Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


21 de noviembre de 2017

“MIDDLESEX” de Jeffrey Eugenides, un hermafrodita en busca de su propia identidad


“Me educaron en sentido femenino, y yo no albergaba duda alguna de que fuese una niña. Mi madre me bañaba y me enseñaba a lavarme.

A juzgar por todo lo que ocurrió después, me atrevo a pensar que, en el mejor de los casos, aquella instrucción en higiene femenina tenía un carácter rudimentario. No recuerdo alusión directa alguna a mi aparato genital. Me restregaba con fuerza.

Al aparato de Capítulo Once lo llamaban «colilla». Pero para lo que yo tenía ahí abajo no había palabra alguna. Mi padre era aún más remilgado. En las raras ocasiones en que me bañaba o cambiaba los pañales, Milton procuraba desviar la vista””
Middlesex nos habla de la familia Stephanides, desde el año 1922, cuando Desdémona y Leftie (los abuelos del protagonista) se ven obligados a huir de una Grecia tomada por los turcos, hasta la actualidad de Calíope Helen Stephanides (Callie para los amigos), que ya tiene 41 años y está enamorado de una mujer a la que teme perder, por culpa de su dualidad sexual.

Él mismo (¿o podríamos decir ella misma?) nos irá relatando a la vez que deja plasmado por escrito, todos los pormenores de su vida y de algunos de sus antepasados. Nos cuenta que nació chica y fue educada como tal, hasta que en la madurez sexual, su aspecto físico empezó a cambiar.
Yo nací apolínea, una niña de rostro luminoso y enmarcado en bucles. Pero, al aproximarme a los trece años, un elemento dionisíaco empezó a invadir sigilosamente mis rasgos. Mi nariz, delicadamente al principio y luego no tanto, empezó a arquearse. Mis cejas, espesándose más, también se curvaron. Algo siniestro, artero, literalmente «satírico» se deslizó en mi expresión.
La culpa de todo la tiene una mutación transmitida de generación en generación que desencadena “El síndroma de deficiencia de 5-alfareductasa” en su cuerpo.
El síndrome de deficiencia de 5-alfa reductasa es un falsificador muy hábil. Hasta que llegué a la pubertad y los andrógenos me inundaron el torrente sanguíneo, resultaba difícil distinguir las diferencias que me separaban de las demás niñas. El pediatra nunca observó nada anormal.   
En definitiva, ella y sus padres descubren por diagnóstico médico su condición hermafrodita, sus dos sexos y todos la presionan para que se opere y se convierta únicamente en hombre o en mujer.
Uno de cada dos mil niños nace con genitales ambiguos. En Estados Unidos, con doscientos setenta y cinco millones de habitantes, eso arroja una cifra de ciento treinta y siete mil intersexuales. Pero los hermafroditas somos personas como todo el mundo.

¿Conseguirán convencer a Callie? ¿Qué identidad sexual le escogerán para la operación, la masculina o la femenina?

1 de octubre de 2017

“MÚSICA PARA FEOS” de Lorenzo Silva, una preciosa historia de amor con banda sonora


“Pensé, también, que todas las canciones que él me mandaba eran, año arriba o abajo, de esos 80 que a mí me vieron nacer y en los que él había vivido su adolescencia y juventud.

En cierto modo pertenecíamos a mundos diferentes, y la música que escuchábamos y nos enviábamos lo delataba. Su sensibilidad se había educado en tiempos más ingenuos que los míos. La música que a mí me había saludado en el despertar a la vida adulta era menos pura, más resabiada: a la producción, con mucho más aparato tecnológico, se sumaba una especie de cálculo de los intérpretes, que era todavía más visible cuando hacían versiones de melodías antiguas”
Tres años han pasado desde aquel viernes cualquiera en el que Mónica salió de fiesta con su amiga Alba, sin otra pretensión que pasar el rato, ligar un poco, y bailar mucho en algún antro de mala muerte. Pero no contaba con que a veces la vida te sorprende y te pone en bandeja la felicidad, la oportunidad de salir a flote, de conocer a alguien especial.
Porque esa noche, en vez de estrellarme, encontré lo único hermoso y limpio que de veras he tenido
Y la vida sorprendió a Mónica, esa noche en la que conoció a Ramón, un hombre bastante más mayor que no para de mirarla mientras baila y que se ofrece a acompañarla a casa rechazando la invitación de subir a tomar algo.
Son las reglas. No se puede disparar contra quién no está en condiciones de dispararte a ti. No sería un blanco legítimo. Mejor si no has bebido. Voy a hacer una cosa. Voy a darte mi teléfono. SI te parece bien, mándame un sms con un lugar y una hora, para el sábado que viene. Y te lo piensas, y si entonces aún quieres, vas. Y si yo quiero, iré.
Ramón es una hombre sensible, misterioso, que prefieres expresar sus sentimientos a través de las canciones, pero tiene un secreto: su profesión. Mónica es periodista y él es . . ., eso no se lo desvela ni ese día, ni al siguiente, ni al otro.  Más adelante, cuando tengan más confianza, quizás lo hará.
He traído una canción. Quería que la oyeras un poco más tarde, pero creo que es mejor que te la ponga ahora. ¿Te dejas? No soy bueno con las palabras. A veces me cuesta decir lo que siento, y prefiero que alguien lo diga por mí. Escucha, por favor. 
Y cuando mejor están, él entonces le comunica  que debe irse por razones de trabajo, a no se sabe donde, ni a hacer qué cosa. Para entonces, algo muy especial ya ha surgido entre ambos y no hay vuelta atrás.
Lo que quiero contar, dejando a la imaginación y la preferencia de cada cual los detalles concretos, son las sensaciones con que se fue armando mi convicción de que aquel hombre era el hombre. De que aun enigmático y hasta cicatero en darme cuenta de su vida, era limpio y era de verdad y, por encima de todo, yo quería estar con él
Ninguno quiere separarse del otro, pero solo serán unos meses, unos meses que seguramente se harán eternos, con una letra distinta cada día, una música que los unirá para siempre.
La ausencia es aire, que apaga el fuego chico y aviva el grande
¿Cuál será el secreto de Ramón, su profesión? ¿Será algo tan malo como para hacer cambiar a Mónica su opinión respecto a él?

