"Con él, fundar una familia sería dar comienzo a un Proyecto cuya finalidad última los trascendía como individuos porque apuntaba al progreso social.
–Lo más importante, lo más definitivo, es aportar seres al mundo.
–¿Te refieres a tener hijos?
–Por supuesto, Laurita. Piensa que si no los tuviéramos, incluso estando casados y con todos los papeles en regla, no seríamos una familia, solo seríamos una pareja, dos personas sin vínculos de sangre, estériles e inútiles.
Para fundar una familia hace falta que nazca un hijo. Y cuantos más hijos haya, más vínculos de sangre, más familia. Dibujaremos un mapa que muestre claramente quiénes somos, dónde estamos y a qué aspiramos. Un mapa familiar. Cuando estemos desorientados, bastará con mirarlo para encarrilarnos de nuevo. Nunca nos perderemos".
–Lo más importante, lo más definitivo, es aportar seres al mundo.
–¿Te refieres a tener hijos?
–Por supuesto, Laurita. Piensa que si no los tuviéramos, incluso estando casados y con todos los papeles en regla, no seríamos una familia, solo seríamos una pareja, dos personas sin vínculos de sangre, estériles e inútiles.
Para fundar una familia hace falta que nazca un hijo. Y cuantos más hijos haya, más vínculos de sangre, más familia. Dibujaremos un mapa que muestre claramente quiénes somos, dónde estamos y a qué aspiramos. Un mapa familiar. Cuando estemos desorientados, bastará con mirarlo para encarrilarnos de nuevo. Nunca nos perderemos".
“La familia” no es una historia al uso, ni siquiera puede que sea una historia, en realidad tampoco tengo muy claro qué es lo que he leído. . . Lo único que tengo claro es que en "La familia" se habla de eso, de una familia, eso sí, bastante atípica y disfuncional. Aunque tal vez pensándolo bien, no sea tan fuera de lo común como pueda parecer, seguramente existan muchas así, más de las que nos podamos imaginar.
Aquí no hay un comienzo, ni un final, ni siquiera un argumento. Hay personajes, capítulos dedicados a los miembros de esta misma familia, pinceladas de cada uno, contando sus vivencias a destiempo, con saltos continuos que al principio descolocan, pero a los que luego te acostumbras. Tan pronto se nos está contando algo del pasado, como que inmediatamente después se nos lleva a la vida presente, al futuro. Tan pronto se nos habla de uno de los hijos, como que al momento pasa a hablarnos de otro hijo, o del Padre, o de la Madre, o de la Vecina. Se podría decir que la mayoría de los capítulos son un esbozo de una vida, de una forma de ser y de comportarse, de una personalidad. Una parte del retrato individual que después tendremos que ir juntando en nuestra cabeza para completarlo, y poder entender al final de todo, cuál es el papel que juega cada miembro.
Los personajes resultan incómodos, inadaptados. Padre es el protagonista estrella de la novela, porque es el que lleva la batuta autoproclamándose el educador moral de los suyos. Un tipo curioso, obsesionado con tener una familia modelo, de “las de verdad”, con esposa y muchos hijos, cuantos más mejor. Estrictamente recto, no religioso, reniega de la Iglesia, pero es fiel seguidor y admirador de la obra de Gandhi, severamente autoritario, tiene su particular forma de ver la vida y eso es lo único que permite y le vale. Madre, es la típica esposa sumisa, influenciable adoradora del pater de familia, que no tiene mucho que decir ni que decidir en ese patriarcado en el que vive.
Con esta novela me ha pasado algo que no es la primera vez que me pasa: la termino con un ligero regusto amargo, porque como ya os he comentado no existe un final nítido, bien dibujado, es simplemente dejar de narrar, parar en un punto y ya… Pero tras darle y darle muchas vueltas, llego a la conclusión de que la he disfrutado más de lo que creí recién acabada la lectura, creo que la obra tiene mucho más valor de lo que en un principio le he otorgado en mi cabeza, y hoy, después de dos días pensando en ello, considero que “La familia” es una novela muy original, escrita de una forma muy peculiar y para nada fácil, un producto final que solo una grande, solo Sara Mesa podría haber creado.
Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente:
Aquí no hay un comienzo, ni un final, ni siquiera un argumento. Hay personajes, capítulos dedicados a los miembros de esta misma familia, pinceladas de cada uno, contando sus vivencias a destiempo, con saltos continuos que al principio descolocan, pero a los que luego te acostumbras. Tan pronto se nos está contando algo del pasado, como que inmediatamente después se nos lleva a la vida presente, al futuro. Tan pronto se nos habla de uno de los hijos, como que al momento pasa a hablarnos de otro hijo, o del Padre, o de la Madre, o de la Vecina. Se podría decir que la mayoría de los capítulos son un esbozo de una vida, de una forma de ser y de comportarse, de una personalidad. Una parte del retrato individual que después tendremos que ir juntando en nuestra cabeza para completarlo, y poder entender al final de todo, cuál es el papel que juega cada miembro.
Componen la familia, el Padre, la Madre (Damián y Laura) y sus tres retoños: Damián-hijo, el mayor, el mas influenciable, el gordito estudioso que odia estudiar, pero que le encanta leer cómics, aunque no le dejan. Rosa, la cleptómana, siempre enfurruñada, cabezota, hostil, la rebelde que solo pedía que la dejaran en paz. Aquilino, el pequeño, el gracioso, el más listo y voluntarioso e independiente, el encantador. Y Martina, sobrina y prima adoptada por sus tíos cuando muere su madre, que intenta en vano integrarse como puede, como le dejan, lista y cautelosa, con las paletas separadas y el pelillo de rata, graciosa y más bien fea. También el hermano de Madre, el tío Oscar, la vergüenza de la familia, siempre gritando, diciendo tacos, contando chistes guarros, provocando e incitando constantemente al conflicto y a la rebelión.
Martina seguía sin entender algunas cuestiones de su nueva familia. ¿Por qué los dormitorios se habían convertido, de un día para otro, en lugares prohibidos? ¿Era un castigo por algo que ella había hecho sin darse cuenta? ¿Por lo del cuaderno y el candado? Pero había más preguntas. Si Padre era un abogado tan importante, con tanto trabajo como decía tener, ¿cómo es que no iba a la oficina por las tardes? ¿Por qué no tenían televisor, como todo el mundo? ¿Por qué no podían salir a jugar a la calle con los demás niños? Martina intentaba contagiarse de ese espíritu colectivo, pero no le salía. Miraba todo desde un ladito –desde el ladito oscuro– y le bullían las tripas por un motivo que nada tenía que ver con el hambre, aunque, en cierto modo, se le parecía.
El conjunto es un clan, una tribu regida por la rectitud y la obediencia, una familia un tanto anómala que hace lo posible y lo imposible por mantenerse unidos, pasar tiempo juntos pero de forma forzada. Todo resulta forzado en esa casa, porque Padre impone sus estrictas ideas, su estricto modo de ver el mundo, de educar, sin televisión, sin coche, una casa sin secretos, donde hay que medir cada palabra, nada de gritos, de blasfemias, de insultos, opresión en el ambiente. . . opresión constante. A los niños no se les permite jugar en la calle con los demás niños, y eso de poder hablar con franqueza, al final es solo teoría, ya que en la práctica, si alguien expresa su opinión sobre algo, Padre le quita en seguida la idea de la cabeza con sus argumentos dictatoriales. Todos guardan secretos, mentiras, en definitiva todos fingen porque nadie puede hacer lo que de verdad le gusta. Todo viene impuesto.
Una cosa es el deseo de mantener a salvo la intimidad, lo que es muy comprensible, y otra es que nos andemos con secretos. Los secretos nunca son buenos. Al revés, son nocivos, se usan para tapar asuntos feos. ¿Por qué si no son secretos? Es mejor no tener nada que ocultar, ir con la cabeza bien alta y no esconderse.
Los personajes resultan incómodos, inadaptados. Padre es el protagonista estrella de la novela, porque es el que lleva la batuta autoproclamándose el educador moral de los suyos. Un tipo curioso, obsesionado con tener una familia modelo, de “las de verdad”, con esposa y muchos hijos, cuantos más mejor. Estrictamente recto, no religioso, reniega de la Iglesia, pero es fiel seguidor y admirador de la obra de Gandhi, severamente autoritario, tiene su particular forma de ver la vida y eso es lo único que permite y le vale. Madre, es la típica esposa sumisa, influenciable adoradora del pater de familia, que no tiene mucho que decir ni que decidir en ese patriarcado en el que vive.
