“Tal vez no existían soluciones. La sociedad humana, aseguraban, era una especie de monstruo, y sus principales subproductos eran los cadáveres y los escombros. Nunca aprendía, siempre repetía los mismos errores estúpidos, siempre escogía los beneficios inmediatos a costa de un sufrimiento a largo plazo.
Era como una babosa gigante que se abriera paso, incansable, engullendo todas las demás bioformas del planeta, devorando toda la vida en la tierra y cagándola luego convertida en desperdicios de plástico manufacturados y pronto obsoletos."
Era como una babosa gigante que se abriera paso, incansable, engullendo todas las demás bioformas del planeta, devorando toda la vida en la tierra y cagándola luego convertida en desperdicios de plástico manufacturados y pronto obsoletos."
“Cinco niñas, como las puntas de una estrella. La primera la tomó de un pie, la segunda del otro, la tercera sujetó su brazo derecho y, la cuarta, el izquierdo. Presionaron en conjunto con todas sus fuerzas para que Irlanda no pudiera moverse. La quinta se puso a horcajadas sobre su pecho y le apretó la quijada: no la dejaba respirar.
¿Era el miedo o la presión sobre su cara? Los dedos huesudos de la otra niña clavándose en sus músculos. Levantó su cráneo unos centímetros y luego lo dejó caer contra el suelo, pero sin soltarlo, apretujando los labios de Irlanda, deformándolos aún más.”
¿Era el miedo o la presión sobre su cara? Los dedos huesudos de la otra niña clavándose en sus músculos. Levantó su cráneo unos centímetros y luego lo dejó caer contra el suelo, pero sin soltarlo, apretujando los labios de Irlanda, deformándolos aún más.”
"ORYX Y CRAKE"
Me gustan las distopias y me gusta como escribe Margaret Attwood, su desbordante y calenturienta imaginación. Esta es la tercera novela que leo de la autora, las dos anteriores también distópicas, las disfruté mucho (aquí mi opinión sobre El cuento de la criada y Los testamentos), así que cuando supe de esta trilogía tan elogiada (Trilogía de MaddAddam se llama) y de la reciente reedición de la primera parte, “Oryx y Crake”, pensé que igual podría gustarme. La pereza que siempre me ronda en estos casos, en las sagas, quedó superada gracias a un club de lectura particular y privado al que me he apuntado, un club que hemos formado mi amiga Irene y yo, solo dos miembros, no nos hace falta más. Ella me animó y a las dos nos apeteció leerla juntas, poder comentarla juntas, algo que me ha resultado muy gratificante. Os adelanto, que la lectura en general me ha gustado, aunque anduve al filo del abandono en alguna que otra ocasión, pero sobre todo en una, se lo dije, “yo me quedo aquí”, estaba convencida, no pasa nada, nos conocemos y ya lo habíamos tenido en cuenta, porque ella es de las que llegan hasta el final por mucho que no esté cien por cien enganchada, yo no. Pero no me preguntéis que me pasó por la cabeza para que al día siguiente me despertara con ganas de retomarla y la retomé, no suele ocurrirme, no suelo cambiar de opinión cuando he tomado la decisión, pero en este caso, me dormí con el run-run de la novela, dándole vueltas a todas esas ideas fantásticas que plasma la autora en su argumento, un argumento extraño, peculiar, inclasificable, bizarro como dice mi amiga, pero que te atrapa sin darte apenas cuenta. Ha sido una lectura con muchos altibajos, sí, alternando momentos de mucho interés con otros algo aburridos, los menos, y al final, la acabé con ganas. ¿Seguiré con la saga? En principio os diría que sí, que hay voluntad, pero conociéndome no lo puedo asegurar. Ya se verá. . .
Ambientada en Estados Unidos, Oryx y Crake, nos muestra en boca de Hombre de las Nieves, el mundo postapocalíptico al que se enfrenta como último superviviente de la especie humana tal y como hoy la conocemos, tal y como la conocía Jimmy, tal era su verdadero nombre antes de que la humanidad al completo fuese aniquilada.
La trama
Alternando dos líneas temporales, en unos capítulos nos cuenta su niñez, como era la vida con sus padres, ambos científicos, en una especie de Corporaciones de alta seguridad cerradas al exterior, con todas las comodidades necesarias y aislados de los pobres, la escoria, los marginados que vivían en las Plebillas, las antiguas ciudades que se habían convertido en sitios sucios, violentos, caóticos, bajo la mirada de los CorpSeCorp, la policía militarizada que lo controlaba todo. En estas instalaciones de sofisticadas empresas donde solo residían los genios, se llevaban a cabo experimentos genéticos, se buscaban medicamentos para conseguir la inmortalidad, la perfección física, se conseguían híbridos animales resistentes a las enfermedades que pudieran albergar órganos a medida para realizar trasplantes. Se crearon cerdones, loberros (no son perros, están diseñados para engañar y si acercas la mano para acariciarlos, te la arrancan), mofaches (mofeta + mapache), serpiatas (serpiente y rata) cabrañas (cabra y araña, cabra cruzada con araña para producir en la leche filamentos de seda de gran capacidad tensora)
El objetivo del Proyecto Cerdón consistía en crear una amplia gama de tejidos humanos totalmente fiables alojados en cerdos transgénicos modificados: órganos aptos para trasplantes, que evitarían el rechazo, pero que también serían capaces de defenderse de los ataques de microbios y virus oportunistas, de los que cada año surgían nuevas cepas. Los órganos de los cerdones podían crearse a medida, empleando células de donantes concretos, y congelarlos hasta el momento en que fueran necesarios. Era mucho más barato que encargar un clon para disponer de repuestos.