22 de septiembre de 2017

“LA MALA HIERBA” de Agustín Martínez, ¿nace o se hace?


“Sé qué se siente al ver a tu madre con un disparo en el pecho, helada, y la piel pálida de la que brotan manchas violetas, flores de muerte. Sé qué se siente al mirar a tu padre borbotear sangre y, después, encontrarlo atado a una máquina que respira por él.

Sé qué se siente cuando todas las miradas se vuelven hacia ti como si hubieras apretado ese gatillo. Sé qué es la soledad y la vergüenza. Sé cómo pueden empujarte a poner fin a tanto sufrimiento.

Cuando estás segura de que ya no podrás soportar más dolor y ni siquiera notas la horquilla que has abierto y se clava en tu carne. Cuando estás tan cansada que sólo quieres apagar la luz de una vez por todas”
Un coche viaja rumbo a Portocarrero, un pueblo perdido en el desierto de Tabernas (Almería). En él viajan tres miembros de una familia. Un matrimonio que quiere comenzar de nuevo porque hace tiempo que ya no se entienden: él, Jacobo, ha perdido su trabajo y no sabe como salir adelante, ella, Irene, deseosa de reconstruir su vida junto a su marido y su hija, de que todo vuelva a ser como antes. Y una adolescente, Miriam, enfurruñada en el asiento trasero, porque se ha visto obligada a dejarlo todo atrás, su instituto, sus amigos, su ciudad y para colmo ahora son pobres.
Intentaron vender todo aquello que tenía algún valor: la lavadora, el frigorífico, la televisión, el portátil de Miriam. Y, después, desaparecer en ese desierto con la esperanza de que allí podrían retomar sus vidas. Eso se murmuraban mientras la casa se vaciaba, se colaba en maletas y cajas como si fueran sumideros. Ella había cumplido los cuarenta y tres años, él tenía uno más. ¿Realmente estaban a tiempo de empezar nada?
Pretenden instalarse en el viejo cortijo abandonado que los padres de Irene les dejaron en herencia a ella y a su hermano Alberto, que también vive en Portocarrero. Un caserío en las afueras del pueblo al pie de la nada, de paredes encaladas y ventanas que cierran mal, y en la que el frío y el calor del desierto se cuela por todas partes.
Vio gatos dormitando en alféizares. Vio perros famélicos cruzando la carretera sin mirar a los lados bajo un sol que, como no llegara pronto a algún lugar con aire acondicionado, terminaría por deshacerla. Vio un cartel de «supermercado», pintado con letras negras en la tapia de una casa abandonada. Una flecha señalaba su ubicación. Después de un tiempo avanzando por ese extraño decorado, se dio cuenta de que había sido absurdo temer que algún vecino se acercara a ella cuando se le caló el coche. Portocarrero parecía deshabitado
Pero allí las cosas no hacen más que empeorar hasta límites insospechados, sobre todo a partir de esa noche, en la que unos desconocidos se cuelan en la casa, matando a Irene y dejando malherido a Jacobo. Miriam se libra porque se había quedado a dormir a casa de Carol, su nueva amiga.
Eran casi las doce cuando esos hombres entraron por la puerta de la cocina. Irene había bajado y los vio irrumpir. Bajo la bata de algodón, estaba desnuda. Dos disparos y ella murió en el acto. Jacobo sólo recibió uno, el que le atravesó el pulmón. Quedó inconsciente y lo dieron también por muerto. El cortijo estaba aislado; nadie vio nada
Después de unos meses en el hospital, Jacobo se despierta con noticias escalofriantes: ha perdido a su mujer y Miriam está detenida acusada del asesinato de su propia madre.
Su memoria se había roto. Recuperarse físicamente ya no le parecía tan difícil como reconstruir pieza a pieza lo que había sido su vida. Hay detalles insignificantes grabados en mi memoria, pero el conjunto de lo que sucedió aquella noche permanece como una figura mal ensamblada, brazos y piernas en lugares imposibles, el monstruo del pasado arrastrándose hacia mí, rogándome que le dé forma con un balbuceo incoherente, mitad llanto, mitad grito. La puerta de la cocina no cerraba. Por esa puerta entraron. Puedo verme escupiendo sangre en el pasillo
Y en el pueblo, a raíz de unas conversaciones filtradas a la prensa de whatsapp entre Miriam y sus amigos donde ella desea la muerte de sus padres y fantasea con matarlos, todos creen que es culpable y Jacobo pasa de ser una de las víctimas, a ser el padre de «la asesina del WhatsApp». ¿Cómo aceptar algo así, que su hija los odiaba tanto como para desear matarlos, como para desear destruirlos?

Nora Cuevas, la abogada que se ofrece a llevar el caso de Miriam parece ser la única que tiene una fe inquebrantable en ella y luchará hasta el final para conseguir demostrar su inocencia.
¿Qué quiere decir Probono? Probono es el trabajo que hacemos las abogadas gratis. Porque son casos que afectan al bien social y nadie se hace responsable de ellos, ¿me entiendes? Algo así como una labor de ONG

¿Podría ser que lo que empezó siendo una fantasía de adolescente, un simple divertimento, acabara convirtiéndose en un verdadero y macabro plan?

5 de septiembre de 2017

“EL CUENTO DE LA CRIADA” de Margaret Atwood, ¿ciencia ficción o presagios de futuro?


