Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


11 de diciembre de 2022

“ALGO EN LO QUE CREER” de Nickolas Butler

Portada del libro de Nicholas Butler, autor americano, novela inspirada en hechos reales
"El mundo, Lyle lo sabía, se dividía en dos tipos de personas (como suele decirse, o como se tiende a simplificar): aquellas a las que los cementerios les resultaban lugares tristes e inquietantes, y aquellas otras a las que, como le sucedía a él, les inspiraban una sensación profunda y duradera de unidad y equilibrio; como si alguien bajara repentinamente el volumen de la vida y uno flotara en el espacio exterior, contemplándolo todo, contemplando su inmensidad.

Para Lyle, aquel era un lugar en el que poder estar cerca de gente que había desaparecido hacía mucho tiempo. Un lugar libre y sereno al margen de las cosas. Un lugar en el que entrar en contacto no solo con sus recuerdos, sino también con su futuro".

Primera novela que leo de Nickolas Butler (Allentown, Pensilvania, 1979), os adelanto que no será la última y os cuento que en España se han publicado cuatro de sus libros: “Canciones de amor a quemarropa” en 2014, “El corazón de los hombres” en 2017, “Buena suerte” y “Algo en lo que creer” en 2020, todos por la Editorial Libros del Asteroide. Supe de “Algo en lo que creer” a través de la reseña de mi buena amiga bloguera Norah, ambas nos conocemos bastante bien, literariamente hablando. Fue leerla en su blog y tener la certeza de que era para mí (en su Cantina encuentro muchas ideas apetecibles de lectura, y aunque no siempre, la mayoría de las veces coincidimos en gustos lectores). Me ha encantado descubrir esta novela y al autor, sospecho que va a ser uno de mis ases bajo la manga, esos a los que recurro cuando abandono libro tras libro y nada consigue engancharme.

 
La trama a grandes rasgos sin spoiler
Ambientada en Redford (Wisconsin), un pueblecito del medio Oeste de esos en los que todo el mundo se conoce, y narrada a ritmo del transcurrir de las cuatro estaciones, la novela gira en torno a la familia del matrimonio de ancianos, Lyle y Peg, y su hija adoptiva, Shiloh, que es madre soltera de un niño de cinco años, Isaac. 
Esa es la bendición y la maldición más evidente de todo pueblo pequeño: tu familia, tus amigos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo y tus sacerdotes parecen estar siempre contigo, como si los llevaras en el bolsillo o estuvieran observándote desde la ventana. Te conocen tanto como para saber, sin necesidad de preguntar, si estás contento o triste, distraído o enamorado, o si estás deseando desaparecer de allí.

Aunque la hija siempre ha sido algo rebelde, la relación con sus padres, los abuelos de Isaac, es buena, hasta que todo da un vuelco cuando aparece en escena Steven, la nueva pareja de Shiloh, un predicador evangélico fundamentalista, que, con sus ideas religiosas fanáticas y manipuladoras, intenta alejarla tanto a ella como a Isaac de su familia.
Steven merodeaba por el santuario como una pantera al acecho, hablando directamente a su congregación, y proyectaba la sensación de conocer a cada cual de manera íntima; más aún: de conocer las mayores debilidades, los miedos y crímenes de cada uno de sus fieles. Aquel hombre joven no solo estaba imbuido de una asombrosa seguridad en sí mismo, sino también de una arrogante rectitud, de una santurronería que portaba como si fuera una orgullosa toga púrpura, exudando una mezcla imposible de moderna juventud y de la clase de dignidad que solo irradiaban personas diez, veinte o treinta años mayores que él.

 


Los puntos fuertes de la novela

La ambientación: una maravilla. Reconozco sentir debilidad por las tramas urdidas en esos pueblos perdidos y pequeños de muy pocos habitantes, en los que todos se apoyan, se ayudan y son como una gran familia. Así es Redford. 
Existen pequeños pueblos en todo el mundo, tan íntimos y conectados, que el dolor o la alegría de uno de sus habitantes puede ser compartido por sus vecinos con la misma intensidad. Y así era como la pequeña comunidad de Redford ayudaba a Lyle y a Peg a curar su dolor y a seguir adelante, con una bienvenida sincera y alegre.