A través de flashbacks, sabremos que el mundo de antes, antes de la destrucción definitiva, ya llevaba tiempo agonizando debido a los excesos del hombre para con el medio ambiente. Fueron siglos y milenios de contaminación descontrolada y extrema, de consumismo exacerbado, siglos y milenios de desinterés, de desprecio del hombre por la naturaleza, lo que, como los expertos ya venían vaticinando, condujo inevitablemente al cambio climático, al agotamiento de los recursos del Planeta y a la extinción de muchas especies.
Sin embargo, conforme fue transcurriendo el tiempo se fue comprobando que los acuíferos costeros se volvían salobres y que el casquete polar ártico se fundía y las vastas tundras se llenaban de metano y la sequía en las praderas continentales se agravaba y las estepas asiáticas se convertían en dunas de arena y era más difícil encontrar carne.
Hombre de las Nieves/Jimmy nos cuenta como fue su infancia y adolescencia, el paso a la edad adulta, y la relación con Crake (antes Glenn), su mejor amigo. Crake siempre destacaba por su coeficiente intelectual en el colegio, en la Universidad. Tanto, que se convirtió en científico, pero no en uno cualquiera, no. Fue “EL CIENTÍFICO”, el científico codicioso, el genio revolucionario con ínfulas de superioridad que se cargó el mundo y creó el virus letal que lo exterminó todo. Un virus hemorrágico muy contagioso al que denominaron VEUR (Virus Extraordinario Ultra Rápido). Y nos habla de Oryx, que en realidad tampoco se llamaba Oryx, una niña a la que ambos conocieron en un portal de pornografía infantil en internet, que ya de adulta y por casualidades de la vida, fue a parar a la universidad donde trabajaba Crake, y ejerció de maestra de los crakers (más adelante os cuento que son los crakers).
Y por otro lado tenemos la línea temporal del caos presente, de la triste y solitaria actualidad de Hombre de las Nieves cuya única tarea consiste en cuidar de los crakers, un grupo de seres con aspecto humanoide creados mediante ingeniería genética por el todopoderoso Crake, que viven cerca de él, que le traen comida y le hacen preguntas sobre temas que ellos no entienden, porque los crakers no saben leer, no conocen el mundo de antes, viven en la completa felicidad que proporciona el desconocimiento y la ignorancia. Los niños, los Hijos de Crake tienen la piel gruesa resistente a los rayos ultravioleta y un ritmo de crecimiento tal que, con un año de vida es como si tuvieran cinco, y a los cuatro, ya son adolescentes. Son vegetarianos, comen casi exclusivamente hierba, hojas y raíces y tienen además la capacidad de curar con ronroneos (fascinante ¿verdad?)
Acuciado por la necesidad de encontrar alimentos y herramientas que le puedan resultar útiles para la subsistencia, Hombre de las Nieves/Jimmy decide emprender un viaje rumbo al pasado, rumbo a la cúpula de El Paraíso, la burbuja de alta tecnología creada por Crake, el lugar donde empezó todo.
El método Paraíso ofrecía un noventa por ciento de fiabilidad. Sería posible crear poblaciones enteras con características preseleccionadas. La belleza sería una de ellas, por supuesto. La belleza tendría una fuerte demanda. Y la docilidad, otra. Varios líderes mundiales habían mostrado gran interés en ese punto. El Paraíso ya había desarrollado unas pieles resistentes a los rayos ultravioletas, así como repelentes de insectos incorporados al organismo o una capacidad sin precedentes para digerir materia vegetal no refinada.
Los puntos fuertes de la novela
Denuncia ecologista, ¿un desastre evitable?
Este primer libro de la saga plantea un tema y preguntas por desgracia bastante actuales, lo de siempre. ¿Qué puede pasar si el hombre sigue en su línea destructiva de consumismo desenfrenado, contaminando sin miramientos el planeta, si la natalidad sigue sin control, sin freno, y se agotan los recursos naturales?
Predicción fatal, ¿una visionaria?
Aunque curiosamente la novela fue escrita y publicada originalmente en el 2003, en Oryx y Crake también hay una pandemia, pero una pandemia más bestial que la del coronavirus, que arrasa con todo y con todos. Lees y te quedas ojiplática, porque la mayoría de las cosas te suenan, resuenan en tu cabeza: virus, pandemia mundial, mascarillas, cuarentena, distancia social, vacunas, inmunidad, negacionismo, conspiracionistas. Y te preguntas como se le pudo ocurrir a la autora algo así hace tanto tiempo. Increíble ¿verdad?
