Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


23 de septiembre de 2018

“NO VOLVERÉ A TENER MIEDO” de Pablo Rivero, crónica de un parricidio anunciado.


  SINOPSIS DE LA NOVELA

“La madrugada del 9 de abril de 1994 una familia es asesinada mientras duerme. El crimen conmociona a la sociedad española por la brutalidad de los hechos y porque es cometido a sangre fría por uno de sus miembros. Estos son sus últimos siete días de vida.

Tras una fuerte discusión, el padre abandona la casa familiar. Laura, la madre, arrepentida de haber sacado a la luz los secretos que con tanto esmero se esforzaban en esconder, tendrá que lidiar con los dos hijos que nunca quiso mientras encuentra la manera de hacerle volver.”

Pablo Rivero Rodrigo (Madrid, 11 de octubre de 1980) es un actor español.

Ha participado en unas cuantas películas, pero el papel que le ha dado la fama es el de Toni Alcántara en la serie de TVE "Cuéntame cómo pasó", un personaje que lleva interpretando desde el estreno de esta producción en 2001, protagonizada por Ana Duato e Imanol Arias.

En 2017, el actor se aventura en la novela “No volveré a tener miedo”, publicada por la editorial Suma.

8 de septiembre de 2018

“VOLVERÁS A ALASKA” de Kristin Hannah



“Este estado, este lugar, no se parece a ningún otro. Es belleza y horror; salvador y destructor.

Aquí, donde la supervivencia es una decisión que debe tomarse una y otra vez, en el lugar más salvaje de América, en el borde de la civilización, donde el agua en todas sus formas te puede matar, aprendes quién eres. No quien sueñas ser, no quien imaginabas que eras, no la persona que deberías ser por cómo te han criado.

Todo eso desaparece en los meses de la oscuridad heladora, cuando la escarcha de las ventanas empaña tu visión y el mundo se vuelve muy pequeño y te topas con la verdad de tu existencia. Aprendes lo que debes hacer para sobrevivir"
1974, la familia Allbright lleva varios años de aquí para allá sin conseguir echar raices en ningún lugar. Cuando parece que ya se están adaptando, acomodando, el padre, Ernt, decide de nuevo probar suerte en otra parte. Pero esta vez está yendo demasiado lejos, nada más y nada menos que a Alaska quiere marchar, a vivir en una cabaña que un amigo fallecido les ha regalado. Leni que tiene entonces trece años y Cora, su mujer siempre dispuesta a darle gusto en todo, no se lo pueden creer: ¿a Alaska? ¿En el culo del mundo?

Y allá que van, con sus escasas pertenencias y unas cuantas monedas en el bolsillo, a la aventura, una verdadera aventura, porque en ese recondito país los tres tendrán que aprender a cazar y recolectar su propia comida, a disparar un arma para defenderse de los osos y lobos que merodean por los alrededores de las casas, a sobrevivir en los duros e implacables inviernos con menos de seis horas de luz diurna, en definitiva, a subsistir, que en Alaska no es fácil.
Vivían en un terreno al que no se podía acceder por agua con la marea baja, en una península con apenas un puñado de personas y cientos de animales salvajes, y un clima tan severo que podía matarte. No había comisaría de policía ni teléfonos, nadie podía oírte gritar.
Pero una vez allí y para su sorpresa, se encuentran con que no están solos, los vecinos son una verdadera comunidad que se ayudan entre ellos, se cuidan y protegen: Marge la Grande, Natalie y Geneva, los Walker, Thelma, el Loco Earl, todos los arropan.

En su nueva escuela, Leni conoce a Matthew y congenian enseguida, por primera vez en mucho tiempo parece que tiene un buen amigo, o quizás algo más, está muy contenta.

Pero poco a poco, el caracter violento del padre, exveterano de Vietnam y prisionero de Guerra que volvió de allí con la mente destrozada y con traumas psicológicos importantes, emerge y lo que antes eran únicamente gritos y portazos, se convierte en palizas y malos tratos a su madre, cada vez más frecuentes.
Alaska, su oscuridad el frío y el aislamiento se metió dentro de mi padre de una forma terrible y lo convirtió en uno de los muchos animales salvajes que habitan este estado.