“Me gustaría creer que esto no es más que un cuento que estoy contando. Necesito creerlo. Debo creerlo. Los que pueden creer que estas historias son sólo cuentos tienen mejores Posibilidades.

Si esto es un cuento que yo estoy contando, entonces puedo decidir el final. Habrá un final para este cuento, y luego vendrá la vida real. Puedo decidir dónde dejarlo.Esto no es un cuento que estoy contando.También es un cuento que estoy contando, en mi imaginación, sobre la marcha.Contando, más que escribiendo, porque no tengo con qué escribir y, de todos modos, escribir está prohibido.

Pero si es un cuento, aunque sólo sea en mi imaginación tengo que contárselo a alguien. Nadie se cuenta un cuento a sí mismo. Siempre hay otra persona"
Había una vez un planeta devastado y tan contaminado que ve reducido a niveles ínfimos su tasa de natalidad, y unos políticos teócratas que, amparándose en un ataque terrorista islámico, deciden asestar un golpe de estado a los EEUU y crear en su lugar la nueva República de Gilead.

Una República que supone un retroceso de varios siglos, propiciando una sociedad donde solo los hombres tienen voz y voto, donde las mujeres fértiles son capturadas y pasan a ser las criadas de altos cargos del Gobierno, con el único fin de dar hijos a la República. Deben vestir de rojo, con toca blanca de uso obligado, para que se las distinga bien, para que todo el mundo sepa que son ellas las encargadas de procrear, no por devoción sino por obligación.
Le dispararon al presidente, ametrallaron el Congreso, y el ejército declaró el estado de emergencia. En aquel momento culparon a los fanáticos islámicos. Fue entonces cuando suspendieron la Constitución. Dijeron que sería algo transitorio. Ni siquiera había disturbios callejeros. Los periódicos fueron sometidos a censura y algunos quedaron clausurados, según dijeron por razones de seguridad. Dijeron que se celebrarían nuevas elecciones, pero que llevaría algún tiempo prepararlas. 
Y una criada llamada Defred que en primera persona nos irá contando como era su vida antes de ser separada de su marido y su hija y como es su vida ahora en la casa que le ha sido asignada, siendo violada cada mes por el Comandante Fred en presencia de su Esposa Serena Joy durante "La Ceremonia", para intentar darles el hijo que ellos no pueden tener.
El tiempo es una trampa en la que estoy cogida. Debo olvidarme de mi nombre secreto y del camino de retorno. Ahora mi nombre es Defred, y aquí es donde vivo.Vive el presente, saca el mayor partido de él, es todo lo que tienes.Tiempo para hacer el inventario.Tengo treinta y tres años y el pelo castaño. Mido uno setenta descalza. Tengo dificultades para recordar el aspecto que tenía. Somos matrices dé dos piernas, eso es todo pero tengo ovarios sanos. Me queda una posibilidad.
Cada dos años pueden cambiar de casa, con un máximo de tres oportunidades. Si después de tres casas no han producido ningún hijo serán ejecutadas o enviadas a las temidas Colonias a limpiar residuos radiactivos, donde van directamente las “No mujeres” (las no fértiles), a esperar la muerte.
Las infames Colonias están compuestas por poblaciones flotantes utilizadas principalmente como equipos prescindibles de eliminación de sustancias tóxicas, aunque la que tiene suerte puede ser asignada a tareas menos peligrosas, como la recolección del algodón o la cosecha de la fruta.
Aunque también hay mujeres relegadas a las labores del hogar (las Martas) y las Tías, encargadas de entrenar y comer el coco a las criadas.

¿Conseguirá Defred quedarse embarazada y evitar ser enviada a Las Colonias? ¿Volverá a ver a su marido y a su pequeña hija Hannah?

27 de agosto de 2017

“EL BUENO DE OLIVER” de Liz Nugent, un demonio con piel de cordero


“Con los años aprendí a camelármelas. No es tan complicado si eres atractivo, eres capaz de parecer listo y posees un humor irónico.

Actúa como si no te hubieras percatado de su presencia. Luego, poco a poco, empieza a mostrar interés, como si ella fuera un espécimen en un laboratorio.

Aguijonéala un poco con un atizador, manteniendo en todo momento las distancias. Ignórala durante periodos prolongados para ver cómo reacciona y luego dale un buen meneo. Casi siempre funciona"
Oliver Ryan ha agredido brutalmente a su esposa Alice. Ahora ella permanece en coma en un hospital de Dublín y nadie sabe si despertará algún día. Él es un escritor de libros infantiles muy conocido que ha firmado siempre bajo el seudónimo de Vincent Dax. “Es un tipo normal”, “nunca pensé que pudiera ser capaz de algo así,” son expresiones que escuchamos habitualmente en boca de gente cercana a un agresor e incluso a un asesino. Pero Oliver no es normal. Todos creen que le conocen, pero nadie sabe realmente como es.
Soy consciente de que no soy la persona más fácil del mundo. Me lo ha dicho Alice. No tengo amigos, por ejemplo. Los tenía, hace muchos años, pero no funcionó. Nos distanciamos y los dejé marchar, voluntariamente, imagino. Los amigos no son más que gente que te recuerda tus fracasos.
Una infancia complicada en un internado rodeado de miseria y pobreza, con importantes carencias afectivas, sin madre y con un padre que le ignora por completo que incluso le repudia. Y un verano fatídico, el del 73, en el que sucedieron cosas, muchas cosas, algunas buenas, otras terribles.

Todo va forjando su carácter, le convierte en un tipo con doble cara: encantador, atractivo, atento, embaucador, a los ojos de los demás, Pero egoísta, manipulador, envidioso, y cruel, para todo aquel que profundice un poco en su verdadero ser. Una joyita de hombre . . . De los que piensan:
Aunque yo no debería haberlo hecho, ella tampoco debería haberme provocado.
Sus allegados y conocidos, le cuentan al lector sus impresiones, sus vivencias con Oliver, algunos más sorprendidos que otros ante la brutal agresión que él mismo ha reconocido haber propiciado.

