No todas las niñas son iguales. Hay unas que tienen el mismo atractivo que una tabla de triplay. A esas, el cerebro de Raymundo ni siquiera las registraba. Había otras que lo atraían porque eran lindas y ya, como un trozo de carne colgado que podría llamar la atención de cualquier perro hambriento. Por moda, a veces las madres visten a sus hijas de putillas, exponiendo pedazos de esa piel infantil a los ojos de cualquiera. Imposible no mirar.
Ese tipo de niñas que atraían su mirada momentáneamente. No era que abundaran, pero había que clasificarlas de alguna manera. Conformaban un grupo especial. Eran las que se convertían en ideas que sobrevolaban en círculos, dentro de su cabeza. Ninguna otra ocupación por importante que pareciera podía distraerlo de niñas así. No eran comunes. Magnéticas. Tréboles de cuatro hojas. Aquellas que poseían la capacidad de transformarse en una fantasía recurrente que no se limitaba a las horas de sueño. Una fantasía de tiempo completo, un delirio
Ese tipo de niñas que atraían su mirada momentáneamente. No era que abundaran, pero había que clasificarlas de alguna manera. Conformaban un grupo especial. Eran las que se convertían en ideas que sobrevolaban en círculos, dentro de su cabeza. Ninguna otra ocupación por importante que pareciera podía distraerlo de niñas así. No eran comunes. Magnéticas. Tréboles de cuatro hojas. Aquellas que poseían la capacidad de transformarse en una fantasía recurrente que no se limitaba a las horas de sueño. Una fantasía de tiempo completo, un delirio
¿Cómo llegué a esta obra? Ni idea. . ., no lo recuerdo, supongo que por alguna crítica remarcando la dureza del argumento, o al descubrir que trata sobre la pedofilia, ya que no había leído nada abordando ese tema, que, aunque horrible y deleznable en la vida real, me resulta atractivo en la ficticia (y entiendo que a la mayoría de los lectores no les ocurra lo mismo).
La trama sin spoiler
Ambientada en Durango (México), como el título indica, la novela trata de eso, de un monstruo pederasta, porque eso son los pederastas, monstruos, personas que sienten atracción sexual hacia niños y niñas, pero en los que la pedofilia va más allá. Como le sucede a nuestro protagonista Raymundo Betancourt, que prepara y acondiciona su zulo para pasar a la acción, para convertirse en pederasta. Primero observa de cerca y en la distancia a sus potenciales víctimas, cuándo van al parque con sus madres, en las puertas de los colegios, en las clases de natación, las espía hasta saberse de memoria sus movimientos cotidianos.
Ella, que poseía un cuerpo diseñado para erizarle el deseo y plagar sus fantasías día y noche. Raymundo la miró emerger esbelta del agua con más agilidad que la de cualquier otro niño, apoyándose en la orilla con sus brazos de músculos apenas esbozado.
Y pasa a la acción, secuestrando a Cinthia, aunque según avanzamos en la lectura sabremos que previamente también tuvo retenida, violó y mató a Normita, aunque eso fue algo que en principio no entraba en sus planes. Esta vez espera que todo le salga bien, ya que cuenta con la ayuda de una mujer enana enamorada (con acondroplasia) que se deja utilizar, Aimeé, que vive con ellos y le echa una mano con la niña. Está obsesionada con Raymundo y al principio vive totalmente engañada, él le cuenta que tiene a la niña en el sótano para salvarla del maltrato que sufre en su casa y ella se lo cree, o quiere creerlo, aunque evidentemente según pasa el tiempo, se va dando cuenta de todo. Aimeé prefiere hacer oídos sordos, hacer como que no quiere ver, porque es muy fuerte lo que acaba de descubrir y porque es la postura más cómoda, menos complicada. Pero resulta que al final Aimeé puede que tenga sentimientos y sea capaz de sentir empatía, aunque quizás el amor que siente hacia Raymundo, sea más fuerte que la culpa. ¿o no?
¿Que si percibí señales de alerta? Me insisten tanto con eso. Bueno, sí vi algunas cosas, pero no supe lo que significaban. No las interpreté porque entonces no tenía toda la información que tengo ahora. Es como tratar de armar un rompecabezas de miles de piezas sin la caja para guiarte. Tardas mucho en darte cuenta de lo que es. Y yo no estaba analizando cada detalle como si fuera un detective. Yo estaba enamorada y viviendo la vida que siempre quise.
Los puntos fuertes de la novela
El porqué del título
“Yo era un monstruo pentápodo, pero te quería”.
