora que habrá que seguir muy de cerca
 😉
    También me ha encantado recorrer Madrid, sabes que disfruto mucho de una buena ambientación y que además me fascina tu ciudad 😊
    Como siempre, da gusto leerte 😍 ¡Una reseña maravillosa!
    Un beso fuerte.

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    1. ¡Hola amiga! ¡muchas gracias por tus palabras!
      por algo la autora viene de escribir poesía, es algo que se nota desde el principio, una prosa bonita, pero para nada enrevesada, claro que habrá que seguirla muy de cerca
      Sé que te encanta Madrid y es que Madrid es una ciudad que hechiza, fascina cuando se la conoce y aquí podría decirse que casi es una protagonista mas de la historia
      La hemos disfrutado mucho, así que eso, a por mas lecturas conjuntas para nuestra saca particular!!!
      ¡Mil besos!

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  3. Hola, Marian.
    No son pocas las buenas reseñas que está acumulando este libro y ya se ve por qué. Además siempre está prestado en la biblio.
    Me apetece conocer esta historia por cómo está contada y por el desconocimiento del tema que había entonces. No es que ahora ya esté todo solucionado, mejor no hablar de la torpeza de la ley, que ni siquiera el colectivo está de acuerdo con ella, por cómo está desarrollada, pero también la sociedad sigue teniendo prejuicios con estas personas, no nos engañemos.
    Si ya se pasa mal con cualquier complejo sobre tu cuerpo, no imagino lo que debe ser cuando tu cabeza y lo que sientes está completamente en contra de lo que tienes biológicamenre. Me gustan los padres que le tocaron al personaje, pobrecita, por lo menos ahí tuvo comprensión. Y lo que más me atrae es conocer al grupo de amigas.
    No me lo apunto porque ya lo tenía apuntado.
    Besos
    ¡Súper feliz día del libro!

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    1. ¡Querida Norah!!
      me encanta saber que ya lo tenías entre ceja y ceja, espero que lo leas y tengo ganas de saber tu opinión. Para pillarlo en la bilio igual tienes que hacer una reserva del libro, me encanta saber que siempre está prestado, fíjate que en la mía todavía no llegó, creo que haré una desiderata para pedirlo
      El tema es duro, por todo lo que tú expresas (de acuerdo contigo en todo) pero está tratada con cierto humor y ternura que lo hace mas liviano todo
      Los padres eran de los protectores, hacían lo que podían y las amigas..., pues geniales, lo mejor de la novela, sin duda
      Ya me contarás que te pareció si lo lees.
      Besines y ¡Feliz día del libro para ti también!!

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  4. Lo primero, como ya le dije a mariana en su blog, gracias por mencionarme y lo segundo, gracias por escoger esta novela para vuestra lectura conjunta. Es muy necesaria la lectura de este tipo de historias para que la gente empatice y aprenda a respetar todo tipo de formas de vivir. Como le dices a Mariana en tu comentario es un tema en el que se ha avanzado, pero en el que últimamente estamos volviendo para atrás. Hasta hace unos años manifestarse en contra de la homosexualidad o del transgénero, estaba mal visto y la gente que las tenía se callaba esas opiniones. En los últimos años desde que la extrema derecha dice las bobadas que dice en público, ha hecho que los más retrógrados se envalentonen y se sientan muy modernos por exponer ideas que son en realidad la demostración de su ignorancia y su miedo a lo que no entienden.
    Es una novela preciosa que debería leerse en todos los institutos y puede que hace diez o quince años eso hubiera sido posible, pero hoy en día sería impensable. En efecto, vamos para atrás como el cangrejo.
    Un beso.

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    1. ¡Un placer Rosa!! Gracias a ti por incitarnos con tu reseña a leer por fin esta novela, a la que yo ya había echado el ojo hacía tiempo.
      Vamos para atrás, sí, en este tema y en muchos otros por esa extrema derecha que lleva al retroceso en lo que ya se había avanzado
      Estaría genial que se leyera en institutos, como dices, para ayudar a empatizar con todo lo relacionado con el colectivo LGTBI
      Un beso.

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  5. ¡Hola, Marian! Veo que es una lectura dura, profunda y llena de sentimientos, ya que nos muestra todo lo que puede pasar una persona trans. La ambientación me encanta y no dudaría en leer y disfrutar de este libro. Gracias por la reseña. ¡Besos!

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    1. ¡Hola Marita!
      me alegra que te llame la atención la lectura y espero que la disfrutes tanto como nosotras, porque merece mucho la pena
      ¡Besos!