¿Que pudo llevarle a cometer tal atrocidad? ¿Se tratará de un hecho puntual, o uno más que añadir a su larga lista de secretos inconfesables?

10 de agosto de 2017

"LAS TRES PASIONES” de Elif Shafak, entre el devoto y el ateo ¿existe un punto intermedio?


"La cuestión imperante sobre si existe Dios suscita uno de los debates más tediosos, improductivos y desaconsejables en que se han enzarzado personas por lo demás inteligentes. Demasiadas veces hemos constatado que ni los creyentes ni los ateos están dispuestos a abandonar la hegemonía de la certeza. Su aparente discrepancia es como un estribillo que se repite sin cesar.

Ni siquiera es exacto llamar debate a esta batalla de palabras, puesto que los participantes, al margen de sus puntos de vista, son conocidos por ser intransigentes en sus posiciones. Donde no hay posibilidad de cambio, no hay una base para un verdadero diálogo"

“Creo que Dios viene en muchas piezas y de muchos colores. Puedo construir un Dios pacífico, amoroso. O construir un Dios furioso, castigador. O no construir nada. Dios es un juego de Lego"
Año 2016, Estambul. Nazperi Nalbantoglu (Peri para los amigos) y su familia han sido invitados a una fiesta de la alta sociedad a la que ella y su hija Deniz llegan con mucho retraso, después de haber sufrido un terrible percance: en medio del monumental atasco, una chiquilla abre la puerta trasera del coche, coge el bolso y Peri ni corto ni perezoso sale corriendo tras ella sin pensar en lo peligroso que ello podía resultar.

En esa fiesta, todavía con el miedo y la certeza de haber estado a punto de perder la vida, los recuerdos del pasado afloran poco a poco, cobran vida de nuevo. Su infancia y adolescencia, teniendo que soportar las peleas continúas entre unos padres de creencias religiosas opuestas, eternamente confrontados y ella, la indecisa, la que nunca se decanta por nada.

Los años de universidad en Oxford, compartiendo habitación con sus dos mejores  amigas: la despreocupada Shirin, la devota Mona, y ella de nuevo a medio camino, una musulmana moderna con demasiadas preguntas e incertidumbres sobre la religión, la fe y Dios.

Y el recuerdo que más le duele: el de su querido, excéntrico y polémico profesor Azur del que todo el mundo le aconsejó mantenerse alejada, del que se enamoró y al que también acabó traicionando. 

Pero es esa tarde de 2016, en esa casa y después de tantos años, cuando Peri siente de nuevo la necesidad de hablar con él y con Shirin, y suplicar su perdón, el de ambos.
¿Quién es el profesor Azur? -¿No lo sabes? -Shirin se relamió los labios como si tuviera algo dulce en la boca-. ¡Aquí, Azur es una leyenda viva! -¿De qué da clase? Una sonrisa se dibujó en los labios de Shirin. -De Dios. -¿En serio? -En serio. Él mismo tiene algo de Dios. Ha publicado nueve libros, y siempre está participando en mesas redondas o dando conferencias. Es toda una celebridad, te lo advierto. El año pasado la revista Time lo nombró entre las cien personas más influyentes del mundo
¿Porqué traicionó Peri a Azur? ¿Le habrá perdonado ya?¿Cómo acabará la fiesta?

23 de julio de 2017

"1Q84 libro 3", de Haruki Murakami, mi regreso al mundo de las dos lunas


“Ambos, callados, se agarraban de la mano encima del tobogán. Habían vuelto a ser niños de diez años. Un niño solitario y una niña solitaria. En un aula una vez acabadas las clases, a principios de invierno. En aquel entonces ninguno de los dos tenía la fuerza ni los conocimientos para saber qué ofrecerle al otro, qué buscar en el otro.

Nunca nadie los había amado y nunca habían amado a nadie. No habían abrazado a nadie, nadie los había abrazado.

Ni siquiera sabían adonde los iba a conducir aquello. Se habían adentrado en una habitación sin puertas. No podían salir de allí, aunque, por esa misma razón, nadie más podía entrar”
En el mundo de dos lunas 1Q84, la secta religiosa Vanguardia se ha quedado sin su líder y “la voz” ha dejado de hablarles.
Ahora, la misión más importante a la que se enfrenta la comunidad es encontrar a un nuevo profeta. Si la voz dejase de hablarles para siempre, la comunidad perdería su razón de ser.
Como están convencidos de que Aomame lo ha asesinado, contratan a Usikawa, para que averigüe su paradero. Usikawa es un investigador privado un tanto peculiar: con la cabeza deforme, los ojos saltones y las piernas cortas y arqueadas, pero tenaz, con un olfato innato y muchos recursos para moverse libremente al margen del sistema, fuera de la ley.
Señor Ushikawa, reflexione un poco. Sólo somos una comunidad religiosa. Perseguimos la paz del alma y los valores espirituales. Vivimos en medio de la naturaleza y nos dedicamos a la agricultura y a la práctica ascética. ¿Quién podría vernos como enemigos? ¿Y en qué les beneficiaría el asesinato de nuestro líder.
Ella está escondida en un apartamento que le han proporcionado la anciana del albergue para mujeres maltratadas (“la Señora”) y su guardaespaldas Tamarú, donde cada martes, unas personas desconocidas le llevan comida y todo lo necesario para cubrir sus necesidades. Aunque vive en completa soledad, no se siente sola y nunca ha perdido la esperanza de poder reunirse algún día con su querido Tengo, al que hace más de veinte años que no ve. Si supiera lo cerca que está de él…
Aomame a veces tenía la impresión de haberse quedado sola en un planeta inhabitado. Como aquella película sobre un mundo tras una devastadora guerra nuclear. ¿Cómo se titulaba? La hora final. A pesar de todo, Aomame, muy concentrada, seguía vigilando. ¿Qué sentido tiene seguir viviendo sola en un mundo carente de lógica, un mundo con dos lunas de diferente tamaño y donde esa Little People gobierna el destino de todos?
Por otra parte, Tengo Kawana también la busca, incansable. Pero la muerte de su padre le obliga a abandonar Tokio por unos días.
A Tengo le costaba creer que, en aquel mundo frenético semejante a un laberinto, los corazones de dos personas, los corazones de un niño y una niña, hubieran permanecido inalterados y unidos pese a haber transcurrido veinte años.
Mientras tanto, Usikawa seguirá en pos de los dos, reuniendo pistas, recopilando datos sobre sus vidas pasadas y actuales, con único fin: presentárselos en bandeja a los miembros de Vanguardia.