Según la propia Liliana Blum comenta en una entrevista, la elección de ese título no es algo gratuito: “Es un guiño para quien ha leído Lolita. Cuando leí esa frase me quedé horrorizada porque la idea de un monstruo pentápodo... bueno, los humanos tienen cuatro extremidades y la otra... Es una imagen muy fuerte y, además, es una relación ilegal y de abuso”.
Dos narradores, tres protagonistas
Hay dos narradores, uno que es omnisciente, Raymundo, que nos lo cuenta todo desde su punto de vista y también está Aimeé, una enana que se siente rechazada y discriminada por el mundo, y nos lo cuenta a base de cartas que le escribe al pedófilo en primera persona, desde la cárcel.
Yo había pasado sola toda mi vida, rechazada por el mundo; de pronto encontré el amor en ti, nos mudamos juntos, todo era felicidad, luna de miel. Pero apareció esa chiquilla que te tenía hipnotizado. ¿Por qué iba a desconfiar de ti si habías sido tan bueno conmigo?
Y tres protagonistas, ellos dos, y también Cinthia, una niña de seis años que ha sido separada de sus padres y está retenida en el sótano de una casa, sometida a abusos sexuales cuando a su raptor se le antoja, aunque tampoco entienda que es exactamente lo que están haciendo con ella.
Pedofilia, pederastia, temas que aterran
Soy consciente de que este tema echará para atrás a la mayoría de lectores, normal, es una cuestión que repele, que da asco. Acabada la lectura te haces las eternas preguntas de siempre ¿Acaso los pedófilos son pedófilos por gusto? ¿Un pedófilo nace o se hace? Porque claro, te dices que, si se “nace” así, quizás eso le reste algo de culpabilidad al pedófilo, porque para ponerle remedio a su posible “enfermedad” y no llegar a convertirse en pederasta, el individuo en cuestión debe ser capaz de reconocer que tiene un problema para poder buscar ayuda. Pero si “se hace”, pues llegamos a la conclusión de que la pederastia podría ser reconocida precozmente y evitada de alguna forma ¿Alguien conoce las respuestas? ¿Hay respuestas válidas?
Tú estás pensando en ese 5% que llega a hacerles daño a los niños, el otro 95% nunca llega a vivir sus fantasías. Piensa en su sufrimiento. La sexualidad es la fuerza más poderosa en los seres humanos. Nacer con una sexualidad prohibida debe ser terriblemente doloroso. El pedófilo que se las arregla para ir por la vida con la vergüenza de su deseo y sin actuar sobre él se merece una maldita medalla.
Pero os cuento que “El monstruo pentápodo” no es un libro plagado de descripciones explícitas ni truculentas; al contrario, la autora es capaz de dosificar inteligentemente las escenas más complicadas, las suaviza bastante, para que no produzcan excesiva repulsión. Aún así, la trama en conjunto aterra, no puede ser de otra forma.
Siempre que él, o cualquiera de los dos, se acercaba a ella, el terror le anestesiaba los sentidos y su mente se evadía viajando a cualquier otra parte: a casa, con mamá; a la escuela, con su maestra. Si estaba en otro lugar no podía sentir los golpes o los besos, los gritos, ese dedo que la partía en dos. O si la obligaba a chupar esa parte horrorosa que Cinthia no sabía ni cómo nombrar. No es que no se diera cuenta de lo que sucedía, sino que era capaz de verlo a distancia como si ella se asomara a ese lugar desde alguna esquina invisible.
Una prosa bonita, una autora valiente
La prosa de Liliana Blum (Durango, México, 1974) es bonita, ágil, pulcra, escribe bien y hay que reconocer que es valiente, porque hay que ser valiente y no tener pelos en la lengua para escribir algo así, tan directo al corazón, tan desgarrador. Pero lo que resaltaría sobre todo de esta autora es la capacidad que demuestra de meterse en la oscura mente del monstruo, de un pedófilo, de un psicópata, en su psique, imaginar como reprime, como piensa, como actúa cuando decide dejar de reprimirse, para nada tarea fácil, ni siquiera en la ficción. Escalofriante. . . Y tampoco debe de ser fácil meterse en la piel de esa chiquilla que sufre y que no entiende nada.
No le gustaban demasiado jóvenes: aún eran cabezonas y de extremidades gruesas y suaves, como si no terminaran de superar la etapa de bebés. Larvas. No estaban listas todavía. Tampoco le apetecían las entradas en la pubertad. Les empezaba a cambiar el contorno del cuerpo y no existía nada más repugnante que esos pezones con forma de cono que se levantaban debajo de sus blusas. Su tipo eran las niñas delgadas, atléticas, de facciones finas, ni muy blancas ni muy morenas. Las prefería en el rango de los cinco a los nueve años: niñas auténticas, no bebés grandes ni mujercitas en proceso.
