“SÁBADO, DOMINGO” de Ray Loriga

“Ojalá pudiésemos cambiar, depurarnos, reorientarnos, redirigirnos. Ojalá pudiésemos empezar de cero a cada rato, enterrarlo todo en un agujero muy profundo, cubrirlo luego a golpe de pala y sentarnos encima de la tierra fresca y removida. También confieso que ayer bebí demasiado. Y no sólo ayer.

En cualquier caso, ojalá pudiésemos ser otros, y corregir nuestras acciones, o aquellas otras de las que fuimos o creímos ser víctimas.

Toda acción, por pequeña que sea, emprendida o sufrida, se ofrece ya —como Ícaro contra el sol, odiosa imagen— al territorio infinito del ridículo, al universo indomable de la eterna vergüenza.

Sábado, domingo” narra una historia y la vuelve a contar años después. En la primera, un adolescente relata un suceso escabroso del verano anterior. Junto con su amigo Chino, salen un sábado y ligan con una camarera. La noche parece ir bien, hasta que todo se tuerce y acaba en desastre: es un funesto sábado que nuestro narrador se niega a recordar. Pero después de cada sábado, viene un domingo.

Veinticinco años después, ese adolescente, que ahora es un hombre con muchas malas decisiones a cuestas, acompaña a su hija a la fiesta de Halloween en el Colegio Internacional de las afueras de Madrid. Allí comparte charla con una mujer desconocida que se oculta tras la máscara de un disfraz. La conversación, intrascendente en apariencia, pronto lo conduce a aquella noche. No hay más remedio que aceptar que finalmente es domingo, el día que nos obliga a enfrentarnos a nuestro pasado.

Jorge Loriga Torrenova, conocido como Ray Loriga (Madrid; 5 de marzo de 1967), es un escritor, guionista y director de cine español (debutó como director en 1997 con “La pistola de mi hermano”, adaptación de su novela “Caídos del cielo”) En 2006 rodó "Teresa, el cuerpo de Cristo", que aborda la vida de Teresa de Jesús, interpretada por Paz Vega, junto a Leonor Watling

Tras trabajar en diversos oficios y publicar relatos en diferentes publicaciones como Underground o El canto de la tripulación, debutó en 1992 con su primera novela “Lo peor de todo”. Ésta tuvo gran éxito de público y crítica y fue publicada en toda Europa.

“Sábado, domingo” (2019) es  su 11ª novela. La anterior, "Rendición" (2017) también es muy conocida y tuvo bastante éxito.

¿De qué va la novela?

La novela trata sobre lo ocurrido un SÁBADO a dos adolescentes, al propio narrador de la historia del que no sabremos su nombre y a su amigo El Chino (“un canalla y su escudero cobarde” tal y como ellos se denominaron después).

Todo este absurdo asunto sucedió el año pasado. No pienso decir mi nombre, por si mi vida cambia (es decir, mejora) y no merezco este pasado, o por si quiero engañar a alguien, aparentando ser quien no soy, o por si cambio tanto (es decir, mejoro tanto) que yo mismo me regalo el premio de olvidar lo que fui.

Ese fatídico sábado hicieron dos cosas y una de ellas salió muy mal: asistir a una fiesta de cumpleaños (de la prima del narrador sin nombre) e invitar a una camarera a la que acaban de conocer a la casa del Chino a tomar unas copas. Esto último no fue una decisión acertada, porque allí todo se torció y algo terrible sucedió.

Nunca comprendí muy bien lo que pasó aquel fin de semana, fue todo muy extraño. Sólo hoy, casi un año después, empiezo a entender cómo sucedió, aunque no el porqué. A veces la vergüenza te impide mirar atrás durante mucho tiempo, y la gente que te recuerda algo malo se vuelve rara en la memoria, y uno aparta toda la historia con las manos de dentro de la cabeza como quien espanta moscas.

A partir de ese día sus caminos se separan y los dos amigos nunca más vuelven a verse, ni a hablar de lo que ocurrió esa noche. Nuestro "narrador sin nombre" no puede olvidar lo que pasó, o lo que cree que pasó, porque él estuvo desmayado un buen rato y al final no le quedó claro, pero igualmente cargará con su parte de culpa a cuestas.

Vives como si nada hasta que algo se te clava, y después se trata de sacarse esa espina, más que de seguir viviendo. ¿Y si al final de todo este absurdo embrollo era del todo y desde el principio inocente?

Tras más de dos décadas, un DOMINGO de Halloween en una fiesta del colegio de su hija, conoce a una misteriosa mujer que se oculta tras una máscara, que parece conocerle y saber lo sucedido. Y los fantasmas del pasado regresan. Quizás sea mejor así . . ., ¿o no?

Con frecuencia tengo la sensación de que el demonio se alía con nuestras peores intenciones, o con las más fuertes de nuestras debilidades. Ésta fue otra de esas ocasiones.

Ray Loriga me sonaba de haber visto alguna reseña sobre su anterior novela “Rendición” (2017), de la que se hablaba bastante bien, o al menos eso tenía yo en mente. Su libro cayó en mis manos en la biblioteca y la sinopsis me atrapó. Eso de leer que un adolescente relata un suceso escabroso del verano anterior…, pues ya me conocéis, fue ver la palabra “escabroso” y mis ojos ya estaban haciendo chiribitas.

Empecé a leer con bastante intriga y expectativas. Me intrigaba mucho saber que podría ser eso tan dramático ocurrido entre los tres jóvenes, y me esperaba algo muy muy fuerte, macabro, espeluznante. Pero igual porque ya estoy curada de espanto, el asunto al final me ha parecido solo fuertecillo tirando a flojo.

La narración transcurre en dos días, el autor nos cuenta lo de ese SÁBADO, pero no nos lo cuenta todo, se deja cosas en el tintero, lo que se supone que ocurrió y lo supuestamente fuerte (así consigue tenerte más o menos interesado). Pero no será hasta prácticamente el final de la novela cuando se nos narra lo que sucede el DOMINGO, conozcamos toda la verdad (además de saber que el protagonista se llama Federico), una verdad que a mí me dejó bastante desinflada.

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

Pues no demasiado. A ver. . . , el libro no está mal escrito, el hombre escribe muy bien, sabe contar historias, de eso no hay duda. El problema (quizás sea mi problema, porque en general esta novela ha gustado mucho) es que la historia prometía mucho al principio de la lectura, me esperaba otra cosa y me he sentido un poco estafada.

No quiero que os quedéis con la sensación de que me ha parecido un mal libro, no, porque no lo es. ¿No os ha pasado en alguna ocasión que en la sinopsis os prometen algo grande o que tú crees que puede ser algo grande y cuando lo acabas te preguntas “y eso era todo”? Es muy probable que si no hubiera leído esa sinopsis y lo hubiera empezado a ciegas, me hubiera convencido mucho más.

Resumiendo: “Sábado, domingo” es una historia sobre la culpa que queda cuando alguien piensa que ha hecho, no ha impedido, o incluso ha podido propiciar algo abominable o deleznable. Algo que siempre ha querido borrar de su mente haciendo como que nunca ocurrió, pero que sabe que tarde o temprano le pasará factura y tendrá que pagar por ello. Una historia que me prometía mucho, y que al final se me ha quedado en poco. Únicamente salvada por la genial prosa del autor, en su conjunto, para mí ha sido una pequeña decepción.

“Todo el mundo tiene un recuerdo oscuro, una medusa tenebrosa que, en perfecta simetría, mancha el futuro de su existencia”

Mi nota esta vez no va a ser la máxima, tampoco la mínima, porque me ha gustado la forma de escribir de Loriga: