Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


8 de diciembre de 2015

"UNA REVELACIÓN BRUTAL" de Louise Penny, cuando la avaricia termina por romper el saco.


“Este caso no empezó con el golpe en la cabeza. Empezó años atrás, con otro tipo de golpe. Los asesinos van rumiando; se lo guardan todo, guardan resentimientos. Y esos resentimientos van creciendo.

Los asesinatos responden a emociones. Emociones que se vuelven malignas y se desatan. Lo que mata no se ve. Por eso es tan peligroso. No es una pistola, ni un cuchillo, ni un puño. No es algo que veas venir. Es una emoción rancia, descompuesta. A la espera de una oportunidad para golpear”
Three Pines es una pequeña población de Quebec a pocos kilómetros de la frontera de Vermont, donde nunca sucede nada. Por no tener, no tiene policías, ni semáforos, ni aceras, ni alcalde. Pocos habitantes en un pueblecito tranquilo, que se conocen entre ellos, se hacen compañía, se ayudan. Pero incluso en lugares así, la gente mata por tener lo que no tiene, por codicia.

La aparición de un cadáver de alguien desconocido por todos (o casi todos), y de una cabaña repleta de tesoros oculta en el bosque, vendrá a perturbar esa calma.
El Caos había llegado a Three Pines. Se les venía encima y estaban a punto de verse despojados de cualquier noción de seguridad, calidez o amabilidad
Armand Gamache, Inspector jefe del Departamento de Homicidios de la Sûreté de Quebec y el inspector Jean Guy Beauvoir, serán los encargados de la investigación, de averiguar la identidad de la víctima y el porqué de la existencia de tantos objetos de valor incalculable en medio de la nada.

Pista tras pista, irán ahondando en las emociones de los sospechosos y en sus miserias, discerniendo entre las verdades y las mentiras, escuchando lo que cuentan, pero sobre todo averiguando lo que callan, la eterna dualidad entre el bien y el mal que cada alma lleva dentro. Porque...

¿Acaso puede tener algún sentido matar a alguien que vive rodeado de riquezas y no llevarse ningún objeto de valor? ¿Es posible hacer algo así?

7 de noviembre de 2015

"CICATRIZ" de Sara Mesa


“El placer de sentirse obsequiada, agasajada, de ser objeto de la devoción de Knut, todo eso la está cegando, se dice.

Él se está construyendo una imagen de ella y ella le está dejando hacer. Al final terminará dañándole. Pero cómo evitarlo.

Ella no le ha pedido nunca nada, musita. Lo dice en voz alta, para sí, como si se defendiera en un juicio en el que los dos estuvieran en el banquillo de los acusados: No, nunca le pedí nada”
Sonia conoce a Knut, Knut conoce a Sonia en un foro literario de internet y empiezan a contactar prácticamente a diario.
Le parece que los participantes son más interesantes que en otros sitios: hablan de libros, de películas, intercambian opiniones políticas y chistes revestidos de sarcasmo que la hace sonreír. Se da de alta con un seudónimo masculino. Hay gente que entra a diario, a todas horas, y gente que casi nunca se deja ver; Hay muchos solitarios que buscan seducir, personalidades extrañas que se encelan, se ofuscan, presionan y luchan por el liderazgo en el grupo.

Ella le escribe, comparte opiniones, le cuenta cosas de su vida; a cambio, él le manda algunos libros que roba por y para ella (él es el típico "nini" que vive con sus padres, que no necesita trabajar, porque su oficio de ladrón de guante blanco se lo permite).
Knut admite, consagra gran parte de su tiempo al arte del hurto: libros, pero también otros bienes si es preciso. En cuanto al riesgo, no es algo que haya que minimizar: es cierto que está ahí pero él puede asumirlo perfectamente. Knut se crece en el reto. Sus ganas de complacerla, de hacerla feliz, son mayores cuando más difícil sea ese reto.

Al principio los envíos son esporádicos. Títulos que ella pide, pero sobre todo títulos que él sugiere o que piensa que ella debe leer de inmediato, asumiendo el papel de guía literario.
Eres la única persona que conozco a la que considero mi igual en el terreno del intelecto, le dice. La única con la que me apetece compartir mis lecturas.