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  6. Feliz día del libro!!... Aunque ya haya pasado. Para mí todos los días del año lo son. ^^
    Había visto el libro por ahí, pero no sabía de qué iba. Conociendo su trama, la portada es idónea, por el personaje, el tema y sobre todo la época, en la que en algunas cosas estábamos muy atrasados (aunque aún lo seguimos en otras tantas). Un libro muy necesario, ideal para despertar aún más la empatía. No me lo apunto porque ya tengo la tira de pendientes y no me atrae lo suficiente.

    Un beso ;)

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    1. ¡Hola Ray! ¡Muchas gracias!
      también para mi todos los días son días del Libro, as así con todos los que leemos cada día y tenemos siempre uno o dos libros entre ceja y ceja.
      Es un libro muy necesario, sí, pero sé que no es de los tuyos, entiendo que no te resulte muy atractivo y con tantos pendientes...
      ¡Un beso enorme!

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  7. Una lectura dura, pero necesaria aún, que aunque hemos avanzado un poco, aún nos quedan muchos pasos por dar. No sé por qué a tanta gente le cuesta tanto comprender... Y, sobre todo, respetar. En fin, que me la apunto, que estoy segura que la voy a disfrutar.
    Besotes!!!

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    1. ¡Hola Margari!
      Necesaria, sí, muy necesaria. Siempre me hago la misma pregunta que tú, supongo que será cuestión de educación, de ideas, de fanatismos, de mentes cerradas
      Seguro que la disfrutas
      ¡Besotes!!

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  8. Hola, Marian. Vengo de la reseña de Mava. Como le he dicho a ella, este lo tengo más que apuntado. Me llama mucho la atención aunque al principio no sabía lo que podía esperar del libro. Después, con las reseñas que he ido leyendo, me han entrado muchas ganas de leerlo. Besos

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    1. Hola Marisa.
      me alegra que lo tengas apuntado porque la lectura merece mucho la pena. Ahora ya sabes lo que puedes esperar del libro, me encanta que nos hayas leído a las dos, a Mariana y a mi.
      A ver que te parece a ti
      Besos

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  9. No me la apunto porque ya la tenía apuntada, también por la reseña de Rosa. No creo que caiga a corto plazo, pero no quiero dejarla pasar. Lectura necesaria, como comentas, y que creo que voy a disfrutar y que también va a doler.
    La estética de la cubierta me llamaba la atención, así que gracias por hablar de ella en el apartado de curiosidades.
    Besos

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    1. ¡Hola Lorena!
      la cubierta es chulísima, llama mucho la atención y cuando me puse a investigar descubrí esa curiosidad que comento. Creo que la disfrutarías, estoy bastante segura de ello. Me encantará leer tu opinión al respecto
      Besos

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  10. ¡Hola!
    Este queremos leerlo, todo el mundo habla maravillas. Viendo que te ha gustado, más ganas aún.
    Besos

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  11. No la conocía y de la autora desconocía por completo que fuera una mujer trans. Si te digo la verdad tengo cierta confusión y no logro diferenciar, dónde poner frontera, marcar diferencia clara entre un/a homosexual, un/a travestí, un/a trans. ¿Todas las mujeres u hombres trans son homosexuales? ¿Sólo un hombre o mujer que se siente hombre o mujer, pero que se siente atraído por los de su mismo sexo es gay o lesbiana? ¿Un travestido es obligatoriamente gay? ¿Se puede ser travestí, pero seguirse sintiendo atraído por los o las del sexo opuesto? Y así...
    Por esto pienso que esta novela me puede venir muy bien para aclarar las ideas. Sentirse perteneciendo a un género distinto al biológico y sentir la presión social para mantener la concordancia obligada entre ambos debe de ser muy duro. Como dice Miguel 20000 millones de abejas lo expone muy bien. A ver qué tal lo hace Alana S. Portero.
    Muchas gracias por tu reseña
    Besos

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    1. Hola! de tus preguntas creo que tengo claras la mayoría: homosexual es sentirse atraído por el mismo sexo, trans es nacer en un cuerpo de distintito sexo a lo que la persona se siente, como en este caso, un niño con cuerpo de niño pero que se siente niña, y travesti es alguien que simplemente le gusta vestirse con ropa del sexo contrario al suyo
      ¿Todas las mujeres u hombres trans son homosexuales? yo creo que no, para nada, los habrá que sí y que no, porque una cosa es lo que uno se siente, si hombre o mujer independientemente del cuerpo en el que haya nacido, y otra es el sexo que te atrae.
      En fin, en cualquier caso, Juan Carlos, la novela te va a gustar, está muy bien escrita y el tema es muy interesante sobre todo al estar inspirado en la vida de la autora
      ¡Gracias a ti por pasarte!
      Besos

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