—Este mundo es igual. Si llueve, las plantas florecen; si no llueve, se secan. Los insectos son devorados por las lagartijas; y las lagartijas, por los pájaros. Pero, en definitiva, todos acaban muriendo. Y, después de muertos, se secan. Cuando una generación muere, la sucede la siguiente.
Es así. Hay muchas maneras de vivir. Hay muchas maneras de morir. Pero eso no tiene ninguna importancia. Al final, sólo queda el desierto. El desierto es lo único que vive de verdad
Es así. Hay muchas maneras de vivir. Hay muchas maneras de morir. Pero eso no tiene ninguna importancia. Al final, sólo queda el desierto. El desierto es lo único que vive de verdad
No ha sido el caso, todo lo contrario. Leer “Al sur de la frontera al oeste del sol” (publicada en 1992, 2003 en España) me ha hecho muy feliz, ha sido genial reencontrarme con su peculiar prosa y con esos elementos tan reconocibles y familiares, tan murakamianos.
La trama sin spoiler
● La infancia, en un barrio residencial de clase media en una pequeña ciudad, fue lo mejor. Lo mejor fue conocer a su vecina Shimamoto, ambos hijos únicos. Shimamoto era una niña que siempre, siempre sonreía y que al andar arrastraba ligeramente la pierna izquierda por la secuela de una parálisis infantil que sufrió al nacer. Con ella surge una relación muy especial y eterna, tan especial y eterna, que Hajime pasa el resto de su vida intentando olvidarla, y al mismo tiempo recordándola, añorándola, imaginando qué habría pasado si a los 12 años no se hubieran tenido que separar.
Yo debía haber seguido estrechamente ligado a Shimamoto. La necesitaba y ella, por su parte, tal vez me necesitara a mí. Pero era demasiado consciente de mí mismo, tenía demasiado miedo a que me hirieran. Y no volvimos a vernos durante mucho tiempo.
● La segunda etapa, la del instituto hasta su entrada en la universidad de Tokio, la de su adolescencia refugiado en el deporte, los libros y la música, echando de menos a Shimamoto. Una época en la que hizo muchos amigos, pero ninguno con el que pudiera compartir al completo sus aficiones.
A lo largo de aquella época angustiosa que fue la adolescencia, el calor de su recuerdo me confortó y alentó incontables veces. Y durante mucho tiempo ocupó un lugar especial dentro de mi corazón. Lo guardé para ella, de la misma forma que se pone un aviso de «reservado» en la mesa más tranquila al fondo de un restaurante.
Hasta que conoció a Izumi, una chica con la que estuvo saliendo más de un año entero, que también le marcó, pero por otros motivos. A Izumi no es que no la quisiera, pero muy probablemente por ella solo sintiera atracción sexual, y una bonita amistad. Pero ella sí estaba profundamente enamorada de él, y sin pretenderlo, Hajime la hirió cruelmente, Hajime hirió de muerte a Izumi.
Entonces no lo sabía. No sabía que era capaz de herir a alguien tan hondamente que jamás se repusiera. A veces, hay personas que pueden herir a los demás por el mero hecho de existir.
● De sus cuatro años de universidad, Hajime nos cuenta poca cosa, porque para él fueron años anodinos ahogado en la desilusión, la soledad y el silencio. Con muchas novias, pero ninguna importante, y su primer trabajo en una empresa de redacción y edición de libros de texto que le aburría soberanamente.
Me encerré más en mi propio mundo. Me acostumbré a comer solo, a pasear solo, a ir a la piscina, a los conciertos y al cine solo. No sentía por ello ni soledad ni amargura. A menudo pensaba en Shimamoto y en Izumi. Dónde estarían, qué harían. Tal vez se hubiesen casado. Tal vez tuviesen hijos. De cualquier modo, me habría gustado verlas y hablar con ellas, aunque fuera sólo un rato. Una hora siquiera. A Shimamoto y a Izumi hubiera podido expresarles mejor mis sentimientos. Pasaba las horas imaginando la forma de reconciliarme con Izumi o la forma de reencontrar a Shimamoto. Pensaba en lo maravilloso que sería volver a verlas.