El autor además ha sabido recrear la atmósfera de cada estación en la que transcurren los capítulos, y te transporta a ese bosque de la mano de la madre naturaleza, que aquí es una parte importante del conjunto del argumento.

✔ El valor de la verdadera amistad: Lyle y Peg tienen buenos amigos, de los que siempre están ahí, de los que nunca te fallan. Hoot es el mejor amigo de Lyle y está enfermo, todos se vuelcan en arroparle, en no dejarle nunca solo e intentar cumplir sus últimas voluntades. Lyle, a pesar de no ser creyente, de ser bastante agnóstico, asiste cada semana a la misa dominical en la parroquia, porque Charlie es el predicador, únicamente para ver y escuchar a su amigo. 

Esta novela es un canto a la amistad, para mí una de las cosas mas importantes que podemos tener en la vida y soy consciente de que los buenos amigos hay que cuidarlos, hay que mimarlos y que no siempre se quedan a tu lado por mucho que hagas por ellos, algunos incluso te defraudan como nunca antes hubieras pensado que podría ser posible. Pero la edad me ha enseñado que así son a veces las cosas, y que, igual que algunos salen, es verdad que otros entran, si tienes los brazos abiertos para acogerlos, para recibirlos. Es como si la vida te lo fuera compensando. Lo sé por experiencia. 

✔ En “Algo en lo que creer” se exploran las creencias religiosas, se adentra en el fanatismo religioso llevado al extremo, el sectarismo. Es curioso como las sectas pueden separar, destruir familias enteras cuando alguno de sus miembros se deja manipular, embaucar, a la vez que estos intentan embaucar a los demás, llegando al extremo de incluso desaparecer de las vidas de sus seres mas cercanos. 
Nunca he entendido las religiones organizadas —dijo Otis desde donde estaba—. Ser una buena persona. No hacer daño a los demás. No engañar. No ser avaricioso. Con eso me parece suficiente. No necesito una maldita guía para no salirme del camino correcto. Ni una tabla de piedra grabada por un rayo. Ni una recompensa celestial. No necesito guardar un día de la semana. Todos los días de nuestra vida son importantes, del primero al último. A medida que te haces viejo, cada vez te das más cuenta de ello.

Shiloh pretende inculcarle a su padre sus ideas religiosas casi por la fuerza, con amenazas, con prohibirle ver a su nieto si no hay cambio, porque piensa que puede ser una mala influencia para el niño. Y el abuelo no entiende. Él, que se desvive por esa criatura que le infunde cada día ganas de vivir por mucho que le agote físicamente. Además, Peg y él ya perdieron un bebé, y ahora no pueden perder a su único nieto.
Esa clase de iglesias… lo son todo para sus fieles. Son como una especie de agujero negro, succionan a la gente y es muy difícil sacarlos de ahí. Los miembros que osan criticar a la iglesia o que rompen con su ortodoxia son rechazados y marginados. 

La trama está parcialmente inspirada en un hecho real que conmocionó Wisconsin en el 2008, cuando una niña de 11 años murió por la complicación de una diabetes infantil que sus padres se negaron a tratar por motivos religiosos, mientras rezaban y rezaban sin parar por su recuperación, convencidos de que solo la fe podía curar a su pequeña. ¡Muy fuerte! 

Explica el autor en la nota que cierra la novela, que “la sanación por la fe se cobra miles de vidas de niños al año en Estados Unidos, debido al rechazo de sus padres a acudir a la medicina, pese a que eso, evidentemente, está penado por la ley. No es que sea algo muy habitual y ocurre en lugares aislados, pero también podemos equiparar esta actitud a la gente de ciudad que se niega a vacunar a sus hijos. Ambas se sustentan en un rechazo a la ciencia y a la razón".

