Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


Mostrando entradas con la etiqueta Literatura Japonesa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Literatura Japonesa. Mostrar todas las entradas

3 de abril de 2011

"DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER" de Haruki Murakami


Entre mis libros preferidos destaca "Kafka en la orilla" de este mismo autor japonés, que tuve el placer de saborear hace año y medio o así, y ni que decir tiene que lo disfruté página a página. Me cautivó su manera de narrar la historia, sus personajes fantásticos, una mezcla curiosa entre la realidad y la ficción, con un interminable poder de imaginación (y no estoy exagerando).

Dejó en mí el firme convencimiento de continuar descubriéndole. Y me pregunto cómo he podido estar tanto tiempo sin leerme otro libro suyo.

Pero no ha sido por falta de ganas. Simplemente mi trabajo diario en la biblioteca hace que no pueda evitar sentirme atraída por los numerosos títulos y autores que van cayendo en mis manos. Os confieso que es un vicio inevitable para mí y al mismo tiempo creo que una suerte. Lo repito, un vicio…        

Y esta especie de autobiografía, "memorias" como él la llama, me ha dado la oportunidad de conocerle algo mejor, sobre todo en sus dos facetas más importantes, la de escritor y la de corredor de fondo. Me ha permitido conocer como fueron sus comienzos en ambos aspectos, sus ideas, sentimientos, anécdotas divertidas, las satisfacciones y decepciones sufridas, así como enraizar en mí la certeza de que el trabajo con el cuerpo y con la mente son complementarios, se relacionan entre sí, porque ambos necesitan de una fuerte motivación interna.

En definitiva, nos describe la influencia que el esfuerzo invertido, en el hecho de correr a diario durante sus últimos 25 años de vida, ha supuesto en su cuerpo, en su mente y en su capacidad creativa como novelista. 

“De qué hablo cuando hablo de correr” es un libro corto, ameno, que se lee en dos sentadas. Para titularlo, Murakami se ha inspirado en el volumen de relatos cortos de Raymond Carver “De que hablamos cuando hablamos de amor”   


¿Cómo se convierte alguien en un novelista que corre?




Algunos párrafos y frases del libro:

 “Yo no me hice novelista porque alguien me lo pidiera o me lo recomendara. Me hice novelista por iniciativa propia. Del mismo modo que, uno no se hace corredor porque alguien se lo recomiende. En esencia, uno se hace corredor sin más. Unas personas valen para unas cosas y otras para otras. Obligar a correr largas distancias a personas que no desean correr, o que  por su constitución, no están hechas para ello, es una tortura sin sentido”

“Las diferencias generan pequeños roces cotidianos y, a veces, la combinación de varios de esos roces se transforma en un gran malentendido. Como consecuencia de ello, se reciben a veces críticas infundadas. Te puedes sentir profundamente herido. Sin embargo, a menudo que uno acumula años, poco a poco va adquiriendo conciencia de que esas heridas y esa dureza son en cierta medida necesarias, para la vida”

“Cuando recibo una crítica infundada de alguien, corro un poco más de distancia que de costumbre. De este modo me agoto un poco más. Entonces vuelvo a tomar conciencia de que soy una persona débil y con limitaciones. Me doy cuenta de ello de un modo físico y desde lo más hondo de mi ser. Cuando me enfado, oriento el enfado hacia mí. Cuando siento rabia, redirijo hacia mí esa rabia para intentar mejorar. Me esfuerzo por tragar todo ese silencio, para después intentar liberarlo en esos recipientes que son mis novelas, como una parte más de una historia”

“Ya he dicho que tiendo a engordar un poco en cuanto me abandono. Bien pensado, quizás esa tendencia a engordar con facilidad sea, por el contrario beneficiosa: me refiero a que, en mi caso, para no aumentar de peso he tenido que hacer intenso ejercicio a diario, cuidar mi alimentación y moderarme”  

“La vida es esencialmente injusta. De eso no cabe la menor duda. Pero creo que incluso de las situaciones injustas es posible extraer lo que de “justicia haya en ellas”

“La mayoría de los métodos que conozco para escribir novelas, los he aprendido corriendo cada mañana. Tengo la impresión de que si, cuando decidí hacerme escritor, no se me hubiera ocurrido empezar a correr largas distancias, las obras que he escrito, serían sin duda bastante diferentes”

“El semblante de la gente que corre largas distancias es parecido en cualquier parte del mundo. Todos dan la impresión de pensar en algo. Tal vez no piensen en nada, pero parecen tener la mente fija en algo”

“¿Acaso nuestros sentimientos desaparecen y se pierden así sin más, de un modo tan frustrante, cuando muere nuestro cuerpo?”

