“Algunas especies de termitas son capaces de mutar su aspecto temporalmente y adquirir el de otras especies para adentrarse en un entorno que no es el suyo y mostrar su verdadero aspecto solo cuando están asentadas. Tal vez también aquellos niños adoptaron –con la misma inteligencia preverbal de los insectos– esa estrategia e hicieron todo lo posible por parecerse a los niños Ñeê que nos resultaban familiares. Pero aunque así hubiera sido, la pregunta seguiría sin respuesta: ¿de dónde salieron? Y, sobre todo, ¿por qué tenían todos entre nueve y trece años?"
¿Qué tiene que suceder para que nos veamos obligados a redefinir nuestra idea de la infancia? La aparición de treinta y dos niños violentos de procedencia desconocida trastoca por completo la vida de San Cristóbal, una pequeña ciudad tropical encajonada entre la selva y el río. Veinte años después, uno de sus protagonistas redacta esta República luminosa,una crónica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre cómo la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilización durante aquel año y medio en que, hasta su muerte, los niños tomaron la ciudad.
Barba ha destacado, sobre todo, como especialista en novela corta. Su obra se puede catalogar como de literatura existencial, abordando temas difíciles como las discapacidades mentales. A lo largo de su carrera ha ganado importantes premios, tanto de ensayo como de novela, como el Anagrama de Ensayo o el Juan March de Narrativa. Se dio a conocer en 2001 con La hermana de Katia (finalista del premio Herralde y llevada a la gran pantalla por Mijke de Jong). Colabora habitualmente en prensa desde hace quince años en medios como El País, El Cultural de El Mundo, Letra Internacional, y Revista de Occidente y como traductor ha publicado versiones de autores como Melville, Henry James, Joseph Conrad y Daniel Defoe entre otros muchos. Fue elegido por la prestigiosa revista Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español. También ha escrito varias novelas infantiles. "República luminosa" ha ganado el XXXV Premio Herralde de novela.
¿De qué va la novela?
Un narrador anónimo nos cuenta una tragedia vivida veintidós años atrás, cuando ya todo o casi todo está aclarado. Una tragedia que no fue solo suya, que fue de todos, de los habitantes de San Cristóbal.
Poco a poco nos va metiendo en la historia, desde su llegada a esa pequeña ciudad de provincias limítrofe por un lado con el río Eré y por otro con la selva tropical, donde vivió con su esposa profesora de violín tres años mayor que él, su hija de nueve y su puesto de director en el departamento de Asuntos Sociales.
El mismo río Eré con sus cuatro kilómetros de anchura me ha llegado a parecer en muchas ocasiones un gran río de sangre, y hay algunos árboles en la región cuya savia es tan oscura que es casi imposible pensar en ellos como vegetales. La sangre lo recorre todo, lo llena todo. Tras el color verde de la selva, tras el color marrón del río, tras el color rojo de la tierra, está siempre la sangre, una sangre que se desliza y completa las cosas.
Nos cuenta cómo de la noche a la mañana y surgidos de la nada empiezan a dejarse ver los 32 niños, tomando silenciosamente las calles, los parques, los supermercados. Niños sucios, con aspecto de indigentes comunicándose por medio de un lenguaje incompresible que solo ellos entienden.
“Niños de la calle” durante el día, que se volatilizan por las noches y no parecen estar organizados ni tener un líder claro, “los grupos no reproducen los movimientos propios de un complot, no parecen estar acordando entre ellos una estrategia ni planeando un programa de asalto. Todo lo contrario, la anarquía de los movimientos se asemeja más a un juego”.
Cuando llegamos al semáforo que quedaba a la entrada del centro vimos a un grupo de niños de entre diez y doce años pidiendo dinero. Eran y no eran como los de siempre. A diferencia de aquellos, sencillos y quejumbrosos al pedir, estos tenían una altivez distinta, casi aristocrática.
