Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


30 de septiembre de 2011

TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD) de Haruki Murakami

Un avión acaba de aterrizar en el aeropuerto de Hamburgo (Alemania) y una melodía suena  por los altavoces. Es "Norwergian Wood", de Los Beatles. Como cada vez que la escucha, Toru Watanabe con 37 años en la actualidad, retrocede al pasado. Siempre le conmueve, le turba escucharla, pero esta vez, el impacto es más grande, más violento.
 

-- "¿Está usted bien?", le pregunta la azafata.
-- "Si, gracias. De pronto me he sentido triste, es sólo eso".

Incluso, ahora, casi 20 años después, le vienen a la memoria tantos recuerdos..., algunos tan nítidos como irrelevantes, los detalles de aquel prado, el olor de la hierba, el viento gélido, un perro ladrando. Sin embargo cuando intenta evocar el rostro de Naoko, lo primero que le viene a la cabeza es su perfil, tal vez porque solían andar largos recorridos uno al lado del otro. Ella le habla de un pozo profundo y peligroso, donde puedes caer sin darte a penas cuenta, pero que nadie sabe con certeza donde se encuentra.
 

-- "Watanabe ¿me quieres?"
-- "Claro".
-- "¿Puedo pedirte dos favores?"
-- "Incluso tres".
-- "El primero es que agradezco que vengas a verme. 

-- "Volveré a venir ¿y el otro? 
-- Que te acuerdes de mi ¿te acordarás siempre de que existo? y de que he estado a tu lado?".
-- "Me acordare siempre".
"Este pensamiento me llena de una tristeza insoportable. Porque Naoko jamás me amó".

Lo cierto es que su memoria se ha ido alejando de su imagen, solo tiene recuerdos incompletos que palidecen más y más con el tiempo, y como él es de esos que no acaban de comprender las cosas hasta que las pone por escrito, decide comenzar a escribir sobre ella, sobre el tiempo perdido, las personas que han muerto, las que le han abandonado, los sentimientos que jamás volverán.

Es a finales de los años sesenta, en el instituto, cuando su vida está regida por un trío mágico, absorbente, que le envuelve y no como mero espectador: Kizuki su mejor amigo, Naoko (su novia) y él. Tres amigos inseparables, que están en esa edad tan complicada, los 17 años, en plena adolescencia. Juntos pasan momentos maravillosos e inolvidables, se comprenden, se complementan, se ayudan. Hasta que tiene lugar un suceso trágico, que les marcará a cada cual por distintos motivos y circunstancias y que guiará sus destinos también por diferentes caminos.

Watanabe, nuestro protagonista, tiene el don o la desgracia, de atraer hacia sí y rodearse, de mujeres con personalidades cautivadoras, arrolladoras, al mismo tiempo que complicadas, con un pasado salpicado de pérdidas y un presente nada fácil, todas ya comprometidas, con la mente y el corazón ocupado.

10 de septiembre de 2011

¡¡¡OTRO PREMIO BLOGUERO!!!


De nuevo Margari de "Mis lecturas y más cositas", me ha otorgado otro de esos premios que van sucediéndose por la blogosfera y que sirve para que nos conozcamos más y para conocer otros blogs. Por cierto, me encanta la foto-logo que lo representa. 

                           ¡¡¡GRACIAS DE NUEVO MARGARI, POR ACORDARTE DE MI!!!

Los requisitos son:
  • Debo anunciarlo en una entrada (misión cumplida...)
  • Otorgar el premio a 10 blogs amigos y avisarles.  
  • Poner el link del blog que me ha otorgado el premio.
  • Compartir una frase que te guste y decir por qué me gusta.

Y ya sólo me queda elegir la frase. Me he decidido por la que tengo puesta en el blog: "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro" de Emily Dickinson. 

¿Porqué me gusta? Es evidente. Por transmitirme algo muy cierto: que con un libro en nuestras manos, podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación, navegar por remotos lugares , meternos en la piel de los personajes, sentir, llorar, reír...

Y los blogs nominados por mí esta vez son:  

Icíar de Los mil y un libros
Mientras leo de Entre montones de libros
Sherezade de Mil y una tardes
MyuMyu de The Ivory Marble  
La tendera y Noah de El latir de un libro

9 de septiembre de 2011

"LA CORTESANA DE ROMA" de Eric Walz

Nos encontramos ante una novela histórica, ambientada en la Roma renacentista del siglo XVI, que encierra una trama que mezcla personajes religiosos del entorno Vaticano, con prostíbulos, pasiones incontroladas, ambiciones, traiciones, enredos sucesorios y personajes infelices con amores imposibles, vidas reprimidas  y un misterio resuelto en cinco días y en cinco partes.