“Los tiempos individuales, el puesto en la clasificación, tu apariencia, o como te valore la gente, no son más que cosas secundarias. Para un corredor como yo, lo importante es ir superando, con sus propias piernas y con firmeza, cada una de las metas. Quedarse convencido a su manera de que ha dado todo lo que tenía que dar y de que ha aguantado como debía. Ir extrayendo alguna enseñanza concreta de las alegrías y los fracasos”

“Si algún día quisieran grabarme un epitafio y pudiera elegir yo las palabras, me gustaría que dijera lo siguiente:

                                               HARUKI MURAKAMI
                                                   Escritor (y corredor)
                                                       (1949-20??)       
                                   Al menos aguantó sin caminar hasta el final

“Y por último quiero dedicar este libro a todos los corredores con los que hasta ahora me he cruzado por los caminos de todo el mundo, así como a todos los que alguna vez adelanté o me adelantaron en el curso de una carrera. Si no fuera por vosotros, sin duda yo no hubiera podido seguir corriendo hasta ahora”

16 de agosto de 2010

"LO BELLO Y LO TRISTE" de Yasunari Kawabata


Esta novela bella y triste a la vez, como su título, ha sido una recomendación de una usuaria que solicitó mi ayuda para encontrar libros de este autor japonés, en la biblioteca.
-- Pero, ¿no te has leído nada de él?, me pregunta sorprendida.

Cuando la acompaño a la estantería lo coge, lo pone entre mis manos y me dice:
-- Tienes que leerlo, es maravilloso.
Y también a mi me lo ha parecido, aunque se me ha hecho muy corto, me daba mucha pena ver cómo iba pasando las hojas y me acercaba a su final.
Otoko, tan sólo una niña de 15 años y Oki que le dobla la edad, tienen un romance intenso e imposible. Imposible, porque él tiene mujer y una hija, una vida construida. Ambos se enamoran hasta los huesos y ese amor nunca los abandonará, perdurará para siempre en sus corazones.
Embarazada de una niña que muere al nacer y abandonada por Oki, se traslada junto a su madre a Kioto, para intentar rehacer su vida, tras un intento infructuoso de suicidio y se convierte en una famosa pintora de arte abstracto.
Él por su parte también intenta seguir adelante con su vida y alcanza el éxito como escritor con su novela "Una chica de dieciséis" que relata la historia de ambos y que provoca muchos celos en su esposa Fumiko, al corriente de todo.
20 años después vuelven a encontrarse en la celebración del año Nuevo, pero no están solos, ella quiere mantener las distancias y acude acompañada de Keiko, su discípula y  amante.
 Keiko, que siente una cegadora e incondicional pasión por su maestra, consciente de que el tiempo no ha eclipsado ni un ápice sus sentimientos hacia él, sólo piensa en vengarla, aunque Otoko no quiere venganza.
Urde un meticuloso plan para arruinar la vida de Oki y consigue seducirle, pasando juntos una noche. Luego consigue atrapar entre las redes de sus encantos a su hijo menor, Taichiro.