Intenta explicarnos como se convirtió en un problema que nadie supo valorar con antelación, que nadie fue capaz de identificar a tiempo ni de imaginar la gravedad de los altercados que vendrían después, cuando estalló el caos. De hecho, la mayoría de los que vivieron aquello, todavía hoy se preguntan por qué sucedió y cual pudo ser el desencadenante de los asesinatos, la huida, el deseo de venganza y de revancha, de tantas muertes inútiles.
Si todo hubiese quedado ahí, habría sido imposible no mirar esas imágenes sin sonreír, reproducen fielmente el sueño infantil por antonomasia: el levantamiento y la rebelión contra la organización de los adultos. Pero justo en ese instante la sonrisa queda congelada en el rostro. Comienza la carnicería.
La reseña de esta novela en el blog "Libros en estéreo" me puso los dientes demasiado largos como para que me olvidara fácilmente de ella, supe de inmediato que no iba a tardar en colar esta lectura, porque se me metió de lleno entre ceja y ceja. Por cierto, si no conocéis a Marcelo aprovecho para hacer las presentaciones, a mí me gusta visitarlo a menudo porque en su espacio suelo encontrar libros muy interesantes y distintos, libros que de otra forma quizás nunca se me ocurriría leer.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, mucho. Esta novela cortita (282 páginas en mi ebook) que he leído en formato electrónico me ha parecido maravillosa, una lectura que he disfrutado mucho y me ha enganchado desde el prinicpio (y no es moco de pavo teniendo en cuenta lo que me cuesta ahora engancharme a algo que no sean series de televisión)
En sí la sinopsis ya me resulta bastante atractiva, todas estas palabras juntas: infancia, violencia, niños tomando la ciudad. Vale. . ., también un poco espeluznante. Imaginad que vivís en una tranquila localidad de esas donde nunca pasa nada y que un buen día empezáis a ver niños-preadolescentes por todas partes, que nadie sabe de dónde han salido. En principio se comportan con normalidad, solo piden dinero, pero poco a poco empiezas a ver cosas raras, comportamientos extraños, miradas extrañas. Los ves durante el día, pero por las noches desaparecen, se esfuman, nadie sabe dónde se meten.Y se rebelan, se levantan violentamente contra los adultos ¿No se os ponen los pelos de punta?
Es cuanto menos impactante, impacta comprobar hasta donde son capaces de llegar, porque . . ., aunque los niños solo son eso, niños y suele decirse que no tienen maldad, ¿alguien podría asegurar sin dudarlo que no pudieran llegar a ser asesinos, asesinos en potencia, de que sus pequeños cuerpos y cabecitas no puedan albergar barbarie y depravación? ¿Quién no ha pensado en alguna ocasión que pueden ser muy crueles?
Fue una pesadilla, No se puede explicar lo que ocurrió . . . El recuento: tres heridos por arma blanca y dos muertos, un hombre y una mujer. Pero sobre todo algo menos fácil de contar que las víctimas e infinitamente más palpable y seguro, un sentimiento parecido al espanto: la convicción de que aquello no era más que el primer paso de un proceso irreversible.
Pues esta novela hace precisamente eso, desmitificar esa inocencia atribuida por siempre a la infancia por el simple hecho de ser niño, toda una osadía.
Resumiendo: “República luminosa”, ganadora del XXXV Premio Herralde de Novela, me ha resultado una lectura sorprendente, una novela atrevida, porque el argumento se atreve a desmontar esa idea preconcebida que se tiene sobre la ingenuidad y candidez de nuestros menores. Bien escrita, con una prosa bonita y elegante, el autor nos obliga a plantearnos ese estereotipo que anida en la mente de los adultos, esa certeza de que los niños siempre son inocentes, aunque no lo parezcan.
Podrá parecer inverosímil, pero fue mirando aquel pájaro cuando me pregunté por primera vez si aquellos niños nos odiaban. Si nos odiaban como tal vez solo pueden llegar a odiar los niños.
