“Había una plaga. Una invasión de jóvenes que habían perdido el alma, violentos, la mayoría manipulados por unos cabecillas que los habían convencido de que eran gudaris, épicos guerreros, heroicos libertadores de un pueblo oprimido.
Pero en la mayoría de los casos, a Gabo solo le parecían pobres idiotas a los que les habían inoculado un veneno, un virus que generaba apetito de sangre y muerte, que eliminaba los escrúpulos y la conciencia bajo una aplastante montaña de ideales enardecidos y de agravios inventados. Eran una plaga que había que detener, que controlar, que exterminar, porque su capacidad de destrucción, de provocar dolor, era infinita. Y él tenía ese trabajo. La caza.”
Pero en la mayoría de los casos, a Gabo solo le parecían pobres idiotas a los que les habían inoculado un veneno, un virus que generaba apetito de sangre y muerte, que eliminaba los escrúpulos y la conciencia bajo una aplastante montaña de ideales enardecidos y de agravios inventados. Eran una plaga que había que detener, que controlar, que exterminar, porque su capacidad de destrucción, de provocar dolor, era infinita. Y él tenía ese trabajo. La caza.”
Gabo es un comisario de policía retirado que ha dedicado toda su carrera a la lucha contra el terrorismo. Harri es un terrorista que ha pasado los últimos veinte años en Colombia tras conseguir escapar de numerosos intentos de captura. Cuando los servicios de inteligencia españoles descubren que Harri ha vuelto a Madrid, el comisario general de Información le pide a su antiguo amigo y subordinado, Gabo, que averigüe extraoficialmente el motivo de su regreso. Aunque se había prometido mantenerse alejado de su antigua vida, la vieja fijación por detener a Harri y saldar cuentas pendientes arrastra a Gabo a iniciar una investigación en la que se cruzará con las redes internacionales de narcotráfico, el crimen organizado, el yihadismo y el oscuro mundo de los confidentes.
Literariamente hablando: en 1989 publicó su primera novela, “Los años felices”. Durante algunos años se centró exclusivamente en el relato breve y ganó, entre otros, el Premio Internacional de Cuentos de la Fundación Max Aub y fue galardonado en conocidos certámenes como el Gabriel Miró o el Gabriel Aresti. Con su segunda novela, “Mary Lou y la vida cómoda”, obtuvo el prestigioso premio Kutxa-Ciudad de Irún en 1994. Desde entonces, ha publicado las novelas “La traición de las sirenas”, “Después de la lluvia” (Premio Ciudad de Majadahonda), “Nunca repetiré tu nombre” y “Los náufragos de la Plaza Mayor”. "Las cenizas de la inocencia" (2019) y “Nunca fuimos héroes” (2020) son sus novelas publicadas más recientemente.
¿De qué va la novela?
"Nunca fuimos héroes" va de ETA, del terrorismo etarra. De un policía retirado, Gabo, al que sus exjefes le piden que vuelva extraoficialmente a la lucha antiterrorista. Y es que resulta que Harri, uno de los por entonces más buscados y perseguidos, ha vuelto a Madrid. Las altas esferas no tienen ni idea de qué puede estar haciendo en la ciudad, nada bueno, seguro. Aunque la banda hace tiempo que abandonó la lucha armada, puede que esté planeando un atentado y Gabo es uno de los más indicados para intentar averiguarlo.
Harri había sido la fijación de Gabo. En su caso, al menos, era algo lógico. Pero también había sido su gran frustración. Su gran fracaso. Nunca logró detenerle. Sus vidas se habían ido encontrando una y otra vez a lo largo de los años. Pero se le resistió hasta el final. Y ahora le tenía de nuevo ante él. En una fotografía. Otra vez apareciendo en su vida. Décadas de fijación. La banda prácticamente no existía ya. La pesadilla de los atentados y las muertes era ya cosa del pasado. Nadie estaba ya interesado en todo aquello.
