Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


17 de noviembre de 2022

"ADULTOS" de Marie Aubert

Portada del libro de Marie Aubert, autora noruega premiada Goncourt des lyceens
"Los niños de los demás, siempre, por todas partes. Lo peor es en el autobús, cuando no tienes escapatoria. Tengo la espalda sudada y estoy de mal humor. En el asiento detrás de mí, va un padre con un niño de unos tres años, el niño está viendo El bosque de Haquivaqui en el iPad, con el sonido activado. El sonido es penetrante y hueco, las pocas veces que el padre intenta bajar el volumen, el niño chilla enfurecido y lo vuelve a subir.

Cuando nos acercamos al túnel de Telemarksporten, se me acaba la paciencia y me vuelvo hacia el padre. Yo misma oigo que mi voz suena punzante, pero es que no pueden llevar el sonido puesto en un autobús de larga distancia abarrotado en pleno julio, no pueden.

—Pues —dice el padre hípster, restregándose la nuca con la mano—. ¿Molesta, o qué?

—Hombre, está un poco alto —digo, todavía con la sonrisa. El padre se pone mohíno y le arranca el iPad de las manos al hijo, el niño empieza a chillar como un descosido, sorprendido y furioso, y el viejo matrimonio que va delante de mí se da la vuelta y me miran con reproche, no al niño y al padre, sino a mí.


Esta es la primera novela de Marie Ausbert (Oslo, 1979), también la primera que yo leo de ella. Esta escritora noruega ya debutó con su colección de cuentos “Can I Come Home with You” en 2016, de la que se vendieron más de 10.000 ejemplares. “Adultos”, ha sido publicada en 14 países, y fue también todo un éxito de ventas en Noruega cuando salió en 2019, ganando el Premio de la Crítica Juvenil, que es el equivalente noruego al Goncourt des lyceens (o el Goncourt de los Estudiantes) además de ser nominada al Premio de los Libreros en su país. Hoy en día, Ausbert se dedica por completo a la escritura, y me alegra saberlo, porque quiero que siga escribiendo y escribiendo sin parar.

De qué va la novela, sin spoiler

Ida es una arquitecta soltera, sin hijos, usuaria de Tinder, a la que profesionalmente le va bien, pero cuya vida personal no atraviesa por su mejor momento. Sin pareja y con cuarenta años recién cumplidos, decide congelar sus óvulos por si en un futuro decidiera ser madre. Quiere, pero no quiere tener hijos, quizás ahora no es el mejor momento, pero ¿cuándo es el mejor momento si ya se te está pasando el arroz y tu reloj biológico avanza inexorablemente? Mientras espera los resultados de sus pruebas ginecológicas, viaja a la cabaña que la familia tiene a orillas del mar, para celebrar el sesenta y cinco cumpleaños de la madre.

Allí, Ida es la única que está sola. Su hermana pequeña Marthe tiene a su nuevo novio, Kristoffer, y a la hija de este, Olea de seis años, y la madre tiene a Stein, su pareja con el que convive desde hace cinco. Los seis miembros de esta familia pretenden pasar unos días juntos en paz y armonía, pero antiguos asuntos pendientes, rencores enquistados de la infancia y adolescencia terminan provocando conflictos y discusiones, sobre todo después de que Marthe deje caer su noticia-bomba. Un notición que no todos se tomarán igual de bien, que alegrará a algunos, pero que meterá más el dedo en las heridas de otros y hará que Ida, a pesar de estar en su casa, se sienta aún más desplazada y fuera de lugar en la reunión familiar.
Yo en cambio sigo igual que hace cinco o diez años, un piso un poco más grande, un sueldo un poco mejor. Tengo la piel más apagada, cada tres meses me gasto mil coronas en camuflarme las canas en la peluquería. Duermo sola y me despierto sola, estoy sola… No me quejo, no hay que ser quejica. Pero la soledad es un círculo que no deja de crecer a no ser que aparezca un novio, si no aparece alguien con quien usar los óvulos congelados me voy a pasar los próximos treinta años exactamente igual que ahora, de aquí hasta el final.

