Pasaje destacado
"En las demás familias, hay fotografías de ese momento. Están en el aparador del salón, del comedor, como suele decirse, encima de la chimenea, o pegadas con un imán en el frigorífico. En nuestra casa no hay aparador, no se dice nunca comedor para hablar de una sala, no tenemos chimenea, no tenemos nada con imanes en el frigorífico, no tenemos fotografías.Ninguna fotografía.
Somos una familia anónima. No sabemos de dónde salimos. Nosotros, yo, mi hermano, mi hermana, crecemos en blanco. No hablamos de cómo era antes. No hacemos preguntas. No preguntamos nada. Yo no pregunto nada. Crezco en una nebulosa. Me invento las respuestas. En mi lengua materna."
Somos una familia anónima. No sabemos de dónde salimos. Nosotros, yo, mi hermano, mi hermana, crecemos en blanco. No hablamos de cómo era antes. No hacemos preguntas. No preguntamos nada. Yo no pregunto nada. Crezco en una nebulosa. Me invento las respuestas. En mi lengua materna."
La trama a grandes rasgos sin spoiler
Pauline, la narradora de la trama, fue consciente por primera vez de tener cuatro nombres, en el instituto, y aunque nunca le dio demasiada importancia, piensa a menudo en ello y se pregunta porqué sus padres le asignaron además esos tres adicionales, dos de mujer y en medio uno de hombre, en ese orden: Jeanne, Jérôme, e Ysé.
Y sin embargo ahí estaban. Los tres. Dos mujeres, un hombre. No es algo anodino, la verdad, estar escoltada, en la existencia de una, por tres desconocidos.
Hablar con su madre no sirve de nada porque en su familia nunca se rememora el pasado, se evitan las preguntas íntimas respecto a la vida de sus padres y cuando se hacen, las respuestas siempre son meras evasivas.
Habitan en mí. Ocupan mi persona. Voy a buscarlos, a encontrarlos, a dar con ellos. Voy a aprender a conocerlos, como se aprende a conocer a los miembros de una familia reconstituida, a un viejo pariente olvidado. No tengo muchos indicios. Voy a tener que prospectar, explorar, sondear. Hacer preguntas me parece inútil, acabarían neutralizadas.
Ahora Pauline vive feliz con su pareja actual, “ella”, y está embarazada de su primer hijo. Tras haber pasado treinta años, los que tiene, sin carnet de identidad casi sin existir de cara a la sociedad, ahora que se decide a sacárselo, vuelve a cuestionarse su origen y aunque sabe que no va a servir para nada, lo intenta de nuevo con su madre
¿Podrías decirme por qué me llamo así? Suspira. Suspira sonoramente, tose, oigo cómo coge el estuche de tela que contiene su tabaco para liarse un cigarrillo. Pienso que lo he conseguido, que por fin va a tomarse un momento para hablar conmigo, para explicarme. Pero no, en absoluto. Pone esa voz que le conozco bien, esa voz de que no transige, ay, cariño, no tengo tiempo, y me fastidias con tus preguntas, ya sabes que lo odio.
Al seguir sin respuestas, ese verano después de las vacaciones con su chica, con “ella”, decide iniciar por su cuenta la búsqueda de sus tres fantasmas y comienza a investigar, a buscar y recopilar pistas de esos seres que forman desde siempre parte de su historia, de su razón de existir. Y además, decide escribir sobre ello.
Escribo porque la mirada de mi madre se evapora, porque su silencio me envuelve. Escribo para rellenar los vacíos. Escribo para saber quién soy. Si no obtengo respuestas, me lo inventaré. Escribo para dar envergadura a la existencia. Escribo para decir lo que he creído ver en el mundo de las sombras, en el mundo desquiciado, escribo para decir que pasé por aquí, escribo para dejar un rastro de guijarros, escribo para volver a encontrar mi camino en el bosque.
