Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


16 de octubre de 2011

"NO ME IRÉ SIN DECIRTE ADÓNDE VOY" de Laurent Gounelle

La vida de Alan Greenmor nunca ha sido fácil, una infancia sin la figura paterna, una adolescencia agobiada por una madre, cuyo único aliciente en la vida es darle a él el futuro que ella no tuvo y para terminar de colmar el vaso, el abandono reciente de su novia Audrey sin darle explicación alguna. 

A estas alturas, siente como una losa ese amplio historial de fracasos y abandonos que le persigue y que le incita a acabar con todo, a preparar su muerte.

Curiosamente, en un artículo de una revista sobre el derecho al suicidio, ha conocido el sitio ideal para llevar a cabo su plan: el único punto de la torre Eiffel libre de vigilancia, en los baños de mujeres del lujoso restaurante de la segunda planta “Le Jules Verne”, un lugar grandioso para morir...

Y cuando estaba a punto de dar el paso, una tos..., unas palabras, ¡vamos salta!  Y una mano temblorosa tendida en el mejor de los momentos, a cambio de un trato, un compromiso: “Tú renuncias a quitarte la vida y yo me ocupo de ti, de volver a ponerte en el buen camino, de hacer de ti un hombre capaz de gobernar su vida, de resolver sus problemas, e incluso de ser feliz. A cambio, deberás comprometerte a hacer todo lo que yo te diga. Deberás comprometerte... con la vida”.

Desde ese momento, Yves Dubreuil, su misterioso salvador, comienza a imponerle una serie de retos, algunos más duros que otros, con el supuesto fin de ayudarle a recuperar las riendas de su vida, sin doblegarse a los deseos de los demás.

"— ¿Mi primera tarea?

—Sí, tu primera misión, si lo prefieres. Lo que tendrás que hacer en espera de otras instrucciones.

—No estoy seguro de comprenderlo.

—Has vivido cosas que, en cierta manera, se han grabado en ti y condicionan la forma en que ves el mundo, en que te comportas, tus relaciones con los demás, tus emociones... El resultado de todo ello es un verdadero desastre, hablando claramente. Te causa problemas y te hace desgraciado. Tu vida será mediocre mientras la vivas así, por lo que hay que obrar ciertos cambios..."

Pero en realidad, ¿cuales serán sus verdaderas intenciones? ¿Quiere obtener algo más de él? ¿Conseguirá Alan, liberarse del compromiso, de su atadura con Dubreuil algún día? ¿Y a cambio de qué?

En el camino de su evolución personal, de su recuperación psicológica, Alan se debate entre las rachas de optimismo y alegría por los logros conseguidos y el temor de fondo a los posibles motivos ocultos que pueda tener ese hombre, del que nada sabe y que ha irrumpido tan fuerte en su nueva existencia.  

Algo sobre el autor

Según nos cuenta en la entrevista concedida al diario ABC en este mes de Octubre, el autor fue un niño modelo, un estudiante modelo y un trabajador modelo con un buen salario, hasta que se dio cuenta de que esa vida no le hacía feliz. Laurent Gounelle encontró su camino a los 40. 

En plena crisis existencial, el autor del bestseller mundial «El hombre que quería ser feliz» (Maeva), convertido rápidamente en un bestseller internacional, se fue a EE.UU. a estudiar Psicología y descubrió cómo esta disciplina podía mejorar la vida de las personas.

Especialista en desarrollo personal, lleva más de catorce años recorriendo el planeta para conversar con los mejores en todo lo que atañe a la psicología y a las distintas formas de mejorar nuestra vida. Gounelle sabe extraer lo más relevante de cada cultura y adaptarlo en sus libros haciéndolos asequibles, reconfortantes. Parece que todas sus novelas siguen el mismo patrón, con una especie de maestro providencial que enseña a sus protagonistas a alcanzar la felicidad a través del pensamiento positivo y la evolución personal.

Mi conclusión final

Para ser sincera, lo que atrajo poderosamente mi atención hacia este libro fue la Torre Eiffel ocupando gran parte de su cubierta y poder comprobar que toda la trama sucedía en París. El haber estado recientemente y por dos veces en esa maravillosa ciudad, también tuvo algo que ver en mi elección. Me apetecía tanto enfrascarme en una historia narrada en un trasfondo parisino...

Toda la novela gira en torno a los dos personajes más importantes: Alan el protagonista, con su vida hecha añicos y Dubreuil, salido de la nada, que pretende ayudarle a recomponerla. Los demás, son personajes sin importancia, que si bien deben estar ahí, pasan bastante desapercibidos. 

Ya desde el primer capítulo, consigues meterte en la piel de ese desgraciado que quiere suicidarse  y que no deja nada tras de sí, ni un amigo, ni un pariente ni una afición... nada.

Su comienzo es trepidante, con un ritmo muy intenso que ya promete y aunque reconozco que a veces decae un poco, consiguió mantenerme en todo momento interesada en saber si Alan conseguirá cumplir los retos impuestos, para llegar algún día a romper su forzado compromiso, después de su supuesto reencuentro con la vida.

El autor logra en todo momento, que te pongas en el lugar de nuestro protagonista, con cada una de sus lecciones a través de su viaje interior, pasándolo unas veces verdaderamente mal y otras sonriendo con deleite ante las situaciones tan cómicas en las que se ve inmerso.

El final, me ha gustado. No se han dejado cabos sueltos y se han resuelto todas las dudas que te envuelven durante toda la lectura (igual que le sucede a Alan)

Aunque encasillado como "narrativa extranjera contemporánea", bien podría estar en la sección de autoayuda de cualquier biblioteca. Es una lectura muy recomendable, por gratificante y que nos aporta recetas sabias para disfrutar más de la vida, nuevas formas de afrontar y encarar situaciones, relaciones personales complicadas, conseguir nuestras metas, por difíciles que nos parezcan, aumentar nuestra autoestima y algo fundamental, no dejarnos influenciar por lo que los demás piensen sobre nosotros. 

¿Te has preguntado alguna vez si llevas la vida que realmente te gustaría llevar? Tanto si estás pasando por momentos difíciles, con inseguridades, sin saber afrontar ciertos problemas, como si te sientes feliz, contento contigo mismo y con tu vida, te recomiendo su lectura, porque seguro que te va a dejar buen sabor de boca.

Aquí os dejo el primer capítulo, a mi parecer muy, pero que muy intenso, por si os apetece echarle un vistazo y el audiopresentación de la novela.

Y un vídeo con una entrevista del canal Periodista Digital TV, a Laurent Gounelle, en la que se habla del argumento del libro, de los personajes, etc




Engendrado en París, pero ciudadano norteamericano de nacimiento, Alan ha sido abandonado por sus dos padres, el natural y el adoptivo. Su madre, que lo último que desea es ver reflejado en él sus propios errores, que hace lo posible y lo imposible por darle una carrera universitaria, fallece el día después de su diplomatura como contable. Es como si al ver ya cumplidas todas sus expectativas, se hubiese dado permiso a sí misma para morir...

Alan, regresa a sus orígenes y pronto encuentra trabajo en Dunker Consulting, una empresa de consultoría, donde priman los resultados económicos a corto plazo y las mentiras para ascender puestos en el ranking empresarial, sobre el bienestar de sus trabajadores. Su papel de juez en busca de candidatos o perfiles para puestos de trabajo, le ahoga, le asfixia.

Su suerte cambia cuando conoce a Audrey. Con ella encuentra por primera vez la felicidad y pasa cuatro meses inolvidables a su lado. Pero como según el dicho popular "todo lo que empieza acaba", igual que entra de forma repentina, sale de su vida, sin motivos aparentes.

A partir de aquí, la idea del suicidio empieza a adquirir forma en su mente. Y el día elegido, en el segundo piso de la Torre Eiffel, Yves Dubreuil, le agarra en el último momento, casi cuando ya estaba suspendido en el vacío y le hace aferrarse a la vida, a cambio de comprometerse a hacer todo lo que él le pida, con la idea de ayudarle a encauzar su vida.