● Tras esos años gélidos, y ya metido en la treintena, Hajime conoció a la que se convirtió en su esposa, Yukiko, una mujer por la que se sintió atraído con una fuerza casi irracional desde el primer instante y con la que, después de tanto tiempo, volvió a experimentar el magnetismo que sintió en su día por Shimamoto.
Fue esta una época buena. Una época en la que, sin haberse desprendido por completo de ese vacío existencial que le acompañaba desde la infancia, fue capaz de sentir algo bastante parecido a la felicidad, con una mujer a la que quería, dos hijas y un trabajo que le gustaba, en sus dos elegantes y distinguidos bares de jazz que además le aportaban sendos beneficios económicos.
Había sabido jugar bien mis cartas. Había abierto dos bares en un corto lapso de tiempo, había empleado a más de treinta personas y había conseguido unas ganancias muy superiores a la media.
La vida de Hajime podría haber seguido eternamente así, tranquila, sumido en esa felicidad incompleta pero confortable, si no hubiera sido porque el pasado arremetió repentina y violentamente en su vida, un buen día, sin llamar a la puerta, de sopetón.
Y hasta aquí puedo contar. . .
Los puntos fuertes de la novela
En “Al sur de la frontera al oeste del sol” no hay nada surreal ni realismo mágico, aunque sí encontramos la mayoría de lo que caracteriza las novelas más “reales” de Murakami: personajes atormentados, solitarios, mujeres inestables, personajes a los que les gustan los gatos y los libros, temas como la infidelidad, el suicidio, los amores platónicos, febriles, imposibles, existencias vacías en continua búsqueda de sentido, amores adolescentes que marcan, reencuentros que remueven y trastocan vidas, todo ello envuelto en una fina capa de melancolía y nostalgia de tiempos pasados que fueron mejores.
Sólo con pensar en Shimamoto, me estremecía con una excitación febril que parecía abrir una puerta situada en lo más hondo de mi corazón.
Y por supuesto, no podía faltar la música, concretamente el jazz, algo que de una forma u otra, siempre está presente en sus escritos. De hecho, el título de la obra hace referencia a una canción de Nat King Cole, que sonaba en el tocadiscos continuamente, “South of the border”, una canción que simboliza la búsqueda de una vida mejor, de una felicidad duradera, algo que Hajime por su parte, nunca deja de buscar y perseguir ¿con éxito, sin éxito?
A lo lejos, Nat King Cole cantaba South of the Border. Nat King Cole se refería a México, claro. Pero yo entonces no lo sabía. Las palabras «Al sur de la frontera» me sonaban enigmáticas. Cada vez que las oía, me preguntaba qué diablos debía de haber allí, al sur de la frontera.
—¿Qué hay al oeste del sol? —pregunté. Ella volvió a negar con la cabeza. —No lo sé. Tal vez no haya nada. O tal vez sí. En todo caso, es un lugar distinto al que está al sur de la frontera.
Los tres personajes femeninos son fascinantes, pero sobre todo lo es la relación Hajime-Shimamoto, la relación entre estos dos seres a los que les cuesta mostrar sus sentimientos, seres incompletos que cuando se encuentran se complementan a la perfección. También la de Hajime-Izumi, la chica que se enamora perdida y enajenadamente, pero cuyo amor no es correspondido.
Enseguida me acostumbré a estar con ella a solas. Para mí era una experiencia nueva. A su lado no me sentía intranquilo, como me pasaba con las demás niñas.