Entonces sucede algo inesperado en “el día blanco”, como ella lo llama, porque ese día nevaba abundantemente y todo estaba cubierto de un velo sordo y blanco. Algo terrible que le quita el habla, las ganas de vivir, que la deja anclada en el silencio, en ese día, sin poder avanzar ni atisbar un futuro posible. Pero lejos de desistir en su búsqueda, se sumerge de lleno en ella, a modo de evasión, de válvula de escape de su nuevo “mundo blanco”.
La nieve ha caído sobre la ciudad para hacerla callar en ese día de antes del nuevo mundo. Mi nuevo mundo. Cubiertas, las aceras, cubiertos, los coches que circulan al ralentí dejando en las calzadas huellas oscuras y paralelas, cubiertas, las decoraciones de Navidad, todas a cada cual más brillante y parpadeante; y de repente, nada, nada de nada, ni brillos ni parpadeos, blancura, solo blancura, blancura por todas partes. Y un silencio indescriptible.
Van surgiendo pistas sobre su A.P. (Antes del Presente, “apé” en boca de Pauline) que la llevarán hasta el cementerio de Montparnasse, y a viajar hasta Susa (Túnez), surgen indicios, fotografías, dedicatorias, que la conducirán hasta un libro de Marguerite Duras y una obra de teatro de Paul Claudel, “Partición de mediodía” que tiene mucho que ver con uno de sus nombres, y ata cabos. ¿Quiénes serán Jérôme, Jeanne, e Ysé? ¿ángeles protectores, sus hadas madrinas?
Y hasta ahí puedo contar. . .
Los puntos fuertes de la novela
✔ La historia que se nos cuenta es bastante peculiar, me ha fascinado, con una protagonista que desea a través de sus cuatros nombres de nacimiento, encontrar su propia identidad para poder empezar desde cero tras haber sufrido una gran desgracia que la deja paralizada en ese día blanco.
Tienes que encontrarte a ti misma, comprender quiénes son esos otros en ti.
Y tenemos un relato principalmente sobre mujeres, una cadena de mujeres pertenecientes a distintas generaciones, un relato-homenaje a esas mujeres de las que a veces no hay fotos ni testimonios de su existencia, a pesar de haber sido en su día los ejes centrales de sus familias, un homenaje a esas estirpes que se fueron quedando por el camino. Como nos dice la autora: "Por ejemplo, en mi familia ha sido difícil conocer su estirpe de mujeres, sé que he tenido una abuela y una bisabuela, pero no salen en las fotos. No me han contado sus historias".
✔ La estructura de la obra también es curiosa: tres preguntas marcan la trama, tres preguntas existenciales sacadas del pensamiento de Kant (con gran influencia en el pensamiento de Pauline), y que dividen la obra en tres partes, una para cada uno de sus nombres: “qué puedo saber” (dedicada a Jeanne), “qué debo hacer” (dedicada a Jérôme), y la tercera “qué puedo esperar” (dedicada a indagar sobre Ysé).
De repente quise contarle la única enseñanza que se me quedó de mis años de estudiante de filosofía. Me puse a evocar a Kant. No me atrevía a girar la cabeza hacia ella, por miedo a ver dibujarse en sus labios una sonrisa burlona. Había olvidado prácticamente todas mis lecturas kantianas, salvo las tres preguntas fundamentales de su pensamiento. ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? y ¿Qué puedo esperar?
✔ Pero lo mejor de las novelas de Pauline Delabroy, lo que más disfruto de ella independientemente de la trama, es sin duda la prosa, y su estilo, muy especiales ambos:
● Su forma de narrar, de contar las cosas, con párrafos y diálogos estructurados a modo de frases seguidas, como pensadas en voz alta.
¿Cómo se llamaba esa madre que la trajo al mundo? No puedo acordarme, dice. Se murió sola, pregunto. De eso, contesta mi tía, de eso no tengo la menor idea. Sí, pienso que sí, la apartaron de sus hijos.
● Su prosa con cierto toque lírico que ya me sorprendió en su primera novela, y que he vuelto a disfrutar aquí. Se nota que hubo un tiempo en el que Pauline Delabroy solo escribía poesía, creo que esa impronta poética siempre permanece, es todo un deleite leerla.