En un principio no le hace demasiada gracia, abandonar su tranquilísima vida actual para volver a perseguir a los malos, pero es incapaz de negarse a intentar sacarse esa espinita que todavía se le sigue clavando, intentar librarse de esa obsesión que todavía le sigue martirizando, de ese continuo sentimiento de culpa, que aún hoy le persigue. Culpa, siempre culpa, mucha culpa . . ., por no haber llegado a tiempo, por no haber podido evitar tantas y tantas muertes.
Lo había dejado hacía ya más de diez años. Sin capturar a su fijación. Sin querer mirar atrás. Cansado. Decepcionado. Nunca había estado seguro de qué palabra ponerle a su abandono. Solo. Sí. Esa no era mala. Lo había dejado porque se sentía solo. Porque todos se habían ido. Uno tras otro. Hasta su fijación. Le habían dejado solo. Y él seguía en el mismo sitio y llegó un día en que se miró a sí mismo y ya no supo cuál era la respuesta a la pregunta de por qué aún seguía allí. Y ese día se marchó. O quizá no. Maldita sea, quizá se creía que se había ido, pero estaba equivocado y aún seguía en el mismo sitio. Exactamente en el mismo sitio de siempre.
Y resulta inevitable que persiguiendo de nuevo a Harri, a Gabo le vengan mil secuencias del pasado a la mente, recuerdos, constantes flashbacks: de sus comienzos en San Sebastián, rememorando como se vivía la lucha desde dentro, cómo fue su relación con sus compañeros de piso El Dandy, Javi, Cata, compartiendo esas eternas esperas espiando a los etarras, recabando pistas. Y luego en la capital, donde consiguió logros tan importantes como el desmantelamiento de los dos comandos más peligrosos (el comando Madrid y el Barcelona)
Aquellos primeros años en Madrid fueron el gran carnaval de la culpa. Para volverse loco. El plano de la ciudad iba llenándose de puntos rojos. Visitas de la muerte. La plaza de la República Argentina, la de la República Dominicana, Juan Bravo esquina con Príncipe de Vergara. Militares, guardias civiles, policías, jueces, ciudadanos aleatorios que pasaban por allí.
La última novela que leí, “Tierra” de Eloy Moreno, dejó el listón tan alto que después no me ha resultado nada fácil encontrar libros que consigan engancharme, de hecho, desde que empezó la cuarentena he abandonado al menos tres. Todo un récord . . .
Lo relacionado con la banda terrorista ETA en principio me parece interesante, sobre todo de unos años a esta parte en los que ya por fortuna no lo sufrimos en nuestras carnes (aunque desgraciadamente otro tipo de terrorismo, el islámico, sí está presente en nuestros días y también de refilón en la novela). Hubo un tiempo en el que me costaba oír hablar, leer o ver pelis sobre ello, porque me hacía revivir antiguos terrores y miedos, dolor, pero ahora ya es agua pasada, siento que puedo hacerle frente.
A mí no me sonaba para nada Fernando Benzo y mientras leía no lo sabía, pero ahora sé que este madrileño fue durante cinco años Director Gerente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo y también ocupó diversos cargos en el Ministerio del Interior entre 1996 y 2001. Toda esa experiencia le confirió al autor bastante conocimiento y precisión sobre la metodología, acción y sentimientos de los cuerpos de seguridad del Estado y eso es algo que se nota en lo que cuenta y en cómo lo cuenta, se nota que sabe de lo que habla en su novela y es por ello que la termina conviertiendo en un auténtico retrato social y real de todos esos años de horror vividos en España.
Además he visto por ahí que “Nunca fuimos héroes” ha sido calificada ya como la otra cara de "Patria" de Fernando Aramburu, otra novela que también disfruté mucho (podéis leer la reseña aquí) y sí, es una novela similar en cuanto a temática, pero está contada desde otro punto de vista, el de los polis, desde el punto de vista de uno de esos héroes que sí que lo fueron. Y ambas tienen una trama sólida, emotiva, y buenos personajes.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, “Nunca fuimos héroes” me ha parecido una buena novela. Una mezcla interesante de géneros (policial y novela histórica), ya que gran parte de los sucesos que se narran lo son de nuestra historia no tan lejana. Una trama policial en un contexto histórico que a todos nos suena, a unos más que a otros y que muchos hemos vivido unos más de cerca que otros.
