Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


Mostrando entradas con la etiqueta Sara Mesa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sara Mesa. Mostrar todas las entradas

6 de febrero de 2023

“CUATRO POR CUATRO” de Sara Mesa

Portada del libro de Sara Mesa publicada en 2012, autora madrileña Finalista del Premio Herralde
   Pasaje destacado
"Se mercadea con cosas que se tocan y con cosas intangibles, con cosas puras y sucias, con personas, objetos y conceptos. A los habitantes les gusta mercadear. Son felices mercadeando. No conciben otro modo de vida que el mercadeo. Todo es susceptible de ser mercadeado, incluso el propio habitante.

El valor de las transacciones se estipula mediante acuerdos reglados hasta el detalle; no hay lugar para la improvisación. Los acuerdos nunca se contemplan en términos de justicia o de injusticia, sino de verosimilitud. Un acuerdo se cierra cuando es verosímil. Si dos o más personas creen en algo, lo hacen verosímil, por lo que ya es susceptible de convertirse en acuerdo, en transacción y en mercadeo."

15 de octubre de 2022

“LA FAMILIA” de Sara Mesa

Portada del libro de Sara Mesa, novela sobre una familia atípica y disfuncional
"Con él, fundar una familia sería dar comienzo a un Proyecto cuya finalidad última los trascendía como individuos porque apuntaba al progreso social.
–Lo más importante, lo más definitivo, es aportar seres al mundo.
–¿Te refieres a tener hijos?
–Por supuesto, Laurita. Piensa que si no los tuviéramos, incluso estando casados y con todos los papeles en regla, no seríamos una familia, solo seríamos una pareja, dos personas sin vínculos de sangre, estériles e inútiles.

Para fundar una familia hace falta que nazca un hijo. Y cuantos más hijos haya, más vínculos de sangre, más familia. Dibujaremos un mapa que muestre claramente quiénes somos, dónde estamos y a qué aspiramos. Un mapa familiar. Cuando estemos desorientados, bastará con mirarlo para encarrilarnos de nuevo. Nunca nos perderemos".

18 de septiembre de 2020

“UN AMOR” de Sara Mesa

Cubierta de la novela de Sara Mesa, realista
“Al hacerse de noche es cuando cae el peso sobre ella, tan grande que tiene que sentarse para coger aliento. Fuera el silencio no es como esperaba. De hecho, no es silencio. Hay un rumor lejano, como de carretera, aunque la carretera más cercana es comarcal y está a tres kilómetros de distancia. También se oyen grillos, ladridos, el claxon de algún coche, lo gritos de un vecino arreando el ganado, ya de recogida.

Era mejor el mar, aunque también más caro. Fuera de su alcance. ¿Y si hubiese aguantado un poco más, ahorrado un poco más? Prefiere no pensar. Cierra los ojos, se deja caer con lentitud en el sofá, quedándose con medio cuerpo fuera, una postura antinatural que le producirá calambres si no se mueve pronto. Se da cuenta. Se tumba como puede. Se adormila. Es mejor no pensar.”
La historia de Un amor ocurre en La Escapa, un pequeño núcleo rural donde Nat, una joven e inexperta traductora, acaba de mudarse. Su casero, que le regala un perro como gesto de bienvenida, no tardará en mostrar su verdadera cara, y los conflictos en torno a la casa alquilada –una construcción pobre, llena de grietas y goteras– se convertirán en una verdadera obsesión para ella. El resto de los habitantes de la zona –la chica de la tienda, Píter el hippie, la vieja y demente Roberta, Andreas el alemán, la familia de ciudad que pasa allí los fines de semana– acogerán a Nat con aparente normalidad, mientras de fondo laten la incomprensión y la extrañeza mutuas.

2 de marzo de 2020

Reseñas 2x1: “COMETIERRA” de Dolores Reyes y “CARA DE PAN” de Sara Mesa

Cubierta de la novela de Dolores Reyes

“Si no me escuchan, trago tierra. Antes tragaba por mí, por la bronca, porque les molestaba y les daba vergüenza. Decían que la tierra es sucia, que se me iba a hinchar la panza como a un sapo.

Después empecé a comer tierra por otros que querían hablar. Otros, que ya se fueron. La tierra se escapó al piso. Me llevé lo demás a la boca y comí. Me llenaba la lengua, cerraba la boca y trataba de tragar. Sentía que la tierra pasaba de ser una cosa en mi mano a ser algo vivo, tierra amiga en mí, y seguía comiendo. Y cuando tuve la panza pesada de tierra, cerré los ojos".
Cuando era chica, Cometierra tragó tierra y supo en una visión que su papá había matado a golpes a su mamá. Esa fue solo la primera de las visiones. Nacer con un don implica una responsabilidad hacia los otros y a Cometierra le tocó uno que hace su vida doblemente difícil, porque vive en un barrio en donde la violencia, el desamparo y la injusticia brotan en cada rincón y porque allí las principales víctimas son las mujeres. En la persecución de la verdad, en el descubrimiento del amor, en el cuidado entre hermanos, Cometierra buscará su propio camino.