¿Se encontrarán algún día Tengo y Aomame? ¿En que mundo: en el real, en el de las dos lunas, o en el de los sueños? ¿Qué será de Vanguardia?

9 de julio de 2017

"LA CASA ENTRE LOS CACTUS" de Paul Pen y una familia perfecta... ¿o tal vez no?



“Papá detuvo el vehículo frente a la casa. Era la única vivienda levantada hasta donde alcanzaba la vista.

Durante el crepúsculo, cuando la fachada adquiría la misma tonalidad morada que el resto del terreno, parecía camuflarse y desaparecer entre los cactus.
Como si no existiera.


Papá bajó de la camioneta y la cerró con un portazo. Las niñas trotaron hacia él. Lo abrazaron por la cintura, en una pierna cada una.”
En algún momento de los años sesenta, en algún lugar del Desierto de Baja California (México), emerge como salida de la nada, una casa rodeada de rocas y cactus. Alberga una modélica familia, o al menos eso es lo que aparentan ser: el matrimonio formado por Elmer y Rose que un día decidieron alejarse del mundanal ruido para criar y "cultivar" a sus hijas en la casa entre los catus.
O a lo mejor lo increíble es que los humanos nos apelotonemos en ciudades. Que vivamos puerta con puerta, sin espacio. Que todo el mundo se meta en los asuntos de todo el mundo cuando tenemos este espacio libre a nuestra disposición para vivir más libres y tranquilos. Sin dar explicaciones a nadie de nada. Hace mucho, antes incluso de tener a las niñas, mi marido y yo nos cansamos de la vida acelerada y decidimos dar a las niñas una vida mejor. Una vida más real. Más tierra y menos asfalto.

Todas ellas tienen nombres de flor: Iris la mayor (16 años), Melissa, y las gemelas Dahlia y Daisy, sin olvidarnos de Edelweiss que ahora está muerta y enterrada en el desierto.

No están acostumbrados a recibir visitas, tan solo la maestra que les da clases va por allí una vez a la semana. Por eso, la llegada inesperada de Rick, un apuesto excursionista que parece buscar únicamente refugio y cobijo, produce un gran revuelo entre las chicas.
Como si la visita de un desconocido fuera un suceso normal y no algo que ocurría por segunda vez desde que Melissa recordaba. Y en aquella otra ocasión sólo mamá y papá atendieron al sacerdote que ofició en español una misa por Edelweiss.

En contra de sus deseos, Elmer y Rose, no pueden evitar que el muchacho se quede a pasar la noche y pronto descubrirán que no es quien dice ser, y que su estancia allí quizás no sea un hecho fortuito, una mera casualidad y deciden desenmascararlo, sin sospechar que tal vez el destino les termine desenmascarándoles a ellos, sacando a la luz secretos inconfesables del pasado, verdades, mentiras, injusticias cometidas. Y se preguntarán...

¿De verdad todo vale al pretender evitar la destrucción de tu idílica familia?

29 de junio de 2017

“LA MUJER DE LA LIBRETA ROJA” de Antoine Laurain, ¿destino o casusalidad?


“Laurent continuaba sentado en el suelo, rodeado de objetos, sumido en la lectura de la libreta Moleskine roja que contenía los pensamientos de la desconocida a lo largo de decenas de páginas, a veces tachados, subrayados o en mayúsculas.

La caligrafía era elegante y ligera. Debía de haberlos escrito por capricho, seguramente en terrazas de cafés o durante trayectos en metro.

Laurent estaba fascinado por aquellas reflexiones que se sucedían, aleatorias, conmovedoras, alocadas y sensuales”
Laure es víctima de un atraco una noche cuando regresaba a casa. Un desconocido le arrebata su bolso malva y al resistirse, ella se golpea en la cabeza.
El bolso ya no estaba allí. Estaba lejos, en las calles, arrebatado, volando en brazos de aquel hombre que había huido corriendo, que lo abriría y encontraría sus llaves, su documentación y sus recuerdos. Toda su vida. Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas ardientes. El miedo, la desesperación y la ira se entremezclaban con el temblor de las manos. 
Despierta del coma unos días después, sin sospechar que un desconocido lo ha encontrado, ha hurgado en sus retazos de vida y ha intentado por todos los medios dar con ella.
Un hombre no hurga en el bolso de una mujer; hasta las tribus más primitivas debían de obedecer esa regla ancestral. Seguro que los maridos en taparrabos no estaban autorizados a buscar una flecha envenenada o una raíz que mordisquear en el bolso de piel curtida de sus esposas. Laurent nunca había abierto el bolso de una mujer y nunca habría imaginado que pudiera tener tantos recovecos. Era más complicado que diseccionar un pulpo. 
Y es que desde que Laurent Letellier, librero de Le Cahier Rouge, se ha erigido como el guardián temporal de ese bolso abandonado encontrado en la calle, su única ilusión y propósito ha sido buscar a su dueña. A la dueña de todos los efectos personales que hay dentro, pero sobre todo de la libreta roja, escrita con sus gustos, deseos y miedos.
Había abierto una puerta que conducía al espíritu de la mujer del bolso malva, y aunque no era del todo apropiado leer las páginas de la libreta, no podía soltarla. Se acordó de una cita de Sacha Guitry: "Mirar a alguien que duerme es como leer una carta dirigida a otro"
 Ningún documento que la pueda identificar, tan sólo sus pertenencias.
¿Cómo sería aquella Laure a quien le gustaba comer en un jardín, le daban miedo las hormigas rojas, soñaba que hacía el amor con su animal de compañía transformado en hombre, llevaba un pintalabios de color coral y tenía un libro dedicado por Modiano? Laurent se encontraba ante una mujer rompecabezas.