Los puntos fuertes de la novela

 «Los niños de los demás, siempre, por todas partes», esa es la frase de arranque de la novela, una frase valiente, casi una sentencia en un párrafo inicial (lo tenéis arriba del todo) que incluso a algunos puede resultarle de primeras repelente y que ya nos da una idea de lo que vamos a encontrarnos. Una frase que sin duda ejerce sobre mí una atracción fatal, unas ganas tremendas de seguir leyendo.

Los conflictos familiares (entre hermanas, materno-filiales y matrimoniales) dan mucho juego en la literatura (también en el cine) y es un tema que me gusta mucho. En “Adultos”, a pesar de tener ante nosotros a priori una familia feliz, hay conflictos, viejos conflictos que vienen de atrás, y otros nuevos que surgen por las circunstancias del momento. En estas doscientas páginas, se exponen temas habituales y fundamentales que de siempre planean sobre las familias normales, y no tan normales: la envidia y los celos entre herman@s, la competencia entre ell@s para conseguir elogios y atención exclusiva por parte de los padres, en este caso de la madre. 

Ida y Marthe mantienen una disputa constante para obtener su cariño. 
—Esto va a salir muy bien —dice mamá, acariciándole a Marthe las dos mejillas—. Vas a ser una madre estupenda, ¿sabes?

No quiero oír esto. Vas a ser una madre estupenda. Siento una presión contra los tímpanos, por detrás de los ojos, como si estuviera conteniendo un estornudo. Suben lentamente hacia la mesa del jardín, mamá rodea la cintura de Marthe con el brazo.

Ida le tiene celos y envidia a Marthe, que sufre desde pequeña una enfermedad intestinal crónica acaparando siempre la mayor parte de los mimos. Y Marthe, la rebelde, le tiene envidia a Ida, la hija modelo, la cumplida, la que hace bien las cosas y siempre apoya y le da la razón a la madre. Pero Ida, además de envidiar la relación entre su hermana y su marido, también desearía tener una relación como la de su madre y su pareja, parecen tan felices. . .
Stein y mamá llevan cinco años juntos. Cada vez que Stein viene con nosotras a algún sitio, desearía que se quedara en casa, que fuéramos solo nosotras. Stein no tiene hijos, no creo que nunca haya querido tenerlos, y es como si no entendiera bien la edad que tenemos Marthe y yo, nos habla como si fuéramos adolescentes.

✔  Marie Ausbert nos planta delante de nuestras narices y como quien no quiere la cosa, algo tan personal y controvertido como es el tema de la maternidad y la actitud de la sociedad actual ante dicha maternidad. Estos son quizás los dos núcleos principales sobre los que gira la base de la trama, siempre alrededor de Ida, que es la mujer soltera, sin hijos a la que además, aunque ella no quiera reconocerlo, no parecen gustarle demasiado los niños, al menos no los de los demás. En el fondo, Ida no tiene claro si de verdad tiene la necesidad de ser madre, o si esos deseos vienen forzados por la insistencia de familiares y amigos, por el agobio que siente mientras ve como la mayoría de los de su generación ya tienen hijos, y a ella se le va a pasar el arroz si no se decide pronto. 

Ida mantiene consigo misma una lucha interna continua. Por un lado se entristece cuando ve niños y bebés con sus madres y padres, deseando jugar ese papel, pero también a menudo piensa lo contrario, y es consciente de que tal vez ella, tal vez ninguna mujer es totalmente libre para decidir. 

¿Cuántas no habrán sentido esa opresión, esa inseguridad en sus propias carnes? Esa presión social reconocida que sufrimos las mujeres entre los 30 y los 40 para procrear, como si no hubiera otra cosa más interesante y productiva que hacer en el mundo. Yo misma sin ir más lejos, porque es lo de siempre: si una mujer no tiene hijos, entonces para el resto del mundo no tiene familia, y nunca va a ser ni se va a sentir una “mujer completa”.  Y yo pregunto. . . ¿Dónde queda la opción voluntaria de decidir no tenerlos o bien porque no te gustan los niños o bien porque no deseas vivir dedicándote solo a criarlos, porque no deseas renunciar a tu elección de vida y proyectos?
Y es que, como le explica a Ida el padrastro que nunca tuvo hijos, «Se puede estar muy bien así» tanto si lo eliges como si no, porque «hay muchas maneras de llevar una buena vida»

