Reseñas 2x1: “REY DE PICAS” y “RIESGOS DE LOS VIAJES EN EL TIEMPO” de Joyce Carol Oates

“Nadie ha visto nunca a «Rey de Picas», cuyas novelas negras de suspense se entregan al editor por correo electrónico y cuyos contratos se negocian del mismo modo impersonal.

Las fotos en las sobrecubiertas de los libros de Andrew J. Rush muestran a un individuo de sonrisa afable, patas de gallo y entradas pronunciadas ante un fondo de estanterías abarrotadas de libros; alguien que se parece más a un profesor de instituto que a un autor de novelas de misterio superventas; no existe, al parecer, ninguna imagen de «Rey de Picas», y en el hueco de la contraportada donde uno espera ver la fotografía del autor solo se encuentra un (negro) vacío."

Andrew J. Rush ha conseguido el aplauso del público y la crítica, un éxito con el que sueña la mayoría de los autores. Sus veintiocho novelas policiacas han vendido millones de ejemplares en decenas de países y tiene un poderoso agente y un editor brillante en Nueva York. También tiene una amante esposa y tres hijos ya adultos, y es una gloria local en el pueblo de Nueva Jersey donde reside.

Pero Rush esconde un oscuro secreto. Utilizando el seudónimo Rey de Picas escribe otro tipo de novelas, violentas y espeluznantes: el tipo de libros que el refinado Andrew nunca leería y mucho menos escribiría. Su vida perfecta se viene abajo cuando su hija encuentra una novela de Rey de Picas y comienza a hacer preguntas. Al mismo tiempo, Rush recibe una citación judicial tras ser demandado por una mujer del pueblo que lo acusa de plagio. Mientras la reputación, la familia y la carrera de Rush peligran, los pensamientos de Rey de Picas se vuelven cada vez más malvados.

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“Y: ¿qué hubo antes de los Grandes Ataques Terroristas del 11/09? Nuestro calendario para los ERAN comienza con la fecha de aquel ataque, antes de que yo naciese, pero no antes de que nacieran mis padres, así que ellos podrían recordar una época anterior en la que el calendario era diferente, ¡el tiempo no se medía con una cifra de dos dígitos, sino de cuatro!

(Según el viejo calendario, ahora proscrito, mi madre y mi padre habían nacido en lo que entonces se llamaba el siglo XX. Era ilegal calcular fechas de nacimiento de acuerdo con el viejo calendario.”

En el Estado rígido y totalitario en el que tiene lugar esta historia, los viajes en el tiempo, tanto como sus peligros, son muy reales. Sin embargo, aquí no son el origen de divertidas aventuras, sino castigos del poder contra individuos subversivos. Individuos como Adriane Strohl, aunque ella nunca hubiese sospechado ser una chica peligrosa.

Después de dar su discurso de graduación y a modo de «rehabilitación» por Traición y Cuestionamiento de la Autoridad, Adriane es enviada a Wainscotia, una ciudad que solo existía ochenta años antes, en 1959. Pero su idealismo no entiende de saltos temporales y no puede evitar cuestionar los principios que rigen su sociedad, con resultados liberadores... pero también estremecedores.

Hoy os traigo la primera reseña de 2021, aunque estas dos novelas realmente son lecturas de 2020. Dos de la misma autora y pensaréis que me ha dado fuerte con ella ¿verdad? Pero es que desde que terminé “El asesinato de Platón”, me ha costado mucho engancharme a algo, he estado abandonando novela tras novela (en serio habré dejado como unas cinco o seis) y ya, un poco a la desesperada, se me ocurrió regresar a Joyce Carol Oates, la que tan buenos momentos de lectura me brindó con Persecución y con Carthage y os anticipo que, aunque una me ha gustado más que la otra, las dos han estado a la altura, han cumplido con lo esperado. Es genial disponer de un as bajo la manga para acabar con las rachas de abandonos, en esos momentos de bajón literario que últimamente tanto me rondan.

"REY DE PICAS"

Me enganchó desde el principio, sobre todo porque según leía, se abría ante mí una trama peculiar y curiosa: un conocido escritor de novela negra con varios libros ya publicados, Andrew J. Rush, es además el «Rey de Picas», seudónimo con el que a la vez escribe otras novelas que son brillantes, bastante buenas, pero repulsivas, mucho más violentas, sangrientas y extremas, cuya autoría verdadera todo el mundo desconoce, incluso su familia y la propia editorial. Rey de Picas también tiene bastante éxito y un público muy selecto, pero Rush prefiere seguir en el anonimato, por mas especulaciones que se hagan respecto a su persona.

Se dice que “Rey de Picas” es el pseudónimo de un exconvicto, condenado por homicidio, que comenzó su carrera de escritor en una cárcel de máxima seguridad de Nueva Jersey. Según se afirma, hoy día disfruta de libertad condicional y trabaja en una nueva novela». En otras ocasiones, y también de manera convincente, se ha descrito a «Rey de Picas» como «criminólogo», «psiquiatra», «catedrático de medicina forense», «detective (jubilado) de un departamento criminal», y habitante, según los casos, de Montana, de Maine, del norte del estado de Nueva York, de California o de Nueva Jersey.