Con esta novela me ha pasado algo que no es la primera vez que me pasa: la termino con un ligero regusto amargo, porque como ya os he comentado no existe un final nítido, bien dibujado, es simplemente dejar de narrar, parar en un punto y ya… Pero tras darle y darle muchas vueltas, llego a la conclusión de que la he disfrutado más de lo que creí recién acabada la lectura, creo que la obra tiene mucho más valor de lo que en un principio le he otorgado en mi cabeza, y hoy, después de dos días pensando en ello, considero que “La familia” es una novela muy original, escrita de una forma muy peculiar y para nada fácil, un producto final que solo una grande, solo Sara Mesa podría haber creado.
Resumiendo: "La familia" es como una pequeña rendija entreabierta a un mundo interior que, visto desde fuera puede parecer modélico, ideal, feliz, completo, pero no, porque como suele decirse, en todas las familias cuecen habas y los trapos sucios se lavan en casa. Un retrato de la influencia que puede tener el exceso de autoridad en la vida y forma de pensar de los hijos, o de los miembros de cualquier sociedad, que perdura incluso en la edad adulta.
¿Os la recomiendo? Sí, por supuesto, pero os diría quizás que, si no habéis degustado todavía a Sara Mesa empezarais por otra de sus novelas, mis preferidas son y siguen siendo “Cara de pan” y “Un amor” (contando también con "Cicatriz"), aunque si tuviera que decantarme solo por una, me quedo claramente con “Un amor” . Pero si ya la habéis disfrutado en alguna ocasión, si ya la conocéis, os invito a adentraros, inmiscuiros en esta “Familia” con la mente abierta, sin expectativas determinadas y que una vez acabada, la dejéis reposar en vuestra cabeza un tiempo, que no os apresuréis en vuestra crítica, que no os dejéis llevar por la inmediatez de lo percibido.
No puede ser que cada uno vaya a lo suyo, sin convivir y sin comunicarnos. ¡No olvidéis que somos una familia!
Hola, Marian. No me gustan estos experimentos. Entiendo que los autores tienen sus inquietudes y de vez en cuando les guste romper sus propios moldes y hacer lo que les salga de la pluma sin más. Pero luego siempre quedan cosas raras. Supongo que como está tan buen escrito y los personajes son tan buenos, a uno al final le queda la sensación de que ha leído un buen libro. Pero no, en realidad también en cierto modo lamentas lo que pudo ser y no fue, lo bien que le hubiera quedado a esto una historia. Tampoco digo que me cierre en banda pero como todavía me quedan otros libros que leer de la autora, prefiero ir a lo seguro y primero caerán Cara de pan y Cicatriz.
ResponderEliminarEl modelo familiar me ha recordado un poco a Las vírgenes suicidas.
Besines
¡Hola Norah!
EliminarNo te cierres en banda, hazme caso, después de Cicatriz y Cara de pan que son las que te faltan, yo sí le daría oportunidad a esta, que es distinta, sí, pero es buena novela. Ya sabes que yo adoro las cosas raras en literatura, es algo que si el producto final merece la pena, valoro mucho, porque creo que hay que echarle un par para ello. En este caso el producto final sí merece la pena, por los personajes, por como escribe Sara Mesa, por el mundo en el que te deja adentrarte.
No he leído Las vírgenes suicidas, aunque hubo un tiempo que lo tuve en mente.
Besines
Soy fiel creyente de que se necesita un poco de tiempo para digerir ciertas lecturas, y definitivamente “La familia” es una de esas.
ResponderEliminar¡Wow, y cómo la asimilaste!…
Concuerdo totalmente con la interpretación que le has dado a esta peculiar novela de Sara Mesa.
En esta obra la autora le ha otorgado voz a cada miembro familiar de esa tierna foto que se suele exhibir en casa bien enmarcada, y ¡ay!, lo que ha salido a la luz…
“La familia” me ha gustado, pero, al igual que tú, me quedo, por ahora, con “Un amor”
Como siempre, un placer leerte ;)
Un abrazo.
¡Holaaaa!!