La relación que mantiene con él es es radicalmente diferente a todo lo que había conocido hasta ahora, pero lo cierto es que su beca en el Archivo Municipal no le da para mucho y tanto regalo le viene muy bien. Además se siente halagada, porque es tentador ser el centro de atención de alguien hasta ese extremo y recibir sin tan siquiera pedirlo, zapatos, colonias y perfumes caros, ropa interior, lencería cara…

Pero en contra de lo que pueda parecer, no es oro todo lo que reluce: en ocasiones Knut puede resultar demasiado quisquilloso, cargante y llegará el momento en que Sonia sienta el deseo de frenar, de hacer algo para sacarle de su cotidianeidad.  Porque en eso se ha convertido: en una rutina más, a veces pesada, a veces incómoda, aunque muchas otras beneficiosa.
Él siempre está dándole vueltas a todo, ¿no se da cuenta de lo agotador que resulta? Un neurótico, le dice. Un perfeccionista insoportable, un fetichista.

¿Llevará a algún lado esta asfixiante relación que mantienen estos dos?

24 de octubre de 2015

"ZOMBIES DE LENINGRADO" de Javier Cosnava, una novela basada en hechos reales.



“La jauría se ha detenido, olisquea tratando de recuperar nuestro rastro. Desde mi escondite, descubro que el grupo principal lo componen unas veinte personas, seis de ellos machos jóvenes, casi todos tan enloquecidos que enarbolan hachas, navajas y cuchillos.

Cuando capturan una presa, la cortan en rodajas y se la comen a bocados en plena calle.

El hambre ha borrado hasta el último vestigio de alma humana en sus corazones. Así pues, me equivoqué, no son sólo Masticadores sino que también hay lo que en la ciudad conocemos como caníbales asesinos, Come Personas o, en un lenguaje más moderno, zombies”
Érase una vez una ciudad sitiada por las tropas de Hitler, un lugar donde el imposible es la norma, donde uno nunca está seguro y cualquier cosa puede suceder: Leningrado, 1942.

Tres millones de personas encerradas sin comida, condenadas a elegir entre morir de inanición, o convertirse en caníbales Masticadores o zombies asesinos.
En Leningrado hay gente que sobrevive y gente que muere, sencillamente. Esas dos categorías son las únicas que cuentan.
Esto, que podría parecernos el principio de cualquier cuento terrorífico, resulta ser una historia real. La historia que Catarina Werner le relata a su nieto, sobre sus vivencias setenta años atrás en uno de los escenarios más terribles y dantescos de la segunda guerra mundial.

Ella es una de las tres niñas huérfanas (junto a Tania Savicheva y Nina Pechanova) que intentan salir adelante y no ser devoradas en medio de toda esta sinrazón, con la ayuda de Dimitri y Anantoli, dos agentes de la policía secreta rusa.
El hambre es peor que la peor infección zombie que pueda imaginar ningún escritor del futuro.

¿Conseguirán sobrevivir en un mundo donde la realidad supera la ficción?

7 de octubre de 2015

"MR. MERCEDES" de Stephen King



“En mi opinión, muchísima gente disfrutaría haciendo lo que yo hice, y por eso disfrutan con libros y películas (y hoy día incluso programas de televisión) que muestran torturas y descuartizamientos, etc.

La única diferencia es que yo lo hice de verdad. Pero no porque esté loco o furioso. Solo porque no sabía cómo sería exactamente la experiencia, aparte de emocionantísima, dejando “recuerdos para toda la vida”, como suele decirse.

A la mayoría de las personas les ponen unas Botas de Plomo en la niñez y tienen que llevarlas ya siempre. Esas Botas de Plomo se llaman CONCIENCIA. Yo no tengo, y por eso puedo elevarme muy por encima de las cabezas de la Gente normal”
Bill Hodges es un policía retirado y divorciado que ha perdido la ilusión y las ganas de vivir. Pasa el tiempo en solitario, entre copas y programas de televisión, añorando épocas pasadas, sus días de gloria como inspector, sabueso y cazador.

Una mañana cualquiera de su anodina existencia, recibe un sobre sin remite del supuesto culpable de un caso sin resolver que tantos quebraderos de cabeza les trajo tiempo atrás en la comisaría.

Todavía se le ponen los pelos de punta al recordar la catástrofe que en su día dio tanto que hablar, al hombre del mercedes gris robado, llevándose por delante a una muchedumbre que hacía cola en una Feria de Empleo recientemente inaugurada.