¿Que pasará con la inestabilidad emocional de Ernt? ¿Serán capaces de subsitir y resistir en un entorno tan hostil? ¿Como acabará todo?

31 de agosto de 2018

"INVISIBLE" de Eloy Moreno, una historia triste, dura, pero muy reveladora sobre el acoso escolar.



“Soy capaz de respirar debajo del agua todo el tiempo que quiera, de hecho creo que sería capaz de vivir bajo el agua si me apeteciera. 

Bueno, también tengo otros poderes, puedo oír cualquier conversación desde muy lejos, puedo ver perfectamente en la oscuridad; soy capaz de ir mucho más rápido que el resto de las personas. 

Pero a pesar de todos esos poderes los monstruos seguían allí, se iban pero volvían de nuevo, así que decidí buscar un nuevo poder, uno tan grande que no pudieran hacerme nada. Y finalmente lo encontré. 

—¿Cuál es ese poder? —Soy capaz de hacerme "invisible"
Érase una vez un muchacho "exinvisible" ingresado en un hospital por algo muy gordo que le ha pasado (exinvisible porque desde que ha despertado parece que ya es visible para todo el mundo).

Todavía no le ha contado a nadie que le ha ocurrido exactamente y tampoco todo lo que sufrió antes del accidente. Por eso, los padres deciden que una psicóloga le visite cada día para intentar averiguarlo.
Creo que lo mejor que puedo hacer es simular que soy alguien normal, muy normal. Porque a veces decir la verdad no es la mejor opción. Sobre todo si esa verdad es tan increíble que puede parecer mentira. Así que voy a mentir, bueno, no voy a mentir, pero no voy a contarle nada de lo que me ha pasado.
Ella le va tirando de la lengua y él niño va soltando y va soltando. Poco a poco la psicóloga se va enterando del horror, con horror de cuándo empezó a ser acosado por el chico de los nueve dedos y medio, porque la envidia es muy mala y el acosador, a pesar de ser el más mayor de la clase, el más alto, guapo y rico, en realidad lo único que desea es ser como el empollón exinvisible. También le cuenta que casi todos los compañeros le reían las gracias cuando le tiraba cosas a la espalda, le empujaba, se burlaba de él delante de todos, le cogía el bocadillo y se lo pisoteaba.
Cada día sabe que, al llegar al instituto, comenzarán los insultos, los empujones, las risas… actos que casi siempre ocurrirán con gente delante. Sabe también que, en cuanto se siente en clase, empezarán a tirarle objetos a la espalda. Hace tiempo que ya ni siquiera intenta esquivarlos, pues tiene la espalda tan llena de costras que apenas siente nada. 
Los que no se las reían, se convirtieron también en monstruos porque no le seguían el juego pero tampoco hacían nada por ayudarle, por defenderle, miraban hacia otro lado por miedo a represalias, a que el matón de turno cambiara de objetivo.
Es curioso y triste que haya tantos monstruos en esta sociedad, los que hacen y los que miran, los que ríen y los que graban el vídeo… 
Y como a fuerza de practicar y practicar consigue desarrollar sus superpoderes parecidos a los de los  superhéroes de los cómics que lee, incluso llegó a hacerse invisible a los ojos de todos, o más bien de casi todos, ya que a veces sus poderes no le funcionaban y él no entendía qué podía estar fallando.
¿Cómo te hiciste invisible? —Bueno, fue por casualidad, un día en el que había monstruos por todas partes, comencé a desear poder desaparecer de allí, me concentré, me acurruqué… y de pronto, cuando abrí los ojos me di cuenta de que los monstruos habían dejado de verme. Miraban a todos lados menos a donde yo estaba. Los tenía delante de mí, pero no me veían… Y se fueron sin saber que yo seguía allí. A partir de aquel día me he dedicado a mejorar mi técnica para poder desaparecer siempre que quiera.
Excepto la profesora de literatura que sí se da cuenta de todo e intenta de alguna forma ayudarle, ninguno de los mayores parecía enterarse de nada, ni sus padres, ni  los padres de sus amigos, ni los profesores, ni la directora del instituto que, aún siendo advertida de que algo puede estar pasando, se tapa los ojos, porque tan solo le importa el prestigio del centro.
Bueno —contesta aliviada la directora—, quizá no hay que darle más importancia, quizá solo son cosas de críos…, seguro que solo son tonterías.