¿Conseguirá Laurent encontrarla y devolverle el bolso malva con sus cosas?

20 de junio de 2017

DOS DE SUSPENSE: "NO APAGUES LA LUZ" de Bernard Minier y "ENCUÉNTRAME" de Gilly Macmillan


De las profundidades de la noche y del sueño ascienden voces que no querríamos oír nunca. 

Son como recordatorios de los miedos de la infancia, cuando, una vez apagada la luz y cerrada la puerta, cada objeto de la habitación, cada forma podía convertirse en monstruo; cuando, desde nuestra cama (ese barco salvavidas cercado por las olas inquietantes de la noche) éramos dolorosamente conscientes de nuestra vulnerabilidad y de nuestra pequeñez.

 Esas voces nos recuerdan que la muerte forma parte de la vida y que la aniquilación nunca queda lejos”
Christine Steinmeyer, una conocida locutora de radio recibe el día de Navidad una carta sin firmar de alguien que dice querer suicidarse, pidiéndole ayuda. En un principio piensa que puede ser o bien una broma de mal gusto, o un error en el destinatario, es decir, que no vaya dirigido a ella. Pero poco después, un desconocido la llama en directo a la emisora acusándola de ser una asesina, de haber dejado morir a una persona. A partir de entonces todo se le complica, su vida se vuelve un infierno y el mundo se vuelve contra ella. De la noche a la mañana lo pierde todo: su novio, su perro, su trabajo, sus amigos. Christine está sola.

Por otra parte, el comandante Martin Servaz vive su baja laboral en un centro para policías deprimidos. Tiene 40 años, está divorciado, y adora la música clásica (amante de Mahler por encima de todas las cosas) La única persona que lo visita es su hija y allí dispone de todo el tiempo del mundo para recordar los hechos que le llevaron a su situación actual.
Se trataba de policías que, después de pasar años frecuentando las orillas de lo inmundo, habían acabado desmoronándose. Que ya no soportaban seguir siendo tratados día tras día de maderos, de pasma, de perros, de sicarios, de canallas. La mayoría de los que estaban allí se habían metido el cañón de su arma de servicio en la boca al menos una vez.
Un día, Servaz recibe una carta con la llave de una habitación de hotel en la que hace un año una artista conocida se suicidó y empieza a investigar por su cuenta, hasta que su camino se cruza inevitablemente con el de Christine.

¿Quién pone tanto empeño en destrozarle la vida a Christine? ¿Porqué?



“Un secuestro se puede producir por muchas razones, incluyendo el deseo de poseer al niño, la gratificación sexual, un objetivo económico, una forma de castigo o el deseo de matar.

Las investigaciones indican que cuando el menor es asesinado, la motivación puede ser: la emoción, porque el secuestrador busca vengarse de la familia; el impulso sexual, porque el agresor busca una gratificación sexual con la víctima; o el beneficio económico en los casos en los que se pide un rescate.”
Benedict Finch pasea tranquilamente con su madre y su perro por el bosque, una tarde cualquiera de domingo. Rachel Jenner nunca hubiera imaginado que su hijo pudiera desaparecer en un abrir y cerrar de ojos por un pequeño descuido de ella, por dejarle volar un poco.

A Ben y a su perro parece que se los hubiera tragado la tierra y encima Rachel se siente tan culpable… Todos, los medios de comunicación y hasta su propia familia, parecen señalarla con el dedo, haciéndola sentir una mala madre. ¿Se tratará de un secuestro? ¿De un asesinato? 
Nosotros no somos quienes creemos, ¿lo son los demás? Si el riesgo de que los demás nos juzguen mal es tan grande, ¿cómo podemos estar seguros de que la opinión que nos forjamos de alguien tiene algo que ver con la persona que realmente hay en el fondo? ¿Deberíamos confiar en alguien solo porque sea una figura de autoridad o un miembro de nuestra familia? ¿Nuestras amistades y relaciones personales tienen verdaderamente una base sólida?
El inspector James Clemo (Jim) forma parte del equipo de policías encargado de solucionar el caso y comprobar las pistas y los sospechosos que van surgiendo: gente cercana al entorno de Ben, de su colegio, sus amigos, o incluso dentro del propio círculo familiar. Cualquiera puede ser el culpable, no se puede descartar a nadie.
Estábamos en ese punto en el que el caso se apodera de ti: es agotador, pero es adictivo y nunca tienes suficiente. Los nervios están a flor de piel y te alimentas básicamente de adrenalina y cafeína. Es difícil hacer nada normal porque siempre tienes el caso en la cabeza. Es como una droga.

14 de mayo de 2017

“MUJER BAJANDO UNA ESCALERA” de Bernhard Schlink


“Una mujer baja una escalera. El pie derecho se apoya en el último escalón, el izquierdo aún toca el escalón superior, pero ya se prepara a dar el siguiente paso.

La mujer está desnuda, su cuerpo es pálido, el vello del pubis y el cabello son rubios y el cabello brilla al resplandor de una luz.