Yo también os la recomiendo, no os la podéis perder. Mi nota esta vez como no podía ser de otra manera, la máxima:
“No siempre es fácil determinar si lo que nos amenaza tiene más influencia sobre nosotros que lo que nos seduce. La propia naturaleza de esas dos cosas a veces no es contrapuesta sino casi indistinguible”
Hola! No conocía este libro pero me parece bastante original aunque no sé si es una lectura muy de mi estilo así que por el momento lo dejo pasar pero no lo descarto del todo. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Como ya comenté en el blog de Marcelo (y estoy totalmente de acuerdo contigo, su blog es excelente), no he leído a Andrés Barba, pero sé que tiene una trayectoria literaria muy interesante, cuando acudía a la biblio municipal (jo, qué tiempos…), curioseaba sus libros y me tentaba llevarme alguno, pero al final salía como entraba.
ResponderEliminarSí es tenebroso todo lo que cuentas, no sé, pero esos niños siniestros me ha recordado a un antiguo best seller de los 70, Los niños del Brasil, de Ira Levin, unos niños clones de Hitler gracias a un experimento de Mengele fugado en Latinoamérica, uff, menudo tinglado, jaja, pero no tiene nada que ver, cosas mías.
Me gusta eso de darle las vueltas a las cosas y desmitificar asuntos como la “cándida” infancia, eso te somete a un ejercicio de introspección potente, me seducen los libros que no están para dorarme la píldora, porque leer para confirmarme lo que doy por sentado… también aburre a veces, excepto si tienes la neurona desengrasada (a mí me pasa, no te creas), pero no es estimulante, ¿no? Bueno, cada uno es un mundo y soberano de sus preferencias, faltaría más.
Beso, Marian.
¡Querido Paco! Sí, ya sé que como yo frecuentas el blog de Marcelo (es un blog chulo y me gusta mucho su estilo escribiendo reseñas). Me ha gustado Andrés Barba y como ayer me comentaba mi compi bibliotecaria de la sala infantil de mi biblio en mi instagram, es curioso que también escriba libros para niños. Llama la atención que un autor de libros infantiles escriba argumentos de este estilo ¿verdad?
EliminarA mi también me recordó un poco a Los niños del Brasil, aunque no tenga mucho que ver.
También a mi me gustan los libros distintos, que plantean temas atrevidos o polémicos, lo de siempre ya me aburre y más en estos tiempos en los que me cuesta muchísmo engancharme a los libros. Este lo consiguió por lo novedoso de su argumento, ¿niños asesinos?, me dije..., ¡promete1 jeje y prometió.
Un beso, Paco.
¡Hola! Ya se echaban de menos tus reseñas. Pero ha merecido la pena esperar. La novela tiene pinta de ser una auténtica pedrada. Y ya hay que tener coraje para escribir algo así y para publicarlo, especialmente en estos tiempos en los que el consentimiento de todo a los niños es desmedido a pesar de que crean auténticos tiranos.
ResponderEliminarLa idea da mucho miedo. Recuerda un poco a aquella historia de ¿Quién puede matar a un niño?
Aunque niños malvados hemos tenido muchos en literatura y cine, solía haber una causa sobrenatural pero aquí viene en crudo.
No sé yo si me atrevería con esto.
Y el blog de Marcelo, pues que es una mina. Y por cierto, se me debió pasar esta novela porque no me acordaba. Voy a ver.
Besos
¡Hola! reseño menos, porque leo menos. es curioso..., me cuesta un montón engancharme. Es cierto que la idea da miedo, es un poco espeluznante (ya sabes que a mi lo espeluznante en la literatura me llama mucho). El libro es bueno, el argumento es atrevido y se sale de la norma, creo que te gustaría, aunque tiene su parte de crudeza. Violencia explícita no tiene, hay algún que otro acto violento, pero no hay recreamiento en ello.
EliminarEn fin, que si al final te atreves, ya me contarás
¡Besines!
Me parece genial, te iba leyendo y se me iban haciendo los dientes cada vez más largos. Además, me recuerda a la película ¿Quién puede matar a un niño?, Qué Qué sino la has visto te la recomiendo. Parecidos a parte, me la leería sin dudar, me parece una opción fantástica entre Clásico y Clásico.
ResponderEliminarBuenísima reseña xiqueta.