Comienzan las pruebas a cual más rocambolescas, todas con el mismo objetivo: el de aprender a lograr lo que se quiere en el día a día, sin temor a contrariar a la gente, familiarizándose con situaciones incómodas, para finalmente llegar a comprobar que las actitudes de los demás para con él, están condicionadas por su propio comportamiento. Para que os hagáis una idea, tiene que realizar este tipo de acciones: visitar tres panaderías al día, decir que quieres algo y luego buscar un pretexto para rechazarlo y pedir otra cosa, volver a rechazarlo y así hasta una tercera y una cuarta cosa, para al final decir que no quieres nada. O entrar en una relojería, probarse una quincena de relojes, hacer muchas preguntas y volver a salir sin comprar nada.

Como curiosidad, voy a resaltar dos grandes triunfos de Alan  que me han llamado bastante la atención, en ambos casos por los métodos usados para alcanzarlos:

1.- Como consigue dejar el tabaco: Cada vez que Dubreuil le manda un sms, él debe fumarse un cigarro, le apetezca en ese momento o no, se encuentre en la situación que se encuentre. Y claro, le bombardea con mensajes a todas horas, incluso de noche, para que el hecho de fumar se convierta en una pesadilla y asqueado, acabe por aborrecerlo:

"Buenos días, soy yo Alan. Ya... ya no puedo más. Deje de enviarme mensajes todo el tiempo. Voy... voy a reventar. Se lo suplico, déjeme dejarlo. Ya no quiero fumar en absoluto, ¿me oye? ya no soporto sus cigarrillos. Déjeme dejarlo..."

2.- Como consigue vencer el miedo a enfrentarse a Stalin, el perro guardián de Dubreuil: Una noche se cuela en su mansión, para intentar averiguar lo que pone sobre él en una libreta que lleva su nombre y que presentía encerraba algo importante. Y así es, cuando la tiene entre las manos, es consciente de un hecho impactante: el encuentro en la Torre Eiffel, el día de su pretendido suicidio, no fue fortuito. Además, lo sabe todo de su vida, hasta los detalles más íntimos. Cuando intenta salir, Stalin ya está suelto y para llegar a la verja, debe de pasar delante de él:

"¿Me atacaría Stalin si no tuviera miedo de él? ¿Como reaccionaría si permaneciese sereno, relajado, e incluso confiado? Es mi única salida... Stalin me aterrorizaba ¿Hasta que punto su maldad era inducida por la visión que yo tenía de él? ¿Mi pavor era el fruto de su agresividad o... su desencadenante? ¿Tendría el valor de enfrentarme a mi miedo, de dominarlo y luego ir hacia él? Inspiré profundamente, luego exhalé despacio todo el aire contenido en mis pulmones. Comencé de nuevo, la respiración profunda. Cada espiración me ayudaba a relajarme cada vez más. Stalin es un amigo, un buen perro... estoy bien... me siento bien... confío en mi mismo... confío en él, lo quiero y él también me quiere... todo va bien... Comencé a andar despacio, respirando pausadamente, cada vez más relajado. Continué andando mientras ignoraba al perro, orientando mi pensamiento hacia la agradable noche, la quietud del jardín. En ningún momento mi mirada se posó en él y sin embargo vi por el rabillo del ojo que levantaba la cabeza. Continué avanzando, manteniendo mi sentimiento de confianza y mi calma. El buen perro no se movía. Acabé trepando la verja, antes de esfumarme en la noche"

Por una parte feliz por los logros que va consiguiendo, por otra y como telón de fondo, siempre el miedo por el desconocimiento de las verdaderas intenciones de su bienhechor. Sus temores se acrecientan cuando descubre que Yves Dubreuil no existe. Su verdadero nombre es Igor Dubrovski, un médico psiquiatra expulsado del colegio de médicos en el pasado y con un proceso judicial del que salió absuelto, todo por unos métodos de ejercer la psiquiatría calificados como "peligrosos" por la prensa de entonces.

Este descubrimiento es el detonante definitivo para que Alan decida llevar a buen término la última misión encomendada, la que le dará la libertad y cortará los lazos de su compromiso. Para esta idea descabellada y a priori imposible (hacerse con la presidencia de Dunker Consulting), sólo dispone de tres semanas y después una última cita en el mismo lugar donde se encontraron por primera vez, en el restaurante Le Jules Verne de la Torre Eiffel.