Cuando se sobrepasan los límites
Los avances científicos que se consiguen, el progreso, no tiene porqué ser siempre beneficioso. La ingeniería genética bien encauzada es algo muy deseable para la humanidad, para conseguir aumentar la longevidad del hombre, mejorar la calidad de vida de la gente. Pero si no se hace con cabeza, con moral, y el mundo entero se convierte en un experimento descontrolado, si esos avances se llevan demasiado lejos y se cruzan los límites, se pueden volver contra el hombre y conducir al desastre. Pero claro, ¿hasta donde llega la línea que no se debe sobreasar? Buscar la inmortalidad, las ansias por vencer a la muerte, jugar a ser dios, pero, ¿a costa de que?
La ciencia supeditada a intereses económicos
Estremece pensar como el desarrollo y la investigación científica, genética, muchas veces lleva consigo no solo el logro de medicamentos o descubrimientos que salven vidas, sino el ansia de enriquecimiento por parte de las farmaceúticas y de las grandes empresas químicas, a costa de los que enferman y pueden permitirse el lujo de pagarlo. Porque los que no pueden pagarlo, claro, pues a esos que les den.
—Damos esperanza a la gente. ¡La esperanza no es ninguna estafa!—A los precios de NovaDermis sí lo es. Les ofrecéis vuestros productos a bombo y platillo y les sacáis el dinero, y cuando se les acaba. adiós a los tratamientos. Si fuera por ti y por tus amiguitos, se podrían ir todos a la mierda. ¿Ya no te acuerdas de lo que hablábamos, de todos nuestros proyectos? Mejorar la vida de la gente, no solo de la gente con dinero.
Bebés a la carta, todo a la carta
En el mundo creado por Crake, en la sociedad de los crackers, todo es más fácil, todo es felicidad, todo está programado, cada célula, cada órgano, los rasgos físicos, la sexualidad, hasta las emociones. Aquí no hay violencia, ni existe el amor no correspondido, ni los deseos carnales insatisfechos. Aquí no existe la prostitución, ni la pederastia, los esclavos sexuales, ni las violaciones. Ya no hay propiedad privada, ni herencias, ni guerras. ¿Imagináis un mundo así? ¿quién quiere vivir en un mundo así?
Resumiendo: “Oryx y Crake” es una distopia con un mensaje anticapitalista importante sobre el fin del mundo, un mundo que ha colapsado debido a los avances mal llevados en el campo de la biología y la genética, que han conducido a un apocalipsis pandémico. Una obra que bien podría estar mostrándonos lo que ocurrirá si no paramos ahora, si no tomamos conciencia ya mismo y ponemos los medios, de que nos cargamos el planeta. También es una obra que habla sobre la soledad y te obliga a reflexionar sobre como llevarías, como te sentirías si fueses el único humano que queda en el mundo, si tuvieses que vivir sin compañía, sin hablar con nadie, inevitablemente te preguntas ¿podría la humanidad destruirse a si misma?
"CARA DE LIEBRE"
Nada más acabar de leer El monstruo pentápodo, de Liliana Blum, supe de “Cara de liebre” publicada por Seix Barral en 2020, su tercera novela. El título me llamó la atención y la cubierta me sedujo al momento. La mexicana me ha vuelto a convencer, vuelve a tocar temas peliagudos en esta novela y vuelve a mostrar una realidad monstruosa de una forma magistral.
La trama
Los progenitores habían quedado ampliamente satisfechos por los resultados; no así el resto de las personas, que miraban con disimulo la cara de Irlanda, tratando de descifrar cuál era el defecto que percibían sin saber a bien de qué se trataba. Un cierto desbalance en el rostro. La cicatriz. Los labios chuecos. La asimetría que por ligera que fuera saltaba apenas alguien la recorría con la mirada. Qué importaba lo que dijeran sus padres o los doctores. Saltaba a la vista, como una liebre en un mundo de zorros.
Algunas noches, Irlanda sale de cacería a “La Cebolla de Cristal”, un bar de Durango poco iluminado (la oscuridad le ayuda a sentirse más segura, porque no le pueden ver bien la cara), buscando únicamente un poco de compañía, un poco de amor, o un poco de sexo, lo que se tercie, pero buscando sobre todo aceptación, que la acepten y la quieran como ella es, con su monstruoso defecto físico. Porque los hombres la rechazan, se acuestan con ella eso sí, con la luz apagada y luego escapan, desaparecen, nunca se quedan. Pero lo peor de todo no es eso, lo peor es que algunos llegan a ser muy crueles con ella, demasiado, haciéndola sentir como una mierda.
Sus interacciones con el sexo opuesto se habían limitado a eso, a sexo nada más, cuando alguno ebrio, y sin nada mejor que hacer por el resto de la noche, picaba el anzuelo de Irlanda y accedía a ir a su casa para un rápido apareamiento y luego huir, la mayoría de las veces, apenas terminaba el acto, o bien, al despertar la mañana siguiente.