 La que ha sido la amante del Papa Julio III, durante los últimos catorce meses, prostituta de alto estanding y conocida por muchos como "La Reina de Roma", es encontrada muerta en su villa del Gianicolo, con evidentes signos de violencia. Maddalena Nera, a quien ya no le quedaban más sueños por cumplir y que lo había conseguido todo en la vida, vió repentinamente truncados sus codiciosos planes de extorsión y chantaje a clientes adinerados de la alta burguesía romana. 

 Sandro Carissimi, jesuita sin vocación y visitador del Papa, hacía aproximadamente medio año que había esclarecido una serie de asesinatos perpetrados contra unos obispos durante el Concilio de Trento, pasando a ser, a partir de ese momento, hombre de confianza de Julio, así como el elegido para resolver este crimen.

Tan sólo cuenta para esta misión con una lista de clientes con los nombres mas relevantes de Roma, entre ellos el de Quirini, cardenal y presidente de la Cámara Apostólica (el banco del Vaticano) y el de su propio padre Alfonso Carissimi y  el apoyo de dos mujeres que se ofrecen a ayudarle en sus pesquisas, Carlota y Antonia. El capitán Forli, al que ya conoció en Trento, debe colaborar con él en la resolución de el caso, perspectiva que en un principio desagrada a ambos, pero que les lleva con el tiempo a sentir un aprecio y respeto mutuo.

Los tres personajes principales de la historia son:
  • Sandro, descendiente de una familia bien acomodada, que lleva voluntariamente una vida de ermitaño dentro de los muros del Vaticano. Tiene un grave problema: es alcohólico y no sabe porqué. Durante un tiempo, lo había achacado a la vida que llevaba, en la que se sentía desplazado, preso, rodeado de envidias y desconfianzas. Más tarde pensó que se debía a Elisa, su madre, a quién siempre había idolatrado y con la que se había establecido un vínculo muy intenso que se rompió, cuando ocho años atrás, Sandro estuvo a punto de matar a su hermanastro y Elisa le instó, o más bien le obligó a ordenarse para encontrar la redención. Sin embargo Sandro en su fuero interno conocía la razón de su adicción. Y esa razón tenía nombre de mujer.
  • Carlota da Rimini, que tras perder a Hieronymus, su último y breve amor fallecido pocos días antes de convertirse en su segundo marido, debe retornar a la vida de cortesana romana, prostituta para la nobleza, que tenía antes de conocerle. Su pasado tortuoso relacionado con Julio III, le inunda de remordimientos, cuando siete años atras, había matado a su hijo Inocento en Trento, vengando la desaparición y probablemente muerte de  su hija Laura, junto a otros moradores del convento en el que estudiaba, a manos de La Inquisición y bajo la orden directa de el Papa, al que también culpaba de la pérdida de su primer marido que fue incapaz de soportar dicha tragedia. "La venganza puede convertirse en una adicción que nunca se ve del todo saciada"
  • Antonia: hija de Hiernymus, artista compositora de vidrieras y el amor supuestamente imposible del jesuita. Ella no comprende porqué Sandro no quiere abandonar la orden para que puedan estar juntos, que es lo que más desea en el mundo.
Otros personajes secundarios, aunque no menos relevantes para el desenlace final y todos ellos sospechosos durante toda la trama: 
  • La Signora A:  regente del "Teatro", el prostibulo más afamado de la ciudad. Recoge a chicas maltratadas, repudiadas, perseguidas y despreciadas por la sociedad y les ofrece alojamiento, calor familiar y buen trato. Les enseña y adiestra en las artes de seducción, guiándolas en el camino de convertirse muchas de ellas en concubinas de hombres poderosos. Carlota y Maddalena son dos de sus más preciadas obras.
  • El hermano Massa, el Chambelán del Papa, para nada del agrado de Sandro, por ser hombre engreido, "siempre con insinuaciones malintencionadas no dirigidas a nadie en concreto", rodeado de una maraña de alianzas y contralianzas para escalar puestos en la futura sucesión del sumo Pontífice. Cliente encaprichado de Maddalena y muy dependiente psicologicamente de ella.
  • Los tres hermanos Farnese: Sebastiano, novicio de la orden de los Dominicos muy unido a su hermana Francesca, mujer enfermiza por naturaleza que consigue engatusar a Forli y Ranuccio, hombre arrogante, despiadado y maltratador, que en breve va a casarse con la hermana de Sandro.
  • Porzia, otra prostituta amiga de la víctima , analfabeta y ordinaria, "que olía a mantequilla rancia, sus pestañas parecían patas de araña, con la piel cubierta de manchas y con una gran fealdad interior que manaba de ella", pero convertida sorprendentemente en principal heredera de todos los bienes de Maddalena, a pocos días de su muerte.
  • Milo, el hijo de la Signora A, que comienza una relación con la despechada Antonia, que está deseando olvidarse de Sandro.
Y todo se complica con una segunda muerte, que viene a enrevesar más el asunto...