Y como para darle la razón en sus reincidentes palabras "si quieres puedes”, sí que pudo. Filtrando a la prensa las mentiras constantes de las que se valía la empresa, como divulgar puestos de trabajo inexistentes e inventados, hace que el valor de las acciones caigan en picado y ya con todo a su favor, consigue que los accionistas le proclamen Presidente de Dunker Consulting, después de escuchar su charla tan convincente y ante todo sincera, prometiendo una gestión transparente, más humana, con perspectivas de ganancias a largo plazo, donde prevalezca el bienestar y la ilusión de los trabajadores. Por fin se sentía libre...

Con ganas de hacerle múltiples preguntas que resolvieran todas sus dudas, acude a la última cita con Dubrovski. El lugar le trae tantos recuerdos...

"Cuanto camino recorrido desde ese día... Cuantas emociones, tensiones, angustias, pero también esperanzas, progresos, avances... Por supuesto no había cambiado como persona. Pero tenía la sensación de haberme liberado de mis cadenas, como un barco suelta las amarras que lo retienen en el muelle. Había descubierto que la mayoría de mis miedos, no eran sino una creación de mi mente. La realidad adopta a veces la forma de un dragón aterrador, que se desvanece en cuanto nos atrevemos a mirarlo de frente. Bajo la influencia de Igor, había domesticado los dragones de mi existencia y ésta me parecía ahora poblada de ángeles benévolos".

La solución a todas sus dudas sobre él, es sencilla y a la vez complicada: Dubrovski era su padre. ¿Como se llegó a dicha situación? Años después de haberle concebido, se encariña de la hija de una de sus criadas, desempeñando con ella el papel de padrino y protector. Sabéis quien era esa niña? Nada más y nada menos que Audrey. Arrepentido por haberle abandonado de pequeño, investiga sobre su paradero, tardando más de quince años en encontrar su rastro y cuando le encuentra, le pide a su protegida que le vigile muy de cerca, para conocer cada uno de los detalles de su vida. Pero la chica, a fuerza de seguirle y observarle, se enamora perdidamente de él, negándose a seguir remitiéndole informes sobre Alan. Y entonces es cuando comienza la relación entre ambos.

Aunque más tarde Dubreuil la convence para que por su bien, le abandone sólo por un tiempo, el tiempo necesario para dirigirle en el camino de rehacer su vida.

El final me pareció impactante: el enterarse de que su propio padre le había enseñado a dejar sus miedos a un lado, a recuperar la confianza en sí mismo y su autoestima, su reencuentro con Audrey y el emotivo entierro con la música de Rajmáninov acompañándole en su última morada

Frases y párrafos que quiero recordar

“No hay grandes problemas. No hay más que personas pequeñas”.

“El único dueño de tu suerte eres tú"

“Deberás aprender a no doblegarte ante lo que espera la gente de ti, a no plegarte siempre a sus criterios, sino atreverte a mostrar tus diferencias, a veces cuando éstas resulten molestas e incómodas. En resumen, abandonar la imagen que deseas dar a los demás y aprender a no preocuparte mucho lo que opinen de ti”.

“Cuando ya no tenemos ganas de evolucionar empezamos a morir muy lentamente... Si se decide seguir aprendiendo y evolucionando, uno sigue siendo joven. Si quieres seguir siendo joven toda la vida, continúa evolucionando, aprendiendo, descubriendo y no te encierres en costumbres que anquilosan tu mente

“Durante mucho tiempo se creyó que el número de neuronas disminuía con la edad de manera irreversible hasta el final de nuestra vida, pero muy recientemente se ha probado que éstas podían seguir creándose de adultos”

“Voy a confiarte un secreto. Un secreto para que te permitas relacionarte con cualquier persona, incluso de una cultura diferente. Establecer contacto y hacer que en seguida esa persona tenga ganas de escuchar tus palabras, de respetar tu punto de vista, aunque sea diferente del suyo."Abraza el universo de tu prójimo y se abrirá a ti". Abrazar el universo del otro, es interesarte en él hasta el punto de querer experimentar lo que supone estar en su piel, intentar pensar como él. Cuando logres esto, estarás en condiciones de sentir con bastante precisión lo que el otro sentirá y comprender auténticamente a esa persona

“Uno se hace daño a si mismo cuando piensa en el deseo de venganza. Cuando uno rumia su venganza, siente una energía ciertamente muy estimulante, pero es una energía negativa, destructiva, que nos corrompe. No salimos de ella más fuertes. Habrá muchas menos guerras el día en que los hombres dejen de querer vengarse”.