Besukis 💋💋💋
¡Hola! Pues mira, la verdad es que no tengo claro haber visto en el pasado la peli que me recomiendas de Narciso Ibáñez Serrador, pero tú también me has puesto los dientes largos con ella, así que voy a ver de que manera puedo verla. Norah también la ha nombrado en su comentario y he visto que hay libro también, igual lo busco
Eliminar¡Gracias!
Besukis!
La telepatía funciona...😁💋
Eliminar¡Hola, Marian!
ResponderEliminarNo me extraña nada que el libro se te metiera en la cabeza porque leyendo tu reseña también me ha producido el mismo efecto. Un argumento de lo más atractivo para que un productor de cine avispado se haga lo más rápido posible con sus derechos.
Besos y buen fin de semana.
Sí Miguel, yo también lo pensé, jaja, yo también a veces pienso en "modo peli"
EliminarBesos y buen finde!!
Dan su miedo estos niños, sí. Tomo buena nota de la novela, que no conocía, y de su autor. Me has dejado con muchas ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Sí que dan miedo, ponen un poco los pelos de punta la verdad. Me alegra haberte picado
EliminarBesos!
Tras leer la reseña me ha venido a la mente la candidez y la inocencia de los protagonistas de la película "¿Quién quiere matar a un niño?", aunque los de "El señor de las moscas" tampoco se quedan cortos en estos atributos. Imagino que Andrés Barba ha caminado por esta senda. De este autor he leído "La hermana de Katia" y me pareció buenísima. Justo cuando terminé de leerla publicó "República luminosa" y la tuve a tiro para comprarla, pero no lo hice, aunque sigue entre mis pendientes, como el resto de las novelas de Andrés Barba, que me parece uno de los mejores escritores que tenemos hoy en día por estos lares.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola! No eres el único al que el argumento le recuerda esa peli que por cierto entre todos me habéis picado para ver, porque no recuerdo haberla visto. Igual me animo con "La hermana de Katia" poruqe me apetece repetir con este autor
Eliminar¡Gracias!
Un abrazo
¡Hola, Marian! Mientras leía tu reseña, sentía cada vez más curiosidad por saber cómo termina esta historia. Y me atrevería a decir que es de ese tipo de libros que impactan y uno disfruta de principio a fin. Gracias por la reseña. ¡Un besito!
ResponderEliminarSí Marita, yo al menos lo he disfrutado de principio. Es un libro cortito, se lee rápido y consiguió engancharme sobre todo por la rareza del argumento.
Eliminar¡Un besito!!
La verdad es que leí una novela de este autor hace años. No recuerdo cómo se llamaba, eran como retratos de gente anónima, y me dejó un poco fría. Pero esta tiene buena pinta. Parece que los últimos premios Herralde son novelas potentes. Apuntada queda.
ResponderEliminarUn besote.
¡Hola Rocío! me dejas con curiosidad por saber cual fue ese libro de Andrés Barba que te dejó fría. Pero bueno, está claro que de un mismo autor no tiene porqué gustarnos todos sus libros.
EliminarMe encantará conocer tu opinión si la lees
Un besote
Marian, los niños no son siempre tan inocentes. Algunos tienen algo dentro que no cuadra, en principio, con la edad que tienen. Este libro que nos traes hoy me ha recordado mucho a una película fabulosa, basada en la novela de Josep M Pla. No recuerdo el título de la novela, pero la película es de Ibañez Serrador, Quién puede matar a un niño. Es muy antigua pero muy buena y angustiosa. Te la recomiendo. Gracias por la reseña de este libro tan interesante. Besos
ResponderEliminar¡Hola Marisa! Sí, me han entrado muchas ganas de ver esa peli, aunque igual la vi hace años, no me importaría volver a verla. Y sí, es cierto, los niños pueden ser muy muy crueles, es algo que vemos cada día en las noticias por desgracia, pero también es cierto que todavía hay mucha gente que está convencida de que lso niños, por el mero hecho de ser niños no pueden albergar maldad y cuesta sacarlos de ahí
EliminarEn fin, me alegra que te haya parecido interesante la propuesta
Besos
Tomo nota de ella, Marian. Sí que parece una historia interesante porque es verdad que la infancia siempre la identificamos con bondad, inocencia, ternura... No siempre es así y esta novela habla de eso.