He disfrutado mucho leyendo esta novela. 270 páginas que me han cautivado, cada una de ellas, todas, con una trama que me ha resultado adictiva, mágica, y un final desconcertante, de esos a los que Murakami ya nos tiene habituados, un poco inacabado y abierto. Podría deciros que me fastidió no conocer más cosas sobre el pasado de Shimamoto, algunos aspectos que quedaron en el aire, pero no, no lo voy a hacer, porque una vez que te has habituado a leerle ya sabes lo que hay, ya sabes que sus finales suelen así, lo aceptas como es, como una parte de su genialidad y deja de importarte. Y es que hace ya tiempo descubrí y llegué a la conclusión de que, si el camino recorrido es embriagador y fructífero, no llegar al final de todo, no conocerlo todo en ese final, no es lo que importa. Lo que de verdad importa es haberlo gozado, haberlo disfrutado.
No me gusta la literatura romántica, y sabía que a esta novela muchos la describen dentro de este género. Pero también sabía que, de la pluma de Murakami (así como de la mayoría de los autores orientales) no salen historias de amor vulgares ni simples, sus historias te calan y sorprenden siempre, en mayor o menor medida, de una forma o de otra. Y que su prosa hermosa empapada de ese tono melancólico que suele envolver sus tramas, siempre te toca el alma.
Os la recomiendo, tanto si ya conocéis al autor como si no, de hecho me parece una muy buena elección para adentraros en el fascinante mundo murakamiano, para descubrirle, si todavía no lo habéis hecho. Mi nota esta vez es la máxima:
Holiiiii guapiiiii,
ResponderEliminarA mí me gusta Murakami tanto onírico como realista, pero creo que la última es como más me gusta. Mi alma de portera se siente irresistiblemente atraída por la vida de la gente normal, mirar por el agujerito de la pared o la cerradura de la puerta, me puede la curiosidad de las vidas cotidianas. Y la narrativa de Murakami, me pierde.
Muy buena reseña, pero que muy buena.
Besitos 💋💋💋
¡Gracias Pelipeque!!
Eliminarpues ya somos dos, aunque yo no sabría decirte cual disfruto más, porque ambas las disfruto y es que lo que dices la narrativa de este hombre es maravillosa. De hecho mi preferido, Kafka en la orilla es de los oníricos
Esta no la leíste ¿verdad? si es así, te la recomiendo, la historia es magnética
Besitos!!!
¡Hola, Marian! Me ha encantado tu reseña y es que has mencionado, todo lo que pienso de este maravilloso libro. Esta lectura nos transporta a los amores pasados, con música de jazz de fondo y cada página nos llena de emociones. Te confieso que después de leer este libro, estuve varios días escuchando la canción de Nat King Cole. 😊 Gracias por tan buena reseña. ¡Un besote! 😘
ResponderEliminar¡Gracias Marita!!
Eliminarsabía que una murakamiana máxima como tú ya la habrías leído, me alegra coincidir contigo. Yo fue acabarlo y estuve esa noche y el día siguiente dándole vueltas a la historia, al argumento
¡Un besote!
¡Hola Marian!
ResponderEliminarNo me sonaba esta novela del autor, pero me alegra ver que la has disfrutado mucho a pesar de que es más realista que otras que tiene.
Desde luego, el autor siempre construye relaciones muy complicadas pero muy intrigantes, personajes atormentados, solitarios, en búsqueda de una mejor vida y felicidad... si, son temas recurrentes en sus historias jaja
¡besotes!
¡Hola Irene!
Eliminares que esta novela es bastante antigua, del 92, suenan más las modernas. La verdad es que disfruto todas las facetas de este autor, sus novelas merecen la pena. Anímate a leerla
Besos y gracias por pasarte
El título me parece muy evocador, realmente bello… “Al sur de la frontera, al oeste del Sol”, una preciosidad, ya digo.
ResponderEliminarPues a mí también me ha encantado tu reseña, querida Marian, es evidente que cuando un libro cala hondo, se refleja claramente. Y ya sabes que no soy devoto de Murakami, pero tus líneas son sumamente atractivas en cuanto a la forma de presentarnos este título, y varios detalles valiosos acerca de Murakami.