“Tu ira produce una energía, una fuerza y esa fuerza puede ser canalizada y empleada para actuar y servir a tus intereses, mientras que la venganza no te aporta nada en absoluto, no hace más que destruir”

“Si todo nuestro entorno tiende a hacer críticas negativas, reproches, la autocrítica se instala en nuestros hábitos de pensamiento. Lo que hace falta es crear nuevos hábitos en la mente asociados a emociones positivas, hasta que se generen nuevos lazos neuronales, se refuercen y finalmente se vuelvan preponderantes. Pero eso lleva su tiempo. Todas las noches, antes de dormirte, vas a tomarte dos minutos para pensar en la jornada que acaba de terminar y anotar en algún sitio tres cosas que has realizado y de las que estás orgulloso. No se trata de proezas. Pueden ser pequeñas acciones, aunque por otra parte no se trata obligatoriamente de una acción, puedes estar satisfecho de la manera en que has reaccionado frente a algo, de lo que has sentido, de haber mantenido la calma en situaciones que normalmente te enfadan”

9 de octubre de 2011

Lectura conjunta de "EL SABOR DE LAS PEPITAS DE MANZANA" de Kathanira Hagena


Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.
 

A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de mujeres: su abuela Bertha, su madre Christa, su tía Inga y Harriet, la menor. Iris descubre secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima? 


Llevaba tiempo queriéndome apuntar a una "lectura conjunta" y no sé porqué no acababa de decidirme. Puede que las ofertas con las que me he topado hasta ahora, no me hayan motivado suficientemente. Este título (que por cierto desconocía), me ha llamado mucho la atención y no he podido resistirme. Además también voy a participar en el sorteo de 4 ejemplares que han sido aportados por la editorial Maeva a Carmen, del blog "Carmen y amig@s ", la organizadora de esta propuesta.

Los requisitos son los siguientes:

1.- Ser seguidor del blog.
2.- Comprometerse a hacer una reseña del libro si sois un@ de l@s ganador@s.
3.- Tener un blog en el que publicar la reseña.
4.- Llevar el banner de la lectura/sorteo al blog.
5.- Hacer una entrada individual y específica sobre la lectura/sorteo.
6.- Escribir un comentario diciendo que queréis participar y poniendo vuestro Nick, la URL del perfil de blogger y el link a  la entrada hecha en vuestro blog.
7.- Y tener una dirección postal en España.

El plazo para apuntarse acaba el 31 de Octubre y la novela sale a la venta el 7 de Noviembre, con lo que todavía queda un poco lejos, pero me apetece bastante la experiencia. Creo que voy a disfrutar con esta forma distinta de abordar la lectura y además, como dice Carmen, este libro promete...

30 de septiembre de 2011

TOKIO BLUES (NORWEGIAN WOOD) de Haruki Murakami

Un avión acaba de aterrizar en el aeropuerto de Hamburgo (Alemania) y una melodía suena  por los altavoces. Es "Norwergian Wood", de Los Beatles. Como cada vez que la escucha, Toru Watanabe con 37 años en la actualidad, retrocede al pasado. Siempre le conmueve, le turba escucharla, pero esta vez, el impacto es más grande, más violento.
 

-- "¿Está usted bien?", le pregunta la azafata.
-- "Si, gracias. De pronto me he sentido triste, es sólo eso".

Incluso, ahora, casi 20 años después, le vienen a la memoria tantos recuerdos..., algunos tan nítidos como irrelevantes, los detalles de aquel prado, el olor de la hierba, el viento gélido, un perro ladrando. Sin embargo cuando intenta evocar el rostro de Naoko, lo primero que le viene a la cabeza es su perfil, tal vez porque solían andar largos recorridos uno al lado del otro. Ella le habla de un pozo profundo y peligroso, donde puedes caer sin darte a penas cuenta, pero que nadie sabe con certeza donde se encuentra.
 