Eliminartú y yo coincidimos muy a menudo en nuestras críticas literarias, eso me encanta (aunque cuando no coincidamos también me encantará intercambiar opiniones, es siempre enriquecedor)
Ambas nos quedamos con Un amor, pero claro, superar esa novela a la autora le va a resultar complicado
Como siempre, un placer tenerte por aquí y leer tus cariñosos comentarios
Otro abrazo para ti!!
Leyéndote opino un poco como Norah. No me suelen gustar este tipo de libros con tantas vueltas. De todas formas me gustaría leer algo de esta autora para opinar sobre su manera de escribir. Besos
ResponderEliminar¡Hola Rocío!
Eliminarclaro que no puedes perderte a esta autora, cualquiera de sus novelas sería una buena opción para descubrir su prosa, incluso esta que es muy original y seguro que también la disfrutarías
Besos
Tengo muchas ganas de leer La familia. He oído hablar muy bien de esta novela. El otro día en una entrevista Miguel Angel Oeste la ponía por las nubes.
ResponderEliminarA mí me atrae esa forma de narrar, como deslavazada y ya sabes que la familia es uno de mis temas favoritos.
De Sara Mesa solo he leído Un amor, aunque tengo comprada Cara de pan y apuntadas unas cuantas. Creo que es una autora que llegará lejos. Como Miguel Angel Oeste, por otra parte.
Un beso.
Seguro que sí, seguro que llega lejos Sara mesa, es una de las grandes.
EliminarFíjate que tengo ya la novela de Oestes en mente, "Vengo de ese miedo", no creo que tarde en leerla, habla también de su padre y su familia, creo que es muy dura.
La familia te va a gustar. mucho, seguro
Un beso.
La he terminado esta tarde. Aún tengo que dejarla reposar y aún tardará más en aparecer por mi blog, pues llevo bastante retraso entre fin de lecturas y publicación de las correspondientes reseñas.
ResponderEliminarA mí no me ha confundido esa mezcla de diferentes situaciones temporales, me he ubicado desde el principio. Sí coincido contigo en que he estado esperando durante toda la lectura que algo llegara a explosionar, que todo lo que nos iba contando la autora llegara a alguna parte, pero, sin embargo, no me he quedado con un regusto amargo al llegar al final (que, además, me ha parecido un buen final). También es verdad que, supongo que por esa disparidad de tiempos y personajes, esta novela es diferente a otras de la autora (todas, si lo pienso bien, lo son). Aun así, he reconocido en ella a la Sara Mesa de algunos de sus otros libros, especialmente en el personaje de la Rosa adulta y en uno de los últimos capítulos protagonizado por la Martina también adulta. Me han parecido personajes muy en la línea de la protagonista de Un amor y de Cicatriz, un tipo de personajes con los que creo, además, que la autora brilla especialmente. En realidad, todos los personajes de esta novela me han parecido magníficos cada uno en su papel.
También creo que Un amor es su mejor novela.
Besos
¡Hola Lorena! ya me comentaste que andabas leyéndola, hemos tenido una especie de telepatía literaria ¿verdad?, ambas esperábamos con ansia esta nueva novela de la autora, de una autora que a ambas nos gusta mucho.
EliminarA mi me confundió un poco al principio, pero luego enseguida la pillas y esa mezcla de diferentes situaciones temporales, aporta a la novela una peculiaridad especial.
Sí, yo debo reconocer que sentí cierto regusto amargo, porque esperaba que ocurriera algo importante en ese final, pero luego ya reposada, pues me pareció otra peculiaridad a añadir de esta novela y en conjunto una maravilla de lectura.
Curioso lo que cuentas de los personajes y esas conexiones con otros de sus otras novelas. Esta mujer es única construyendo personajes interesantes, brillantes.
Me quedo esperando tu reseña de La familia, tengo muchas ganas de leerla
Besos
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarNi más ni menos que la familia...ese grupo casi inescrutable y lleno de seres extraños jejejej. Ese típico padre de familia, no tan típico por el tema de la no religiosidad, puede marcar vidas y deshacer familias. Menos mal que el cerebro tiende a olvidar. Respecto a la autora me deja dudas en ese parar de narrar. Sé que es algo que muchos escritores o guionistas hacen pero a mí no me convence. Prefiero un final concluyente o incluso abierto pero no uno tan desabrido.
Un beso y feliz domingo.
¡Hola Miguel!