Y por eso a mí personalmente no me ha resultado difícil empatizar con los personajes, sobre todo con el protagonista y su sentimiento de impotencia ante tantas muertes inútiles. La lectura no es que sea dura, pero sí lo es el hecho de los momentos y recuerdos que te trae a la mente, porque es un libro que no te deja indiferente, te afecta, te remueve, te inunda de momentos dolorosos vividos, y de noticias que en su día te impactaron. Por ejemplo, en algún momento de la lectura he recordado exactamente que hacía yo y donde estaba en el momento del asesinato de Miguel Angel Blanco, como si fuera ayer mismo, casi como si el tiempo no hubiera transcurrido.
Estaba la culpa global. La culpa por todo. La gran losa. Cada asesinato, cada atentado. Llegaba la noticia a la oficina. Otra vez. Un hombre caído en la acera. Una plaza regada de cadáveres. Y te sentías culpable de cada viuda, de cada huérfano, de cada grito de rabia, de cada lágrima derramada. Los tiempos policiales. Intentabas apelar al mantra de los tiempos policiales. No podían forzarse. Los malos caían como la fruta madura. Cuando tocaba. Cuando las operaciones llegaban a donde tuvieran que llegar. Paso a paso. Pero, mientras, sonaban disparos, explotaban bombas, se enterraba en vida a secuestrados, las familias quedaban rotas, las lágrimas eran ya mares, y a veces todo parecía culpa de uno.
Resumiendo: “Nunca fuimos héroes” es como un repaso histórico novelado sobre el terrorismo etarra contado desde el punto de vista de los que siempre fueron héroes, un recorrido por todos esos años negros y terribles sufridos en España, hasta que ETA decidió el cese definitivo de la actividad armada en 2011. Y una especie de homenaje a ellos, a los que lucharon por acabar con esa incomprensible lacra.
“Muchos de aquellos tipos no sabían ni explicar sus supuestas convicciones ideológicas. Solo eran soldados, mano de obra para los otros, los ideólogos, los que construían desde sus escondites franceses el discurso que justificaba la sangre, los que dejaban las ejecuciones para aquellos héroes de andar por casa, que creían que iban a pasar a la historia por haber sido elegidos para apretar un gatillo”
Por cierto, hace poco he visto una miniserie de Movistar “Cruzar la línea” (Mariano Barroso, 2020) basada en hechos reales sobre los comienzos de la Banda, que os recomiendo (los que seguís mi cuenta de Instagram ya lo habréis visto) porque está bien hecha y porque muchos aspectos del argumento, sobre todo el final seguro que es capaz de sorprenderos. No os la podéis perder.
Mi nota esta vez como no podía ser de otra manera, la máxima:
Hola, no conocía este título pero creo que puede ser una buena lectura.
ResponderEliminarMuchas gracias por mostrárnosla.
Te invito a que visites nuestro blog: http://elclubdelaslectoras.blogspot.com
Un saludo.
Hola! Tengo muchas ganas de leer este libro porque me atrae mucho el argumento así que espero hacerlo pronto. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola Corazón,
ResponderEliminarMe pasa una cosa con este libro, y otros similares...tras Patria, que no quería leerlo, pero al final lo hice, y me gustó pero me removió tantas cosas que me "hizo pupa", no soy capaz de leer y dejarme llevar, me pesan demasiado los recuerdos y los prejuicios, mucho, y acabo enfadada u ofendida porque siento que nadie me entiendo y que todos se han olvidado muy fácilmente de aquellos años.
Yo viví los años de plomo en primera mano, los últimos atentados a Guardias Civiles me pillaron de pleno, el cuartel en donde vivíamos acabó explotando en un atentado y fue terrible, terrible. Siempre mirando bajo el coche, siempre con miedo, no poder salir sola ni a comprar, los niños escoltados para ir al colegio, siempre mirando hacia atrás, sospechando de todo el mundo...
No puedo, no puedo.
Más adelante lo intentaré de nuevo, como con Patria, ahora no.
Besitos preciosa.
