“Observé durante mucho tiempo aquel cuadro titulado La muerte del comendador, colgado en la pared. No me cansaba de contemplarlo. Era una obra que debería contarse entre las más importantes propiedades de algún museo y, en lugar de eso, estaba colgada en un sencillo estudio donde solo yo podía disfrutar de ella. Peor aún. Antes había estado escondida en el desván oculta a los ojos del mundo.
Ese cuadro quería transmitir algo, era como un pájaro tratando de escapar de su estrecha jaula para salir al mundo. Sin duda, algo forcejeaba a la desesperada para salir del lugar donde estaba encerrado. Era algo que reclamaba libertad, un espacio mucho más amplio. Tal vez lo que imprimía esa energía al cuadro era la fuerte voluntad que existía en él, por mucho que no llegase a identificar qué correspondía al pájaro y qué a la jaula.”
Ese cuadro quería transmitir algo, era como un pájaro tratando de escapar de su estrecha jaula para salir al mundo. Sin duda, algo forcejeaba a la desesperada para salir del lugar donde estaba encerrado. Era algo que reclamaba libertad, un espacio mucho más amplio. Tal vez lo que imprimía esa energía al cuadro era la fuerte voluntad que existía en él, por mucho que no llegase a identificar qué correspondía al pájaro y qué a la jaula.”
En plena crisis de pareja, un retratista de cierto prestigio abandona Tokio en dirección al norte de Japón. Confuso, sumido en sus recuerdos, deambula por el país hasta que, finalmente, un amigo le ofrece instalarse en una pequeña casa aislada, rodeada de bosques, que pertenece a su padre, un pintor famoso.
En esa casa de paredes vacías, tras oír extraños ruidos, el protagonista descubre en un desván lo que parece un cuadro, envuelto y con una etiqueta en la que se lee: «La muerte del comendador». Cuando se decida a desenvolverlo se abrirá ante él un extraño mundo donde la ópera Don Giovanni de Mozart, el encargo de un retrato, una tímida adolescente y, por supuesto, un comendador, sembrarán de incógnitas su vida, hasta hace poco anodina y rutinaria.
Murakami (Kioto, 12 de enero de 1949) es un escritor y traductor japonés, muy aficionado a la música y al deporte que vivió la mayor parte de su juventud en Kōbe y es autor de varias novelas y relatos. Sus obras han generado críticas positivas y numerosos premios, incluyendo los premios Franz Kafka y el Jerusalén entre otros.
La ficción de Murakami, a menudo es muy criticada por la literatura tradicional japonesa, dado que es surrealista y se enfoca en conceptos como el fatalismo.
Es considerado una figura importante en la literatura posmoderna y algunos le consideran uno de los mayores novelistas de la actualidad. Ha sido candidato al Premio Nobel de literatura en repetidas ocasiones, sin que hasta el momento haya obtenido el galardón. Entre sus obras más conocidas publicadas es España destacan: "Tokio Blues" (2007), "Kafka en la orilla", "Baila baila baila" (2013), "1Q84 libros 1 y 2" (2012). "De que hablo cuando hablo de correr" (2011), "Los años de peregrinación del chico sin color" (2014), etc. El Libro 1 de "La muerte del comendador" se publicó en 2018 y el Libro 2 en 2019.
¿De qué va la novela?
El libro 1 comienza con un pintor de retratos bastante cotizado y recién separado deambulando por el país sin rumbo fijo, hasta que un antiguo compañero y amigo de Facultad, Masahiko Amada, le ofrece quedarse en la casa vacía de su padre en lo alto de la montaña rodeada de bosques. Una casa ideal para no hacer nada más que pintar, leer, escuchar música, pasear por el campo, pero sobre todo un lugar donde intentar cicatrizar sus heridas y reencontrarse consigo mismo.
Su éxito como retratista se debe sobre todo a que es único plasmando en el lienzo la esencia de las personas que permanece oculta bajo la superficie del rostro, entendiéndolas de una manera plástica más allá de las palabras y la lógica. Para ello, no es imprescindible que posen para él, pero sí necesita entrevistarse con sus clientes, conocer detalles sobre sus vidas.