Ida, como personaje de ficción me ha fascinado, a pesar de ser una mujer a veces egoísta, bastante inmadura y dañina, con comportamientos tóxicos y cierta maldad dirigida a aquellos que ama pero que tienen lo que a ella le falta. Me ha parecido un personaje con mucha luz, pero también con muchas sombras, porque se deje llevar por la envidia y por ese no estar satisfecha con su vida. Se deja llevar para hacer daño a su propia hermana, para conseguir lo que no tiene. He sentido su rabia por esos celos infundados tan arraigados desde la infancia que la corroen por dentro.
Estas son las cosas que sabemos las hermanas, pienso, cómo hacernos daño, cómo suenan nuestros pasos, a través de la casa en la noche, por la gravilla junto a la cabaña.

El pulso entre las dos hermanas intentando por todos los medios llevarse al huerto, la una a su hijastra, y la otra a su sobrinastra (me lo acabo de inventar, igual el término existe, o no) es genial. Ida se esfuerza mucho por intentar caerle bien a la pequeña Olea, cuando en realidad no le emocionan los niños, y lo hace, quiero creer que de forma inconsciente, para hacer sufrir a Marthe, ya que percibe que entre ella y su hijastra no hay buen rollo. Hasta ese punto hay competitividad.

✔ Otro asunto que se plantea en el argumento muy por encima pero con el que me he sentido identificada, es porqué los niños, por el mero hecho de serlo, tienen pleno derecho para molestar a los adultos sin que los padres intervengan, ni pongan remedio. Los niños gritan, patalean y la actitud de los padres, la contestación de los mismos si hay alguna queja por parte de un adulto suele ser que «los niños tienen que poder ser niños». Ea, y que los aguanten los demás por narices. ¿No os cuesta de entender?

Marie Ausbert escribe muy bien, con una prosa limpia, sólida,  consigue que te metas en la piel de sus personajes, saber que piensan y cómo se sienten. Los seis protagonistas de la trama están muy logrados, sobre todo los tres principales, el de Ida, Marthe y la madre de ambas. La dulce Olea también tiene su tela.


Resumiendo: “Adultos” es un libro cortito pero profundo, directo y realista, que encierra e incita a interesantes e importantes reflexiones sobre la paternidad y la maternidad a partir de los cuarenta, la competencia y rivalidad entre herman@s, los deseos no satisfechos, los fracasos vitales y las frustraciones. Una novela escrita con cierto tono divertido, que puede resultar para algunos, a momentos incómoda, porque te hace replantearte cosas como, si el hecho de tener o no tener hijos tanto por parte de las mujeres como de los hombres ¿es una elección totalmente consciente? ¿Por qué es tabú y un absoluto drama el no poder tenerlos?

Tengo el sendero de la playa metido en el cuerpo, da igual el tiempo que haga que no vengo.


¿Os recomiendo leer esta novela? por supuesto. ¿Os recomiendo conocer a esta prometedora escritora nórdica de novela no negra? por supuesto. Me parece mentira que, de una novela de unas doscientas páginas, se pueda sacar tanta chicha, tanto de qué hablar, comentar y opinar. Yo por mi parte voy a observar muy de cerca a Marie Aubert para no perderme nada de lo que publique a partir de ahora (a no ser que sean relatos) Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente:




24 comments:

  1. ¡Hola, Marian! Estos temas que trata el libro, como la rivalidad entre hermanas y la maternidad, siempre son interesantes, ya que se puede conocer varios puntos de vista. En mi caso, mi esposo y yo, decidimos no tener hijos y somos muy felices así, pero ya te imaginarás todas las críticas que recibimos. No he leído nada de esta autora, pero si le has puesto la nota máxima, estoy segura que vale la pena leer esta novela. Muchas gracias por la reseña. Que tengas un lindo fin de semana. ¡Besitos!