¿Conseguirá la maestra protegerle de los monstruos? ¿Qué le ocurrió realmente al chico exinvisible, porqué está en el hospital?

24 de agosto de 2018

“GALA-DALÍ” de Carmen Domingo, “DALÍ-GALA” tanto monta, monta tanto.


“Cuando Gala lo conoció, Dalí era un guapo y atractivo joven que llevaba un clavel detrás de la oreja y que miraba atemorizado a las mujeres sin saber cómo dirigirse a ellas. Comía sardinas y se las ponía en el pelo y después olía muy mal, pero Gala supo de inmediato que lo hacía solo para provocar.

Qué sabrían ellos de locura. Salvador era alguien especial, muy especial, tanto que solo alguien como él cuando hablaron de la locura fue capaz de contestar algo que lo acercaba a los genios: «La diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco».

Y era cierto. Gala había entendido de inmediato cuál era su «locura», era su obsesión por la pintura, por el detalle, por que uno no puede pintar los sueños solo con grandes brochazos, tiene que detallarlos al máximo, y que todo eso estaba metido en su cabeza, solo había que ayudarle para que lo dejara salir, para que la belleza quedara atrapada en todos y cada uno de sus lienzos”
Estamos ante una biografía novelada sobre Elena Dimitrievna Diakonova (que se hacía llamar Gala) y Dalí, aunque centrada quizás un poco más en Gala. El tramo de vida que la autora nos relata va, desde que la joven rusa sale de su casa por vez primera para ser ingresada en el sanatorio para tuberculosos Clavadel en Suiza, hasta su muerte en 1982.
La impresión que tenía el recién llegado al atravesar la puerta por vez primera era que en Clavadel la vida se detenía para intentar engañar a la enfermedad y que esta pasara de lado sin fijarse en nadie.
En dicho hospital conoce al que después se convirtió en su primer marido y posteriormente en un referente del surrealismo francés, el joven poeta Paul Éluard. Al cabo de un tiempo, en plena guerra mundial se casan y ella queda embarazada de Cécile, siendo todos acogidos en casa de la adinerada familia de Paul en París, donde se van introduciendo en un grupo de artistas: los surrealistas comandado por André Breton.

Muy pronto, Salvador Dalí, un pintor en ese momento poco conocido con el que Paul había congeniado, les invita a los tres a Cadaques a pasar un verano. Salvador desde el principio se siente fascinado por Gala, pero a ella le sucede todo lo contrario, no le cae nada bien, le parece un tipo antipático e insoportable, del que odia sobre todo su particular risa histérica y su humor escatológico (lo escatológico permanecería para siempre en su obra y en su vida).
No era solo una más de las chicas que había visto, era una diosa. Nunca hasta entonces había visto a nadie igual. Esa belleza andrógina lo trastocó con tan solo una mirada. Esa imagen le bastó para saber que sentía algo que nunca antes había sentido por una mujer
Pero esto solo es al principio, ya que muy pronto Gala se da cuenta del potencial artístico de Dalí y de que están hechos el uno para el otro, que son tal para cual.
Entendiendo en ese mismo momento que el universo de Dalí se movía por distintos derroteros que el de los demás y pensando que quizás sí tenía que ver algo con el suyo.
Dalí está obsesionado con ser tan famoso como Picasso, a quien ni siquiera conoce todavía en persona, pero del que sabe que ha hablado bien de uno de sus cuadros y ella se propone ayudarlo a llegar a la cima.
Sabía que el arte de Salvador podía ir mucho más allá, superaba con creces a todos aquellos pintores que se llamaban a sí mismos surrealistas, no le cabía duda, pero era muy frágil la línea que separaba la locura del arte, el arte de la locura, y tenía que saber si Salvador era capaz de mantenerse entre las dos sin cruzarlas
Paul y su hija regresan a París, pero ella se queda en Cadaqués, y nunca más se separó de Dalí Los primeros años pasaron muchas penurias económicas (a pesar de que Paul les ayudaba dándoles dinero), pero gracias a su astucia e inteligencia, no tardó demasiado en hacerse famoso y sus pinturas surrealistas llegaron a ser muy cotizadas.
Salvador era un genio, bien lo sabía ella, pero no tenía dinero. Y sin dinero no se podía vivir.