Quizá sea eso lo que me acecha desde que empecé a escribir, quizá sea la locura lo que me acecha en cuanto intento salir del mundo para registrar las palabras que me recorren el cuerpo como escalofríos de fiebre. La reclusión es la única salida para deshacerme de los temblores y del recuerdo del día blanco, y, con la reclusión, la posibilidad del extravío, de la demencia.
● He visto en algún artículo por ahí, que el recurso narrativo que utiliza (y que utilizó también en "Voy a hablar de Sarah"), es el del “narrador poco fiable”. Nunca lo había escuchado y no tengo totalmente claro lo que es, aunque puedo hacerme una idea. Pensándolo bien, si tengo en cuenta que en “La hija” solo conocemos un punto de vista, el de la narradora, y vemos todo a través de lo que ella ve o cree estar viendo, me ayuda a entender algunas cosas de la lectura, ya que en alguna ocasión me he preguntado si serían reales todos los personajes con los que ella se va encontrando y esas similitudes que ve ¿imagina? con Jeanne, Jérôme, e Ysé. Es probable que no haya que creerse al pie de la letra todo lo que Pauline personaje/Pauline autora de la novela, nos cuenta, pero no porque pretenda confundirnos o mentirnos, sino porque ella (Pauline personaje) es muy imaginativa y realmente se convence de que así son las cosas, tal cual las imagina. No sé si me explico. . .
Vivo dos realidades paralelas: la mía, la realidad de mi vida de chica de treinta años, y la mía vista por los ojos de un hombre que tenía treinta años en los ochenta. Invento que lo tengo a mi lado.
✔ Curiosidades respecto a la autora, la novela y su publicación:
● En “La hija” se mezcla algo de realidad con cierta dosis de ficción inventada: parece ser que varias cosas coinciden además del nombre, entre la Pauline protagonista y la Pauline escritora: Delabroy también tiene tres nombres y son esos mismos, Jerome, Jeanne y Yseé. Dice la escritora:
"La narradora coincide un poco con la autora en el sentido que hay cosas de mi auténtica vida, como cuando descubre que tiene 3 nombres, que son los míos personales. Pero por supuesto que la narradora del libro va mucho más allá de la autora, es decir, que le pasan cosas que nunca me han sucedido y tiene comportamientos que no son míos"
● Con 30 años, Delabroy envió el manuscrito de su primera novela a muchas editoriales, y únicamente fue "Minuit", la que fue en su día la editorial de Marguerite Duras (autora varias veces nombrada a lo largo de “La hija”), la que la apoyó, adquirió los derechos y la publicó. Por ello, se dice de ella que es heredera de Duras, con la que se la compara a menudo.
✔ No quería dejarme en el tintero a un personaje de la historia que me ha encantado, un personaje no humano y bastante secundario porque no tiene demasiado protagonismo, o al menos no durante demasiado tiempo: se trata de Tutú, un gatito con pocas semanas de vida, herido, ciego, sordo, que Pauline rescata de morir atrapado y clavado en una alambrada de la ciudad de Susa (Túnez), cuando viaja hasta allí buscando pistas sobre Jérôme. Es genial la relación que surge desde el principio entre Pauline y Tutú, como se adoptan mutuamente y Pauline lo pasea por toda Susa como si fuera un mono, en su hombro o en su cabeza. Y cómo ya en París, lo saca a hacer sus necesidades al cementerio que tienen al lado de casa como si fuera un perro, y se lo lleva con ella a todas partes en su mochila. Y es genial ese entendimiento con el minino en un idioma particular e híbrido humano-gatuno, maullando con palabras y hablando con maullidos. La pena. . ., que a su pareja, a “ella” no le gustan los gatos.
Me dicen que estoy loca. Que gatos errantes, aquí, hay para dar y vender, de hecho ni se dan ni se venden, hay que ser una pirada occidental para hacer algo así, recoger un gato, aquí los gatos son como las ratas, no hay que alimentarlos, son una plaga, no se les acaricia, no se les da de comer, no se les mete en casa. Y sobre todo no se les pone nombre. Hablo con el gato como hablaría con Jérôme. Como me apetecería hablarle a mi madre. Tiendo la mano a Tutú, como tenemos ya por costumbre, el gato sube corriendo a mi brazo como una rampa de lanzamiento, da un brinco hasta mi hombro y se instala. No se mueve de mi hombre izquierdo. Con las uñas clavadas en mi carne, cruzamos las calles corriendo para evitar los ciclomotores que petardean, caminamos a buen paso. Solo se baja si tiro de su cuerpo para dejarlo en el suelo.