En mis cuadros siempre terminaba por aparecer algo que no lograba atrapar en la realidad: dibujaba en una especie de plano oculto señales de mí mismo que la gente no era capaz de percibir Necesitaba algo que se hallaba escondido bajo la superficie. Dicho de otro modo, debía ir en busca de aquello como si fuera una recompensa. Debía descubrir esa cosa y llevarla hasta el lienzo, no hacía falta que fuera algo bello. En determinados casos, incluso podía tratarse de algo feo, pero, de todos modos, para encontrarlo debía comprender bien a Marie y no equivocarme.
A los pocos meses de vivir allí, nuestro pintor sin nombre (nunca se nos desvela ese detalle) descubre escondido en el desván un cuadro envuelto con un título: “La muerte del comendador”. Una obra de estilo tradicional japonés realizada muy probablemente en el pasado por el dueño de la casa Tomohiko Amada, que escenificaba a "Don Giovanni" la ópera de Mozart, con unos personajes tan perfectos y persuasivos que parecen reales. En ese momento él no podía saberlo, pero ese hallazgo iba a abrir la caja de Pandora provocándole un cambio radical en su vida.
Era una obra perfecta, magnífica. Y no solo se trataba de que estuviera pintado con una técnica asombrosa, sino que la escena desprendía un magnetismo, una especie de poder fuera de lo normal. A nadie con una mínima noción de arte se le habría pasado por alto. Algo conmovía profundamente el corazón del espectador, como si fuera una sugestión, una puerta capaz de llevar la imaginación a otra parte.
Después entra en escena su misterioso y peculiar vecino Wataru Menshiki (cuyo apellido significa “eximirse del color”), un excéntrico millonario que le encarga un retrato a cambio de una buena suma de dinero. Además descubre por azar en el bosque un montículo de piedras a través del cual se escucha por las noches el sonido de una campanilla o un gong, que le despierta cada madrugada prácticamente a la misma hora. Su amigo Menshiki también lo escucha y se ofrece a ayudarle económicamente a levantarlo para descubrir lo que hay debajo, dejando al descubierto un agujero circular en el suelo de casi dos metros de diámetro, una especie de sala de piedra. Y entonces ya no habrá vuelta atrás, ya no se podrán cerrar esas puertas abiertas a otros mundos paralelos, a esos senderos de ida y quién sabe si también de vuelta para los personajes de la novela, donde la realidad y la ficción se confunden tanto para ellos como para el propio lector.
¡Que ganas de volver a leer a mi querido Murakami! No tenía muy claro qué me iba a encontrar en esta bilogía, y lo que me he encontrado ha sido a Murakami en estado puro, al de antaño que tanto me hizo disfrutar en obras como “Kafka en la orilla“ (mi preferida, sin duda) o “1Q84”
No hay más que echar un vistazo por el blog para entender que es uno de mis autores favoritos, o tal vez incluso “mi favorito”: siete libros reseñados (y alguno más que leí antes de abrir este, mi espacio virtual y que no están por aquí).
Tengo amigas a las que, si un autor o autora les fascina, se lo leen ABSOLUTAMENTE TODO de ellos (a una en concreto que es fan de Henning Mankell, no le falta ni uno solo por leer), pero los que me visitáis habitualmente sabéis que no es mi caso, que yo, por mucho que me guste una novela es raro que repita con el autor. No por nada en especial, no. Únicamente el hecho de trabajar en una biblioteca y tener a mi disposición tantos y tantos autores por descubrir, es el motivo por el que no suelo repetir. También sabéis que me dan pereza las sagas, si es más de uno, me cuesta. Pero en este caso, fue terminar el libro 1 e inmediatamente empezar con ansias el 2. Y ambos no me han durado ni un suspiro . . .