¡Ayyy Yoli!, no tenía ni idea de que lo habías vivido tan de cerca. Lo que cuentas es terrible (¡gracias por compartirlo conmigo!). Fue horrible, sí, y te voy a contar un secreto: mi padre era militar, así que te puedes imaginar como lo vivimos en mi casa, aunque no tan grave como lo que viviste tú. Hubo un tiempo en el que mi madre nos llevaba al colegio a mi hermano a mi con escolta. Vivíamos en un barrio donde casi casi nos tocó de cerca algún atentado de los grandes, el de la Calle Conde de Peñalver, lo sentimos desde mi colegio que estaba cerca (nunca olvidaré el estruendo, las mesas y sillas caídas, algunos cristales rotos) y el de República Dominicana..., pues en ese yo estaba en casa estudiando y todo retumbó, salí al balcón y se me cayó el mundo, porque vi la zona de la bomba y mi padre acababa de pasar justo por allí, te juro que estuve como unos quince minutos convencida de que me había quedado sin padre, desesperada, sin poder hablar con él (en esos días no había móviles). Pero gracias a dios no fue así y se libró, le tocó a otro. Me pasé todos los años de la universidad mirando los bajos del coche antes de cogerlo, !una pesadilla!!! Pero bueno, ahora ya ha pasado mucho tiempo y mi mente lo considera agua pasada. Ya soy capaz de leer y ver cosas sobre ello sin problemas, aunque me remueva, eso sí, siempre remueve, pero entiendo perfectamente que no puedas y está claro que la lectura no es para sufrir. Así que a otra cosa, mariposa...
Eliminar¡¡Besines guapa!!!
No lo conocía, gracias por la reseña. Leí "Patria" y me gustó, aunque me pareció un poco tibio. Pero hay sobre ETA que me removió mucho, el de "EL comensal" de Gabriela Ybarra, que es durillo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Rocío! Pues gracias por la recomendación, puede que me anime a leerlo
EliminarBesos
Hola, Marian.
ResponderEliminarComparto contigo que tras tantos años de terror es un buen momento para indagar a través de la literatura en lo que supuso ETA para la sociedad española. Fueron años muy duros y no pocas veces escuché desde mi propia casa como temblaban los cristales tras la explosión de algún coche bomba. Ahora, tenemos el enemigo del terrorismo islámico que parece olvidado y que puede reaparecer en el momento menos pensando. Respecto al autor y tras leer su currículum sin duda está avalado para escribir sobre un tema tan dolorosos.
Un beso y buen domingo.
¡Hola Miguel! Sí fueron años de mucho terror y seguramente pocos habrán que no hayan escuchado de cerca el sonido de las bombas o de los disparos. Y también es cierto que el terrorismo islámico por desgracia está ahí y en cualquier momento volvemos a tener sustos.
Eliminar¡Un beso y feliz domingo para ti también!!
Estoy viendo muy buenas reseñas de este libro. Y la tuya me confirma que no tengo que dejarlo escapar.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡¡Hola!! Ayer me lié viendo La guarida.
ResponderEliminarA ver, ya sabes lo que me pasa con el tema
Si estuviera centrado más en la investigación y en los trabajos de los servicios secretos podría ser más asequible para mí pero si encima me va a traer recuerdos de esas imágenes que tengo grabadas a fuego, mejor no. Hace tiempo vi una peli sobre uno de los agentes infiltrados en ETA, a ver si busco y te la digo porque me gustó. De Miguel Ángel Blanco lo que más me impactó fue el momento en el que el padre volvía a casa del trabajo y unos periodistas de Antena 3 lo asaltaron en la puerta y el hombre no sabía nada. No voy a hacerme mala sangre con lo que pienso de esa actitud. Creo que todos pensamos que no lo harían pero...
En fin, que no me veo leyendo esto, Patria ni me lo planteé.
Besos
Por cierto, el terrorismo islámico no está olvidado, estaban ahí para aprovechar que los hospitales estaban colapsados con el coronavirus para liarla pero de momento no han podido. Lo contó Fernando Rueda, periodista que sabe mucho del tema y además tiene novelas.