Resumiendo: “La hija” es la historia de una hija, que además es nieta y bisnieta, que ansía conocer su propia identidad para reencontrarse consigo misma, iniciando una investigación casi obsesiva, una búsqueda febril a través de sus nombres y las huellas de sus antepasados. Una historia íntima que nos lleva a preguntarnos si realmente es importante conocer nuestros ascendientes, si es imprescindible saber de dónde venimos para saber hacia dónde vamos.
Lo quiero, a ese gato, es la prueba viviente de que incluso cuando no sucede nada hay cosas que suceden, que incluso cuando se piensa que no va a encontrarse una con nadie, se tropieza con alguien, que incluso cuando la vida la pisotea a una, la existencia no espera.
¿Os recomiendo leer esta novela? Por supuesto, os la recomiendo con fuerza, no os la perdáis. Pero lo que por encima de todo os recomiendo, es leer a Pauline Delabroy, sin falta, la autora ya está en mi lista de autores preferidos (en el gadget que tengo a la derecha del blog), y pienso leer todo lo que escriba de aquí en adelante, no me voy a perder ni una de sus próximas obras.
He leído y comentado "La hija" junto a mi gran amiga Marianna, del blog Los libros de Mava, una lectura más para meter en la saca de nuestro Club de lectura particular MavaMar. Si os apetece o tenéis curiosidad por saber si ella ha disfrutado la novela tanto como yo, podéis hacerle una visita y leer su reseña AQUÍ, seguro que no os arrepentiréis.
Vengo de leer a Mava y ya vengo convencida con esta novela. me tiene muy intrigada lo que sucede con esos tres nombres, a qué se deben, por qué se obvian tantas cosas en la familia de Pauline. esa desgracia que le acontece en ese día blanco, me la veo venir y me espeluzna. Ojalá me equivoque. Bueno, que ya tengo la novela apuntada. Espero no demorarlo mucho.
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
Eliminarme alegra que Marianna ya te haya dejado convencida de la novela, ambas la hemos disfrutado mucho. Es una autora peculiar y creo que te gustará, en cualquier caso, me encantará y me intriga saber tu opinión sobre ella. No la demores, o en cualquier caso, no le dejes en el olvido, también te recomiendo la primera de sus novelas, ahí la descubrí yo y quedé prendada de su pluma
Ya me contarás
Un beso
Acabo de cogerla en préstamo en ebiblio, en la Biblioteca Central de Cantabria. La empezaré en breve.
Eliminar¡Que bien! deseando conocer tu opinión, a ver si coincidimos o no, eso nunca se sabe. Me tienes que contar...
EliminarMe dejas muy intrigada con esta historia. Tomo buena nota y apunto bien el nombre de la autora, a ver si en la biblioteca encuentro esta novela o cualquier otra de ella.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ok, espero que la disfrutes como yo
EliminarBesotes!!
¡Querida Marian!
ResponderEliminarAsí es, otra hermosa lectura para meter en la saca de nuestro Club Mavamar. La verdad es que ambas disfrutamos con la prosa de esta autora, con esa forma de narrar tan de ella, íntima, honesta, auténtica, con la que se empatiza nada más empezar a leer. Original y a la vez tan simple y tan poética.
Me fascina como hace uso de las anáforas, como combina las frases cortas y largas para darle ritmo a lo que cuenta.
Literalmente me deslumbró el año pasado, cuando leí "Voy a hablar de Sarah", primera vez que una prosa consigue impactarme tanto.
Es impresionante como juega con las palabras y el efecto emocional que produce en quien está leyéndola, y en "La hija" volví a sentir y vivir la obsesión de la narradora, ese deambular interior que casi la lleva a la locura.