Cada día piensa en dar media vuelta y volver sola a casa a ver una peli romántica. Pero a veces no lo hace, se queda en el local y espera pacientemente. Hoy es una de esas noches, hoy ha elegido muy bien a su presa, Nick, un desconocido cantante rechoncho de ojos azules que le sigue el juego y a su casa.
Pero todo tiene un límite y llega un momento que la rabia, la ira, sale, tenía que salir por algún lado e Irlanda se venga, se toma la justicia por su mano. Y no es la primera vez que pasa. . .
Irlanda supo que se encontraba en el principio del fin de su vida tal y como la había vivido hasta entonces. Sus pasos habían tomado otro sendero, uno que la mayoría de las personas ni siquiera considera. Eso la convertía en otra mujer. Alguien que nadie más conocía. O imaginaba. Desde ese día y hasta el final de los tiempos viviría con la certeza de tener sangre en sus manos. Como Lady Macbeth, pero sin marido ni ambición de poder o riqueza.
La vez anterior, se convenció a sí misma de que había sido un accidente, y se prometió a sí misma que nunca volvería a ocurrir algo así. Pero claro, el desprecio duele, las burlas se clavan como puñales en su cabeza, en su corazón, y para colmo, un hombre sin sentimientos, sin escrúpulos, se cruza en su camino.
Si avanzo, ya no hay retorno. Sabe que ahí puede parar y por alguna razón prefiere no hacerlo. Quizá si hubiera suplicado antes, antes de patearme en la cara, antes de insultarme, antes de morderme, antes de aludir a mi defecto físico, yo hubiera podido ser un poco más comprensiva. Me hubiera ablandado el corazón.
En el lado opuesto de la historia tenemos a Amanda, una pintora piscis, con un trabajo mal pagado y que busca desesperadamente al hombre que la dejó embarazada y eligió no seguir con ella. Curiosamente ese hombre también es Nick. ¿Se cruzarán en algún punto los caminos de estas dos mujeres?
Los puntos fuertes de la novela
Personajes potentes
Los tres protagonistas de la historia conforman un trío amoroso algo macabro:
--Irlanda, que crece siendo el objeto de burlas y acoso escolar. Entre los apodos que le pusieron de niña, se encuentra el que da título al libro: Cara de liebre. Hoy es una mujer culta, profesora de literatura y gran lectora
La literatura es útil para ser más culto e inteligente que el resto de los imbéciles que no saben poner sujeto con predicado ni ordenar sus escasas ideas con un mínimo de coherencia, sería la respuesta más apropiada en estos casos. La literatura sirve para vivir otras vidas más allá de la vida patética que nos tocó vivir. La literatura sirve para escarmentar en cabeza ajena. La literatura es catártica, medicinal, terapéutica. La literatura equivale a escudriñar los cerebros de otros, de los que poseen más vida neuronal que cualquiera de los compañeros.
--Tamara, por su parte, es una joven pintora que, incapaz de salir adelante en el mundo artístico, trabaja como depiladora en un spa. Sus vidas se conectan, se cruzan a través de un mal hombre, Nick, que las trata a las dos igual de mal.
--Nick es un tipo obeso, narcisista y egoísta, un cantante mediocre. Su aspecto físico también se aleja bastante de los estereotipos de la belleza impuestos en la sociedad, pero a pesar de ello, no tiene escrúpulos para denigrar a Irlanda, hacerle burla, para repudiarla y vejarla.
Una historia oscura y poco convencional
Parece que Liliana Blum es una experta en indagar, meter el dedo en realidades complicadas, en crear historias incómodas, rompedoras, insólitas. La sordidez y oscuridad de los ambientes que crea son sutiles, en realidad casi no los percibes, pero están ahí, lo envuelven todo y cuando eres consciente de ello, te parece sencillamente genial, porque hay que saber hacerlo.
Como dije, no es complicado deshumanizar a alguien. Si solo miras el exterior, te das cuenta de que es pura maquinaria, no más que un conglomerado de tendones y cartílago y huesos que mueven pedazos de carne, mientras responden las órdenes de una red neuronal demasiado ambiciosa. Cuando lo ves así, es fácil descartar a la persona debajo de todo aquello.
Crítica a los cánones de belleza impuestos
La obra retrata, y a mi entender critica con bastante acierto, al mundo actual que impone sus cánones de belleza, cánones que sufren tanto hombres como mujeres, pero sobre todo las mujeres y como se pueden sentir las/los que no entran en ellos, o las/los que, como en este caso, sufren de algún defecto físico que las tiene acomplejadas. A nadie parece importarle que sean seres inteligentes, divertidos, creativos, trabajadores, porque al fin y al cabo son invisibles, rechazados por la sociedad
Resumiendo: “Cara de liebre” es una novela que habla sobre el bullying, sobre las injusticias sociales, la crueldad humana y la ausencia de empatía. Una historia que saca a relucir lo peor de las personas y explora la violencia, en un país, México, donde la violencia está a la orden del día, donde nueve de cada diez delitos quedan impunes
Las personas que son crueles con los animales no se merecen más que reciprocidad. Es un termómetro que rara vez falla: quien trata mal a un animal, en particular a un perro, no suele ser un buen ser humano.