-- "Watanabe ¿me quieres?"
-- "Claro".
-- "¿Puedo pedirte dos favores?"
-- "Incluso tres".
-- "El primero es que agradezco que vengas a verme. 

-- "Volveré a venir ¿y el otro? 
-- Que te acuerdes de mi ¿te acordarás siempre de que existo? y de que he estado a tu lado?".
-- "Me acordare siempre".
"Este pensamiento me llena de una tristeza insoportable. Porque Naoko jamás me amó".

Lo cierto es que su memoria se ha ido alejando de su imagen, solo tiene recuerdos incompletos que palidecen más y más con el tiempo, y como él es de esos que no acaban de comprender las cosas hasta que las pone por escrito, decide comenzar a escribir sobre ella, sobre el tiempo perdido, las personas que han muerto, las que le han abandonado, los sentimientos que jamás volverán.

Es a finales de los años sesenta, en el instituto, cuando su vida está regida por un trío mágico, absorbente, que le envuelve y no como mero espectador: Kizuki su mejor amigo, Naoko (su novia) y él. Tres amigos inseparables, que están en esa edad tan complicada, los 17 años, en plena adolescencia. Juntos pasan momentos maravillosos e inolvidables, se comprenden, se complementan, se ayudan. Hasta que tiene lugar un suceso trágico, que les marcará a cada cual por distintos motivos y circunstancias y que guiará sus destinos también por diferentes caminos.

Watanabe, nuestro protagonista, tiene el don o la desgracia, de atraer hacia sí y rodearse, de mujeres con personalidades cautivadoras, arrolladoras, al mismo tiempo que complicadas, con un pasado salpicado de pérdidas y un presente nada fácil, todas ya comprometidas, con la mente y el corazón ocupado.

10 de septiembre de 2011

¡¡¡OTRO PREMIO BLOGUERO!!!


De nuevo Margari de "Mis lecturas y más cositas", me ha otorgado otro de esos premios que van sucediéndose por la blogosfera y que sirve para que nos conozcamos más y para conocer otros blogs. Por cierto, me encanta la foto-logo que lo representa. 

                           ¡¡¡GRACIAS DE NUEVO MARGARI, POR ACORDARTE DE MI!!!

Los requisitos son:
  • Debo anunciarlo en una entrada (misión cumplida...)
  • Otorgar el premio a 10 blogs amigos y avisarles.  
  • Poner el link del blog que me ha otorgado el premio.
  • Compartir una frase que te guste y decir por qué me gusta.

Y ya sólo me queda elegir la frase. Me he decidido por la que tengo puesta en el blog: "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro" de Emily Dickinson. 

¿Porqué me gusta? Es evidente. Por transmitirme algo muy cierto: que con un libro en nuestras manos, podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación, navegar por remotos lugares , meternos en la piel de los personajes, sentir, llorar, reír...

Y los blogs nominados por mí esta vez son:  

Icíar de Los mil y un libros
Mientras leo de Entre montones de libros
Sherezade de Mil y una tardes
MyuMyu de The Ivory Marble  
La tendera y Noah de El latir de un libro

9 de septiembre de 2011

"LA CORTESANA DE ROMA" de Eric Walz

Nos encontramos ante una novela histórica, ambientada en la Roma renacentista del siglo XVI, que encierra una trama que mezcla personajes religiosos del entorno Vaticano, con prostíbulos, pasiones incontroladas, ambiciones, traiciones, enredos sucesorios y personajes infelices con amores imposibles, vidas reprimidas  y un misterio resuelto en cinco días y en cinco partes.

 La que ha sido la amante del Papa Julio III, durante los últimos catorce meses, prostituta de alto estanding y conocida por muchos como "La Reina de Roma", es encontrada muerta en su villa del Gianicolo, con evidentes signos de violencia. Maddalena Nera, a quien ya no le quedaban más sueños por cumplir y que lo había conseguido todo en la vida, vió repentinamente truncados sus codiciosos planes de extorsión y chantaje a clientes adinerados de la alta burguesía romana. 