ResponderEliminarTomo buena nota del título y del autor con cuyo nombre pese a decir que colabora con periódicos de tirada nacional nunca he tenido el gusto de cruzarme con él.
Muchos besos
¡Hola Juan Carlos! Sí es un tema interesante y es verdad que no siempre deberíamos identificar infancia con bondad e inocencia, al menos ser conscientes de que no siemrpe es así (hay casos que sí y otros por desgracia que no)
EliminarYo tampoco he tenido el gusto de leer al autor en artículos periodísticos o quizás sí me haya topado con él y no me he quedado con su nombre, es muy probable
Un beso
Los niños son absolutos. Cuando ríen lo hacen a carcajadas, de esa manera tan libre que a nosotros se nos ha olvidado ya. Si te dan un puñetazo te noquean y te asombran preguntándote como un cuerpo tan pequeño puede tener tanta fuerza, pero es que ellos no miden, ponen hasta su última célula en el empeño de ese golpe. No tienen filtro, ni límites, son un estado salvaje de los adultos porque somos los adultos los encargados de moldearlos y marcarles lo límites. Y sí, pueden ser muy crueles. Lo de la inocencia infantil es un mito.
ResponderEliminarLeí la reseña de Marcelo sobre esta novela. Leí anteriormente un comentario sobre la misma en el blog de Gerardo. Y ahora me encuentro con tu opinión. Los tres me habéis creado interés por ella. Será que la tengo que leer, ¿no?
Besos
¡Hola Lorena! Estoy de acuerdo contigo en lo que dices acerca de la infancia, los niños no miden, ellos no saben poner límites, eso es cosa de los adultos
EliminarPues si ya has leído tres reseñas sobre esta novela y te atrae e interesa, pues ya está, seguro que es para ti, no lo pienses más... me encantará conocer tu opinión sobre ella y por supuesto leer tu reseña, con ese toque tan chulo que les das
Besos
Gracias por tu gentileza de mencionarme, Marian. La verdad es que ha sido un hallazgo también para mi.
ResponderEliminarConfieso que siento cierto tipo de repulsión por las novelas premiadas -premiadas a saber por qué y por quién-. Pero ésta me parece que, si no se ha hecho justicia -desconozco aquellas contra las que ha competido-, al menos no es un simple 'negocio editorial'.
Me alegra sobremanera saber que te ha gustado. Igualmente, me ha hecho pensar en aquellos niños que, por cualquier razón, no han de responder a nuestra idea de 'niños'.
Un besazo -como decís vosotros-.
Hola Marcelo! Que menos que nombrarte..., me gusta hacerlo cuando alguien me descubre alguna buena lectura y esta lo ha sido. Además tu blog merece la pena, sin duda
EliminarUn besazo
¡Hola! No he leído nunca nada de este autor ni conocía el libro pero por todo lo que cuentas en esta estupenda reseña se ve una lectura muy atractiva, siendo verdad que la sinopsis ya engancha a pesar de que el tema de niños violentos es un poco espeluznante pues siempre queremos ver su lado tierno.
ResponderEliminarGracias por la recomendación. Un beso y hasta pronto.
¡Hola! Bienvenida por aquí..., el tema llama la atención, es verdad, por espeluznante.
EliminarUn beso y hasta pronto!
Hola, Marian. Te confieso que si no la recomendarás tu yo no escogería este libro ya que el tema me aterra un poquito. Pero nada me la llevo a mi estantería de deseos lectores. Ayer por fin abrieron las librerías en Granada y pasé por mi preferida para hacer una compra y apoyarlas. Ya esperaré a junio para nuevas compras.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
¡Hola Carmen! Bueno, ya sabes que para gustos..., de hecho a mi me suelen gustar libros y argumentos aterradores.