Fueron demasiados muertos, entre ellos varias mujeres y un bebé. Varios meses intentando dar con el “Asesino del Mercedes”, un individuo tal vez muy inteligente, o tal vez muy loco.
Brady reconoce que tiene una enfermedad mental, claro que sí: una persona normal no embiste con un coche a una muchedumbre ni se plantea eliminar al presidente de Estados Unidos con un atentado suicida. Una persona normal no mata a su hermano menor. Un hombre normal no se detiene ante la puerta de su madre, preguntándose si está desnuda. Pero a un hombre anormal no le gusta que los demás sepan que es anormal

Y ahora sin esperarlo, el demente le escribe retándole, incitándole a contactar con él en la web “Bajo el paraguas azul de Debbie”, una página para las relaciones sociales donde personas interesantes intercambian opiniones interesantes.

Y por supuesto que Hodges no puede dejar pasar la oportunidad que se le brinda para poder por fin atraparle y al mismo tiempo volver a sentir los maravillosos efluvios de la adrenalina corriendo por sus venas.
Se dice que da igual quién atrape a ese psicópata hijo de puta, pero no es verdad. No da igual. El problema es que sin Mr. Mercedes su vida volverá a ser lo que era antes: la televisión por las tardes y el jugueteo con el arma de su padre

Con la ayuda primero de Jane (hermana de la pobre Olivia Trelawney, dueña del Mercedes) y después de la de su joven vecino negro Jerome y Holly (la prima loca de Olivia y Jane), intentará seguirle la pista por su cuenta, sin ser demasiado consciente del peligro al que todos (no sólo él) estarán expuestos. Porque ya se lo advirtió en su carta:

   ¡Voy a matarte.  No me verás venir!

  ¿Conseguirán el exinspector de policía y sus novatos secuaces dar al traste con los nuevos y  macabros planes de el Asesino del Mercedes?

14 de septiembre de 2015

"Y PESE A TODO” de Juan de Dios Garduño Cuenca



“La contienda pronto fue conocida como la «guerra biológica». Aquel conflicto había empezado para terminar de una única manera: acabar con toda la humanidad.

Según los científicos, dicha guerra no pasaría a los anales de la historia jamás, simplemente porque no quedaría nadie para contarla.

Permitieron crear nuevos genes programados en microorganismos infecciosos para aumentar así su resistencia a los antibióticos y su virulencia y alargar su permanencia en el medio ambiente, que era el principal escollo que había que salvar. Todo ello llevó a la creación de nuevas cepas de agentes biológicos.

La humanidad había cavado su propia tumba creando o resucitando a seres como aquéllos, que sin duda estarían esparcidos por el mundo, ajenos a cualquier pacto entre países, a cualquier paz”
Es invierno en Bangor (estado de Maine, EEUU) y han transcurrido ya varios meses desde que acabó la tercera guerra mundial, desde que las alarmas anunciando ataques aéreos o marítimos, sonaron por última vez.

Puede que el mundo haya tocado fondo y en un barrio cualquiera, quizás los tres últimos habitantes de la ciudad o incluso del planeta, sobreviven como pueden: Patrick con su perro y sus vecinos de enfrente, Peter y su hija Ketty.
Quizá todo el puto mundo esté lleno de esa especie rara de zombis y hayamos dejado de ser la especie predominante para convertirnos en el plato especial de la casa
Patrick y Peter fueron buenos amigos en un pasado no demasiado lejano, pero ahora, incluso en las extremas circunstancias que tienen que sufrir, no se tratan, ni siquiera se dirigen la palabra.

Y así, en el omnipresente infierno blanco de Maine, ambos por separado, lucharán por salir adelante teniendo que hacer frente a los dolorosos sucesos de sus vidas anteriores.
Una vez puesta en marcha la maquinaria del recuerdo, es imposible pararla; aunque los engranajes se encuentren herrumbrosos y viejos, y chirríen hasta hacer sangrar los oídos, y parezca que puedes meter una palanca y hacerlo saltar todo por los aires deteniendo el diabólico aparato.

¿Qué fue lo que les distanció? ¿Podrán olvidarse de las viejas rencillas del pasado y unirse para luchar contra los zombies, o continuarán alimentando rencores?

29 de agosto de 2015

Reseñas 2x1: "LA TRILOGÍA DEL BAZTÁN" de Dolores Redondo

La trilogía del Baztán son una serie de tres novelas protagonizadas por la inspectora de homicidios de la Policía Foral de Navarra, Amaia Salazar. Amaia regresa a Elizondo, para investigar varios casos de asesinatos y enfrentarse de una vez por todas a los fantasmas de su infancia.



"El asesino era capaz de reproducir una y otra vez el mismo crimen en diferentes víctimas. No era espontáneo, no cometía errores chapuceros de oportunista eligiendo víctimas al azar o según las brindaba la oportunidad.