“Deshumanizar a un ser humano es muy sencillo
Las dos novelas me han gustado. Os las recomiendo ambas. Mi nota es la máxima:
¡Holaa! Genial reseña! Ambos libros tienen una portada bastante curiosa, al igual que su trama. Los puntos fuertes están buenos, pero no terminan de convencerme así que por ahora lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesoss ♥
Pues nada Valeria, hay tanto que leer y tanto qué elegir, que si no convence y atrae lo suficiente, mejor a otra cosa, mariposa
EliminarGracias por pasarte
Besos
Vaya doble reseña que te has marcado, Marian. La de la Atwood, al haber leído con mucho gusto "El asesino ciego" y "El cuento de la criada" no me resulta tan sorprendente aunque sí me parece atractivo este 'mundo feliz' (me ha recordado el de Huxley) que presenta. Tomo nota de esta trilogía y de este el primer título de la misma.
ResponderEliminarDe Liliana Blum te había leído la reseña de "El monstruo pentápodo" donde no te dejé comentario no sé por qué (me pillaría yendo deprisa a algún lado o algo así) pero que me pareció de gran dureza. Esta de "Cara de liebre" también parece que lo es, pero, no sé, me parece como más asumible, más aceptable, aunque habrá que leerla porque es evidente que esta chiquita, Irlanda, ha hecho con Nick algo que no debe de estar muy bien. Me has dejado con la mosca detrás de la oreja. Además me gustaría saber qué va a ocurrir con Tamara. O sea, querida amiga, que has conseguido lo que en mi opinión debe ser la aspiración de una buena reseña: despertar el deseo lector en quien pase por ella.
Tomo nota de ambas, sobre todo de Liliana Blum. Muchísimas gracias por tu reseña. Que el finde largo te sea provechoso, amiga.
Muchos besos
¡Querido amigo Juan Carlos!
Eliminarmuchas gracias por tus palabras. Si ya disfrutaste de la imaginación de la Atwood, pues seguro que disfrutas de este, como tú dices, "mundo feliz" que recrea en este caso.
Respecto a la de la Blum, pues sí que es más asumible, menos dura, aunque también tiene su crudeza, no te creas, pero sin pederastia (aunque sí hay acoso escolar con niña de por medio). Tienes que conocer la pluma de esta mujer que sabe crear como nadie ambientes incómodos, ya sabes que eso me gusta literariamente hablando
Feliz finde para ti también, Juan Carlos
Muchos Besos
Hola. Atwood descartada. Por trilogía y porque si de algo no tengo ganas ahora es de distopías y si encima con virus de por medio, apaga y vámonos. Lo del virus mundial y demás estaba claro que iba a pasar, solo faltaba ver quién y cuándo lo haría. Por desgracia, ya tenemos la respuesta. De todas formas, a Atwood me gustaría volver. Porque la leí hace años con Doña Oráculo, siempre tiene ideas interesantes pero recuerdo que también en esa novela alternaba momentos brillantes con otros en los que se apagaba la chispa y eran más tediosos. Leer en compañía siempre ayuda en estos casos. Lo último que leí suyo fue un extracto de Penelope y las criadas y me pareció genial. Así que volveré con ella pero con otro tema.
ResponderEliminarCara de liebre es brutal, del tipo de libros que son para mí para pasarlo mal pero tienen algo que te llama, casi siempre es el personaje. Pero me lo guardo para más adelante. Lo de hacer bien algo que parece sencillo pero no lo es, es un talento que tienen algunos escritores, esa sensación de podía haberlo escrito cualquiera pero en el fondo sabes que no, que a cualquiera le saldría un churro.
Besines
¡Hola!
Eliminarsí Norah, la de Atwood no es para ti, entiendo que no quieras leer sobre pandemias, virus, etc y es que aquí es todavía más bestial lo que sucede, que con el coronavirus, porque en ese mundo, muchos años antes, ya el planeta agonizaba y se habían acabado todos los recursos. Ya sabes que a mí, ese tipo de distopias me chiflan y de la mano de la Atwood, pues mejor, porque como dices tiene ideas muy interesantes y peculiares, pero que dan miedo y escribe muy bien.
Cara de liebre es durilla, pero la autora presenta este tema tan complicado de una forma tan magistral, que es un gusto leerla, pero bueno, cada cosa en su momento, cuando apetezca, está claro. No hay porqué sufrir leyendo, hay que disfrutar
Besines!!
Pues si tú, a quien le gustan las distopías, estuviste a punto de abandonar yo ni lo intento. las novelas de Margareth Atwood que me han gustado no tenían que ver nada con ese género. Por ejemplo, Alias Grace. El cuento de la criada lo conozco por la serie y tampoco me entusiasmó.