Resumiendo: "“El monstruo pentápodo” es una historia cruda y desgarradora, una lectura que incomoda, que no deja indiferente, que quizás no todo el mundo sea capaz de leer, con un personaje odioso que podría ser tu ejemplar y adorable vecino, el mío, el de cualquiera, un lobo con piel de cordero. Pero una historia necesaria, a pesar de todo.
¿Porqué había hecho eso? ¿En qué se había convertido? Hay preguntas incómodas que no nos atrevemos a hacernos porque intuimos que la respuesta no nos gustará.
Me ha gustado y la recomiendo, pero con reservas, por supuesto, no a todo el mundo. Mi nota es la máxima:
Tienes toda la razón, las escritoras sudamericanas están que se salen. Tocan temas escabrosos con toda naturalidad y se enfrentan a ellos, como es el caso. Lo voy a tener muy en cuenta aunque el tema de la pederastia me da mucho yuyu. No me acordaba de la cita de Nabokov, por cierto.
ResponderEliminarUn beso enorme y gracias por la reseña.
¡Hola Rocío! entiendo que te de yuyo el tema, aunque fíjate que pienso que aunque incomode, es una novela que debería ser leída por todo el mundo
EliminarCierto, están que se salen las autoras sudamericanas, por lo que dices y además porque tienen una forma especial de escribir, muy bonita, da gusto leerlas.
Un beso enorme para ti también
Que es una escritora valiente, como señalas, no cabe ninguna duda, alguien capaz de sumergirse en la escritura de un libro así... no puede salir indemne del desafío psicológico.
ResponderEliminarNo sé si existirá un momento en el que yo lea tremenda historia, no lo veo, ahora soy padre de dos niñas, 5 y 10 años, imagínate...
No,no tengo necesidad ahora de meterme en la mente de ese tipo, el cuerpo no me pide estos duelos mentales, sí otros.
Dicho esto, todo el respeto y mi admiración por ti, Marian. Este libro ha sido escrito para que alguien lo lea, desde luego, y ha encontrado en ti a la lectora que necesita.
Leerte siempre es valioso.
Un beso.
¡Hola Paco!
Eliminarlo entiendo perfectamente, claro, que no tengas necesidad y más teniendo dos hijas pequeñas. Yo no tengo hijos, igual si los tuviera me resultaría más difícil.
La verdad es que sí necesito libros que me consigan despertar emociones, que me remuevan, que me transmitan, me cuesta engancharme y un libro así engancha desde la primera página. Independientemente del argumento, esta autora escribe genial, da gusto leerla y eso es importantísimo.
Nos es valioso para ambos leernos, Paco, ya lo sabes
Un beso
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarDebe ser un libro bastante incomodo pero que describe una realidad que no podemos ocultar. Y quizás la literatura sea el modelo más adecuado ya que, por ejemplo, una historia tan bestial en el cine podría herir demasiado nuestra sensibilidad. No sé si detrás de estos comportamientos humanos está la maldad o la enfermedad/perversión sexual. Pero creo que es un campo a seguir explorando por sociólogos y psiquiatras para detectar posibles alteraciones de la conducta antes de que no haya remedio. Por otro lado, la prosa hispanoamericana es muy especial. Su eso del lenguaje tanto escrito como de manera oral es ejemplar.
Besos y buen día.
¡Hola Miguel!
Eliminartú lo explicas genial, es incómodo porque cuenta una realidad dura que existe, por desgracia. También desconozco si hay detrás de ello pura maldad, perversión o enfermedad mental y creo que no hay demasiado consenso todavía, como dices, las personas encargadas de ello tendrán que seguir investigando.
Sí, una prosa muy especial la que proviene de las autoras latinoamericanas
Besos y buen día para ti también
¡Hola!
ResponderEliminarPues hay dos temas muy potentes, el de la pederastia y el de esas mujeres que sienten atracción por hombres criminales y les escriben a la cárcel y se hacen absolutas fans. No entiendo qué se les pasa por la cabeza, por mal que te haya tratado la vida.
Creo que sabes que no voy a pasar por esta lectura. Aunque la autora haya sido delicada y no busque ensañarse con el lector a base de detalles, el tema en si me produce muchas emociones negativas. No solo impotencia y rabia contra esos monstruos a los que les daría yo un castigo al estilo vikingo sino también mucha tristeza.