Matarlas sólo era un paso más de los muchos que debía dar para completar su puesta en escena, su plan maestro, su fantasía psicosexual, que se veía arrastrado a repetir una y otra vez sin que su sed se calmara jamás, sin que sus expectativas se colmaran.

Debía personalizar a sus víctimas para hacerlas formar parte de su mundo, para vincularse con ellas y así hacerlas suyas mucho más allá de la mera posesión sexual"
En este primer libro de la saga, Amaia investiga el llamado “caso del Basajaún” (ser místico de la mitología vasco-navarra protector del bosque y preservador de la pureza. Un homínido de unos dos metros y medio de alto, con anchas espaldas, larga melena y pelo por todo el cuerpo al que se le atribuyen cualidades mágicas).

Varias niñas han aparecido estranguladas con un cordel y abandonadas a lo largo de los márgenes del río Baztán. Todas ellas sometidas a un curioso ritual de purificación, con  el vello púbico rasurado, las manos dispuestas en actitud virginal vueltas hacia arriba, y  un txatxingorri (pastelito dulce típico de la zona) sobre la pelvis.

Amaia sentía en aquel bosque presencias tan palpables que resultaba fácil aceptar una cultura druida, un poder del árbol por encima del hombre, y evocar el tiempo en que en aquellos lugares y en todo el valle la comunión entre seres mágicos y humanos fue religión





"Un buen detective de homicidios no tiene una mente simple, y sus procesos mentales no pueden serlo. Pasas horas intentando comprender la mente de un asesino, cómo piensa, qué desea, cómo siente. Después vas al depósito y esperas frente a su obra, aguardando a que el cadáver te cuente por qué, porque sabes que en el momento en que sepas cuál es su motivación tendrás una oportunidad de atraparle.

Pero la mayoría de las veces el cadáver no es suficiente, porque un cadáver es sólo un envoltorio roto y quizá durante demasiado tiempo las investigaciones criminalísticas se han centrado más en intentar descifrar la mente criminal que en la propia víctima.

Durante años, se ha considerado al asesinado poco menos que el producto final de una obra siniestra, pero la victimología se abre paso demostrando que la elección de la víctima nunca es casual”
Han pasado nueve meses y una Amaia embarazada y feliz tiene que hacer frente esta vez al “caso del Tarttalo” (ser mitológico navarro que representa a un cíclope caníbal).

Varios autores confesos de crímenes machistas ya cerrados y archivados, se han suicidado y dejado una nota dirigida a la propia inspectora, con una única palabra: “Tarttalo”. Además, todas las víctimas han sufrido misteriosas amputaciones de miembros después de ser asesinadas.

Al mismo tiempo, a Amaia le asignan también la investigación de las profanaciones de unas iglesias en las que aparecen los huesos de unos cuantos bebés.

A partir de ahí, varios sucesos terribles van saliendo a la luz, sucesos que además están íntimamente ligados a ella.

No es una novedad que existen personas malvadas; no locos, ni trastornados, sólo personas crueles, despiadadas, que disfrutan causando dolor a sus semejantes. El mal influye en estas personas y su comportamiento, y sus enfermedades mentales no son tan sólo enfermedades como en los demás, sino el caldo de cultivo perfecto para el mal. En estos individuos es el mal lo que causa la enfermedad mental y no al revés.



"No hace falta que lo hayas vivido antes para reconocerlo, no es necesario. Hay un instante, un hecho, un gesto, una llamada, una palabra que lo cambia todo.

Y cuando ocurre, cuando llega, cuando es pronunciada, rompe el timón con el que habías creído gobernar tu vida y arrasa los ilusos planes que habías ideado para el mañana mostrándote la realidad.

Que todo lo que parecía firme no lo era, que todas las preocupaciones de la existencia son absurdas, porque lo único absoluto y total es el caos que te obliga a doblegarte sumiso y humillado bajo el poder de la muerte”.
El punto final de la trilogía del Baztán:  “el caso del Inguma” (un demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño).

En esta ocasión, la muerte súbita (también conocida como “muerte de cuna”) de una niña en Elizondo y el intento por parte del padre de llevarse el cadáver, les resulta sospechosa al equipo de homicidios de Amaia Salazar.

Las investigaciones irán evidenciando un rastro a lo largo de todo el río de muertes en similares circunstancias, algunas cercanas y otras muy lejanas en el tiempo.

¿Cuál será el auténtico origen de los sucesos acaecidos en el valle de Baztán?