Desnuda, pálida, rubia... Ante el fondo gris verdoso de una escalera y unas paredes difusas, se presenta al observador con una levedad en suspenso. Al mismo tiempo, con sus piernas largas, sus caderas redondeadas y plenas y sus firmes pechos tiene un peso sensual”
Un pintor (Karl Schwind), su obra ("Mujer bajando una escalera"), el dueño de la obra (el millonario Peter Gundlach) y La Mujer que baja la escalera (Irene Gundlach) son los personajes principales de esta novela narrada por el abogado mediador en el conflicto que propicia dicho cuadro.

Es, al observarlo en un museo de Sidney, cuando al narrador le van surgiendo en su mente las imágenes de todo lo ocurrido décadas atrás y el litigio en el que se vio envuelto por aquel entonces. Y empieza a recordar como…

La discordia surge cuando Karl le pide permiso a Peter para fotografiar su obra y éste se niega. ¿Qué motivos podía tener para negarse? Muy probablemente por rabia y celos, y ¿por qué? Muy sencillo: porque Irene abandonó a su marido y se fue a vivir con el artista, la típica historia: pintor pinta chica desnuda, se enamoran y acaban juntos.
No me deja. Dice que a él no le importa ese pequeño desperfecto, que no quiere que yo entre en su casa y que el cuadro no sale de allí

Cuando Karl consigue por fin ver su cuadro, comprueba que está dañado y entonces pretende restaurarlo.
Parece como si él le hubiera pasado un mechero por encima. Es mi cuadro. Tuve que venderlo y ahora está colgado en su casa, pero es mi cuadro. Quiero restaurarlo

Y lo restaura una y otra vez porque después vuelve a estar dañado una y otra vez. Y es que así son los triángulos amorosos (al que se une el propio abogado, siendo tres los hombres enamorados de la misma mujer) amor, odio, envidia, rencor…
Ha vuelto a dañar el cuadro. Trabajé durante dos días en la pierna y al tercer día, cuando iba a terminarlo, encontré una gota de ácido en el pecho izquierdo. El color se ha desteñido, la pintura ha saltado, se han formado ampollas

La disputa finaliza cuando Irene descubre un contrato de intercambio del que ella forma parte cual mera mercancía (su exmarido le devuelve al pintor su cuadro si éste le devuelve a su mujer), un simple trofeo y le propone al narrador huir con él y el cuadro. El muy iluso se lo cree y ella se va sola dejándoles a todos plantados y con un palmo de narices.

¿Volverán a encontrarse los cuatro algún día? ¿Que será de la enigmática Irene ?

10 de mayo de 2017

“EL DÍA QUE SE PERDIÓ LA CORDURA” de Javier Castillo, un thriller con toques románticos


“Llevo más de dos horas conduciendo hacia el fin. Hacia mi final. Mirando atrás, no me arrepiento de ninguna de las decisiones hasta llegar aquí, hasta este mismo momento.

Creo que nadie debería arrepentirse de sus decisiones. Debe aceptarlas, vivirlas, pedir perdón cuando proceda, pero nunca arrepentirse. La vida se compone de momentos fútiles, insignificantes decisiones tomadas por tu yo particular en cada instante, de manera más o menos meditada, pero siempre es uno quién las toma.

Nadie toma las decisiones por uno. Nadie me ha obligado a hacer lo que voy a hacer, pero sí se han dado las circunstancias adecuadas para que mi yo, mi ser, decida acabar con todo hoy”
El día que se perdió la cordura no fue el día en el que la policía detuvo a un hombre desnudo por el centro de Boston un 24 de diciembre, con una cabeza ensangrentada en la mano, no…
Camino por la calle tranquilo, con la cara desencajada y la mirada perdida. Todo parece que va a cámara lenta. Miro hacia arriba y veo cuatro globos de color blanco alzarse alejándose hacia el sol. Mientras ando escucho gritos de mujeres y noto cómo la gente a lo lejos no para de mirarme. A decir verdad, me parece normal que me miren y griten, al fin y al cabo, estoy desnudo, cubierto de sangre y llevo una cabeza entre mis manos. La sangre ya está casi seca, aunque la cabeza aún sigue goteando lentamente. Una mujer se ha quedado paralizada en mitad de la calle al verme. Casi suelto una carcajada al ver cómo se le cae la compra al suelo
La cordura se perdió diecisiete años atrás, en Salt Lake, cuando la familia de Steven (su mujer Kate, y sus dos hijas, Amanda y Carla) acude allí como cada verano a pasar unos días de vacaciones. Steven ya nunca podrá olvidar el día en el que lo perdió todo, y a todos, no solo a Amanda, desaparecida sin más de un día para otro.  
Porque ahí se originó todo. Justo el verano que llegué allí, se desencadenaron una serie de acontecimientos que dieron lugar, años más tarde, a que estemos tú y yo aquí esta noche, en Salt Lake.
Stella Hyden, experta en perfiles psicológicos del FBI, es la policía encargada de interrogar e investigar el conocido como el caso del “decapitador” en el centro psiquiátrico donde está recluido junto al director del centro, el doctor Jenkins.
Su mirada no denotaba arrepentimiento ninguno. Lo que más me ha inquietado, sin ninguna duda, ha sido esa maldita sonrisa
Cuando Jacob, que así se llama el susodicho presunto asesino, decide ponerse a hablar, le contará a Stella su sorprendente historia,  sobre cómo conoció a Amanda, su amada Amanda, su desaparición y de cómo ha intentado seguirle el rastro y lo que ha descubierto en el curso de todos estos años transcurridos desde aquel fatídico verano y de cómo y porque se ha convertido en un “decapitador”, o no…

¿Se conocerá algún día lo que le ocurrió verdaderamente a Amanda?

1 de mayo de 2017

"SERIE SEBASTIAN BERGMAN" de Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt, thriller sueco a cuatro manos.


