Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


27 de marzo de 2018

“EL CIELO ES AZUL, LA TIERRA BLANCA” de Hiromi Kawakami, una historia de amor atípica y original difícil de olvidar.


“-¿Estoy soñando, maestro? -le pregunté.


-Sí, es probable. Podría ser un sueño -me respondió con aire divertido.


-¿Cuándo me despertaré?


-Quién sabe.


-Yo no quiero despertarme.


-Pero si es un sueño, tarde o temprano te despertarás. 


-No quiero despertar -repetí. 
-Yo tampoco -dijo él”
Un profesor de lengua japonesa jubilado y una antigua alumna suya coinciden por casualidad en una taberna después de mucho tiempo. Se sorprenden al comprobar que han pedido los mismos aperitivos: chalota salada, atún con soja fermentada y raíz de loto salteada.

Ambos están solos y entablan conversación, a partir de ese momento desean verse, continuamente se buscan y a veces se encuentran, porque saben donde buscarse, donde encontrarse.
¿Por qué no conseguía sentirme a gusto conmigo misma si estaba acostumbrada a estar sola? Pronto me cansé de viajar sin rumbo. Como tampoco podía salir a pasear junto al río al atardecer me quedaba en casa, holgazaneando y preguntándome si mi vida estaba siendo tan agradable como creía. Divertida. Dolorosa. Agradable. Dulce. Amarga. Salada. Cosquillosa. Picante. Fría. Caliente. Tibia. ¿Qué clase de vida había llevado hasta entonces?
Entre copas de sake, comidas frugales, y soledades compartidas, sus almas se van juntando y casi sin darse cuenta, sienten que se necesitan, se desean. Pero todo sucede despacio, sin prisas, y siempre con la persistente sombra de la gran diferencia de edad (casi treinta años) que les separa cerniéndose sobre sus cabezas, como una especie de agorero trasfondo.

¿Tendrá futuro la curiosa relación surgida entre el anciano Maestro y la treintañera Tsukiko?

17 de marzo de 2018

“La librería” de Penélope Fitzgerald, mucho ruido y pocas nueces


“Su solidaridad tanto con los vendedores como con los libros que envejecían irremediablemente, la convertían en una compradora algo imprudente.

Además, los vendedores llegaban de tan lejos que ella no tenía más remedio que llevarles a la cocina y ofrecerles un té.

Allí, con la esperanza de que tardarían todavía un tiempo en regresar a ese agujero dejado de la mano de Dios, los vendedores se podían permitir el lujo de revolver el azúcar y relajarse un poco”
Florence Green, una viuda solitaria apasionada por los libros y la literatura llega a una pequeña población costera de Inglaterra, Hardborogh, pretendiendo empezar de cero, rehacer su vida. Su sueño de siempre ha sido montar un negocio, en concreto una librería, porque ya de joven trabajó en una y siempre le quedó ese gusanillo en el cuerpo y la ilusión pendiente para un proyecto futuro.

Pero en Hardborogh, el típico pueblo de gente quisquillosa y de pocas aspiraciones culturales nadie quiere una librería, ni vecinos ni comerciantes.

A pesar de ello, y en contra de todo y de todos, consigue hacerse con una casa que lleva años abandonada y hasta según dicen está embrujada, “Old House”, y pide un préstamo para arreglarla un poco.
En Hardborough a los poltergeists se les llamaban “rappers”. Podían estar allí en el mismo sitio durante años, y de pronto desaparecer de un día para otro sin dejar rastro.
Una chiquilla de diez años, Christine Gipping, le ayudará en la empresa contra viento y marea.

¿Será capaz Florence Green de vencer todos los obstáculos interpuestos en su camino y conseguir hacer realidad su sueño o se verá obligada a desistir?

2 de marzo de 2018

"POR ENCIMA DE LA LLUVIA" de Víctor del Árbol, una novela que golpea ahí donde más te duele


“El tiempo podía convertirse en un despilfarro de horas. Miguel empezó a comprenderlo a los pocos días de estar en la residencia. Para evitarlo, el secreto consistía en disimular el tedio aplicando una atención desmesurada a los pequeños gestos.

Observaba a sus nuevos vecinos: algunos estaban enfrascados en sus partidas de ajedrez, en la lectura de un libro o en los paseos alrededor del jardín principal; otros charlaban en corrillos, se gastaban bromas, discutían las noticias que aparecían en televisión o languidecían sentados en un sofá frente a las buganvillas esperando la visita de familiares y disimulando la decepción cuando nadie llegaba.

A fin de cuentas, allí todos estaban por lo mismo: estaban solos, o como si lo estuvieran, y habían llegado cargados de recuerdos, dolencias y manías.”
Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da pánico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramático suicidio de un compañero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus últimos días recordando y añorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidirán emprender el viaje de sus vidas, en el que descubrirán que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

Mientras tanto, en la lejana ciudad sueca de Mälmo, la joven Yasmina, hija de inmigrantes marroquíes y que sueña con ser cantante, vive atrapada entre el cuidado de su autoritario abuelo Abdul y el desprecio de su madre, para quien Yasmina es una vergüenza porque trabaja para un sueco de pasado turbio. Y vive un romance secreto con el subcomisario de la Policía sueca, un hombre mayor e importante.

Estos tres personajes dibujan una historia sobre el sentido del amor y sobre lo extraordinarias que pueden llegar a ser las personas comunes.