Vaya, Lyle, no sabía que Shiloh estaba tan metida en eso. Lo de la cura por la fe es un disparate. Al menos, ese tipo de cura —Charlie dio un largo trago para terminar su cerveza y se apoyó sobre el respaldo de la silla—. Me refiero a que no hay nada malo en rezar por alguien, en rezar por una persona que se está muriendo. Pero el meollo de la cuestión es que esta práctica en concreto es directamente criminal. No se puede llamar de otra manera. Si sabes que alguien se está muriendo y rezas por esa persona en lugar de llevarla al médico, estás cometiendo una negligencia grave. De igual modo, si alguien está sufriendo y crees que Dios va a curarlo por arte de magia, estás cometiendo un delito en toda regla.

Una novela sobre todo de personajes y de las relaciones entre ellos, entre padres-hijos, abuelos-nietos, entre matrimonios que llevan toda la vida juntos y siguen amándose. Todos son buenos, perfectamente dibujados y el autor nos permite conocerlos bastante bien. 

Destaca el niño, Isaac, aunque a veces me hayan resultado algo increíbles algunas de sus salidas, teniendo en cuenta de que tan solo tiene cinco años. Pero también es cierto que los niños no dejan de sorprendernos y a veces nos dejan boquiabiertos con algunas cosas que dicen o hacen.
«Abuelo, si descendemos de los gorilas y los monos, ¿eso significa que Adán y Eva descendían de gorilas y de monos? Pero entonces, ¿ellos —Adán y Eva— eran más parecidos a los gorilas o a nosotros? ¿O es solo una historia? Pero si Adán y Eva fueron los primeros humanos, ¿empezaron siendo ya mayores? Quiero decir, ¿fueron niños alguna vez? ¿A que sería genial que solo hubiera niños entonces? Solo dos niños en todo el planeta.»

También me ha gustado especialmente la pareja que forman Lyle y Peg, su relación basada en el conocimiento después de tantos años juntos, en el amor y el respeto mutuo. 

Peg le ofreció la mano y él la tomó. Caminaron así cogidos hasta el interior de la casa, atravesando el pasillo que tantas veces habían atravesado para llegar a la cama, la misma que los aceptaba siempre, tal y como eran. Sobre ella yacieron, tumbados de espaldas y mirando al techo, y ambos pensaron, consternados, en su nieto, en ese niño maravilloso por el que tanto temían, y también en su madre, a la que amaban tanto que se les desgarraba el corazón al comprender, de manera inequívoca, que se estaba alejando cada vez más de ellos, de su hogar y de su pequeño pueblo, como una barca hinchable a la que la corriente arrastrara cada vez más lejos de la costa brumosa.

Nickolas Butler escribe muy bien, me ha encandilado su prosa y me ha encandilado esta historia que nos cuenta. El final. . ., bueno, digamos que queda bastante atado, salvo un detalle concreto de un personaje concreto que deja un poco al libre albedrío. Aunque sí me hubiera gustado haber conocido ese desenlace, tampoco ha sido un problema para mí, no me importan demasiado esos finales con algún que otro cabo suelto si la novela ha merecido la pena y es el caso.


Resumiendo: “Algo en lo que creer” es una novela intimista y rural muy bien escrita, con buenos e inteligentes diálogos, que transmite ternura, emotividad sin caer en la ñoñería. Es la vida misma.

Miró a su nieto y lo invadió una ola de amor hacia él, pues era un niño afable, sensible y curioso, y esas eran —por encima de cualquier otra— cualidades que Lyle empezaba a valorar cada vez más en el mundo.


¿Os recomiendo leer esta novela? por supuesto, porque la he disfrutado, porque me ha llegado al corazón y porque es de esas historias que dejan poso, te dejan pensando en lo leído. Este autor promete. No tardaré en volver a él. Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: 




18 comments:

  1. Una historia perfecta para que el fanatismo ultrareligioso no se imponga a la salud de los más débiles, especialmente de los niños. Me gusta mucho también esa ambientación el el Medio Oeste y especialmente en comunidades pequeñas. Todo esto, más la exploración de la amistad, me parecen ingredientes ideales para dara a luz esta novela tan atractiva.
    Besos, Marian.

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    1. ¡Hola Miguel!
      lo del fanatismo religioso tiene su tela, pero encima si está de por medio la salud de alguien (niño o adulto) la cosa adquiere tintes muy preocupantes. La novela es una maravilla, te animo a leerla
      Besos y buena semana!