El libro 1 es un poco introductorio: el autor nos introduce despacio, tomándose su tiempo (puede que a algún lector le pueda costar un poco entrar en la historia) en la nueva vida de nuestro protagonista recluido en la casa de la montaña, que vuelve a pintar retratos por encargo de su vecino y nuevo amigo Menshiki. Nos guía hasta el descubrimiento del cuadro oculto en la casa, “La muerte del comendador”, hacia el origen de esa campanilla que suena cada noche y el agujero debajo de las piedras que la cobijan.
En el Libro 2 a Murakami ya se le empieza a ir la olla (dicho desde el cariño y la positividad), empieza a desvariar como en sus mejores momentos, ofreciéndonos personajes que salen de los cuadros en forma de ideas que interactúan en versión diminuta con el pintor, agujeros en el suelo que conducen al mundo de las metáforas y ríos que separan la nada del todo. Aquí es donde nos adentramos de lleno en el realismo mágico y el surreal universo murakamiano. ¡Es increíble la fantasía que puede llegar a tener este hombre!
¿Soy un espíritu? No, os equivocáis. Un espíritu no soy, sino una simple idea. Un espíritu, en esencia, es una presencia sobrenatural, pero no es mi caso. Yo existo con muchas limitaciones.
Y nuestro pintor sin nombre se ve atrapado en un potente remolino cuya corriente le arrastra y ya no puede retroceder, ya es demasiado tarde. Pero al final, todo encaja.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, mucho, porque como ya os he contado antes, a mi modesto parecer ha vuelto el Murakami que más me gusta, con el que más disfruto, al que se le va la pinza. Porque con este autor me sucede algo curioso: no necesito conocer las causas de lo acontecido, ni los porqués de sus tramas, de sus argumentos que mezclan realidad con irrealidad y toques paranormales, o el significado de sus historias muchas veces inacabadas (más bien dejadas al libre albedrío de la interpretación de cada uno).
Me refiero a que muchas veces perdemos la noción de dónde está el límite entre la realidad y la irrealidad. Es como si ese límite no parara de moverse, como una frontera que se desplaza según le parece. Hay que andarse con mucho cuidado con ese movimiento. Si no, uno deja de saber dónde se encuentra.
Me basta con el placer que me produce leerle, con disfrutar de su peculiar prosa sencilla, y a la vez potente y profunda (¿es eso posible? sí, lo es), porque solo él logra convertir la cotidianidad del día a día en algo especial e interesante. Porque para leer a Murakami es necesario hacerlo con la mente abierta, desprenderse de prejuicios y estar dispuesto a renunciar a la lógica para poder abrazar sus extravagancias.
El mundo es representación. La realidad es representación y la representación es la realidad […] La lógica y la realidad no existen.Si hago un esfuerzo e intento salir de la "no objetividad" en la que me envuelve este autor (avisaos quedáis, puede que exista en mí una predisposición innata a que sus obras me gusten), podría sacarle alguna pega, vale: creo que hubiera resultado más adecuado fundir los dos libros en una solo, eliminando algún que otro capítulo un poco reiterativo del que probablemente se podría haber prescindido. Pero . . ., eso como podéis imaginar para mí no es ni ha sido ningún problema ya que, aunque no cuente nada en especial, leerle siempre me resulta una delicia.
Resumiendo: “La muerte del comendador 1 y 2" son dos típicas novelas murakamianas con personajes atractivos y muy bien descritos, donde lo real y lo irreal van como siempre de la mano y hay cabida para sus variados temas recurrentes: la soledad, el arte, lo onírico, las relaciones de pareja, el erotismo y el sexo, todo ello aliñado con mucha música clásica y unas cuantas piezas de ópera de fondo.
“Es posible que no haya nada absolutamente cierto en este mundo, pero debemos creer en algo.”
“En la vida las pruebas siempre acaban llegando y son una buena oportunidad para volver a empezar. Cuanto más duras, más útiles serán en el futuro.”
“En realidad, nadie puede decir qué es verdadero y qué no lo es. Todo lo que ven nuestros ojos es producto de una conexión. La luz que hay aquí es una metáfora de la sombra, y la sombra es una metáfora de la luz.”