Las cosas empiezan a complicársele cuando su hija descubre por error una de estas novelas macabras, y después de leerla y calificarla de «basura sadomachista», comienzan las preguntas incómodas: ¿es él amigo de ese autor?  ¿por qué tiene en casa algunas de sus novelas? ¿Por qué hay una escena en la novela que es casi idéntica a su accidente, un accidente que sufrió de pequeña y que incluso el sitio elegido en la ficción es el mismo en el que ella lo sufrió? Ciertamente está muy mosqueada, lo que inquieta bastante a nuestro conocido escritor, porque prefiere ni imaginar qué ocurriría si su familia se enterase de que él es el Rey de Picas.

Para horror mío, allí estaba mi dulce Julia hojeando Un beso antes de matar con su espeluznante portada de serie negra que yo mismo apenas era capaz de mirar con calma. El corazón me latía desacompasado y sentí en la cara un calor terrible (vergüenza, culpabilidad). ¡Qué error haber dejado aquellos libros en un lugar donde cualquier miembro de mi familia podría encontrarlos!

Siguen las complicaciones cuando Andrew recibe una citación judicial por parte de una mujer desconocida, C. W. Haider, acusándole de robo y plagio, de haberle copiado unos cuantos manuscritos suyos que ella guarda con celo en su casa y que nunca llegó a publicar. Argumenta que sus manuscritos son anteriores a las novelas de Andrew J. Rush, las cuales, por tanto, «derivan» de ellos. Pero indagando un poco, su abogado, Elliot Grossman, descubre que no es el único escritor con el que esta extraña señora ha pleiteado por exacta causa en el pasado, que también lo hizo con Stephen King y unos cuantos autores famosos más. ¿Es Haider tan solo una loca, o tiene más razón de lo que parece?

Se supo de inmediato (al menos yo lo supe al instante) que la demanda de la señora Haider era una causa perdida, por cuanto ella misma era una causa perdida: se trataba de una criatura excéntrica y el tribunal aceptaba su derecho a querellarse contra un conciudadano de manera puramente burocrática, si bien el juez (con cara de pocos amigos) rechazaría la demanda tan pronto como le fuera posible.

Rush se va metiendo en una espiral sin salida, en un bucle de ciega locura, que le va llevando sin retorno y de forma obsesiva, hasta la persona que vino a destrozarle su hasta ahora tranquila y anodina vida, hacia su perturbada acusadora y acosadora señora Haider. 

Y hasta aquí puedo contar. . . no os digo más, no puedo decir más. Tendréis que leerla vosotr@s para saber que le ocurre al Rey de Picas, que le pasa por la mente y si consigue salir del atolladero en el que se ha metido.

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

Las dos me han gustado mucho, pero como os decía antes, una más que otra, “Rey de picas” más que “Riesgos de los viajes en el tiempo.“

Lo mejor. . ., el perfil psicológico tan interesante del protagonista, que lleva una doble vida y tiene una doble personalidad: por una parte, la conocida, la de Andrew J. Rush, la del ciudadano ejemplar, buen marido, buen padre y un escritor de bastante éxito. Y, por otro lado, el desconocido y misterioso Rey de Picas, el escritor cuyas obras destilan excesiva violencia y morbo. Lo curioso es que ambos personajes se retroalimentan, se complementan, porque Rush necesita a su descontrolado y maquiavélico Rey de Picas, eso sí, siempre escondido, oculto entre las sombras, pero al mismo tiempo el Rey de Picas necesita también la tranquilidad y la cordura de Andrew J. Rush, para mantener su propia estabilidad.

Para destruir el mal hay que destruir al ser habitado por el mal, incluso si se trata de uno mismo.

Resumiendo: “Rey de Picas” me ha parecido una novela fascinante, interesante, en la línea de otros escritos suyos que ya he leído, con un personaje psicológicamente complejo que lucha constantemente por controlar sus instintos más bajos, más inmorales y una historia que engancha y que te incita a seguir leyendo, porque quieres saber quién vence, lo moral o lo inmoral, el bien o el mal, Andrew J. Rush o el Rey de Picas, y hasta donde, tanto el uno como el otro son capaces de llegar por mantener su anonimato, su honor y su estatus de fama actual. Y un final a la altura, increíble, extremo y macabro, muy en concordancia con el propio Rey de picas.

En el aire había aparecido el hacha. Por alguna razón se alzaba y caía en un vaivén desenfrenado, en dirección a mi cabeza, mientras yo intentaba alzarme de mi posición en cuclillas y perdía el equilibrio, por la desesperación de querer escapar, al tiempo que me fallaban las piernas y se oía una voz ronca que suplicaba «¡No! ¡Por favor, no!