 Sandro Carissimi, jesuita sin vocación y visitador del Papa, hacía aproximadamente medio año que había esclarecido una serie de asesinatos perpetrados contra unos obispos durante el Concilio de Trento, pasando a ser, a partir de ese momento, hombre de confianza de Julio, así como el elegido para resolver este crimen.

Tan sólo cuenta para esta misión con una lista de clientes con los nombres mas relevantes de Roma, entre ellos el de Quirini, cardenal y presidente de la Cámara Apostólica (el banco del Vaticano) y el de su propio padre Alfonso Carissimi y  el apoyo de dos mujeres que se ofrecen a ayudarle en sus pesquisas, Carlota y Antonia. El capitán Forli, al que ya conoció en Trento, debe colaborar con él en la resolución de el caso, perspectiva que en un principio desagrada a ambos, pero que les lleva con el tiempo a sentir un aprecio y respeto mutuo.

Los tres personajes principales de la historia son:
  • Sandro, descendiente de una familia bien acomodada, que lleva voluntariamente una vida de ermitaño dentro de los muros del Vaticano. Tiene un grave problema: es alcohólico y no sabe porqué. Durante un tiempo, lo había achacado a la vida que llevaba, en la que se sentía desplazado, preso, rodeado de envidias y desconfianzas. Más tarde pensó que se debía a Elisa, su madre, a quién siempre había idolatrado y con la que se había establecido un vínculo muy intenso que se rompió, cuando ocho años atrás, Sandro estuvo a punto de matar a su hermanastro y Elisa le instó, o más bien le obligó a ordenarse para encontrar la redención. Sin embargo Sandro en su fuero interno conocía la razón de su adicción. Y esa razón tenía nombre de mujer.
  • Carlota da Rimini, que tras perder a Hieronymus, su último y breve amor fallecido pocos días antes de convertirse en su segundo marido, debe retornar a la vida de cortesana romana, prostituta para la nobleza, que tenía antes de conocerle. Su pasado tortuoso relacionado con Julio III, le inunda de remordimientos, cuando siete años atras, había matado a su hijo Inocento en Trento, vengando la desaparición y probablemente muerte de  su hija Laura, junto a otros moradores del convento en el que estudiaba, a manos de La Inquisición y bajo la orden directa de el Papa, al que también culpaba de la pérdida de su primer marido que fue incapaz de soportar dicha tragedia. "La venganza puede convertirse en una adicción que nunca se ve del todo saciada"
  • Antonia: hija de Hiernymus, artista compositora de vidrieras y el amor supuestamente imposible del jesuita. Ella no comprende porqué Sandro no quiere abandonar la orden para que puedan estar juntos, que es lo que más desea en el mundo.
Otros personajes secundarios, aunque no menos relevantes para el desenlace final y todos ellos sospechosos durante toda la trama: 
  • La Signora A:  regente del "Teatro", el prostibulo más afamado de la ciudad. Recoge a chicas maltratadas, repudiadas, perseguidas y despreciadas por la sociedad y les ofrece alojamiento, calor familiar y buen trato. Les enseña y adiestra en las artes de seducción, guiándolas en el camino de convertirse muchas de ellas en concubinas de hombres poderosos. Carlota y Maddalena son dos de sus más preciadas obras.
  • El hermano Massa, el Chambelán del Papa, para nada del agrado de Sandro, por ser hombre engreido, "siempre con insinuaciones malintencionadas no dirigidas a nadie en concreto", rodeado de una maraña de alianzas y contralianzas para escalar puestos en la futura sucesión del sumo Pontífice. Cliente encaprichado de Maddalena y muy dependiente psicologicamente de ella.
  • Los tres hermanos Farnese: Sebastiano, novicio de la orden de los Dominicos muy unido a su hermana Francesca, mujer enfermiza por naturaleza que consigue engatusar a Forli y Ranuccio, hombre arrogante, despiadado y maltratador, que en breve va a casarse con la hermana de Sandro.
  • Porzia, otra prostituta amiga de la víctima , analfabeta y ordinaria, "que olía a mantequilla rancia, sus pestañas parecían patas de araña, con la piel cubierta de manchas y con una gran fealdad interior que manaba de ella", pero convertida sorprendentemente en principal heredera de todos los bienes de Maddalena, a pocos días de su muerte.
  • Milo, el hijo de la Signora A, que comienza una relación con la despechada Antonia, que está deseando olvidarse de Sandro.
Y todo se complica con una segunda muerte, que viene a enrevesar más el asunto...