Eliminarel tema de la familia da mucho juego en la literatura, ya que es un tema que interesa a todo el mundo. Llama la atención, sí, que el padre no sea religioso, ya que los padres autoritarios, severamente estrictos suelen serlo.
Respecto al final..., pues sí, la verdad es que es un final raro, a mi, cien por cien tampoco me convence, pero en conjunto al novela es muy buena, no dejes de leerla solo por eso
Un beso y feliz domingo para ti también
Tal y como tengo la cabeza, ahora mismo no me atrevo con esta lectura porque sé que terminará dejándola a un lado. Pero tengo de la autora Un amor esperando en la estantería así que no tardaré en estrenarme con ella. Y quizás más adelante sí que me atreva con esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
A ver que te parece Un amor..., es una buena manera de descubrir a la autora
EliminarBesotes!!
Sara Mesa es una de las escritoras actuales que más me gusta. precisamente esas dos novelas que destacas entre tus favoritas, "Cara de pan" y "Un amor" lo son mías también. Leeré esta con total seguridad. Me estoy aficionando ahora a leer en préstamo digital por e-biblio y creo que esperaré a que esté disponible en este formato. No sé si ya lo está.
ResponderEliminarEsa sensación que describes en tu reseña sobre que al finalizar una lectura que pensabas que te había gustado regular según meditas sobre ella y dejas pasar un tiempo la novela va creciendo en ti y sientes que es una magnífica obra y que te ha gustado más de lo que creías, la he sentido yo muchas veces. Y te diré, que a la larga suelen ser libros que permanecen en mi recuerdo más que otros-
Reseña magnífica, Marian. Bueno, todas las tuyas lo son.
Un beso enorme
¡Hola Juan Carlos! ¡Gracias por tus palabras!
Eliminarpues coincidimos en nuestras obras preferidas de Sara Mesa, me alegra. También me alegra saber que también te ha pasado varias veces lo de cambiar tu percepción de una obra tras el reposo.
Me encantará conocer tu opinión sobre La Familia, porque parece ser que hay críticas para todos los gustos. Hay gente que la ha disfrutado y otros que la ponen a caldo, a los que no les ha gustado ese cambio de registro de la autora y esa forma de narrar
Un beso enorme para ti también
¡Hola, Marian! Por experiencia propia, prefiero no empezar este tipo de lecturas, un tanto enredadas y raras, ya que no las termino. Lo que sí me gustaría, es seguir tu recomendación y empezar por otras obras de la autora, que por lo visto, son bastante buenas. Espero tengas una linda semana y gracias por la reseña. ¡Un beso!
ResponderEliminar¡Hola Marita! esta obra, aunque rara es también bastante buena. Solo que es distinta. Pero mejor que empieces conociendo a al autora con otra de sus novelas. Ya me contarás... Gracias a ti por pasarte Un besito!!!
EliminarHola, Marian.
ResponderEliminarMe gusta leerte porque le tenía echado el ojo, me has convencido para meterlo en lista de pendientes. Solo he leído a Sara Mesa en Cara de pan (que me gustó mucho), sé que volveré a ella y Amor no sé por qué no me ha terminado aún de llamar la atención (puede que luego lo lea y me guste, no sé); pero este de Familia si me llama más, me parece muy interesante y el formato que dice que tiene, también. Sabiendo ya ese tipo de final, quizás el que no me coja desprevenida ya lo vivo de otra forma (también suelen desconcertarme ese tipo de finales). Lo leeré en algún momento, gracias por hablarnos sobre él.
Un abrazo.
¡Hola!
Eliminarpues si La familia es el que más te llama la atención, te animo a que lo leas, ya sabes que para mí Un amor es el mejor de todos, ese tampoco te lo pierdas, hazme caso
Me encantará conocer tu opinión si al final te animas
Un abrazo
He leído dos novelas de esa autora, una me encantó ("Un amor"); la otra no tanto, he olvidado el título. Leeré la que recomiendas.
ResponderEliminar¡Hola! pues me dejas intrigada, de hecho me he ido para tu blog y he buscado por Sara Mesa, pero no me ha salido nada, supongo que porque no habrás hablado de ello en el blog. Mi preferida es Un amor, también me gustó mucho Cara de pan (no sé si será esa la que no te gustó)
EliminarRespecto a La familia, pues es peculiar, a ver que te parece, porque es un cambio total de registro
Besos