EliminarNosotros no tardaremos en abrir las biblioteca, es complicado, pero está claro que hay que apoyar al máximo a las pequeñas librerías
Besos
Hola Marian. No conocía a Andrés Barba. De hecho, estoy descubriendo muchos autores españoles estos últimos tiempos. Si algún día pasa esta pesadilla, abren las fronteras y puedo irme a dar una vuelta por España, me voy a sumergir en cualquier librería y buscar, buscar y buscar. Al Barba, me lo apunto, porque tu reseña lo hace muy interesante
ResponderEliminarBesotes
¡Hola Sorokin! Creo que todavía falta un poco para que puedas venir por España, pero cuando eso llegue está bien que tengas claro lo que quieres pillar, y espero que este le pilles, creo que podría gustarte
EliminarBesotes
No se prodiga mucho Andrés Barba en la blogosfera, lo comentó Marcelo en su reseña y es verdad. A mí me gustó la novela y si te digo la verdad, me dieron más miedo los adultos que los niños. El tono del narrador también es algo a destacar, te mete en la historia. Pronto volverás a tus tareas bibliotecarias, ¿no? A ver si nos traes más libros de Andrés Barba.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Gerardo! No recordaba que lo hubieras leído y tienes razón en que los adultos también dan cierto miedo, con esas ansias de venganza, pero estamos más acostumbrados a ver cosas espeluznantes entre adultos, no tanto entre niños y adolescentes.
EliminarSí, no creo que tarde en abrir la biblio, aunque ya no será una biblio normal, se me va a hacer muy raro eso de préstamo con cita previa, sin usuarios cotilleando entre las estanterías pidiéndote que les recomiendes algo. Pero bueno, habrá que acostumbrarse. Supongo que algún día volveremos a la normalidad total
Besos
¡Hola Marian!
ResponderEliminarNo he leído nada de este joven escritor, aunque si tengo buenas referencias en cuanto a su estupenda forma de narrar sin abusar de las páginas o de extensas descripciones y acudir al simbolismo para crear estupendas tramas.
Tomo nota de esta interesante novela, con un argumento muy atractivo y que ayuda a comprender la problemática de ese mundo tan sórdido para la parte más débil de la sociedad, que son los niños de la calle.
Besos.
¡Hola Estrella! veo que ya conocías a este escritor, aunque no le hayas leído. Sí, escribe bien y el argumento es interesante, un planteamiento curioso. Me encantará conocer tu opinión si al final lo lees
EliminarBesos
¡Hola, Marian!
ResponderEliminarLa portada de por sí me llama un montón, no sé qué problema tengo con las portadas con plantas y ese estilo minimalista, que siempre me hace agarrar el libro de un estante.
La historia parece interesante, totalmente analizada y bien llevada. Veré si le doy una oportunidad.
Acabo de conocer tu blog, así que me quedo por acá. ¡Te sigo!
Besos.
¡Hola Tamara! Bienvenida a mi rinconcito. Me alegra que la historia y la novela te haya parecido interesante. ¡Gracias por hacerte seguidora!!
EliminarBesos
No es la primera vez que un tema tan peliagudo se aborda en la literatura o en el cine, y siempre produce el mismo morbo o fascinación. Desde luego tiene pinta de no dejarte indiferente. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso, feliz finde ;)
¡Hola Ray! No, indiferente no te deja, sobre todo porque no solemos plantearnos la posibilidad de que los niños sean malvados, crueles, aunque en el fondo sabemos que pueden llagar a serlo y mucho
EliminarBesos y buen finde para ti también
Coincido contigo, me encantó el libro.
ResponderEliminarAndrés barba es un escritor estupendo que por no sé que causa no suele aparecer en los listados habituales.
Yo lo conocí por la introducción que hizo al libro de Norman Mailer La cima del mundo que te recomiendo alunque luego no te guste leer el resto del libro.
Te pongo en el ladillo de mi blog para irte leyendo porque de una lectura rápida hemos leido muchos libros coincidentes.
Un abrazo.
¡Hola! Bienvenido por aquí... y muchas gracias por la recomendación de esa introducción en el libro de Mailer y gracias por tu visita
EliminarUn beso