Y cuando comienzas a preguntarte  si realmente Keiko se ha enamorado de Taichiro en contra de sus deseos, sucede el trágico desenlace. Ella planea una excursión con él en lancha por el lago Biwa y tienen un accidente. Keiko despierta en la cama del hotel fuera de peligro, pero él está desaparecido.
Cito textualmente el último párrafo del libro:
"Otoko se sentó en la cama y observó el rostro dormido de la joven. De la comisura de los ojos de Keiko salía un reguero de lágrimas. Keiko abrió los ojos. Las lágrimas seguían brillando en ellos cuando miró a Otoko"
Acabo de leerlo y me quedo un buen rato pensando en el final. Creo que puede ser interpretado de varias maneras:
-- Keiko se ha enamorado de Taichiro, algo que no entraba en sus planes y cuando realmente se siente feliz a su lado, el destino les juega una mala pasada y tienen el fatídico accidente.
-- Ella sigue locamente enamorada de su maestra, pero es muy buena actriz y consigue engatusar con su audacia y su belleza al padre y al hijo, cumpliendo a rajatabla el plan urdido con alevosía y premeditación, vengando a Otoko, quien en realidad no quiere ser vengada.
-- Y la interpretación más verosímil a mi parecer: Keiko se ha enamorado de Taichiro, pero a pesar de todo sigue adelante con su plan de venganza y por ello llora amargamente cuando se despierta tras el accidente y es consciente de lo que ha hecho.
Quiero recalcar que se deja en el aire lo que sucede con Taichiro. Tan sólo se cuenta que está desaparecido y que le están buscando desesperadamente. Cada lector puede decidir si al final lo encuentran con vida o lo que es más probable, que encuentran su cadáver ahogado.
Me ha parecido una novela muy interesante, muy bien escrita y que no os podéis perder. Me estoy aficionando a los autores japoneses...   


25 de junio de 2010

"LA FÓRMULA PREFERIDA DEL PROFESOR" de Yoko Ogawa


Curioseando por las casetas de la feria del libro de Madrid, a mi amiga Mónica y a mi nos llamaron la atención dos libros de esta autora japonesa, de mucho éxito en su país. Este libro en concreto, ha sido todo un fenómeno social, con más de un millón de ejemplares vendidos en Japón en menos de dos meses. 

 La novela ha sido adaptada al cine, estrenándose la película en el año 2006 y lo cierto es que estoy deseando verla

Los tres personajes fundamentales de la historia son: una empleada del hogar, madre soltera, su hijo de diez años  y un viejo y peculiar profesor, exmatemático de profesión, que nunca sale de casa y que tuvo un accidente en el pasado, que le dejó una grave secuela: sus recuerdos se pararon en 1975 y a partir de ese momento su memoria sólo dura 80 minutos.

Para poder recordar las personas y las cosas importantes, pega por toda su ropa notitas informativas que producen un inconfundible crujido seco al andar.

La anónima asistenta (digo anónima porque curiosamente, creo que en todo el libro no se dice su nombre, así como tampoco el de su hijo y el profesor) comienza a trabajar en su aislado y miserable pabellón, contratada por la anciana cuñada, quien le pone una única condición, solucionar los problemas que le vayan surgiendo sin contar para nada con ella.

La primera pregunta que él le hace al conocerla es "¿que número de pies calzas?" (pregunta que le hará a menudo, al disponer de una memoria formateada cada día, cada mañana cada tarde...)

Al enterarse de que tiene un hijo, el profesor le pide que lo traiga con ella y pronto empieza a sentir un cariño muy especial por ese niño al que llama Root ("raíz cuadrada" por tener la coronilla plana y por ser según él "un signo generoso que puede dar refugio dentro de si a cualquier número, sin decir nunca que no a ninguno")  que hace aflorar en él un excesivo instinto protector".

Su obsesión por las matemáticas es tal, que cada aspecto de su vida cotidiana es observado bajo el punto de vista de los números y expresado en un curioso lenguaje matemático (números primos, números amigos, números perfectos, números triangulares, número pi, teorema de Fermat, Fórmula de Euler, su preferida, etc)

Además, los tres comparten su aficción por el equipo de béisbol profesional de Osaka, los Tigers de Hanshin y consiguen convencerle para ir a ver un partido en directo, pasando juntos una tarde inolvidable, que recordarán el resto de sus vidas.





Las últimas hojas del libro narran el ingreso del profesor por su cuñada en un centro especializado. Ellos no dejan de visitarle una o dos veces al mes hasta su muerte. La tarde de la última visita, Root tiene 22 años y acaba de aprobar unas oposiciones para ser profesor de matemáticas.

En resumen, el libro me ha gustado, creo que es original y me ha transmitido curiosidad por los números. De hecho de un tiempo a esta parte, me ha dado por analizar cada cifra significativa para mi, con la que me topo, comprobando si es o no un número primo. Pero también reconozco que tal vez, por tanta crítica favorable leída, o por excesivas expectativas vertidas sobre él, me ha defraudado un poco, pero sólo un poco.