Pasaje destacado
"Eso es lo que me gustaría escribir. Escribir que somos una familia normal, como cualquier otra. Una familia con dos sueldos normales. Con una hija aparentemente tan normal (he escrito aparentemente) como las de los demás. Con un día a día donde no hay violencia expresa, ni drogas, ni delincuencia, ni grandes noticias, ni brotes psicóticos, ni insultos, ni platos rotos, ni protagonistas excesivos, acaso silencio. Un silencio que no supimos romper desde el principio, que deberíamos haber quebrado de un hachazo a tiempo, que nos dio miedo aventar después, mientras Inés crecía y crecía feliz y olvidadiza junto a su hermano, y que hoy devora la convivencia muy lentamente. Vistas desde lejos, todas las familias parecemos normales.
Pero cruzas una puerta ajena, o abres un sobre escondido, o tienes la posibilidad de ser invisible y colarte en un salón que no es el tuyo, o bajas a un trastero. Y entonces descubres algo. Descubres que todos tenemos una historia que no queremos contar. Una historia que haría que nos mirasen distinto. Una historia que siempre sucede de puertas adentro, una historia que a veces solo conoce un miembro del clan y que uno trata de mantener en secreto para que la familia siga siendo normal.
Esa historia que hace que mi familia no sea normal he decidido contarla aquí y ahora"
Pero cruzas una puerta ajena, o abres un sobre escondido, o tienes la posibilidad de ser invisible y colarte en un salón que no es el tuyo, o bajas a un trastero. Y entonces descubres algo. Descubres que todos tenemos una historia que no queremos contar. Una historia que haría que nos mirasen distinto. Una historia que siempre sucede de puertas adentro, una historia que a veces solo conoce un miembro del clan y que uno trata de mantener en secreto para que la familia siga siendo normal.
Esa historia que hace que mi familia no sea normal he decidido contarla aquí y ahora"