"RIESGOS DE LOS VIAJES EN EL TIEMPO"

También me enganchó desde el principio, un comienzo con buenas expectativas y ante mí otra trama curiosa: un mundo distópico fechado en el año 2039, donde los Estados Unidos ya no son los Estados Unidos. Su anexión a Canadá y a México ha propiciado la creación del “RNAS: los Estados norteamericanos reconstituidos”, donde prima una dictadura totalitaria en la que todas las libertades esenciales han sido abolidas y todos los espacios públicos y la mayoría de los privados, están siendo monitorizados, vigilados: no hay libertad de expresión, ni de prensa, ni libertad académica o cultural y las penas por desobediencia, Incitación a la Traición, o Cuestionamiento a la Autoridad son extremadamente duras: en función de la gravedad del delito son posibles el Exilio, la Ejecución, o la Aniquilación (o lo que ellos llaman la “Vaporización”).   

Ser Aniquilado no equivale a ser Ejecutado. La Ejecución es un tema de educación pública. No es un secreto de Estado. La Aniquilación es algo completamente distinto, porque, si bien la Ejecución está abierta a un debate público, el simple hecho de aludir a una Aniquilación es un delito federal tan digno de castigo como la Incitación a la Traición. Si te aniquilan, dejas de existir. Se te «vaporiza». Y si te aniquilan, se aniquila además todo recuerdo tuyo. Tus efectos personales y tu herencia pasan a ser propiedad de los EAN (Estados de América del Norte). Una vez que hayas dejado de existir, a tu familia, incluso a tus hijos si los tienes, se les prohibirá hablar de ti o recordarte bajo ningún pretexto. 

Adriane Strohl tiene diecisiete años y está a punto de terminar la escuela secundaria. Es lista y curiosa, demasiado para el mundo en el que vive donde no conviene destacar, llamar la atención en nada ni hacer preguntas que puedan resultar incómodas al Régimen. Pero ella no es del todo consciente y comete varios errores imperdonables en su discurso de graduación, que es tachado de rebeldía y provocación. Pero al fin y al cabo la cosa no es tan grave y el castigo es el Exilio, que viene a ser un viaje en el tiempo al pasado donde cumplir la pena, en su caso de cuatro años, después de los cuales podrá regresar y retomar su vida en el 2039. 

Se le advirtió. Todos están advertidos. Hemos hecho todo lo que hemos podido para educarla como patriota, pero… esa chica es una provocadora nata. Pensé: ¿Les dirá alguien a mis padres dónde estoy? ¿Me dejarán volver a casa? Presa de pánico, pensé: ¿Me «vaporizarán»?

Adriane, sin poder despedirse de sus padres y hermano, es enviada por teletransportación al año 1959 con sus recuerdos en parte bloqueados, en el papel de Mary Ellen Enright, para estudiar en la Universidad de Wainscotia, en una parte de los EE. UU. conocida generalmente como el Lugar Feliz (¡Medio Oeste!), en el seno de una sociedad que vive atemorizada por la posibilidad de un ataque nuclear. Lo que peor lleva Mary Ellen no es la ausencia de móviles, ordenadores, o cualquier tipo de tecnología, lo peor es la soledad, la falta del cariño de sus seres queridos, el tener que hacer nuevos amigos y lo pasa mal, muy mal, hasta que se acaba enamorando de uno de sus profesores, Ira Wolfman, que le mete en la cabeza sus ideas y planes de rebelión.

Y hasta aquí puedo contar. . . no os digo más, no puedo decir más. Tendréis que leerla vosotr@s para saber si nuestra Mary Ellen consigue o no regresar a su presente y a costa de qué.  

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

“Riesgos de los viajes en el tiempo” es la cuarta novela que leo de la autora y aunque se sale un poco de lo que en ella viene siendo habitual (la mezcla de drama y thriller) me ha gustado mucho sobre todo por su originalidad. Y es que esta autora es capaz de inventarse cualquier cosa, y dejarte con la boca abierta y los ojos como platos, con sus giros inesperados y su forma tan mágica de narrar.

Casi toda la historia se cuece en el viaje al pasado, se centra sobre todo en la vida de Mary Ellen Enright, y debo reconocer que la vida presente, la de Adriane Strohl, la de antes del Exilio, se me ha quedado un poco corta, me hubiera encantado un mayor explayamiento, una mayor profundización, ya que esa línea temporal me ha resultado muy interesante.

Resumiendo: “Riesgos de los viajes en el tiempo” me ha parecido algo distinto a lo que esta autora suele hacer, o al menos distinto a lo que yo me he leído hasta ahora de ella. Pero eso no quita para que su incursión en el género distópico y de la ciencia ficción, también me haya gustado y me haya resultado interesante y peculiar. Es un alivio saber que aún me quedan unas cuantas novelas suyas por leer, que están ahí para mí, esperándome, para cuando busque un disfrute y enganchamiento asegurado.

Aunque Rey de Picas me ha gustado algo mas, os recomiendo ambas, no os las podéis perder. Mi nota esta vez como no podía ser de otra manera, la máxima: 

                                ¡FELIZ 2021!