¡Hola! Sí, ya te voy conociendo un poquito (aunque sea de forma virtual) y tenía claro que esta novela no era para ti, que no la ibas a disfrutar de ninguna de las maneras. Es verdad que aquellos años nos dejaron muchas imágenes grabadas a fuego, mucho dolor, pero yo sí he notado el paso del tiempo, eso que dicen de que el tiempo lo cura todo es bastante cierto (el quid de la cuestión es cuanto tiempo debemos sufrir para que lo cure) y a mí, hace igual cinco años no se me hubiera ocurrido leer sobre el tema, pero ahora (desde que leí Patria que a pesar de todo sí disfruté porque es un buen libro) siento que sí, que ya puedo y es cierto que te remueve, pero como cualquier otro libro duro.
EliminarLo que dices de Miguel Angel Blanco también recuerdo que me impactó, es que fue muy fuerte...
Ufff lo del terrorismo Islámico es como para echarse a temblar, mejor no pensar en ello, aunque no te creas que no se me había pasado por la mente, porque todos sabemos que están ahí, y que por desgracia seguirán estando y si hicieran algo ahora, en medio de la pandemia sería terrible, demasiado duro. No sé quién es Fernando Rueda, pero voy a investigar
¡Besines!
¡Hola! La peli es "El lobo", de Eduardo Noriega. Fernando Rueda es periodista de investigación y está especializado en temas de inteligencia, CNI, servicios secretos y esas cosas.
EliminarAhhh ok, ¡gracias por pasarte de nuevo por aquí! para contarme cual es la peli que decías, esa yo también la vi hace tiempo y recuerdo que me gustó, sale Eduardo Noriega que me encanta.
EliminarUna lectura fuerte la que traes, y viendo los comentarios de los seguidores y sus vivencias sufridas me siembra la duda, gracias de todas formas el tiempo a veces pasa y a veces conviene no removerlo. Abrazasoultramega gordo.
ResponderEliminar¡Buenas buhíta!! sí es fuerte, sí, lo de remover o no ya depende de cada uno, de lo que duela.
Eliminar¡Otro abrazo grande para ti!!
No conocía este título pero me atrae por su contexto histórico.
ResponderEliminarMe alegra que por fin hayas encontrado una lectura que hayas podido terminar.
Besos
Es una lectura interesante sobre todo por eso, por su contexto histórico y porque se nota que el autor sabe lo que está hablando.
EliminarYa era hora..., es lo que tiene terminar un libro de esos que te llegan y te enganchan tanto que no quieres que acabe nunca, que luego no es fácil
Besos
Hola, Marian. Tengo el libro, me lo compré en digital y me gustaría leerlo, te confieso que no leo como antes del confinamiento y llevo varias lecturas al mismo de distintos géneros y según esté mi ánimo leo una u otra. Y la serie también la tengo anotada gracias a ti.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
¡Hola Carmen! A mi me pasa igual, no leo de la misma manera ni en cantidad ni en calidad que antes de todo esto. Me estoy dedicando más a series y pelis que me ayudan mucho a desconectar
EliminarPues me encantará conocer tu opinión sobre ambas cosas, libro y serie (que aunque no tiene que ver con la novela, va del mismo tema y también es muy interesante)
¡Besos y felices lecturas para ti también!
Hola, no conocía el libro la verdad pero tiene muy buena pinta. ¡Me lo apunto! :)
ResponderEliminarHola Marian!! Me parece una lectura interesante, no descarto darle una oportunidad. ¡Fantástica reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminar¡Hola Marian!
ResponderEliminarEl escritor me gusta, sin embargo el tema de la novela: el terrorismo etarra, pues sinceramente no. Es un pasado del cual prefiero no acordarme, ya bastantes muertes causó, bastante sufrimiento dejó a su paso... Es tan mala energía acumulada en la historia de España, que prefiero emplear mi tiempo en otro tipo de lecturas, sin traer a mi memoria a todos esos "ídolos de barro", ni a tantos políticos demasiado conocidos y que todavía siguen de rositas, habiendo dejado atrás conspiraciones y responsabilidades, como una especie de madeja bien urdida para que nunca permitan a nadie desenredarla.