Esos aspectos murakamianos que citas: “personajes atormentados, solitarios, el suicidio, los amores platónicos, melancolía y nostalgia de tiempos pasados (…)” supongo que son la herencia de los grandes clásicos japoneses como Mishima, Kawabata, Kenzaburo Oé, etc, etc, pues en ellos se citan una y otra vez estos temas, yo me he quedado algo anclado en tales autores, que me fascinan, pero tal vez debería animarme con este título que tan atractivo me haces.
Sin duda, un personaje como Hajime apetece ser explorado de principio a fin.
Bueno, voy a ver si leo tu anterior reseña.
Besos!
¡Hola Paco!
Eliminarel título es precioso, sí...
yo creo que a todos los que reseñamos libros se nos nota y sabemos transmitir perfectamente si algo nos ha emocionado, al menos se intenta, jeje
Tienes razón, puede que todos esos aspectos murakamianos, en realidad sean herencia de los clásicos japoneses. De todas formas, toda la narrativa oriental en general, tiene una prosa e historias peculiares y muy típicas. Es una prosa que se reconoce fácilmente y que a mi, personalmente me gusta mucho.
¿sabes? creo que Murakami podría gustarte, no tengo claro si también sus novelas oníricas de salidas de olla, pero al menos las más realistas supongo que sí, así que te animaría a que leyeras este
Muchos besos!!!
Yo últimamente no leo nada suyo. Leí muchos seguidos y me empacho.
ResponderEliminarUn beso y feliz día.
Pues sí.., suele pasar, yo por eso no suelo leerme del mismo autor más de dos seguidos, e incluso prefiero intercalar entre medias. No sé si sería capaz de empacharme de este autor, jeje
EliminarUn beso
¡Hola! Qué buena reseña. Es que el libro no merece otra cosa. A mí me gustan los dos Murakamis, el que se le va la bola y el de diario, de andar por casa. Me ha traído muchos recuerdos y me han entrado ganas de leerlo otra vez. No sé si has leído Sputnik, mi amor, que es mi favorito de todos los tiempos y combina muy bien las dos cosas. De los que no tienes reseña he leído el del País de las maravillas, si lo tienes en la biblio y te animas a leerlo, me gustaría saber tu opinión.De los que he leído yo y que no he encontrado reseña tuya están además de Sputnik, After dark que es del estilo de este que traes hoy, sin ida de olla exagerada.
ResponderEliminarQué ganas tengo ahora de leer un buen Murakami.
Besos
¡Hola Norah, muchas gracias!!
EliminarA mi también me gustan los dos Murakamis, por igual. No sabes lo bien que me vienen tus recomendaciones, no he leído ninguno de los tres que me recomiendas (ya sabes que este también me lo recomendaste tú, varias veces además, lo tenía anotado), así que puede que ya sé cual va a ser mi siguiente lectura murakamiana y no creo que tarde mucho, porque como tú, me he quedado con ganas de más
Besines!!
Pues tomo buena nota que soy de las que no se ha estrenado aún con el autor y esta novela parece muy buena opción para iniciarme con él.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo es, Margari, es una maravillosa opción para descubrirle. Ya me contarás
EliminarBesos
Hola, Marian.
ResponderEliminarEs muy bonito cuando sigues a un autor y puedes ver su evolución a lo largo de toda una carrera. E incluso adivinar por donde va a ir su narración creando una complicidad entre lector y escritor única e irrepetible. Pienso que esto puede valer para el autor japonés o para un cineasta por cambiar de tercio ;)
Respecto al libro en concreto me gusta esa exploración del propio yo a través de las mujeres que marcaron la vida del protagonista.
Besos.
¡Hola Miguel!