Cubierta de la novela de Sara Mesa

“Qué busca él en ella? ¿Está tratando de acercarse a la cuestión candente? ¿A su edad? ¿Al hecho de que una niña de su edad esté ahí, en el parque, recostada en un árbol a esas horas? Si se trata de eso, el viejo está dando rodeos para atraparla, como los depredadores que avistan sus presas y se toman su tiempo antes de saltar. Puede que esté aspirando a ganarse su confianza para después cazarla por sorpresa.

Esto es lo que la niña piensa en frío, confusamente, pero al tenerlo allí, al observarlo con detenimiento, no lo tiene tan claro. Puede que sea solo un tipo que se aburre, uno de esos prejubilados que no saben bien qué hacer con su tiempo libre, un pelmazo, un blandengue, incluso un viejo verde. Pero no un delator. No tiene pinta de estar en su contra.”

La primera vez la coge tan desprevenida que se sobresalta al verlo. El encuentro se produce en un parque. Ella es Casi, una adolescente de «casi» catorce años; él, el Viejo, tiene muchos más. El primer contacto es casual, pero volverán a verse en más ocasiones. Ella huye de las imposiciones de la escuela y tiene dificultades para relacionarse. A él le gusta contemplar los pájaros y escuchar a Nina Simone, no trabaja y arrastra un pasado problemático. Estos dos personajes escurridizos y heridos establecerán una relación impropia, intolerable, sospechosa, que provocará incomprensión y rechazo y en la que no necesariamente coincide lo que sucede, lo que se cuenta que sucede y lo que se interpreta que sucede.

7 de noviembre de 2015

"CICATRIZ" de Sara Mesa


“El placer de sentirse obsequiada, agasajada, de ser objeto de la devoción de Knut, todo eso la está cegando, se dice.

Él se está construyendo una imagen de ella y ella le está dejando hacer. Al final terminará dañándole. Pero cómo evitarlo.

Ella no le ha pedido nunca nada, musita. Lo dice en voz alta, para sí, como si se defendiera en un juicio en el que los dos estuvieran en el banquillo de los acusados: No, nunca le pedí nada”
Sonia conoce a Knut, Knut conoce a Sonia en un foro literario de internet y empiezan a contactar prácticamente a diario.
Le parece que los participantes son más interesantes que en otros sitios: hablan de libros, de películas, intercambian opiniones políticas y chistes revestidos de sarcasmo que la hace sonreír. Se da de alta con un seudónimo masculino. Hay gente que entra a diario, a todas horas, y gente que casi nunca se deja ver; Hay muchos solitarios que buscan seducir, personalidades extrañas que se encelan, se ofuscan, presionan y luchan por el liderazgo en el grupo.

Ella le escribe, comparte opiniones, le cuenta cosas de su vida; a cambio, él le manda algunos libros que roba por y para ella (él es el típico "nini" que vive con sus padres, que no necesita trabajar, porque su oficio de ladrón de guante blanco se lo permite).
Knut admite, consagra gran parte de su tiempo al arte del hurto: libros, pero también otros bienes si es preciso. En cuanto al riesgo, no es algo que haya que minimizar: es cierto que está ahí pero él puede asumirlo perfectamente. Knut se crece en el reto. Sus ganas de complacerla, de hacerla feliz, son mayores cuando más difícil sea ese reto.

Al principio los envíos son esporádicos. Títulos que ella pide, pero sobre todo títulos que él sugiere o que piensa que ella debe leer de inmediato, asumiendo el papel de guía literario.
Eres la única persona que conozco a la que considero mi igual en el terreno del intelecto, le dice. La única con la que me apetece compartir mis lecturas.

La relación que mantiene con él es es radicalmente diferente a todo lo que había conocido hasta ahora, pero lo cierto es que su beca en el Archivo Municipal no le da para mucho y tanto regalo le viene muy bien. Además se siente halagada, porque es tentador ser el centro de atención de alguien hasta ese extremo y recibir sin tan siquiera pedirlo, zapatos, colonias y perfumes caros, ropa interior, lencería cara…

Pero en contra de lo que pueda parecer, no es oro todo lo que reluce: en ocasiones Knut puede resultar demasiado quisquilloso, cargante y llegará el momento en que Sonia sienta el deseo de frenar, de hacer algo para sacarle de su cotidianeidad.  Porque en eso se ha convertido: en una rutina más, a veces pesada, a veces incómoda, aunque muchas otras beneficiosa.
Él siempre está dándole vueltas a todo, ¿no se da cuenta de lo agotador que resulta? Un neurótico, le dice. Un perfeccionista insoportable, un fetichista.

¿Llevará a algún lado esta asfixiante relación que mantienen estos dos?