Mi conclusión final: me ha gustado la forma en la que el autor nos introduce en el ambiente romano de esa época, su manera de plantear y de ir resolviendo el rompecabezas, y sobre todo me ha sorprendido como consigue argumentar y redirigir tus sospechas de forma errónea hacia posibles inocentes y culpables. El libro se lee deprisa, la trama te envuelve, no aburre en ningún momento y lo mejor es su original e inesperadísimo final que te deja un buen sabor de boca.        

Algo sobre el autor: Eric Walz, es un escritor alemán conocido sobre todo en su país, por sus  relatos cortos y por sus muy documentadas novelas históricas, aderezadas de intrigas y misterios. Ya con la primera "Die Herrin der Päpste"  (en español "La esposa del Papa"), alcanzó un éxito inmediato tras su publicación, en el año 2002. Después de buscar bastante en internet, he llegado a la conclusión de que "La cortesana de Roma" es el único de sus libros traducidos y publicados en España (igual me equivoco).

El booktrailer del libro:



La segunda muerte a la que aludía es la de Sebastiano, que vino a sumir en la deseperación a su hermana Francesca.   

Durante gran parte de la lectura de la novela, estuve convencida de que el asesino era el "Angel de la Muerte", un personaje que aparece en el primer capítulo del segundo día, cuyo principal cliente era el Vicario de Cristo , que disfrutaba matando y que recordaba a sus víctimas como "sus desaparecidos", "sus pérdidas". Aunque por otro lado, todo parecía indicar que el Papa estaba realmente destrozado y compungido por la muerte de Maddalena.        
 
Después, mis conjeturas se centraron en "La Signora A", sobre todo en la parte que nos desvela su homosexualidad y la de Maddalena, la relación de pareja que ambas habían mantenido años atrás y el hecho de que ella era, hasta una semana antes de su muerte, la principal heredera de todas sus posesiones, incluido "El Teatro". Pero claro, ¿que sentido tenía matar a Maddalena, después de la modificación de el testamento en beneficio de Porzia? Quizás no le había dado tiempo a conocer este hecho...  

También sospeché de Porzia, que de haber saber los cambios de última hora
, era la que más beneficio obtenía con la muerte de Maddalena. ¿Quien me iba a decir a mí que esa sospecha la más encaminada? Pero sólo de forma indirecta...  

Lo que más me despistó y algo con lo que yo no contaba, es que eran dos los asesinos: por una parte  "El Angel de la muerte" a las órdenes del Papa y de Massa y por otra, el que mató a Maddalena y Sebastiano. Conocemos las identidades de ambos: el primero de ellos es Milo, que además en el último capítulo acaba con la vida de Carlota, haciendo que parezca un accidente y ¿el segundo de ellos?

Atónita me quedé cuando leí su nombre: Francesca. Sí, la que parecía una mosquita muerta, esa criatura silenciosa, distinguida, casi quebradiza, se transformaba en Porzia por las noches y regresaba de madrugada sin que nadie se diera cuenta, para conseguir huir del encierro en el que se había convertido todo su entorno, de la represión en la que le sumía su hermano Ranuccio. ¿Y los motivos para tener que matarlos? Pues muy sencillo, las dos víctimas habían descubierto su doble identidad y ella no estaba dispuesta a renunciar a esa vida.

Todo le sale bien a Sandro, resuelve los asesinatos, recibe la oferta de ser el secretario personal del Papa y decide no rendirse y luchar por Antonia. ¿O no tan bien? Algo queda en el aire cuando en el epílogo el "Angel de la muerte" recibe el encargo de matar a Sandro Carissimi...