Las autoras sudamericanas es que tienen una forma muy especial de contar las cosas, no me extraña que le estés cogiendo el gusto.
Besines
¡Hola Norah!
EliminarNo, no es así, no es que la mujer sea una fan que le escribe a la carcel, es la propia Aimee que le escribe cartas y al mismo tiempo nos lo cuenta todo bajo su punto de vista. Ella es una mujer cegada por el amor, que al principio no quiere ver lo que tiene delante, aunque poco a poco no tiene más remedio que verlo, porque es muy evidente. Aún así, le cuesta, porque por eso se dice que el amor es ciego.
De todas formas, aunque aquí no sea el caso, yo tampoco entiendo lo de la moda de las fans que escriben a asesinos, a monstruos a la cárcel, es tremendo, teniendo en cuenta que yo, a esos individuos los cogería y los colgaría ya sabes de donde...
Sí, jeje, ya sabía que este no era para ti (tampoco para otros muchos lectores, es algo que comprendo perfectamente)
Besines
¡Hola, Marian!
ResponderEliminar¡Qué fuerte esto! No tengo hijos, pero no sé si podría sacarme de la mente la imagen de Raymundo Bentancourt...
Sin duda estamos frente a una escritora dura, la verdad que no la conocía, pues nuevamente las autoras latinoamericanas no se lo piensan dos veces antes de abordar temas tan perturbadores.
Me lo voy a pensar, Marian, la verdad es que me agarras fuera de base y no sé si quiero leer a este monstruo pentápodo :(
Me encanta leerte y descubrir títulos y autores que vale la pena conocer de todas todas ;)
Un gran y fuerte abrazo y feliz semana.
¡Querida Mariana!
Eliminarentiendo que esta novela no apetezca a todos ni siempre, es un tema espinoso y perturbador como dices. Fíjate que en la vida real no puedo con este tema, me hace daño escuchar noticias de ese estilo, pero en la ficción no tengo ningún problema, creo que en la ficción puedo leer cualquier tema excepto aquellos en los que haya maltrato animal, ahí sí que no puedo ni siquiera en argumentos ficticios. ¿Porqué esto es así? Ni idea..., (quizás tenga que ver con ser veterinaria y haber vivido el problema muy de cerca y haberlo sufrido). Gracias por tus comentarios tan especiales siempre
Un abrazo superfuerte y feliz semana para ti también
Hola Marian!
ResponderEliminarMe apunto el libro, sin duda será duro, pero también creo que es interesante leer sobre estos temas.
La verdad es que no lo conocía, pero gracias por descubrirlo.
Yo también siento atracción por la literatura de escritoras latinoamericanas. Las he descubierto hace poco y estoy enganchada a cómo escriben y también los temas que tratan, duros e incómodos, pero muy sociales, al final son cosas que pasan a diario en el mundo.
Muy buena reseña, como siempre!
Un besito!!
¡Hola María!
Eliminarpues ya somos dos las enganchadas a la literatura de escritoras latinoamericanas. Quizás sea por eso, sí, porque tratan temas incómodos, son muy valientes y lo hacen además con una prosa pulcra y unas formas maravillosas
¡Un besito!
Qué dureza de libro se percibe en tu reseña. El tema es duro per se, pero por lo que cuentas, aquí lo es especialmente.
ResponderEliminarEse tema de si el pedófilo nace o se hace es interesante. ¿Y si la pedofilia fuera una enfermedad de la que el pedófilo es tan víctima como sus víctimas? ¿Tiene tratamiento o es imposible de combatir? ¿Qué hacer en este caso con el pedófilo? Cierto que la mayoría no pasan al nivel de pederastas, ¿pero cómo averiguar quién sí y quién no? Es escalofriante plantearse las respuestas.
Por supuesto, ya está en mi lista y pasará por delante de muchos.
Un beso.
¡Hola Rosa!
Eliminarle libro es duro por el tema, sí, aunque no abundan las descripciones explícitas ni truculentas, como cuento en la reseña.
Uffff a todas esas preguntas que planteas..., ¿tiene alguien contestación? complicado, muy complicado
Pues si te animas ya me contarás
Un beso
¡Hola, Marian! No cabe duda que la autora es muy valiente, para tocar un tema tan delicado como este. Reconozco que me da un poco de miedo leer este libro, pero aun así, me mata la curiosidad de conocer màs de esta historia. Muchas gracias por la reseña. ¡Besos!
ResponderEliminar¡Hola Marita!