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  2. ¡Hola! Me he emocionado leyendo la reseña, te ha quedado tan emotiva y tan sentida. También en parte es efecto de la lectura de este libro, que te conecta con tus propios sentimientos. Es como si te dejara, vamos a calmarnos un poco, mirar para dentro, y crea esa atmósfera tan acogedora como es el hogar de Peg y Lyle, para que te relajes y a sentir.
    Completamente de acuerdo con todo lo que dices, y qué bien que te haya gustado tanto. Había una parte, después del inicio, que pensé que igual se te podía hacer un poco pesada, por eso no te mandé ir corriendo a por él, pero lo demás sabía que te gustaría.
    Me encantan los pueblos para todo menos para vivir, jeje. Me gustan mucho los libros ambientados en el mundo rural pero tanto si son como este, de sentimientos y relaciones, como los thriller y los que son de miedo. Es que valen para todo. Lo de vivir es porque me gusta ser invisible, y eso en un pueblo no puede ser.
    Qué importante lo que dices de los amigos. Yo pienso igual, sobre todo que hay que cuidarlos, por eso no entiendo la gente que dice que tiene muchos, ¿de dónde sacan el tiempo y la energía emocional para atenderlos bien a todos?
    Qué bien me cayó Hoot. Y cuando fueron a lo de las manzanas y el fuego... fue espectacular ese pasaje. Y la relación de Peg y Lyle tan auténtica y tan en vías de extinción ahora que solo hay que ser feliz en la vida y todo lo que no nos beneficie directamente y de inmediato no vale.
    Nos vemos en el próximo de Butler.
    Besines

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    1. Mi querida Norah!!
      me alegra que te haya gustado la reseña y que te haya emocionado. Me gusta saber que soy capaz de transmitir mi emoción por una lectura que me ha gustado mucho y esta la descubrí gracias a ti.
      Los pueblos me encantan también en los guiones de cine y en novelas y como a ti no para vivir en ellos porque también me gusta pasar desapercibida, no me gustaría que todo el mundo estuviera al día de lo que hago o dejo de hacer.
      El personaje de Hoot es fantástico, ¿sabes quien no me cayó del todo bien? Shiloh, no conseguí empatizar con ella, por ese fanatismo tan desmedido en el que se adentra y lo mal que trata al padre.
      Lo de las amistades..., pues sí, yo tengo pocos, muy pocos pero los que tengo los cuido, o lo intento y es muy importante que sea recíproco, porque también hay que sentirse cuidada y atendida.
      Nos vemos pronto en el próximo de Butler, sí, seguro
      Besines

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  3. ¡Holaaa!
    No hay duda, esta novela es de las mías.
    Una trama envolvente cuyo hilo conductor es el amor en todas sus facetas, unos personajes bien perfilados y que tocan fibra, una ambientación maravillosa que te traslada a un pueblito lejano y una prosa cristalina, deliciosa y que emociona un montón… me has ganado de principio a fin, y lo sabes.
    No conocía al autor y ha sido todo un descubrimiento.
    Un novela que pone en valor lo que somos como seres humanos.
    Una historia que impulsa a reflexionar sobre los vínculos familiares, sobre la amistad, ese lazo invisible que nos une a otros, ese afecto que nace con algunas personas que se cruzan en nuestro camino y, de manera casi mágica, se convierten en seres imprescindibles en nuestra vida.
    Una historia que obliga a meditar sobre la fe, y no me refiero a ninguna religión en particular. Me ha gustado mucho este texto que citas: “Nunca he entendido las religiones organizadas —dijo Otis…”
    ¡Cuánta verdad hay en lo que plantea el autor!
    Una reseña escrita con el corazón, gracias por compartir.
    Un fuerte abrazo 😘

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    1. ¡Holaaa!!
      es de las tuyas, sí, lo se, la tienes que leer.
      No sabes lo contenta que me ha puesto descubrir a este autor, voy a seguir leyéndole sin duda, porque sabe hablar de lo que de verdad importa en la vida y transmitir los sentimientos de sus personajes
      Lo de la fe..., yo tampoco he entendido nunca lio de las religiones organizadas, sea cual sea, y el daño que hacen creo que todas, por una causa u otra, porque al final lo importante de verdad es ser buena gente y ayudar a los demás, da igual si se cree en algo o no. Y las creencias llevadas a los extremos, al fanatismo, son terriblemente dañinas
      Un beso enorme!