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    1. ¡Hola marita!
      pues me pasa igual, nosotros tampoco quisimos tener hijos y tan felices, nos estamos ahorrando los quebraderos de cabeza que tienen que sufrir algunos (casi todos) padres, pero es verdad que la presión está, se sufre. Te gustará la novela
      Besitos y feliz finde para ti también!!

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  2. Temas bastante interesantes plantea esta novela. Tomo buena nota, que no la conocía.
    Besotes!!

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    1. Sí, Margari, son temas interesantes, al menos a mi me lo parece.
      Besotes!!

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  3. Suena muy muy interesante, Marian. Ciertamente, como dice el padrastro de Ida, hay muchas maneras de llevar una buena vida.
    Ida me parece un personaje magnífico por sus contradicciones, lo que la convierte en un personaje muy realista. Ese primer párrafo es muy prometedor. Respecto a los niños, creo que nos hemos ido de un extremo a otro. Antes, fuera de casa, los padres no nos dejaban casi movernos para no molestar a los demás y dar muestra de lo bien educados que estábamos, y ahora parece que tienen derecho a todo y que tenemos que aguantarlos sin poner ninguna objeción.
    En fin, tomo buena nota del nombre de esta autora nórdica. Me asomo muy de vez en cuando por la literatura de esas latitudes, pero, cuando lo hago, casi siempre me encuentro con gratas experiencias lectoras.
    Besos

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    1. ¡Hola Lorena!
      esta novela creo que te gustará, creo que es de las tuyas. Está bien escrita y los temas son interesantes.
      Tienes razón, quizás hayamos pasado de un extremo al otro, pero si me das a elegir prefiero el extremo de antes, niños muy bien educados, los prefiero, sin duda. Un término medio sería lo ideal, pero creo que es utópico
      Besos

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  4. Hola, Marian!
    Sí que quiero leer “Adultos”, los temas tratados “se ríen conmigo” 😀
    Te leo y percibo esos volcanes que a veces estallan en nuestro interior, 😬 luces y sombras se develan… ja, ja, ja.
    Sin duda temas controvertidos sobre los que existen opiniones muy diferenciadas. Referente a la maternidad sostengo que es una extensión de la feminidad, más no su definición, acá otra pareja sin hijos 🙌🏻 y más felices no podemos estar.
    Y referente a los niños, sí que hemos pasado de un extremo a otro, ay qué bueno sería contar con una vía del medio…
    Me encantan estos libros, además de que lo tienen todo, tramas álgidas, prosas sólidas y personajes bien trabajados, son excelentes para debatir
    ¡Maravillosa sugerencia! 😉
    Un gran abrazo.

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    1. ¡Hola Mariana!
      que buena tu frase de que "la maternidad es una extensión de la feminidad, más no su definición" y como da en el clavo...
      Yo creo que todas las mujeres sin hijos, al llegar a cierta edad, incluso las que teníamos claro que no queríamos tenerlos, hemos pasado por esas dudas y esos extremos, hemos sentido esa presión.
      Sabía que este libro lo querrías leer, es muy de nuestro estilo. Seguro que te gusta. Ya debatiremos
      Besos

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  5. Hola, Marian.
    Qué tiempos aquellos cuando oías a unos padres decirle a los niños "no molestes", aquellos niños también eran niños pero no pasaba nada por educarlos y enseñarlos a vivir y convivir en sociedad. Ni siquiera eran necesarios los hoteles sólo para adultos porque no había problemas.
    Me gusta mucho la temática de familias y sobre todo esas situaciones en las que hay algo soterrado a punto de explotar. Las vacaciones en familia son un auténtico peligro, demasiado tiempo juntos. Me gusta menos el tema maternidad, me da bastante pereza pero dentro de este embrollo creo que lo puedo llevar.
    Me la apunto.
    Besines