“Su comportamiento se parecía mucho a la forma de actuar de los asesinos en serie. Resultaba evidente que las consecuencias eran muy diferentes, pero la base era la misma: una infancia difícil con poca empatía y cariño, un gran déficit de autoestima y una enorme necesidad de parecer fuerte.

Y el incesante ciclo que pasaba por la fantasía, la ejecución y la angustia, como una rueda que nunca dejaba de girar.

El individuo necesitaba reafirmarse y concebía fantasías de control, que en su caso eran sexuales y en el caso del asesino en serie guardaban relación con la vida y la muerte de sus semejantes. Las fantasías se volvían tan potentes que al final resultaba imposible resistirse a ponerlas en práctica
En esta saga policiaca, la Unidad Nacional de Homicidios de Suecia, una unidad especial de la Policía Nacional constituída para ayudar a los cuerpos locales en la resolución de los casos más complicados de asesinato, deberá enfrentarse a varios crímenes y asesinos en serie.

Torkel, Billy, Vanja, Úrsula y Sebastian Bergman, un psicólogo criminalista con antaño renombre, pero acabado y hundido en la actualidad, que entrará a formar parte del equipo para ayudarles (y a veces complicarles) con sus conocimientos y experiencia en la resolución de los casos.

Según avanza la trama de las novelas que forman esta trilogía, iremos conociendo las circunstancias de la vida de cada uno de los personajes, sus situaciones personales, desavenencias entre ellos y el porqué de las mismas.

4 de marzo de 2017

BROOKLYN de Colm Tóibín, sobre la migración irlandesa años 50


“Eilis había supuesto que viviría en la ciudad toda la vida, como su madre, que conocería a todo el mundo, tendría los mismos amigos y vecinos, la misma rutina diaria en las mismas calles.

Esperaba encontrar trabajo en la ciudad y después casarse, dejar el trabajo y tener hijos.

Y ahora se sentía como si hubiera sido elegida para algo y no estaba en absoluto preparada, y eso, a pesar del miedo que la invadía, le provocaba un sentimiento, o más bien una serie de sentimientos, que creía debían de ser los que experimentaría cuando se acercara el día de la boda.”
Década de los cincuenta, Eilis Lacey vive en un pueblecito irlandés (Enniscorthy, Condado de Wexford) con su madre y su hermana Rose. Necesita encontrar trabajo para ayudarlas con los gastos y por eso, cuando el padre Flood, un viejo conocido de la familia se lo consigue, Eilis no duda en aceptar. Aunque todo parece perfecto hay una pequeña pega: tendrá que dejarlo todo para irse a Brooklyn, uno de los distritos más poblados de Nueva York, y allí empezar una nueva vida sola, en una ciudad desconocida de un país desconocido.

Empleada en unos grandes almacenes, estudiando contabilidad en sus ratos libres,  se irá adaptando a un nuevo clima, nuevas costumbres, nuevas amigas,  y conocerá a Tony, un italiano bien avenido del que se enamorará o creerá enamorarse.

Y cuando ya todo parece estar en su lugar, el destino empezará a hacer de las suyas y Eilis se verá obligada a regresar a su Irlanda natal.

¿Que le esperará a Eilis en Brooklyn? ¿Se arrepentirá de haberse marchado?

11 de febrero de 2017

“PATRIA” de Fernando Aramburu, la crónica de una muerte anunciada



“Les meten malas ideas y como son jóvenes, caen en la trampa.

Luego se creen unos héroes porque llevan pistola. Y no se dan cuenta de que, a cambio de nada, porque al final no hay más premio que la cárcel o la tumba, han dejado el trabajo, la familia, los amigos.

Lo han dejado todo para hacer lo que les mandan cuatro aprovechados. Y para romperles la vida a otras personas, dejando viudas y huérfanos por todas las esquinas.”
Esta es la historia de dos familias vascas durante más de 30 años, que fueron una vez vecinas y amigas inseparables, que tiempo después se vieron enfrentadas y separadas por el terror etarra. La una víctima, la otra verdugo, en bandos distintos, unos que mueren y otros que matan.

La de Bittori, ha sufrido el asesinato de su marido, el Txato, a manos de la banda armada. Un empresario guipuzcoano que pagaba religiosamente el impuesto revolucionario hasta que dejó de hacerlo, cuyo único delito fue proporcionar puestos de trabajo en el pueblo, y no amilanarse ante las amenazas de ETA. En definitiva, un buen hombre.
ETA, organización armada para la revolución vasca, se dirige a usted para reclamarle la entrega de veinticinco millones de pesetas en concepto de aportación al mantenimiento de la estructura armada necesaria en el proceso revolucionario vasco hacia la independencia y el socialismo. De acuerdo con los datos reunidos por los servicios de información de la organización, etc.
Y la de Miren, que tiene a uno de sus hijos en la cárcel, Jose Mari, presunto autor de diversos asesinatos, que defiende orgullosamente la causa armada y es defendido igualmente por todos los suyos.
Unos hemos oído la llamada de la patria. Otros se dedican a llevar una vida cómoda y a pasarlo de puta madre. Supongo que siempre ha sido así. Unos se sacrifican, otros se aprovechan. -¿Quién hace vida cómoda? -Yo desde luego que no. -Hago programas de radio en euskera, escribo libros en euskera, ayudo a nuestra cultura. Es mi manera de aportar algo a nuestro pueblo, pero algo constructivo, sin dejar a mi paso un montón de huérfanos y viudas.
Un testimonio convincente de una época sufrida en España y Euskadi, que puede ayudar a comprender como se sentían  y vivían las familias extorsionadas y atemorizadas por los crímenes de esta organización terrorista. Un retrato fiel y cercano de la sociedad vasca durante esos interminables años del siglo XX.

¿Recuperarán algún día ambas protagonistas su antigua amistad perdida?