“Tendría unos cuatro o cinco años cuando la palabra sexo me sedujo por primera vez.
¿Papá, qué es el sexo? –pregunté
Mi padre sonrió sin dejar de revolver la crema en el hornillo. -Es cuando dos personas hacen el amor –contestó.
-¿Qué significa que hacen el amor?
-Cuando dos personas se juntan y se transforman, están haciendo el amor.
Me encantaba la idea de que las personas pudieran transformarse. No tardé mucho en empezar a enterarme de todo lo que se puede saber sobre el amor."
¿Papá, qué es el sexo? –pregunté
Mi padre sonrió sin dejar de revolver la crema en el hornillo. -Es cuando dos personas hacen el amor –contestó.
-¿Qué significa que hacen el amor?
-Cuando dos personas se juntan y se transforman, están haciendo el amor.
Me encantaba la idea de que las personas pudieran transformarse. No tardé mucho en empezar a enterarme de todo lo que se puede saber sobre el amor."
Y en ese mundo vive Ishtar, la chica de los "lindos ojos", la Diosa del Amor como ella misma se autoproclama. Ella exuda ternura y fantasía por cada uno de sus poros, hasta el punto de imaginar transformaciones eróticas con las personas nuevas que conoce.
Trabaja de reportera en la sección de Trasfondo Sexual en el departamento de Crónica Escrita de "La Agencia", la única empresa periodística oficial de Nueva York, para, junto a Erato (su musa ficticia), intentar crear las noticias más fantásticamente verosímiles, que aportarán su granito de arena a ese universo de realidad inventada en el que están todos inmersos.
Intenta tranquilizar su conciencia repitiéndose a sí misma, que eso no es mentir "Mentir sería contar un hecho cambiándolo deliberadamente, aunque fuera para hacerlo más atractivo. Eso es lo que hacía el periodismo antiguo. Justo para no mentir ni perjudicar a nadie, las noticias de Crónica ya habían dejado el aburrido ámbito real para crear un mundo ficticio que fuera también el más interesante o el más sexy de los mundos posibles".
Cuando Ishtar es ascendida al Departamento de Guionistas, el grupo de los elegidos, su traslado coincide con la desaparición de Utu, un compañero de La Agencia así como también su reciente nuevo idilio.
De este modo surgen los dos hilos de la trama. Por una parte, su nuevo trabajo, en el que podrá seguir dándole rienda suelta a su inagotable imaginación componiendo los argumentos para programas de telerealidad (en definitiva, falsos realities), "Los guiones que íbamos a crear Ashur y yo sí se concretarían en el mundo físico, al ser interpretados por actores de carne y hueso. Es más: la realidad la inventamos nosotros. Los políticos, los deportistas, los personajes televisivos sólo siguen nuestros guiones", y por otra parte la dolorosa ausencia de su amor.
Totalmente empeñada en encontrarle, comienza a investigar su paradero, ayudada por dos personajes (Arianne y Harlequin) que irrumpen de forma repentina en su vida y que serán decisivos en su propia evolución, en el cambio de su nivel de conciencia.
Porque muy pronto será plenamente consciente de que está sirviendo a la "Agencia de las Mentiras" y esa sociedad fantástica que ella está ayudando a crear, es en realidad un engaño, una dictadura que se contrapone a la democracia que la humanidad cree estar viviendo.
Y deberá elegir entre seguir como si nada, disfrutando de su nuevo estatus social, o salvar al mundo con La Verdad, sacrificándolo todo, hasta su propia libertad. "Pero siempre nos quedará el amor. Que seamos pobres o ricos, pequeños barberos o grandes dictadores, lo que nos mantiene vivos son los latidos del corazón".
¿Conseguirá encontrar a Utu? ¿Seguirá éste vivo? ¿Que descubrirá Ishtar que le hará abrir los ojos de una forma tan radical como contundente?