ResponderEliminarSin embargo, Cara de liebre sí que me atrae. Ahí hay realidad de la más dura y eso para mí siempre es un aliciente.
Estupendas reseñas ambas.
Un beso.
¡Hola Rosa! sí, me gustan las distopias y me gusta la prosa de la Atwood, pero esta novela es complicada de leer, de entender, de seguir, es rara, pero aún así tiene algo especial, algo que a pesar de un intento de abandono, consiguió que siguiera adelante con ella y que el conjunto final sí me convenciera. Pero si las distopias no te van (de hecho dices que El cuento de la criada ni fú ni fá), esta trilogía no es para ti.
EliminarFíjate que conociéndote sí creo que Cara de liebre te podría gustar mucho, por el tema, por como aborda el tema y por la forma de escribir de esta mujer
Un beso
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarNo he leído esta novela de Atwood, pero he visto que es complicadilla de leer, aun así creo que le daré una oportunidad porque es Margaret Atwood ja,ja,ja,ja,ja. Te recomiendo que leas Alias Grace, también de Atwood, que me encantó y si te animas a leerlo después de la lectura tienes la serie en Netflix. Pero la novela es más superior. Y en cuanto a la segunda novela, veo que has repetido con Blum ;) No he leído nada de ella, pero las dos novelas que has reseñado de esta autora me han convencido mucho. Creo que es cuestión de tiempo ;)
¡Un beso y felicidades por las reseñas!
¡Gracias Laura!
Eliminarla de Atwood es complicadilla, sí, pero aún así me ha gustado, es que esta mujer tiene cada idea... Sí, tengo en mente Alias Grace, creo que no tardaré en leerla, gracias por la recomendación.
Anímate con Liliana Blum, tenla en mente para futuras lecturas, sea cuando sea, la autora merece la pena
Un beso!!
Marian, el de Atwood sí me llama. Llevo mucho tiempo queriendo leer a la autora y no termino de hacerle hueco. En cuanto al otro, no lo conocía y has conseguido despertar mi curiosidad. Besos
ResponderEliminar¡Hola Marisa!
Eliminarpues que bien haber picado tu curiosidad con ambas novelas, ambas son autoras que te animo a conocer, son muy distintas en lo que escriben, pero ambas merecen mucho la pena
Besos
Lo que he leído hasta ahora de Atwood me ha gustado, aunque en alguno de sus libros hay partes que me han resultado un poco aburridas, pero el resto lo compensa. Lo que me echa para atrás de este es que sea trilogía. El otro no lo conocía y por lo que cuentas, me ha llamado muchísimo. Anotado me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Te pasa como a mi, que te echan para atras las trilogías, aunque de vez en cuando cae alguna, muy de vez en cuando. Yo, de las otras dos novelas de Atwood que leí no sentí aburrimiento en ningún momento, en esta sí, ha habido capítulos algo aburridos, pero bueno, al final merece la pena darle la oportunidad
EliminarMe alegra que te lleves el de Blum anotado, a ver si te gusta
Besotes!!
Me gustan los dos (ya sabes que soy muy fan de las distopías), pero el de Liliana Blum me ha llegado al alma. Es también de esa generación de narradoras latioamericanas potentes, ¿verdad?
ResponderEliminarUn beso enorme y feliz semana.
¡Hola Rocío!
Eliminarsí, Liliana Blum es de este grupo de autoras sudamericanas potentísimas que hay ahora, es alucinante lo fuerte que están pisando. Son autoras que llegan con sus argumentos crudos, mostrando realidades de forma valiente, sin tapujos y que narran de una forma maravillosa. Yo ya he descubierto a unas cuantas, y seguro que descubriré alguna que otra más
Un beso enorme para ti también
Hola Marian, menuda doble reseña. Gracias por nombrarme en tu reseña, ya sabes que ha sido un placer compartir esta lectura contigo. Me gustaría añadir dos cosas que a mi me parecieron curiosas: la traducción, ya que me parece complicadísimo traducir nombres que van con doble significado como CER-DÓN... creo que el traductor se merece un buen aplauso; y la otra, como comenté en mi instagram, la diversidad de cubiertas de este libro cada cual más curiosa.
ResponderEliminarMe ha sorprendido mucho que nombras en tu reseña cosas que no figuran en mi mente después de leer la novela, lo de las Cabrañas no me suena y alguna otra cosa... deben pertenecer a esas páginas en las que me quedé dormida....
Un Abrazo Compamiga!
¡Hola!
Eliminarque ilusión me hace que me comentes...
Ha sido una experiencia chula lo de leer juntas. Hace uno o dos años ni me lo hubiera imaginado, jeje. Pues es verdad lo que dices de la traducción, es como para ponerle una estatua al traductor.
Es verdad que algunos tramos daban algo de sueño, yo también me dormía y al día siguiente tenía que releerlo todo, porque el libro se las trae.
¡Un beso, compi de lecturas!!!