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  4. También supe de este libro por Norah. No así del autor, del que ya tenía apuntadas sus otras tres obras. Estadounidense y en Asteroide no es para resistirse. Lo malo es que aún no he leído ninguna de sus novelas y no sé por cuál decidirme. Tal vez lo mejor sea empezar por esta última. Aunque Buena suerte me hace unos guiños increíbles.
    Un beso.

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    1. Sí, Rosa, a mi Buena suerte también me hace guiños. Pues no se, supongo que cualquiera de ella estará genial, yo solo puedo recomendarte esta que la he disfrutado y estoy convencida de que te gustaría
      Un beso

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  5. ¡Qué reseña más sentida! Cómo se nota que has disfrutado y te has emocionado con esta historia. Apuntadísima me la llevo, sin duda.
    Besotes!!!

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    1. ¡Hola! me alegra saber transmitir mi entusiasmo, porque sí me ha gustado mucho. Haces bien en llevártela
      Besotes!!!

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  6. Qué catálogo tan interesante tiene Libros del Asteroide. No suele decepcionarme cuando me inclino por alguno de sus libros y he descubierto grandes escritores gracias a esta editorial.
    Veo que esta lectura te ha convencido plenamente, Marian, así como que ya tienes un nuevo autor para repetir con él e incluso con una alta probabilidad de añadir a tus escritores favoritos. La verdad es que con esa ambientación que señalas, esas relaciones familiares y esa fe religiosa tan llevada al extremo y que puede hacer tanto daño no podría decirle que no a esta novela.
    Besos

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    1. Es verdad!!
      es una editorial que no decepciona, que escoge muy bien sus novelas. Solo he leído uno de este autor, pero me da que sí, que se va a colar entre mis favoritos, ya te cintaré porque pronto leeré otro suyo
      Besos

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  7. Tu reseña es, como siempre, muy buena. Aunque la vida en un pueblo pequeño norteamericano me apasiona (hace poco leí "Dark Water" y la historia de otro pueblo, en el sur de USA), no me voy a lanzar a leer el libro. Tengo una lista de espera de varios kilómetros de altura.
    Besazos

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    1. ¡Gracias Sorokin!
      Este libro te gustaría, seguro, pero entiendo que si ya va por el kilómetro de altura tu lista..., jeje
      En fin, que es una buena novela y un buen autor
      Besazos

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  8. ¡Hola, Marian!
    Por fin encuentro un hueco para comentar en los blogs. El final del primer trimestre se acerca y entre exámenes y evaluaciones no tengo mucho tiempo je,je,je.
    Esta historia pinta muy bien por los temas que trata, pero reconozco que el que más me llama la atención es el que está relacionado con el fanatismo religioso. Siempre me ha aterrado cómo este fanatismo puede destruir familias y vidas y cómo también puede nublar el buen juicio de la gente. Este libro me lo apunto para futuras lecturas, porque pinta bien.

    Por último, en la sinopsis se hace mención a los cementerios; pues bien, yo soy ese tipo de persona que encuentra una gran paz cuando está en ellos.

    ¡Un beso, Marian!

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    1. ¡Hola Laura!
      entiendo que por estas fechas los profes andáis muy liados.
      Me alegra que te llame la atención la novela, lo del fanatismo religioso es tremendo, siempre he pensado que las religiones hacen mucho daño al mundo en cuanto la existencia de esos fanáticos.
      No es la sinopsis, es un párrafo que escojo en cada entrada de la novela, algo representativo de lo leído
      Gracias por tu visita, Laura
      ¡Un beso!

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  9. Hola con una reseña así casi es obligado llearse esta novela jeje, gracias por la información me gusta lo que has comentado chao

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  10. Feliz celebración de Navidad, que su espíritu invada al mundo de paz y bien. Mis mejores deseos para ti, y tu entorno.😘

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