Mi conclusión final: me ha gustado la forma en la que el autor nos introduce en el ambiente romano de esa época, su manera de plantear y de ir resolviendo el rompecabezas, y sobre todo me ha sorprendido como consigue argumentar y redirigir tus sospechas de forma errónea hacia posibles inocentes y culpables. El libro se lee deprisa, la trama te envuelve, no aburre en ningún momento y lo mejor es su original e inesperadísimo final que te deja un buen sabor de boca.        

Algo sobre el autor: Eric Walz, es un escritor alemán conocido sobre todo en su país, por sus  relatos cortos y por sus muy documentadas novelas históricas, aderezadas de intrigas y misterios. Ya con la primera "Die Herrin der Päpste"  (en español "La esposa del Papa"), alcanzó un éxito inmediato tras su publicación, en el año 2002. Después de buscar bastante en internet, he llegado a la conclusión de que "La cortesana de Roma" es el único de sus libros traducidos y publicados en España (igual me equivoco).

El booktrailer del libro:



La segunda muerte a la que aludía es la de Sebastiano, que vino a sumir en la deseperación a su hermana Francesca.   

Durante gran parte de la lectura de la novela, estuve convencida de que el asesino era el "Angel de la Muerte", un personaje que aparece en el primer capítulo del segundo día, cuyo principal cliente era el Vicario de Cristo , que disfrutaba matando y que recordaba a sus víctimas como "sus desaparecidos", "sus pérdidas". Aunque por otro lado, todo parecía indicar que el Papa estaba realmente destrozado y compungido por la muerte de Maddalena.        
 
Después, mis conjeturas se centraron en "La Signora A", sobre todo en la parte que nos desvela su homosexualidad y la de Maddalena, la relación de pareja que ambas habían mantenido años atrás y el hecho de que ella era, hasta una semana antes de su muerte, la principal heredera de todas sus posesiones, incluido "El Teatro". Pero claro, ¿que sentido tenía matar a Maddalena, después de la modificación de el testamento en beneficio de Porzia? Quizás no le había dado tiempo a conocer este hecho...  

También sospeché de Porzia, que de haber saber los cambios de última hora
, era la que más beneficio obtenía con la muerte de Maddalena. ¿Quien me iba a decir a mí que esa sospecha la más encaminada? Pero sólo de forma indirecta...  

Lo que más me despistó y algo con lo que yo no contaba, es que eran dos los asesinos: por una parte  "El Angel de la muerte" a las órdenes del Papa y de Massa y por otra, el que mató a Maddalena y Sebastiano. Conocemos las identidades de ambos: el primero de ellos es Milo, que además en el último capítulo acaba con la vida de Carlota, haciendo que parezca un accidente y ¿el segundo de ellos?

Atónita me quedé cuando leí su nombre: Francesca. Sí, la que parecía una mosquita muerta, esa criatura silenciosa, distinguida, casi quebradiza, se transformaba en Porzia por las noches y regresaba de madrugada sin que nadie se diera cuenta, para conseguir huir del encierro en el que se había convertido todo su entorno, de la represión en la que le sumía su hermano Ranuccio. ¿Y los motivos para tener que matarlos? Pues muy sencillo, las dos víctimas habían descubierto su doble identidad y ella no estaba dispuesta a renunciar a esa vida.

Todo le sale bien a Sandro, resuelve los asesinatos, recibe la oferta de ser el secretario personal del Papa y decide no rendirse y luchar por Antonia. ¿O no tan bien? Algo queda en el aire cuando en el epílogo el "Angel de la muerte" recibe el encargo de matar a Sandro Carissimi...