Respecto a "Cara de liebre", fíjate, ¡me apetecería leerla! Pero ahora mismo tengo una inmensa cola preparada para alimentar mi ¿efímera? sed lectora...
ResponderEliminarRonroneos...
Pues fíjate que mientras la leía, pensaba que esa podríamos haberla leído juntas sin problemas, creo que te gustaría. Ahora estás en un plan lector que te sales y me encanta
EliminarRonroneos!!!
Pues sí que Liliana Blum parece experta en todo eso que señalas. En un primer momento no me había dado cuenta de que se trataba de la misma autora de El monstruo pentápodo, novela que reseñaste hace bien poco. Ahora ya me he quedado con su nombre.
ResponderEliminarDe Margaret Atwood solo he leído El cuento de la criada. Ya sabes que a mí también me dan bastante pereza las sagas, así que no sé si me animaré con esta otra novela. No obstante, valoro mucho el runrún que dejan las lecturas, como a ti en este caso que te ha llevado a retomarla y continuarla hasta el final.
Besos
¡Hola Lorena!
EliminarSí, es la misma autora, ya son dos los leídos suyos y no serán los últimos, seguro, haces bien en quedarte con el nombre, merece la pena conocerla.
Entiendo que te de pereza, yo tengo ahora en mente la de Alias Grace de la autora, que todavía no la he leído. Por cierto, tienes que animarte con la segunda parte de El cuento de la criada (Los testamentos), merece la pena saber como avanza Gilead y la tía Lidia en la mente de la Atwood
Besos
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarEstupendas de verdad estas dos pedazos de reseñas que rezuman un amor a la literatura admirable. Respecto a la primera novela me llama mucho. Para mí ver o leer una distopía es muy placentero incluso aunque no sea muy buena. Imaginar esos mundos tiene mucho mérito y desde luego Margaret Attwood está en la cresta de la ola de manera merecida. Respecto a la segunda novela de Liliana Blum me quedo con esa forma de escribir que has destacado. En general los autores hispanoamericanos redactan de maravilla.
Besos y feliz semana.
¡Miguel!! ¡Muchas gracias por tus palabras! Me emocionan y más viniendo de ti.
EliminarEs que la Atwood es única haciendo distopias, tiene una imaginación increíble, cuando la lees piensas todo el rato que no sabes de donde ha podido sacar las ideas, porque son tremendas. Así que no puedo más que animarte
Respecto a la segunda, pues es verdad que las autoras latinoamericanas escriben muy bien y cuentan cosas peculiares, historias distintas que te enganchan y disfrutas
Besos para ti y feliz semana para ti también
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarAcá estoy de vuelta, una falla eléctrica y me quedé sin la conexión de internet... nada raro en mi país... :(
Soy de las que nunca deja un libro a la mitad, persisto hasta el final por mucho que me cueste... ja, ja, ja.
Como probablemente imaginas, creo que dejaré pasar a “Oryx y Crake”, no conozco la prosa de Margaret Atwood y el mensaje de la obra me parece excelente, peeeero las sagas y series no van conmigo, mucha pereza y poca paciencia para leer historias que continuan :)
Definitivamente, en algún momento de mi vida leeré a Liliana Blum, ¡qué mujer para crear personajes tan intrincados y tramas tan enrevesadas!
Perdona que me salga del tema, pero quería agradecerte una vez más el haberme descubierto a Sara Jaramillo Klinkert, estoy leyendo "Como maté a mi padre". Muy despacio, casi que meditando su prosa, hay momentos en que siento como si estuviera leyéndome... una lectura que cala hondo.
Su narrativa es sencilla, pero tan precisa y descarnada. Estoy segura de que su libro se quedará conmigo, incluso, mucho tiempo después de terminarlo.
Un besote y feliz semana ;)
¡Hola!
Eliminarahí no nos parecemos (en lo de que nos dan pereza las sagas sí, somos igualitas), yo soy de las que abandona, pero admiro a los que como tú sois capaces de llegar hasta el final aunque cueste (mira, ahí sí tienes paciencia). Con el de Atwood me pasó algo que puede que sea incluso la primera vez que me pasa, que estoy completamente decidida, pero le sigo dando vueltas y al día siguiente lo retomo y lo termino con éxito, jeje. Supongo que lo de leerlo con Irene influyó bastante. Y sí..., tienes que leer a Liliana Blum.
No sabes como me alegra haber sido yo la que te haya descubierto a Sara Jaramillo y la del padre te esté gustando y la estés disfrutando tanto, es que es una novela y una prosa muy particular. Para mi, también fue todo un descubrimiento. Así que quedo a la espera de la reseña en tu blog, a ver que impresiones te ha dejado
Besos y feliz semana para ti también
"Deshumanizar a un ser humano es muy sencillo"
ResponderEliminarPuede que no me creas pero esto lo sé por experiencia propia pues vengo de un país en donde se está haciendo eso gracias al totalitarismo de una neo dictadura, me refiero a Venezuela.