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    1. Hola Norah!
      esta novelita (digo novelita únicamente por su extensión, y eso que tampoco es muy muy corta, pero a mi sí se me hizo muy corta) estoy convencida de que te gustaría y le sacarías mucha chicha. Está bien escrita y la protagonista, Ida, estoy convencida de que te caería fatal (a mi tampoco me ha caído muy bien, porque hace cosas con las que no comulgo y me pareció egoísta) pero ello no restaría interés a la trama, seguro
      Yo te animo a que te animes 😊
      Besines

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  6. Hola, Marian:
    Interesante este libro que hoy traes. La rivalidad entre personas, especialmente entre mujeres por eso de la posibilidad natural de dar vida, es tema interesantísimo. Hay varias novelas que tocan este asunto; me refiero a la rivalidad entre hermanas, madres e hijas, e incluso entre simples amigas.
    Yo y mi mujer no pudimos tener hijos de manera natural. Decidimos adoptar y hemos sido muy felices viendo crecer a nuestro lado una personita, hoy ya adulto y padre de un hermoso bebé que, como comprenderás, es el nieto más guapo del mundo (je, je, qué voy a decir yo que soy su abuelo). Mi hijo también decía hace poco tiempo que no quería tener hijos y hoy, con las dificultades y sacrificios que ello conlleva, está feliz por tenerlo.
    Creo que es asunto controvertido. Lo único que me atrevo a decir es que un hijo no es equiparable a otra cosa en el mundo; me refiero a esas parejas que entre un hijo y una mascota se decantan por la mascota como si ambos fuesen lo mismo. NO, no son lo mismo para nada; los dos son seres vivos, sintientes se dice ahora, pero no es lo mismo una persona que crece y evoluciona, que un animal que crece y apenas si evoluciona en su comportamiento. Eso sí, pocas veces nos va a llevar la contraria y eso, pues, atrae mucho.
    Tomo nota del librito que parece interesante.
    Un beso grandote

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    1. ¡Hola Juan Carlos!
      que bonito lo que cuentas de la adopción de vuestro hijo, me parece una opción maravillosa para aquellos que lo tienen claro y que les apetece vivir la paternidad.
      Y creo que son bonitas y igualmente válidas las dos opciones, la de tener y la de no tener, siempre que se decida de forma libre, sin presiones, pero por desgracia la sociedad actual presiona todavía mucho.
      Yo me he tenido que tragar cuando le decía a alguien que no tenía hijos, la pregunta: "¿pero entonces no tienes familia??" ¿perdonaaaa? Por supuesto que tengo familia, tengo padres, tíos, primos, sobrinos...
      Yo no tengo hijos y te puedo decir que estamos felices e la vida que tenemos y que visto lo visto, muchas veces yo he pensado: ¡"menos mal que no tenemos hijos"!
      Porque los hijos pueden dar muchas alegrías, pero también pues dar muchas tristezas, y penas, lo he vivido de cerca en mi familia.
      Y respecto a lo e tener animales en vez de hijos, pues estoy de acuerdo en que no son lo mismo, claro ¿como van a ser lo mismo?
      Yo no lo veo como un decantamiento, no como una cosa en vez de la otra, pero lo veo como una opción maravillosa para los que no quieren niños y disfrutan de la compañía de los animales. De todas formas, para entenderlo, te tienen que gustar mucho los animales, soy consciente y te entiendo.
      Es una novela interesante, te gustará, creo...
      Un besote grande para ti también y para tu nieto (que seguro sí es el mas guapo del mundo, jeje)

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  7. La maternidad temprana, adulta o incluso la no maternidad es una fuente inagotable en la literatura o en el cine. En lo personal es un tema que me hipnotiza y que me engancha y más cuando está tratado desde el punto de vista actual. Todo esto aderezado con las nuevas formas de relacionarnos o de la búsqueda del amor han hecho que la propuesta me parezca más que interesante.
    Besos, Marian, y feliz fin de semana.

