Este libro mágico, que se lee en unas pocas horas y está escrito en tono humorístico, me ha hecho sonreír en más de una ocasión.
El narrador de la historia, toca la trompeta en una orquesta del “Virginian”, un transatlántico que recorre las rutas entre Europa y América, transportando todo tipo de gentes, ricos, pobres, inmigrantes…
Este es un barco peculiar, con un capitán claustrofóbico, un timonel ciego, un telegrafista tartamudo, un doctor de nombre impronunciable y curiosamente, sin cocinas a bordo.
Allí conoce al protagonista de su relato, Danny Boodmann T.D. Lemon Novecento, el pianista más grande que jamás haya tocado en el océano.
El viejo Danny Boodmann le encontró abandonado sobre el piano de cola del salón de baile de primera clase, con tan sólo una nota que decía “T.D Limoni”
Él, que siempre pensó y firmemente creyó, que las iniciales T.D. significaban “Thanks Danny”, fue el que le puso su gran nombre. Eligió el suyo propio, seguido del que constaba en la nota, pero como además buscaba un gran final, le añadió “Novecento” por haberlo encontrado el primer día de ese nuevo siglo.
Aprendió a tocar el piano, pero de que manera…
Su música era pequeña y hermosa y le transportaba a todos aquellos lugares que nunca había visto pero que conocía, porque sabía leer a la gente y los signos que llevaban encima, lugares, ruidos, olores, dibujando un inmenso mapa del mundo en su cabeza.
Nunca quiso pisar tierra y un día, con 32 años dijo:
--“en Nueva York, dentro de tres días, bajaré de este barco, tengo que ver algo allí abajo”
-- “¿Qué?” Le preguntó su mejor amigo.
-- “El mar”.
-- “Hace treinta dos años que estás viendo el mar, Novecento”.
-- “Desde aquí, yo quiero verlo desde allí, no es lo mismo”.
Años más tarde, al trompetista (que ya había dejado el barco hacía algunos años) le llega una carta diciéndole que al “Virginian” medio destrozado por la guerra, lo van a volar con dinamita y que Novecento no ha bajado del mismo.
Sigo paseando por tu blog, Marian. No sabía que Baricco hubiera escrito esta historía que también ví en película! ( en tu blog voy a descubrir que veo más películas que leer libros. No sé qué pensar de eso, je!)
ResponderEliminarAsí que hacemos un intercambio beneficioso para ambos. Yo te comento que es una bellísima película, con una hermosa fotografía de época -un crucero con todo el encanto de los "años locos"- y una gran actuación de Tim Roth, que habitualmente hace rol de villano, pero que aquí se redime.
Y me llevo el dato que Baricco es su autor, así que debe ser un buen relato -que a ti te pareció genial-.
Yo leí Seda y me gustó, Emaús y no me gustó, así que podría desempatar con este libro.
Bueno, Marian, saludos. Y si encuentro una tercera peli, tengo premio.