Mi nota, por supuesto la máxima:
No me atraía demasiado Murakami hasta que el año pasado me dejé tentar por unas exquisitas ediciones ilustradas de Libros del Zorro Rojo de tres de sus relatos. Ahí descubrí al genial Murakami y también disfruté mucho con esas idas de olla, como dices. Estoy deseando leer más de él, así que tomo buena nota de tu sugerencia.
ResponderEliminarBesos
¡Que bien Lorena! ¡Bienvenida al club! Yo lo descubrí con "Kafka en la orilla" y me alucinó. De hecho esa es mi obra preferida suya de todas las que he leído hasta ahora. Fíjate que yo no he leído ninguno de relatos y seguramente merecerán mucho la pena. Puede que me anime
EliminarBesos
hola! Marian, Marian ,...estas casi tentandome! saludosbuhos.
ResponderEliminarPues no te lo pienses más...
EliminarBesos
Totalmente de acuerdo contigo Marian, no solamente es una obra magnífica, es que Murakami vuelve a estar en todo su esplendor 👏👏👏
ResponderEliminarBesitos cielo 💋💋💋
¡Hola! Me hace ilusión que coincidamos con Murakami, aunque no tenía ni idea que le habías leído y menos estas dos últimas obras suyas. Me he ido corriendo a tu blog a buscar alguna reseña, pero no he sido capaz de encontrarla, igual la tienes pendiente de escribir. ¡Que ganas de conocer tu opinión al completo sobre esta bilogía!
EliminarUn beso enorme!!
Hola Marian, hablamos de un autor, como Murakami, que supongo algún día recibirá el Premio Nobel de Literatura. A lo largo de los últimos meses he leído algunas reseñas sobre sus obras. Y lo que me queda claro es que es un autor que despierta pasión en los reseñadores, y algunos odios entre los lectores que no asumen quizás esos vuelcos oníricos de su narrativa.
ResponderEliminarAlgún día se hará un biopic en el cine sobre este autor :)
Besos, y feliz día.
¡Hola Miguel! Lo del Nobel yo ya no sé si se lo darán algún día, me encantaría porque creo que se lo merece. Es cierto, a Murakami o se le ama o se le odia (entiéndase un odio lector, claro), con él no suele haber medias tintas. Yo hace tiempo que LE AMO. Y yo creo que cada vez hay más gente que disfruta con sus extravagancias. Me parece curioso que no le hayas leído ni probado nunca. Tendrías que animarte.
EliminarPor cierto, lo del biopic me fliparía...
Besos
¡Hola Marian! Qué rabia me da esto de los dos libros, me parece aprovecharse de los lectores, porque encima es que se publicaron juntos. Falta saber si esa era su idea o él lo dividió así al escribirlo pero no con la idea de que fueran dos. Dicho esto, a mí Murakami a veces sí y a veces no, cuando es sí, es un sí de esos rotundos y maravillosos y cuando es no, es un no, raro. Por ejemplo el del fin del mundo me gustó como a medias, y a veces no me enteraba. Lo que más me gusta de él son esos mundos oníricos que como dices no tienen justificación ni falta que les hace, existen y punto. Este me llama la atención y sé que de una forma u otra lo voy a leer pero creo que va a ser de los de sí.
ResponderEliminarPor cierto, mi favorito sigue siendo Sputnik, mi amor.
Besos
¡Querida Norah!! Eso que te ocurre con Murakami es lógico. Porque por mucho que te guste un autor, siempre habrá libros que te gusten mucho, otros que a medias y alguno habrá que sea como en tu caso un no (fíjate que con Murakami no son rotundos, son "no raro"). De hecho, yo soy consciente que alguno de Murakami igual pueda no convencerme (no lo he leído todo, pero hasta ahora me han gustado todos, unos más y otros algo menos).
EliminarPor cierto Sputnik, mi amor es uno que tengo que leer sí o sí, lo tengo claro, aunque lo voy dejando y dejando y eso tiene que cambiar.