Y sí, una novela que me encantó y emocionó tanto como a ti, sin duda una autora que seguiremos leyendo y comentando.
Me ha encantado tu reseña y cómo has expresado todo lo que la novela te ha transmitido y también me alegra ver que recomiendas "con fuerza" a la autora.
¡A por más novelas guays para meter en la saca de nuestro club de lectura! 😊
Un beso fuerte.
¡Hola Marianna!
Eliminarmenudo tesoro de autora hemos descubierto (bueno, descubrimos con la de Sarah). No los suelo añadir a mi gadget de autores preferidos solo con una novela, me espero hasta estar segura después de haber leído al menos dos, por comprobar que sigue siendo igual. Y en este caso, fue terminar la lectura e ir corriendo a meterla allí, con las mejores y las que mas me hacen disfrutar
Lo hemos pasado bien leyendo juntas La hija, es peculiar y como dices con una prosa muy especial que llama la atención y consigue engancharte irremediablemente. Como digo, se nota cuando el autor viene de escribir poesía, se les queda esa impronta poética, que me encanta. Por eso la recomiendo con mucha fuerza, a Pauline Delabroy, por eso y por todo, sí.
Otro mas a la saca, de hecho ya estamos en ello ¿verdad?
Es genial esto de las lecturas conjuntas
¡Mil besos!
Una trama en busca de la identidad me llama bastante la atención por el propio hecho existencialista y por las relaciones cruzadas que conlleva. Otro punto fuerte es ese lirismo narrativo que mencionas y también me ha llamado mucho la atención ese recurso del "narrador poco fiable" que puede aportar algo novedoso a la literatura. La reseña que has hecho es espectacular.
ResponderEliminarBesos, Marian, y buen comienzo de julio :)))
¡Gracias Miguel!
EliminarSiempre tan amable conmigo...
lo del narrador poco fiable, lo he leído en algún artículo, me llamo la atención y como digo, igual no hay que creerse todo lo que nos diga la narradora ¿o sí?
Tienes que leer a esta mujer,
¡Besos y feliz mes!!
Una autora totalmente desconocida para mi, pero la apunto en mi lista de pendientes. Me has dejado con ganas de descubrir esa manera de narrar, esas lecturas que hablan de generaciones y de lo que ello pueda afectar o no siempre tienen su jugo. Otra mas. Mil gracias. Besos.
ResponderEliminar¡Hola Iñaki!
Eliminarque bien, me alegra que la lectura te resulte atractiva y que quieras descubrir a la autora y su pluma. Creo que puede gustarte mucho, es peculiar
¡Gracias a ti por pasarte y leerme!
Besos
Tengo anotado el nombre de Pauline Delabroy desde que leí tu reseña sobre "Voy a hablar de Sarah", pero aún no he leído nada de ella. Anoto esta otra novela, "La hija", que veo te ha encantado. Me gusta mucho la prosa que bebe mucho de la poesía; los autores que han sido o son poetas tiñen sus narraciones de una belleza espectacular. Si a esto se suma ese 'narrador poco fiable' entonces ya estas novelas me llaman desaforadamente.
ResponderEliminarDices que es una novela-homenaje a esas mujeres de las que a veces no hay fotos ni testimonios. La pareja de la protagonista deduzco que también es mujer; lo que busca Jeanne Jerôme Ysé es a su madre. Me pregunto si no hay atisbo de ningún hombre en la novela; quizás, pienso, ese nombre de varón en medio de los otros de mujer aluda a él, pero para eso tengo que leer esta narración. Procuraré hacerlo porque me excita la curiosidad.
¡Ah! Ahora me paso por el blog Los libros de Mava para ver qué le ha parecido a ella.
Una reseña que me ha encantado, Marian. Muchas gracias y un beso
¡Hola Juan Carlos!
Eliminarque bien que tengas anotada a Delabroy, porque sin duda es una autora que te va a gustar mucho. Su prosa es una maravilla, de esos que destilan poesía, de esas que brillan mas por como cuentan las cosas que por lo que cuentan. Lo del narrador poco fiable era la primera vez que lo escuchaba y no tenía claro a qué se refería, pero estuve indagando y mas o menos entendí.
