“Aquella cicatriz. La cicatriz debajo de su ojo izquierdo. Una fina línea llega hasta la mitad de la mejilla. Larga y antigua, pero que en absoluto empañaba su belleza.
Nunca le pregunté por ella, porque intuí, no sé muy bien cómo, que no quería hablar de ello.
Mi primer error fue enamorarme de ella. El segundo error fue no preguntarle por aquella cicatriz.
La mala noticia es que estoy a punto de cometer el tercero, y que va a ser mucho peor que los dos anteriores. ¿La buena noticia? La buena noticia es que no viviré para lamentarlo”
Nunca le pregunté por ella, porque intuí, no sé muy bien cómo, que no quería hablar de ello.
Mi primer error fue enamorarme de ella. El segundo error fue no preguntarle por aquella cicatriz.
La mala noticia es que estoy a punto de cometer el tercero, y que va a ser mucho peor que los dos anteriores. ¿La buena noticia? La buena noticia es que no viviré para lamentarlo”
Tan solo hay un problema y es que Simón carece de don de gentes y adolece de cierta fobia social. Aunque tiene la suerte de contar con su abogado y mejor amigo Tom Wilson, que le acompañará en la presentación de su gran invento “Lisa”, el proyecto que le ha obsesionado durante años.
Un sistema para facilitar las compras de la gente. Basta con ver un objeto, capturarlo en la aplicación y listo, ya puedes comprarlo. No necesitas un código de barras, ni siquiera saber cómo se llama. Vas en el autobús, ves unas zapatillas de deporte que lleva alguien y diez segundos después puedes encargarlas a través de cualquier tienda online.
La cosa no sale mal, pero unos días después, Tom es asesinado y todas las pruebas incriminatorias apuntan en su dirección, y también en la de Irina, su novia ucraniana.
Si hay días en los que me resulta complicado entrar en una cafetería y pedir un capuchino con doble de canela, entrar en casa y decirle a la persona con la que vivo que sé que es una asesina, que sé que todo lo que hemos estado viviendo juntos es mentira, me resulta intolerable
A Irina, la chica de la "cicatriz", la que arrastra un pasado turbio, oscuro y complicado, y que busca venganza a toda costa, la encontró en una de esas webs de matrimonios por catálogo y congeniaron desde el principio. Porque uno de los mayores miedos de Simón siempre ha sido el de morir solo, sin haber encontrado el amor verdadero.
¿Qué dirías de esta chica? Sus rasgos, algo asimétricos, son afilados, de pómulos marcados y labios generosos. Podría pasar por guapa en cualquier parte, sin ser espectacular, si no fuera por sus ojos. Los ojos son algo de otra dimensión. Si tengo que asignarles un color, diré el verde. Si tengo que asignarles una característica, diré intensos. Pero no hay manera de describir la fuerza de esa mirada, la tristeza serena que transmiten. Bajo el ojo izquierdo, una fina línea llega hasta la mitad de la mejilla. La cicatriz es larga y antigua, pero no afea el conjunto, al contrario, aporta una energía singular, casi inquietante.
Dos errores, quizás tres, son los que llevarán a Simón hasta el punto en el que se encuentra ahora, agobiado, sin retorno, sin salida posible.
A menudo en la vida, cuando mejor crees que van las cosas, es cuando más cerca estás de pifiarla a lo grande. Una cagada épica y espantosa que antes de cometerla te parecerá una magnífica idea. Tan buena que irás cantando y bailando hacia ella, como una cucaracha que se zambulle en un barreño de insecticida.
¿Conseguirá Simón trabajar para Infinity? ¿Quién habrá asesinado a Tom y porqué motivo? ¿Llevará la chica de la cicatriz a cabo su venganza?
¿Quién sabe...?, porque según las palabras del propio autor:
Conviene tener los ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.
Juan Gómez-Jurado es un escritor y periodista español, nacido en Madrid en 1977. Como periodista, ha pasado por las redacciones de Canal Plus, Cadena SER, diario ABC, TVE y La Voz de Galicia. Colabora con las revistas Qué Leer, JotDown Magazine y New York Times Book Review y participa en programas de radio y televisión, como Julia en la Onda, de Onda Cero, donde tiene una sección diaria.
Sus novelas han sido traducidas a varios idiomas. Su primera obra fue “Espía de Dios”, a la que siguieron “Contrato con Dios”, “El emblema del traidor” y “La leyenda del ladrón”. También cuenta con un ensayo, “La masacre de Virginia Tech”.
Juan Gómez-Jurado ha conseguido, entre otros, el VII Premio Internacional de Novela Ciudad de Torrevieja (2008).
La novela empieza fuerte, incitándote a seguir leyendo para saber más y más, y mantiene siempre un ritmo trepidante, que para mi gusto no decae en ningún momento.
Los personajes son creíbles e interesantes, sobre todo el de Irina, la protagonista femenina. A lo largo de la lectura, se van intercalando capítulos del momento presente de Simón intentando, vender su asombroso algoritmo a una importante multinacional y muy apenado por la muerte de su amigo, con la vida pasada de ella, del drama personal que vivió de niña. Un pesado lastre que lleva arrastrando y que seguirá alimentando sus crecientes ansias de vengarse de la mafia rusa, hasta que contacta con Simón en la web de esposas por correspondencia.
