"Hablo hoy, después de cuarenta y cinco años de travesía por un desierto en el que no ha sido fácil vivir, porque por fin siento que no le tengo miedo. A él, al hombre que me rompió el cuerpo por dentro y cuya sombra me ha perseguido día tras día durante esta eternidad que, milagrosamente, ha sido finita.
Por eso lo cuento así, en público, para que el mundo se entere de que el terror ha terminado. El mundo y sobre todo él. Que sepa que el niño ha sobrevivido al horror que me ha mantenido mudo desde que él me mató la voz, que he vivido con el miedo perpetuo a volverme y a verlo allí, detrás de mí, en cualquier esquina, en todos los sueños, acusándome de haber sido yo quien lo ensució a él y de tener que pagarle por ello.
Por eso lo cuento así, en público, para que el mundo se entere de que el terror ha terminado. El mundo y sobre todo él. Que sepa que el niño ha sobrevivido al horror que me ha mantenido mudo desde que él me mató la voz, que he vivido con el miedo perpetuo a volverme y a verlo allí, detrás de mí, en cualquier esquina, en todos los sueños, acusándome de haber sido yo quien lo ensució a él y de tener que pagarle por ello.