Te cuento que es una novela principalmente de mujeres, Pauline tiene un padre pero no habla de él prácticamente, ella se centra en su madre que es a la que le pide explicaciones, por eso al padre ni lo menciono. El hombre que sí aparece y del que se habla mas es de su Jérôme (que sí nombro aunque no cuento nada sobre él porque creo que es mejor descubrirlo junto con la protagonista), el de su nombre y sobre el que Pauline busca pistas sin descanso. Luego aparece un profesor de danza que era amigo de la madre y le da alguna pista, pero que tampoco me resultó tan importante como para darle peso en mis puntos fuertes.
Espero que te animes con la autora, con cualquiera de las dos novelas que yo leí, ambas me parecieron muy especiales. Ya me contarás
Besos
Pues lo anoto para conocerlo.
EliminarMe gusta leer de todo así que lo haré.
¡Ok, genial!!
EliminarHola Marian. Voy a buscar el libro en mi lector electrónico. Ya te contaré
ResponderEliminarBesazos
¿Te quieres creer que solo la encuentro traducida a la lengua de Galdós? Por supuesto, la busco en francés y no me aparece. Tendré que mirar en la librería al lado de casa
EliminarHola Sorokin! ¿En serio? ¿En frances no la encuentras?
EliminarA ver si en la librería la encuentras. Por cierto si no tienes un kindle, puedes comprar el libro electronico en La casa del libro
Ya me contarás si lo lees
Un beso!
Por cierto Sorokin, la novela en francés se llama "Qui sait" ("Quien sabe") un título muy distinto al que se le dio en español. No se si lo buscaste así.
EliminarHola. Acabo de terminar "Qui sait". Me ha encantado
Eliminar¡Que bien!!
Eliminarme alegra que coincidamos y que te haya gustado. Delabroy merece mucho la pena descubrirla y me alegra haber contribuido a ello en tu caso
Hola, Marian
ResponderEliminarYa sabes que sí. Yo que siempre me quejo de los personajes que no tienen nombre, pues hala,aquí va uno con tres, ¿o son cuatro?, porque en la reseña dices cuatro, aunque eso igual es sorpresa, no sé. Pero me apunto porque estas historias íntimas me flipan mucho. Creo que el día blanco me imagino por dónde va, pero lo importante son las consecuencias. Siempre he pensado que las mujeres que no desvelan el nombre del padre de los hijos es porque por el motivo que sea, no lo saben.
Me lo guardo, ahora voy a leer algo más liviano depuesto de Ernaux y luego ya veo si voy con este porque igual también me apunté el otro de la autora, tengo que mirar.
Besines
Besines
¡Hola Norah!
EliminarJaja, si, esta protagonista tiene además de Pauline, tres nombres mas. Vamos que en total son cuatro, para que luego digas y no te quejes de falta de nombres. Eso sí, me acordé de ti porque el nombre de su pareja no aparece, la llama “ella” todo el rato y sé que eso no te va a gustar.
Pienso que sí te puede gustar esta novela, aunque creo que igual le encuentras mas peros que yo. Que ganas por saber tu opinión sobre ella si la lees
Besines
¡Hola! Vengo del blog de Mava y com la entrada de ella, esta me ha encantado. Además se complementan, hay cosas diferentes en las dos reseñas que ayudan a conocer mejor la novela y el estilo de la autora. Un entrada genial. Saludos
ResponderEliminar¡Hola Jose!
Eliminarbienvenida al blog, me alegra que con las dos entradas, la de Marianna y la mía te hayas podido hacer una idea de la novela, espero que te animes a leerla
¡Gracias por pasarte
Un saludo
Una historia extraña donde las haya, bastante enigmática, sobre los orígenes desconocidos de la prota. Luego lo del gatito, son detalles que siempre enternecen. Normal que te gustara, seguro que a mí también.
ResponderEliminarVeo que estás leyendo Confesiones. Vi la peli hace un par de años y, dentro de que es una bizarrada, como casi todas las historias niponas, que son muy exageradas, pero me tuvo expectante hasta el final, por saber en qué acaba todo.