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En otro orden... Caray... veo que eres muy prolífera para escribir. Me gustaría presentarte mi segundo libro de cuento para ver qué opinas de él. Lo que voy a hacer es dejarte el texto del primero para ver si te gusta y si es así, te lo envío sin costo a tu correo...te parece.
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Ah... acabo de comentar en tu primer post... Me encantó.
Un abrazo desde Brasil
¡Hola!
Eliminarmuchas gracias por tus comentarios. Agradezco mucho tu ofrecimiento, pero los cuentos, los relatos no son lo mío, no consigo que me apetezcan lo suficiente como para decidirme a leerlos y algunos, pocos, que comencé a leer, los terminé abandonando.
No sabía que eras escritor, te deseo mucha suerte, Alí
Un beso!!!
Me quedo con esta frse: "Las personas que son crueles con los animales no se merecen más que reciprocidad." Yo amo a los animales por cierto tengo una Iguana en casa, un perro y un gato. Te dejo esta frase que espero te guste: ��No sabía que se podía querer tanto a un animal, hasta que tuve uno, me enseño muchas cosas, pero la que más, querer sin condiciones.
ResponderEliminarYo también adoro a los animales. ¡Muchas gracias por tu frase! que razón tiene...
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues me muero de ganas de leer el primero de ellos, porque todo lo que he leído de la autora me ha encantado.
Un abrazo
¡Hola! es que la Atwood es muy buena y veo que ya la has leído. Así que si no te dan pereza las trilogías..., a por él
EliminarUn abrazo!!
Tengo bastante interés en Atwood, aún no la he leído, pero sé que es una magnífica escritora y con una imaginación prodigiosa, como señalas, lo que me atrae (por eso mismo me encanta Ursula . Le Guin).
ResponderEliminarEn cuanto a la otra escritora, que recuerdo de esa reseña, hace poco, tratando la dureza de la historia, me atrae ese personaje, ayer vi Joker en TVE, y según iba leyéndote parecía que estaba frente a la versión femenina del desgraciado y rechazado payaso, o clown, y recordarlo me ha hecho atractivo todo lo que cuentas de Irlanda, una outsider que dicen los anglosajones.
Beso, Marian.
¡Hola Paco!
Eliminarpues mira..., sí, no vas descaminado cuando has pensado en Irlanda como la versión femenina de Joker (¡Que buena peli ¿verdad?, me encantó y la actuación de Joaquin Phoenix, una pasada), dos outsiders en toda regla, jeje. El personaje de Irlanda es muy curioso, sobre todo su perfil psicológico.
Tienes que animarte a leer a la Atwood, seguro que la disfrutas
Besos
Qué currada de reseñas. Te han quedado muy bien. Hablas con mucho acierto. Por desgracia, aunque me han cautivado tus letras, las historias son demasiado turbias para ser de mi estilo.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Hola, Marian! Qué alegría me ha dado que hayas reseñado Oryx y Crake en este 2x1 jeje. La tengo bastante bicheada y me ha gustado leer tu opinión sobre ella. Tengo pendiente a esta autora, me gustaría leer también El cuanto de la criada y Los testamentos (empecé la serie, ahí sigo con ella, pero creo que se está rizando el rizo demasiado y que con los libros voy a disfrutar mejor de la historia, estoy planteándome dejarla y leer los libros). Pero bueno, en cuanto a Oryx y Crake desde que vi la nueva edición me pareció muy atrayente (no me gusta meterme en sagas, la verdad, pero creo que merecerá la pena y también me ha llamado la atención eso de que incluso te plantearas el abandono y de seguida la retomaras con ganas). La temática me parece muy interesante y que da mucho para reflexionar. A ver si el año que viene le doy su oportunidad y también así me estreno con la autora. No creo que me deje indiferente... Un saludito!
ResponderEliminar¡Hola María!
Eliminarpues que bien que ya le hayas echado el ojo a la trilogía. Ya sabes que yo tampoco soy de sagas, aunque a veces hago excepciones si me apetece mucho. Y sí, la abandoné convencidísima una noche y al día siguiente la retomé convencidísima también (nunca me había pasado algo así).
Lo ideal a mi entender es leer primero los libros (Los dos del El cuento de la criada)) y desùés ya meterse con la serie, que sigue bastante más adelnate que las novelas, aunque yo también estoy muy enganchada a la serie, me flipa, no creo que le falte mucho para acabarse.
Anímate con la autora, que no te dejará indiferente, seguro
Besos!
Hola, Marian. Leería con mucho gusto Cara de liebre y te agradezco un montón habérmela dado a conocer.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
¡Hola Carmen! genial que te atraiga Cara de liebre, la obra y la autora merecen mucho la pena, me encantará conocer tu opinión si al final te decides a leerla.
EliminarBesos
El primero me llama mucho, creo que podría ser una buena lectura. El otro lo dejo pasar que no me atrae.
ResponderEliminarBesos y gracias por las reseñas.
Quiero leer más a Margaret Atwood. Sus obras tienen ese punto reivindicativo que tanto me gusta.
ResponderEliminarUn beso,