“Me gustaría creer que esto no es más que un cuento que estoy contando. Necesito creerlo. Debo creerlo. Los que pueden creer que estas historias son sólo cuentos tienen mejores Posibilidades.
Si esto es un cuento que yo estoy contando, entonces puedo decidir el final. Habrá un final para este cuento, y luego vendrá la vida real. Puedo decidir dónde dejarlo.Esto no es un cuento que estoy contando.También es un cuento que estoy contando, en mi imaginación, sobre la marcha.Contando, más que escribiendo, porque no tengo con qué escribir y, de todos modos, escribir está prohibido.
Pero si es un cuento, aunque sólo sea en mi imaginación tengo que contárselo a alguien. Nadie se cuenta un cuento a sí mismo. Siempre hay otra persona"
Si esto es un cuento que yo estoy contando, entonces puedo decidir el final. Habrá un final para este cuento, y luego vendrá la vida real. Puedo decidir dónde dejarlo.Esto no es un cuento que estoy contando.También es un cuento que estoy contando, en mi imaginación, sobre la marcha.Contando, más que escribiendo, porque no tengo con qué escribir y, de todos modos, escribir está prohibido.
Pero si es un cuento, aunque sólo sea en mi imaginación tengo que contárselo a alguien. Nadie se cuenta un cuento a sí mismo. Siempre hay otra persona"
Una República que supone un retroceso de varios siglos, propiciando una sociedad donde solo los hombres tienen voz y voto, donde las mujeres fértiles son capturadas y pasan a ser las criadas de altos cargos del Gobierno, con el único fin de dar hijos a la República. Deben vestir de rojo, con toca blanca de uso obligado, para que se las distinga bien, para que todo el mundo sepa que son ellas las encargadas de procrear, no por devoción sino por obligación.
Le dispararon al presidente, ametrallaron el Congreso, y el ejército declaró el estado de emergencia. En aquel momento culparon a los fanáticos islámicos. Fue entonces cuando suspendieron la Constitución. Dijeron que sería algo transitorio. Ni siquiera había disturbios callejeros. Los periódicos fueron sometidos a censura y algunos quedaron clausurados, según dijeron por razones de seguridad. Dijeron que se celebrarían nuevas elecciones, pero que llevaría algún tiempo prepararlas.Y una criada llamada Defred que en primera persona nos irá contando como era su vida antes de ser separada de su marido y su hija y como es su vida ahora en la casa que le ha sido asignada, siendo violada cada mes por el Comandante Fred en presencia de su Esposa Serena Joy durante "La Ceremonia", para intentar darles el hijo que ellos no pueden tener.
El tiempo es una trampa en la que estoy cogida. Debo olvidarme de mi nombre secreto y del camino de retorno. Ahora mi nombre es Defred, y aquí es donde vivo.Vive el presente, saca el mayor partido de él, es todo lo que tienes.Tiempo para hacer el inventario.Tengo treinta y tres años y el pelo castaño. Mido uno setenta descalza. Tengo dificultades para recordar el aspecto que tenía. Somos matrices dé dos piernas, eso es todo pero tengo ovarios sanos. Me queda una posibilidad.Cada dos años pueden cambiar de casa, con un máximo de tres oportunidades. Si después de tres casas no han producido ningún hijo serán ejecutadas o enviadas a las temidas Colonias a limpiar residuos radiactivos, donde van directamente las “No mujeres” (las no fértiles), a esperar la muerte.
Las infames Colonias están compuestas por poblaciones flotantes utilizadas principalmente como equipos prescindibles de eliminación de sustancias tóxicas, aunque la que tiene suerte puede ser asignada a tareas menos peligrosas, como la recolección del algodón o la cosecha de la fruta.Aunque también hay mujeres relegadas a las labores del hogar (las Martas) y las Tías, encargadas de entrenar y comer el coco a las criadas.
¿Conseguirá Defred quedarse embarazada y evitar ser enviada a Las Colonias? ¿Volverá a ver a su marido y a su pequeña hija Hannah?