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    1. Sí, Miguel, es interesante, te la recomiendo si como dices gustas de esos temas.
      Besos y feliz finde para ti también

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  8. Ese inicio de tu entrada, más que repelerme, me ha hecho sentir identificada, como tú misma confiesas más adelante. Siempre digo en broma (aunque sea más serio y menos en broma de lo que parece) que odio a los niños. En transportes, pero sobre todo en bares o restaurantes. En realidad a los que odio es a los padres. Yo, cuando mi hijo se ponía pesado en un lugar público, si no podía controlar su actitud, me lo llevaba a casa. Los padres de hoy, los sueltan y los niños, para no ser reñidos ni reprimidos, se van a la otra punta del bar a molestar a los que estamos tranquilos. Los padres no dicen nada porque a ellos no les molestan. Y no protestes porque eres una borde. Eso de socializar los niños es algo que no soporto.
    Te diré que antes de terminar tu reseña estaba buscando el libro. Lo he encontrado en préstamo en eBiblio en la Biblioteca Central de Santander y ya está en mi Kindle. Es claramente un libro para mí.
    Un beso.

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    1. ¡Hola Rosa!
      cuanto me alegra saber que te ha atraído esta novela y me alegra todo lo que me cuentas porque estoy e acuerdo contigo en TODOOOOO.
      Yo también digo a menudo (menos en broma y mas en serio de lo que parece también) que no soporto a los niños y muchas veces que los odio, jeje.
      Pero es que lo que dices, ir a un bar o a un restaurante y tener que soportar niños gritando, o molestando y los padres a su lado impasibles me saca de mis casillas.
      Y ya lo e soltarlos..., yo lo vivo cada día en la biblioteca, en la sala infantil (ni que decir tiene que es la sala que menos me gusta de mi biblio, que menos soporto, vamos), allí los sueltan y se suben a las otras plantas, o bien viene con los niños a echar el rato y dejarles que se explayen con gritos, corridas, etc
      En fin, que a ver qué te parece la novela, ya debatiremos
      Un beso

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  9. Tiene pinta de ser interesante, por eso lo anoto, pero para más adelante porque, ahora mismo estoy algo saturada de historias duras. Besos

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    1. En realidad no es un libro duro, es un libro que plantea el tema de la maternidad y paternidad y las relaciones entre hermanas y madres e hijas. Yo no he dicho que sea duro, es la vida tal cual, es realista
      Besos

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  10. Me encanta la propuesta, se masca el mal rollo ya desde el principio. Tanto Moniki como yo siempre lo hemos tenido claro: no queremos críos. En ese sentido, preferimos los animales a las personas (a lo mejor, desde fuera, puede verse esto un poco radical, pero bueno, las críticas del entorno ya las tenemos asumidas). Devoción por nuestros sobrinos, pero hijos nunca hemos querido. Así que, se me antoja un libro muy interesante. Eah, otro que me llevo apuntado.

    Un beso ;)

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    1. Yo te entiendo perfectamente, entiendo que cuando algunos decimos que preferimos tener animales a tener niños no es como la gente se piensa, que comparamos a los niños con loa animales de compañía, no es así. Los animales son animales y las personas somos personas, pero entiendo que se puede elegir tener un animal en vez de tener hijos, la responsabilidad y el cambio de vida que conlleva no es lo mismo, evidentemente. No todo El mundo tiene porque querer complicarse la vida y dejar de vivir la suya propia teniendo niños, ademas que no a todo el mundo tiene porque gustarle los niños, claro, a mi no me emocionan, aunque me pasa como a ti que a mis sobrinas las disfrutamos mucho
      Besos

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  11. ¡Hola, Marian!

    Me encanta que de una novela tan corta se pueda sacar tanto jugo. La verdad es que cuando un libro tiene en el centro a una familia, los temas (y el drama) que se pueden extraer son infinitos, y esto para el lector es un disfrute máximo, pero para los personajes no tanto ja,ja,ja,ja.

    ¡Un beso!

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    1. ¡Hola Laura! es corta, sí, pero como dices muy jugosa y recomendable. Espero que te animes
      Besos

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  12. Me gusta el tema, y justo compré la semana pasada de segunda mano uno sobre la maternidad "Las nueve vidas de Rose Napolitano". Ya veremos si después me animo con este.

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    1. Sí, el tema se las trae, me gusta mucho en la literatura
      A ver si te animas con este

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