Un beso ;)
¡Hola!
Eliminarsí, creo que La hija te gustaría, porque ademas lleva gatito incorporado y eso a nosotros que somos gatunos nos mola, además la relación entre Tutú y Pauline es genial, anímate.
Sí, estoy con confesiones, ya sabes que me gustan las cosas bizarras, así que de momento me está gustando, tengo en mente ver la peli después.
Un beso
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarMe ha fascinado la historia que nos traes. Me encanta, porque tus reseñas suelen ser así. Siempre nos dejas con la miel en los labios. Y no me quejo, eh ja,ja,ja.
Estoy súper intrigada, así que echaré un vistazo por si lo tienen en la biblioteca ;)
¡Un beso!
¡Hola Laura!
Eliminarmis reseñas suelen ser entusiastas porque ya sabes que si no me engancha mucho, pues la abandono, así que lo que termino y reseño suele gustarme muchísimo.
Me alegra transmitir mi emoción y dejarte con la miel en los labios. SI la tienen en la biblioteca, no dudes en pillarla
¡Un beso!
Super anotado😊
ResponderEliminarMe puede gustar mucho por todo lo que cuentas.
Tus reseñas son magníficas, gracias por compartirlo Saludosbuhos!
¡Muchas gracias! genial que lo lleves anotado, es una buena autora y una buena novela que merece ser descubierta
EliminarBesos
No me cansaré de leer sobre el tema de la identidad. Muchas veces este tema va asociado al exilio, la inmigración, etc. En el caso de esta novela, me parece muy curioso lo de los tres nombres. Los nombres, que deberían ser algo definitorio, descolocan a la protagonista de esta novela por esa absoluta ignorancia entorno a ellos así como entorno a su historia familiar. La familia de origen es fundamental en nuestra identidad y veo que a Pauline se le niega ese derecho a saber.
ResponderEliminarBueno, nada más y nada menos que heredera de Marguerite Duras, se dice de Pauline Delabroy-Allard. No sé si será exagerado o no tal honor, pero, en todo caso, parece una escritora interesante a la que tener en cuenta.
Besos
El tema de la identidad es interesante, sí y en el caso de esta novela lo de los nombres, pues resulta curioso. Delabroy es una autora muy a tener en cuenta y estoy convencida de que a ti te encantarían sus novelas. Es muy de tu estilo.
EliminarAnímate a leerla
Besos
¡Hola! Acabo de leer la reseña de este libro en el blog de Rosa y me ha dejado con muchas preguntas en la cabeza y con ganas de saber más de esta historia. Quería conocer tu opinión y con agrado veo que ambas coinciden en que esta es una lectura imperdible, por lo que no se diga más, esta será una de mis próximas lecturas. Gracias por la reseña. ¡Besos!
ResponderEliminar¡Hola Marita!
Eliminarme alegra que mi reseña y la de Rosa (seguro que si lees la de Marianna, también lo consigue, si no leíste su reseña, te la recomiendo) haya conseguido dejarte con ganas de saber mas acerca de la historia. Sin duda es una novela y una autora peculiar y muy especial, que te recomiendo, aunque veo que ya decidiste darle una oportunidad. Me encantará saber tu opinión sobre ella si la lees
Gracias a ti por pasarte a leerme!!
Besos
Marian, qué bien suena esta novela...esa búsqueda de nuestros antepasados y especialmente esa pregunta: ¿realmente lo necesitamos saber? ¿Nos ayuda a algo? ¿A trascender de nosotras mismas? Me encanta...la buscaré...y si está bien escrita...será maravilloso deleitarse en ella. Si bien, como siempre, tengo miles de libros esperándome, pero iré a buscarla a la librería para conocer más sobre ella. Un abrazo muy grande.
ResponderEliminar¡¡María!!
Eliminarno sabes como me alegra que esta novela te haya llamado la atención como para decidirte a leerla, creo que te va a gustar, que la vas a disfrutar mucho. Me encantaría que si la lees me vuelvas a visitar a contarme como te fue, es una maravilla todo, la prosa y la historia
Besos