Me parece curioso algo que Gómez Jurado en sus notas al final de la novela nos cuenta sobre ese tipo de negocios cada vez más en auge, un hervidero de fraudes engaños y mentiras que consigue muchos adeptos ávidos de compañía y seguridad económica. También, nos cuenta que algunos de los sucesos acaecidos son reales o basados en algo que ocurrió en la realidad, otros no.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, me ha gustado mucho. Me ha parecido un thriller bastante adictivo, bien escrito e hilvanado y con personajes muy atractivos y nada sencillos.
Una novela que además de tenerte en vilo en todo momento, abarca temas como la amistad, la ambición, la soledad, caracteres antisociales, el resentimiento, la venganza, el amor correspondido o no correspondido, la violencia extrema. Porque señores, con la mafia rusa hemos topado…
Así que ahí queda mi recomendación a todos los que como yo disfrutéis con las buenas novelas de suspense.
Mi puntución es la máxima:
Para mi ha sido una estupenda lectura de diciembre. Una novela que te atrapa y te hace pasar páginas sin parar.
ResponderEliminarBesos
¡Hola!! Sí, coincido contigo, lo leí en dos días. Un escritor que merece la pena descubrir
EliminarBesos
¡Hola! Del autor leí La leyenda del ladrón y lo pasé en grande. Coincido contigo en que nuestro escritor es mejor que Follett. Muy bien documentado pero ameno y que cuesta dejar, te lo recomiendo.
ResponderEliminarEsta Cicatriz no me anima mucho por el tema mafia rusa que no se dedica precisamente a repartir caramelos. No lo descarto pero a ver cuándo me animo.
Besos
¡¡Hola!! Pues muchas gracias por la recomendación, como repetiré con el autor puede que lo haga con éste. No descartes leer Cicatriz, que a mí el tema de las mafias tampoco me va demasiado, pero en este caso, esa trama no es muy reincidente, merece la pena, anímate
EliminarBesos
No dejes de seguir a este autor, El paciente te lo tienes que apuntar sin falta, a mí me resultó una lectura frenética, la disfruté muchísimo. Ya me contarás.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, lo tengo claro, más adelante volveré con él (tengo aora un par de autores nuevos para mí esperándme) y seguro que será con el paciente
EliminarUn beso
Tengo muchas ganas de leer algo del autor, de hecho tengo algùn libro suyo en el Kindle.
ResponderEliminarPero lo del Ken Follet español "me ha matao" jajaja
Besote!
Pues sí..., a mí también me mató lo del Ken Follet y es que como ya he dicho arriba, no creo que sea por la forma de escribir, porque en eso no me lo ha recordado para nada (en este momento, no soy muy fan de Ken Follet, lo leía hace mucho tiempo y ya no me suele apetecer leerle)
EliminarAnímate con él!!
Besos
He leído sobre este autor en otro blog,...parece que está de moda. Me ha recordado, al principio a la serie de Big Ban Theory o a un spin off de alguno de los personajes... Espero, algún día, hacerme con un ejemplar y tomarme un té con libro y escritor.
ResponderEliminarBesos gigantes...(me encanta volver por aquí y ver que has escrito)
Jaja, pues sí, la verdad es que Simón tiene cierta similitud con el personaje de Sheldon Cooper, un cerebrito con fobia social
EliminarA mí también me encanta encontrarte por aquí, María
Besotes
Pues lo añado a la lista de "pendientes".
ResponderEliminarMuchas gracias por esa fantástica reseña :)
Cuando desribes los ojos de Irina no puedo sino pensar en Eva Green. Bueno, yendo al libro: te ha gustado tanto que no voy a tener más remedio que buscar algo suyo cuando vualva a España
ResponderEliminarBesotes
Leyendo vuestras reseñas cada me da más ganas de leerlo aunque el otro no me acabara de gustar demasiado. Gracias por tu reseña. Un saludo! Te sigo.
ResponderEliminar¿Qué otro no te gustó demasiado? Por cierto he intentado en varias ocasiones dejar algún comentario en tu blog y como no tengo cuenta de wordpress parece que no es posible
EliminarUn beso
Me paso por aquí para comentarte mis impresiones, aunque hace tanto que lo leíste que dudo que recuerdes los detalles. A mí el ritmo no me pareció "trepidante", al contrario, la novela se me hizo lenta. No sentía ningún interés por ver cómo se desarrollaría todo, porque me parecía previsible. Además, los capítulos como el de explicar la mafia rusa o el de la guerra me parecía que interrumpían la narración. No sentí que hubiera ningún misterio en nada: sabemos que Irina es sospechosa desde el principio e inocente desde que se nos cuenta su punto de vista. Coincido en que el personaje de Irina está muy bien, hasta el punto de que me hubiera gustado que fuera la protagonista, en lugar de Simon, pues ni él ni su algoritmo tienen importancia.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.