Eliminardesde luego que las autoras sudamericanas estás destacando por la valentía, porque hablan sobre temas peliagudos, nada fáciles de abordar, por eso entiendo que te de miedo. A mi, en la ficción no me da miedo leer argumentos violentos, sangrientos por duros que sean, pero en cambio me duelen temas como maltrato a los animales, cada cual tiene sus temas prohibidos, a cada uno en la ficción hay temas que nos hacen más daño que otros.
Besos
Wow ya el titulo dispara todas las alarmas lectoras y te hace frenar de golpe.
ResponderEliminarPara ahi y anota....
Gracias por la reseña que pone en visibilidad un tema tan serio.
Saludosbuhos y gracias!!!
¡Hoooola!
Eliminar¿sí, verdad? ya solo el título es una atracción fatal. el tema es sero, duro, a ver si lo disfrutas
Besos
A mí los temas duros me atraen en la literatura por intentar entender más sobre ellos, algo que nunca se consigue del todo. No me gusta cuando se utilizan para crear morbo ni tampoco para caer en el victimismo, pero sí cuando se hace para profundizar en el tema y te lleva a hacerte preguntas como las que tú te has hecho con esta novela.
ResponderEliminarMe parece algo muy complejo meterse en la mente de un pedófilo. Me parece también sumamente interesante el personaje de Aimeé. Y creo que hay una cantera actual de escritoras hispanas buenísimas, así que esta bien que te dejes atrapar por ellas.
Besos
Pues te pasa como a mi, Lorena, que los temas duros en literartura te atraen y no te dan miedo. Esta obra, como dices te lleva a hacerte preguntas, unas cuantas, aunque sepas que no tienes contestación para ellas.
EliminarEs lo mejor de la historia, ver como esta autora se ha metido en la mente del pedófilo, es increíble
Y sí... estoy irremediablemente atrapada por ellas...
Besos
¡Hola, Marian! Pues justo ha sido leer la sinopsis del libro y acordarme de Lolita (un libro que empecé, pero no acabé y tengo que ponerle remedio). Te confieso que he leído tu reseña con un nudo en el estómago porque el tema de la pederastia me pone mala. Este verano me he leído un ensayo de criminología y cuando llegué al capítulo de la pederastia y la pedofilia me puse fatal. A pesar de la dureza del tema, encuentro que este libro es fascinante y estoy considerarlo en leerlo. Dices que no es un libro explícito y eso le da un plus, porque si fuera muy gráfico no sé si me animaría a darle una oportunidad.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reseña, de verdad.
¡Un beso!
¡Gracias Laura! me alegra que te haya gustado la reseña. A mi es un tema que también me pone mala, pero solo en la vida real, no en la ficción, vete a saber porqué... (a veces ni yo me comprendo). No, no es un libro explícito, al menos no demasiado, creo que no se recrea en descripciones de escenas desagradables, pero los personajes son fascinantes
EliminarSi al final te animas, pues ya me contarás
Un beso!
Duro, me recuerda mucho a un libro que leí no hace mucho y que también tenía que ver algo con estos temas "Despiértame cuando acabe septiembre", te lo recomiendo.
ResponderEliminar¡Hola! he oído hablar de ese libro que me recomiendas, igual me animo a leerlo, muchas gracias por la recomendación
EliminarPues precisamente por el tema y por lo bien que trata la psicología del personaje, me llama la atención. Aún así, miraré más reseñas primero, puesto que las novelas de personajes me cuestan.
ResponderEliminarPues no sé si será para mi porque a lo mejor es demasiado intensa, pero gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos
Ya tengo en el punto de mira los libros de alguna que otra autora sudamericana, casualmente también de tramas así perturbadoras. Este que traes en principio lo dejo pasar, no es un tema que me llame especialmente. Me alegro de que al final el libro, pese a incomodar, estuviera a la altura de las expectativas.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola Ray!
Eliminarlas tramas de las escritoras sudamericanas suelen ser perturbadoras e inquietantes, por eso me gustan tanto. Pues me quedo a la espera de tus reseñas con curiosidad y ganas de saber de que autoras y de que libros se trata
Hola, Marian. El libro es durito pero por lo que nos cuentas es un buen trabajo. No sabía de él y aunque ahora voy agobiada por todo lo que tengo que terminar no me importaría leerlo cuando esté más fuerte anímicamente yo.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
¡Hola!
Eliminarel tema es duro, pero está tratado con sutilidad y muy bien narrado, aunque supongo que mejor enfrentarlo cuando el estado anímico lo permita
Besos
la reseñaes muy buena
ResponderEliminary si
bien leo nada de libros o novelas
leo la vida y lo que me pasa mientras te dejo un saludo desde el silencio del mar en Miami