En cualquier caso me parece muy meritoria tu reseña y por supuesto te agradezco que nos pongas de relieve el argumento y especialmente a Fernando Benzo, un autor con gran valía en este campo de la literatura y la política.
Besos y buen fin de semana.
¡Hola Estrella! Te comprendo perfectamente, entiendo bien a los lectores a los que este tipo de temática no les atrae en absoluto, que no les apetezca remover en ese pasado tan oscuro.
EliminarIncomprensiblemente (teniendo en cuenta que lo viví bastante de cerca y me produjo bastante sufrimiento en su día) a mi sí me parece interesante y me apetece leer sobre ello. Hace unos años igual no, pero ahora, no sé porqué sí (misterios de nuestra mente)
Besos y buen finde para ti también!!
Me gustó un montón esta novela. Es estupenda y muy recomendable. Comparto tu opinión. Besos
ResponderEliminar¡Hola Marisa! Pues coincidimos..., ¡gracias por compartir la tuya por aquí!!
EliminarBesos
You have a wonderful blog! The topics you write about are very close to me. Thank you for sharing your thoughts!
ResponderEliminarI follow you through GFC! If you want, go to my blog :)
MY NEW POST: MY MAIN DRAWBACK / МОЙ ГЛАВНЫЙ НЕДОСТАТОК ♥
Hola Marian. Te diré la verdad, no me apetece nada volver a sumergirme en aquellos años negros. Cierto que me marché de España en 1986 y desde entonces solo he vuelto ocasionalmente, pero todavía el tema me impresiona. Leí "Patria", por supuesto e intenté entender lo que pasaba visto desde dentro
ResponderEliminarMe pareció una gran novela. Y ya estuvo suave*, como dicen en México.
(*) ya basta
Besazos
¡Hola! Pues claro, lo entiendo perfectamente. Patria es una gran novela, quizás todavía mejor que esta, no sabría decirte... Pero comprendo que a muchos no os apetezca rememorar aquello, así que, como suele decirse: a otra cosa, mariposa.., ¡hay tanto que leer!!!
EliminarBesazos para ti también
Hola!
ResponderEliminarMe encanta tu blog.
Te invito a pasarte por el mío y si también te gusta nos seguimos y comentamos.
Hasta pronto!
https://mariainwonderlandbook.blogspot.com/
https://mariainmagazine.blogspot.com/
Hola, Marian.
ResponderEliminarAunque me he leído con atención tu entrada, no solo hoy, también hace tiempo, sé que no lo leeré, pero leyendo comentarios y tus respuestas... pues me dejas impactado con tus experiencias vitales, y en ese sentido eres una lectora valiente ante ciertos libros, te admiro por ello.
Cuídate y un abrazo esperanzado.
¡Hola Paco! Esta vez no me queda claro si no te apetece leerlo porque no te llama literariametne ese tema o por el hecho de poder removerte por dentro
EliminarY lo de que soy valiente..., bueno, es cuestión de que ahora he conseguido sentirlo como agua pasada y ya no duele. Además es muy gratificante saber y experimetar que eso se solucionó del todo, que ya pasó (aunque ahora tengamos otro tipo de terrorismo acechando y claro, nos puede tocar, a cualquiera de nosotros, pero yo esta vez lo siento como si el peligro no fuera tan tan directo, tan inminente.
En fin, en cualquier caso gracias por leerme y por tus comentarios siempre esperados por aquí de forma especial, ya lo sabes.
¡Un abrazo espero postapocalíptico!!
Te saco de dudas, Marian. Suelo leer estas cosas más en ensayo, curiosamente mi padre también lee ensayos de este tipo, y cuando los acaba me regala los libros, así que sobre ETA he leído más en ensayo. Reconozco que la literatura abre una perspectiva original y reveladora sobre el asunto, pero suelo leerlo en ensayo.
EliminarUn placer, Marian, gracias a ti también por enseñarme puntos diversos y atractivos sobre lo que lees.
Un abrazo!
Me gustó muchísimo, además de un repaso histórico interesante se lee realmente bien.
ResponderEliminarBesos
¡Hola Inés! Me alegra haber coincidido contigo respecto a esta novela. ¡Gracias por pasarte por aquí
EliminarBeoss