“En mi país —jadeó Alicia—, cuando se corre tan rápido como lo hemos estado haciendo y durante algún tiempo, se suele llegar a alguna otra parte…
—¡Un país bastante lento! —replicó la Reina
—. Aquí hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.
*LEWIS CARROL, "Alicia en el país de las maravillas."
—¡Un país bastante lento! —replicó la Reina
—. Aquí hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.
*LEWIS CARROL, "Alicia en el país de las maravillas."
Antonia Scott es especial, muy especial. No es policía ni criminalista. Nunca ha empeñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo ha resuelto decenas de crímenes. Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí afuera. Tampoco recibe visitas.
Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso. Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla. Y eso le gusta aún menos.