Te recomiendo que leas mi preferido, que además resulta ser el libro suyo con el que le conocí y me estrené. Me lo dejó una actual buena amiga a la que en ese momento acababa de conocer también y recuerdo que flipé en colores. Recuerdo que cuando lo acabé pensé: "¿como es que no he conocido antes a este autor? No puede ser..."
En fin, que tengo mucha curiosidad por saber si esta bilogía (a mí también me da rabia, vete a saber..., igual es cosa de las editoriales como estrategia para que la espera haga que lo cojamos con más ansia, aunque en mi caso es mucho peor, me pasó con 1Q84 que tardé en leer la segunda parte varios años) es de las de "sí rotundo" o de las de "no raro" (no creo que sea de las de "no rotundo").
Un beso
¡Hola! Es que Blogger me roba los comentarios antes de acabar. Decía que leí Kafka en la orilla hace años y tengo muy buen recuerdo y es de los de sí aunque algunas partes me costaron más. Muy fan del personaje gato y yo también quería vivir en esa biblioteca.
EliminarTe animo a leer Sputnik, es una maravilla.
Besos
Hola, Marian. Al leer tu reseña he recordado que tengo el primer libro, sin leer. A ver si me descargo de pendientes y comienzo lectura. Las novelas de Murakami nos abren puertas a otros mundos que están en este.
ResponderEliminarBesos y feliz semana.
Cierto Carmen, las novelas de Murakami nos abren las puertas a otros mundos desconocidos e increíbles.
EliminarFeliz semana para ti también!
Besos
Creo que me he leído todo Murakami. Lo descubrí en Waterstone's de Londres hace un montón de tiempo. Recomendaban "Norwegian wood" que en España se tradujo como "Tokio blues". Desde entonces he leído todo. En traducción inglesa. El que comentas es el primero que leo en español y, la verdad, no he notado diferencia apreciable. Me ha gustado. Ya sé que Murakami tiene altibajos, pero el tono medio es bueno. En fin, que soy murakamista.
ResponderEliminarBesotes
¡Olé y olé Sorokin!! Desconocía tu vena murakamista y ¡me encanta! Yo no lo he leído todo de él, solo siete de sus novelas, pero para mí es un récord por eso de no repetir. Tokio Blus me gustó, pero no es el que más (este es bastante normalito, disfruto más con los de salida de olla, con los más oníricos).
EliminarSorokin, me gustaría mucho saber cuales son tus dos libros preferidos.
Besos
Perdona por la tardanza en responder. Es que estoy de vacaciones y no uso mucho el Mac, pero creo recordar que mis dos libros preferidos se llaman en español "la caza del cordero salvaje" y algo así como la "historia del pájaro que da cuerda al mundo".
EliminarBesotes
Tranquilo, no hay prisa..., aunque te agradezco tu contestación, me picaba la curiosidad. Yo leí la que parece ser la segunda parte del que leíste tú (La caza del carnero salvaje) "Baila baila baila", pero supongo que se pueden leer por separado. El otro que dices tampoco lo he leído, aunque tarde o temprano lo haré. El próximo de Murakami que tengo en mente para leer pronto en "Sputnik mi amor" que también me lo han recomendado por varias partes
EliminarUn beso y ¡gracias!!!
¡Hola, Marian! No he leído nada de este autor, pero por lo que veo merece la pena. No suelo leer literatura asiática, pero a lo mejor este es un buen comienzo ;)
ResponderEliminar¡Un beso!
¡Hola Laura! A mí me encanta la literatura oriental en general, la japonesa en especial. Son lecturas peculiares, escritas con un tono especial y distinto. Tienes que probarlo Laura. De Murakami te recomiendo "Kafka en la orilla", fue mi comienzo murakamiano. Pero ya sabes..., la mente bien abierta y sin prejuicios.
EliminarBesos
¡Vaya qué casualidad! Marian, porque reseña que haces, me sorprende que elijas a autores que me encantan, como ahora es Murakami. Me gusta el surrealismo y la narrativa de este gran novelista la suple con creces. ¡Ojalá le acaben dando el Premio Nóbel de Literatura!