Eliminarpues sí, es bonito seguir la evolución de los escritos de un autor que te gusta mucho, como dices algo extrapolable a cualquier director de cine con sus pelis, me viene a la cabeza Asghar Farhadi, desde que le descubrí, he ido siguiendo su evolución y no me pierdo ninguna de sus películas
Besos
No creo que este libro sea para mí, así que voy a dejarlo pasar. Pero gracias por tu reseña.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, hay tanto apetecible por leer..., lo importante es disfrutar leyendo
EliminarBesos y gracias a ti por pasarte
¡Hola!
ResponderEliminarHe leído bastante de Murakami y este lo tengo en mi estantería. Me gusto Kafka on the Shore pero odie absolutamente Norwegian Wood. Leí en alguna parte que Hard-Boiled Wonderland y End of the World son buenísimos. ¡Gracias por la reseña!
Un saludo
¡Hola! ¡bienvenida al blog!
Eliminarveo que eres otra murakamiana, aunque diferimos respecto a Tokio Blues, a mi me gustó mucho (¿porqué la odiaste tanto?), de hecho al leer esta novela me la recordó un poco, así que no sé si esta podría gustarte. No he leído la otra que dices, pero todo se andará
Un saludo!!
Yo conocí al autor con Tokio Blues que veo que es de las realistas, sin fantasías oníricas de las que le son tan gratas a Murakami. Esta que traes hoy está en mi lista y será lo próximo que lea suyo pues si también es realista me dará menos pereza, aunque en este hombre me gusta todo lo leído, que tampoco es tanto como has leído tú y algunos son cuentos muy cortitos.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
Eliminarme alegra que te haya gustado todo lo leído hasta ahora de Murakami y me encantará saber tu opinión si al final lees este. Creo que te gustará, me ha parecido magnífica
Un beso!
Parece muy interesante y creo que va a gustarme!!!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarAún no he leído nada de Murakami, me gustaría, pero no acabo de atreverme. Quizá este libro, que además es cortito, sea una buen opción para descubrir a este autor.
Un abrazo.
¡Hola!
Eliminarpues sí es buena opción, sería un buen comienzo, te lo recomiendo
Un abrazo
¡Ya tenía yo ganas de volver por aquí! Recuerdo vagamente el argumento de esta obra, pero perfectamente el estado de melancólica embriaguez en que me sumió. Es Murakami en estado puro, el mejor Murakami. Besos.
ResponderEliminar¡Hola Atticus! que sorpresa saber que lo has leído y que te gustó
EliminarBesos
Murakami ha sido un autor que nunca me ha llamado la atención hasta que por azar cayeron en mis manos tres cuentos suyos que me encantaron. Tienen ese toque onírico que mencionas tienen bastantes de sus obras. Desde entonces llevo queriendo leer alguna de sus novelas, pero nunca termino de decidirme por una en concreto y por tanto siempre termino postergándolo. Veo que te ha vuelto a convencer el autor con esta novela, aunque creo que me apetecería más reencontrarme con su vertiente onírica. Comentas que su novela que más te ha gustado es Kafka en la orilla y ya había leído a más lectores elegirla como su favorita, así que tal vez termine decidiéndome por ella.
ResponderEliminarComprendo lo que comentas del miedo a que un autor que nos gusta mucho nos decepcione. Hace tiempo cuando un libro me gustaba mucho era renuente a repetir con su autor por ese motivo. Ahora me he vuelto menos radical, jeje.
Besos
¡Hola Lorena!
Eliminarya sabes que a mi los cuentos, los relatos no me llaman la atención, pero sus novelas son muy peculiares, y sí, hasta el momento Kafka en la orilla es mi preferido, aunque igual influye el haber sido la novela con la que le descubrí, lo primero que leí suyo y ya me dejó prendada y es de los que yo llamo "salida de olla", se me quedó grabado una escena en la que llovían peces del cielo.