ResponderEliminarUn beso.
¡Hola Estrella!! Pues me encanta que coincidamos con Murakami, porque para mí es un autor especial, como tú dices un gran novelista.
EliminarLo del Premio..., pues no sé, llevan tiempo con ello, pero no termina de caer
Un beso
Hace años le regalé Tokio Blues a Moniki, y desde entonces se ha convertido en uno de sus autores favoritos. De todas formas, los libros que leyó hasta el momento son de temática realista, todavía no leyó ninguno de esos suyos surrealistas y de realismo mágico, no sé si le gustarán igual. Supongo que todo es probar. Fantástica reseña, me dieron ganas hasta de leerlo yo.
ResponderEliminarUn beso ;)
¡Hola! Tokio blues es una delicia, pero sí es verdad que es de los normalitos. Cómo tú dices, nunca se sabe, todo es probar y yo la animaría a que probase, porque igual esa faceta murakamiana le gusta más todavía
EliminarUn beso
Hola Mariah!! Es un autor del que leo maravillas, pero aún no me he animado con él. Me alegra que lo hayas disfrutado tanto. ¡Genial reseña! Besos!!
ResponderEliminar¡Hola Ana! Pues si piensas que es un autor que puede gustarte, te animo a que lo pruebes, sin duda, es muy especial
EliminarUn beso
Ay, yo también amo a Murakami, y siempre trato de leer uno o dos al año entre tantas lecturas, La muerte del comendador me está esperando en los estantes de mi biblioteca, así que en cualquier momento pongo mis garras sobre él.
ResponderEliminarTe agradezco la reseña y me encanta leer que esta historia vuelve a jugar con sus ideas locas del realismo mágico.
Besos desde El Refugio del Dragón de Tierra!
¡Hola! ¡Bienvenida! Me encanta saber que tú también amas a Murakami y que disfrutas con sus locuras, su irrealismo y su realismo mágico
Eliminar¡Que ganas de leer tu reseña cuando los termines!
Besos
Hola! Lo cierto es que este autor no termina de atraerme y no creo que me anime con él aunque gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hola! es un autor peculiar que no atrae a todo el mundo, aunque estoy convencida de que más de uno se llevaría toda una sorpresa si le diera una oportunidad
EliminarBesos
Holaa!! tengo muchas ganas de leer algo del autor, así que me llevo apuntados estos libros. Gracias por la entrada.
ResponderEliminarBlessings!!
¡Hola!! Pues a ver que tal cuando los leas
EliminarYa me contarás...
Besos
¡Hola!
ResponderEliminarPues no he leído al autor, aunque siempre lo veo por ahí y le tengo muchísimas ganas. Las cuestiones son de dinero.
Me alegra bastante que te haya gustado.
Muchas gracias por tu opinión, me sigues tentando. A penas tenga dinero voy por uno suyo, jaja.
¡Un beso! <3
¡Hola Lexie!! ¿Porqué no pruebas en alguna biblioteca? las bibliotecas son maravillosas para poder leer todo lo que uno desea sin gastarse un duro en libros. En la mayoría de ellas ya los tienen
EliminarBesos
En mi caso tengo bien claro que no es un autor para mí, soy demasiado lógico y de buscarle el porqué a todo, además, el autor es demasiado intimista para mi gusto. De todas formas, me alegro de que te haya gustado^^
ResponderEliminarPues sí, un resumen perfecto, otro libro más que te deja pensando en narices ha pasado, intentando atar cabos y recordando escenas entre las lecturas, muy lento al principio, pero trepidante al final, y como dices da gusto leer aunque solo sea para viajar entre el todo y la nada.
ResponderEliminarUn saludo y muchas gracias
¡Hola Dani! Murakami es pura irrealidad así que muchas veces no se comprenden partes del argumento, o más bien cada uno debe darle su significado particular o simplemente no buscar porqués ni significados Pero fíjate que aún cuando es lenta la lectura disfruto leyendo lo que cuenta
EliminarUn beso!