Antes me pasaba como a ti, que era reacia a repetir con los autores que me gustaban mucho, ahora menos, aunque con Murakami fui cayendo y cayendo y ya van 10 y unas ganas locas de seguir con él
A ver si te. gusta Kafka en la orilla tanto como a mi, a veces pienso en releerlo, pero también me da miedo que se me caiga el mito y que ya no me guste de igual manera
Besos
¡Holaaa!
ResponderEliminar¡Qué reseña tan bonita! No he tenido aún la oportunidad de leer a Murakami, pero, por lo que nos cuentas, preveo que caeré en la red, atrapada por el estilo adictivo e hipnótico de este autor, pues nunca me resisto a una prosa que provoca ese sin numero de emociones que transmites en tu reseña.
En cuanto al final abierto de algunos libros, concuerdo contigo en que suele perder importancia en pro del placer que simplemente se siente por la historia y la lectura.
Iba a preguntarte ¿con qué libro de Murakami debo empezar? Pero ya la respuesta la encontré al final de tu reseña :)
Un abrazo de tu seguidora trasnochadora, hoy reincidente, ja, ja, ja
¡¡Gracias!!
Eliminarno se si ya has leído alguna novela oriental, japonesa, es peculiar, y creo que te gustaría mucho Murakami. Es un autor especial, aunque también es cierto que también tiene sus detractores, sobre todo sus novelas más fantasiosas y oníricas.
Respecto a por cual empezar, pues te diría que por Kafka en la orilla, mi preferido, pero ese es de los que se le va la pinza y no tengo claro que no te importen ese tipo de argumentos tan irreales. Si prefieres algo dentro de su gama más real, pues directamente te recomendaría este
Me encanta que seas trasnochadora reincidente, jeje
Besos
Hola, Marian. Con esta reseña no te podemos decir que no. Mil gracias.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
¡Hola Carmen!
Eliminarjaja, eso pretendía...
Besos
¡Hola! En algún momento queremos leer al autor, ya que nos lo han recomendado muchísimo.
ResponderEliminarBesos
Creo que no es para mí, voy a dejarlo pasar. Pero gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos.
Buena reseña y me animar a seguir leyendo a Murakami.
ResponderEliminarSolo he leído dos de sus libros: el de Tokio blues y el de Sputnik. Con lo cual creo que he tocado sus dos estilos. Y reconozco que conecté más con Tokio.
Puedes recomendarme algún libro de su faceta más realista?
Un abrazo
¡Hola!
Eliminarme alegra que te apetezca seguir leyendo a Murakami. No he leido Sputnik, pero te recomendaría este de la reseña, Al sur de la frontera..., que como habrás podido ver no contiene argumento irreal ni onírico y es del estilo de Tokio y me ha gustado muchísimo, te diría que más incluso de Tokio. ¡Felices lecturas murakamianas!
Un abrazo
Este se lo leyó Moniki en su día y le encantó. Algún día tengo que estrenarme con el autor. Tenía pensado hacerlo con alguna antología suya (por eso de que me gustan los relatos), pero hace poco me comentó Norah que no es muy bueno con los relatos, o que sus antologías son muy irregulares, brillando más en la novela. No sé si estarás de acuerdo.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola!
Eliminarpues como ya sabes, los relatos no son lo mío, y por eso no puedo decirte de primera mano como son los relatos de Murakami. Lo que sí te puedo decir es que por mi experiencia en la biblioteca con los usuarios, hay un poco de todo. Hay quién como Norah considera que los relatos de Murakami no son nada del otro mundo, que es mucho mejor en la novela y también hay quienes los disfrutan y me han hablado bien de ellos. Yo te recomendaría, conociendo un poco como conozco tus preferencias lectoras, y sabiendo que disfrutas con los argumentos de ficción, Kafka en la orilla, creo que te fascinaría. Tiene toques oníricos, y de realismo mágico, además de ser un argumento muy gatuno
Besos